Categoría: Papa Francisco

16
Jun

Las Catequesis del Papa Francisco sobre la oración: Del corazón humano a la misericordia de Dios

Vaticano.- Con la Audiencia General de este 16 de junio, se cierra el ciclo iniciado el 6 de mayo de 2020. Las reflexiones del Papa Francisco representan casi una «encíclica» sobre la oración y trazan un itinerario sobre la relación que todo ser humano puede establecer con el Señor. Una guía razonada para recorrer el camino con la voz del Pontífice. El ciclo de catequesis del Papa Francisco sobre la oración se divide en 38 etapas. El último, el 16 de junio, concluye un denso recorrido en el que se entrelazan páginas de la Biblia con el camino del pueblo de Dios, testimonios de los santos con «miradas» a la vida cotidiana. La oración, nos recuerda el Papa, es una relación, un diálogo, un «encuentro entre el yo y el tú». 1.- El misterio de la oración Era el miércoles 6 de mayo de 2020. El mundo está sacudido por la difícil situación mundial provocada por la pandemia. Durante la Audiencia General, en la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Papa Francisco se detiene en el «misterio de la oración». «Hoy -subraya el Pontífice- iniciamos un nuevo ciclo de catequesis sobre el tema de la oración. La oración es el aliento de la fe, es su expresión más propia. El Papa recuerda la historia de Bartimeo, un personaje del Evangelio. Es ciego y se sienta a mendigar al lado del camino. Se da cuenta por la multitud de que Jesús no está lejos y grita: «¡Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí!». Más fuerte que cualquier argumento en contra, en el corazón del hombre hay una voz que clama. Todos tenemos esa voz interior. Una voz que sale espontáneamente, sin que nadie se lo ordene, una voz que cuestiona el sentido de nuestro camino aquí abajo, especialmente cuando nos encontramos en la oscuridad: «¡Jesús, ten piedad de mí! Jesús, ten piedad de mí». Esta es una hermosa oración. 2.- La oración del cristiano El 13 de mayo de 2020, el Papa reflexionó sobre las características de la oración cristiana. «La oración del cristiano -recuerda el Pontífice durante la catequesis- entra en relación con el Dios del rostro más tierno, que no quiere infundir ningún miedo a los hombres». «Dios es el amigo, el aliado, el cónyuge. En la oración se puede establecer una relación de confianza con Él». La oración -subraya el Papa- es de todos y «nace en el secreto de nosotros mismos, en ese lugar interior que los autores espirituales suelen llamar el corazón». La oración es un impulso, es una invocación que va más allá de nosotros mismos: algo que nace en lo más profundo de nuestra persona y llega, porque siente la nostalgia de un encuentro. Esa nostalgia que es más que una necesidad, más que una necesidad: es un camino. La oración es la voz de un «yo» que va a tientas, que procede a tientas, en busca de un «tú». El encuentro entre el «yo» y el «tú» no se puede hacer con calculadoras: es un encuentro humano y muchas veces procedemos a tientas para encontrar el «tú» que mi «yo» está buscando. 3.- El misterio de la Creación En su tercera Audiencia General dedicada a la oración, el 20 de mayo de 2020, el Papa Francisco destacó que el misterio de la Creación debe generar en nosotros un canto de alabanza. La oración, dice, «es la primera fuerza de la esperanza». «La belleza y el misterio de la Creación -subraya Francisco- generan en el corazón del hombre la primera moción que suscita la oración. La oración del hombre está estrechamente ligada al sentimiento de asombro. La grandeza del hombre es infinitesimal en comparación con las dimensiones del universo. Sus mayores logros parecen muy poco… Pero el hombre no es nada. En la oración se afirma poderosamente el sentimiento de misericordia. Nada existe por casualidad: el secreto del universo está en la mirada benévola que alguien encuentra en nuestros ojos. 4.- La oración del justo En la Audiencia General del 27 de mayo de 2020, el Papa Francisco recordó que mientras el mal se extiende como un incendio, la oración de los justos es capaz de devolver la esperanza y es «una cadena de vida.» «La oración abre la puerta a Dios, transformando nuestro corazón, tantas veces de piedra, en un corazón humano». La señal de la cruz, subrayó el Papa, es la primera oración. La oración es una cadena de vida, siempre: tantos hombres y mujeres que rezan, siembran vida. La oración siembra vida, la pequeòa oración: por eso es tan importante enseñar a los niños a rezar. Me duele cuando encuentro niños que no saben hacer la señal de la cruz. Hay que enseñarles a hacer bien la señal de la cruz, porque es la primera oración. Es importante que los niños aprendan a rezar. Luego, tal vez, se olviden, tomen otro camino; pero las primeras oraciones aprendidas de niño permanecen en el corazón, porque son una semilla de vida, la semilla del diálogo con Dios. 5.- La oración de Abraham El Papa dedica la Audiencia General del 3 de junio de 2020 a la oración de Abraham. Del Patriarca, afirma Francisco, hay que aprender a rezar con fe, «a dialogar hasta discutir con Dios». «Hay una voz -recuerda el Papa- que de repente resuena en la vida de Abraham. Una voz que le invita a emprender un viaje que parece absurdo: una voz que le insta a desarraigarse de su tierra, de las raíces de su familia, para ir hacia un nuevo futuro, un futuro diferente». Y Abraham se pone en marcha. Escucha la voz de Dios y confía en su palabra. Esto es importante: confía en la palabra de Dios. Y con su partida nace una nueva forma de concebir la relación con Dios; por eso el patriarca Abraham está presente en las grandes tradiciones espirituales judías, cristianas e islámicas como el hombre perfecto de Dios, capaz de someterse a Él, incluso cuando su voluntad resulta ardua, si no

16
Jun

Última catequesis del Papa Francisco sobre la oración: en Jesús encontramos salvación total

Vaticano.- El Papa Francisco termina hoy su ciclo de catequesis sobre la oración cristiana durante la audiencia general en el patio de San Dámaso y exhorta a tener el valor y la esperanza de sentir la presencia de Cristo en nosotros: que nuestra vida sea «para dar gloria a Dios». Después de varios meses en los que el Pontífice ha reflexionado sobre la oración cristiana, Francisco recuerda hoy, en su última catequesis sobre este tema, cómo la oración es una de las características más evidentes de la vida de Jesús: “Jesús rezaba y rezaba tanto – ha dicho el Papa – y durante su misión, Jesús se sumerge en ella, porque el diálogo con el Padre es el núcleo incandescente de toda su existencia”.   De hecho – continúa el Papa – “los Evangelios testimonian cómo la oración de Jesús se hizo todavía más intensa y frecuente en la hora de su pasión y muerte”, asegurando que estos sucesos culminantes constituyen el núcleo central de la predicación cristiana, el kerygma: “esas últimas horas vividas por Jesús en Jerusalén son el corazón del Evangelio no solo porque a esta narración los evangelistas reservan, en proporción, un espacio mayor, sino también porque el evento de la muerte y resurrección arroja luz sobre todo el resto de la historia de Jesús”. Jesús no ofrece salvación episódica, sino la salvación total Francisco después ha explicado que Jesús no fue “un filántropo” que se hizo cargo de los sufrimientos y de las enfermedades humanas: “fue y es mucho más” dice el Papa. “En Él no hay solamente bondad: hay algo más,está la salvación, y no una salvación episódica – la que me salva de una enfermedad o de un momento de desánimo – sino la salvación total”. La oración de Jesús es intensa, constante y única Después, el Papa enumera una serie de acontecimientos en los que vemos a Jesús rezando: “Son las horas decisivas de la pasión y de la muerte, en las que vemos una oración intensa, única y que se convierte en el modelo de nuestra oración” asegura el Papa. “Él reza de forma dramática en el huerto del Getsemaní, asaltado por una angustia mortal. Reza también en la cruz, envuelto en tinieblas por el silencio de Dios. Es la oración más audaz, porque en la cruz Jesús es el intercesor absoluto: reza por los otros, por todos, también por aquellos que lo condenan, sin que nadie, excepto un pobre malhechor, se ponga de su lado. Todos estaban en contra de Él o eran indiferentes. Sólo ese malhechor reconoció el poder. En medio del drama, en el dolor atroz del alma y del cuerpo, Jesús reza con las palabras de los salmos; con los pobres del mundo, especialmente con los olvidados por todos. Sintió el abandono; y rezó”. Al final, en la cruz “se cumple el don del Padre – dice el Papa – que ofrece el amor, es decir, se cumple nuestra salvación”. Jesús nunca nos abandona, siempre reza por nosotros Al final de su reflexión, Francisco recuerda que incluso en el más doloroso de nuestros sufrimientos, “nunca estamos solos” y “la oración de Jesús está con nosotros para que su palabra nos ayude a avanzar”. “Recordad – dice el Papa – la gracia de que nosotros no solamente rezamos, sino que, por así decir, hemos sido “rezados”, ya somos acogidos en el diálogo de Jesús con el Padre, en la comunión del Espíritu Santo”. Y no olvidemos – prosigue – que “Jesús reza por mí, incluso en los peores momentos”. La exhortación final del Pontífice es a “tener coraje y esperanza para sentir fuertemente la oración de Jesús y seguir adelante: que nuestra vida sea un dar gloria a Dios sabiendo que Él reza por mí”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News16 de junio de 2021

16
Jun

Papa Francisco recibió al Presidente del CELAM en audiencia privada

Bogotá.- El Papa Francisco recibió en audiencia privada al presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte. El encuentro tuvo lugar el 12 de junio en el Palacio Apostólico de la Santa Sede, Durante la audiencia Monseñor Miguel expresó al Pontífice el afectuoso saludo del pueblo de Dios en América Latina y el Caribe y por parte de la Presidencia del Celam. Como parte de la agenda de la reunión, el arzobispo de Trujillo compartió con su santidad Francisco la reciente aprobación del proceso de Renovación y Reestructuración del Consejo Episcopal como fruto de la 38ª. Asamblea General del Episcopado Latinoamericano desarrollada de manera virtual y presencial del 18 al 21 de mayo en la Arquidiócesis de Trujillo. El Santo Padre le expresó al presidente del organismo episcopal su ilusión y alegría, ante la próxima realización de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, cuyo Proceso de Escucha ya se viene animando en las 22 conferencias episcopales del continente, y en la que el Obispo de Roma espera que haya una amplia participación del Pueblo de Dios. Finalmente, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, desde su condición de presidente del episcopado peruano agradeció al Papa el importante apoyo ofrecido a la Iglesia del país andino para mitigar los efectos de la pandemia del COVID-19. Prensa CEVNota de prensa CELAM16 de junio de 2021

15
Jun

Papa Francisco: Sirven decisiones que conviertan las armas en alimentos

Vaticano.- En su videomensaje al GLOBSEC Bratislava Forum, que se inaugura hoy en Eslovaquia, el Papa analiza el mundo que debe reconstruirse tras la pandemia. E invita a hacer un análisis lúcido del pasado para encontrar las responsabilidades que condujeron a la crisis sanitaria, a la vez que exhorta a dar «pasos adelante» en una visión de conjunto y esperanzadora El Santo Padre agradece la invitación del Presidente a participar, a través de este videomensaje, en la 16ª edición del GLOBSEC Bratislava Forum, dedicado al tema: «Let’s rebuild the World Back Better». Francisco saluda a todos los organizadores y participantes de esta conferencia y expresa su gratitud por la plataforma ofrecida por el Bratislava Forum al importante debate sobre la reconstrucción de nuestro mundo tras la experiencia de la pandemia, “que nos obliga a enfrentarnos a una serie de graves cuestiones socioeconómicas, ecológicas y políticas, todas ellas interrelacionadas”. Por esta razón el Papa propone algunas sugerencias, inspiradas en el método del trinomio de ver – juzgar – actuar. Cabe destacar que en esta plataforma participan, desde hoy y hasta el 17 de junio, cientos de políticos como el Presidente francés Emmanuel Macron o la Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, líderes de opinión, directivos y organizaciones internacionales. Todos están invitados a reflexionar sobre el tema de la convention, que se celebrará de forma presencial pero también online, “Let’s rebuild the World Back Better”  (“Reconstruyamos mejor el mundo”). Ver El Papa afimra que le parece indispensable hacer “un análisis serio y honesto del pasado, que incluya el reconocimiento de las carencias sistémicas, de los errores cometidos y de la falta de responsabilidad hacia el Creador, el prójimo y la creación”, con el objetivo de “desarrollar una idea de recuperación que apunte no sólo a reconstruir lo que había, sino a corregir lo que ya no funcionaba antes de la llegada del Coronavirus y que ha contribuido a agravar la crisis”. “El que quiere levantarse de una caída debe confrontarse con las circunstancias de su derrumbe y reconocer los elementos de responsabilidad” Modelo de vida caracterizado por tantas desigualdades Francisco afirma que ve “un mundo que se ha dejado engañar por una ilusoria sensación de seguridad basada en el afán de lucro”. Y que observa “un modelo de vida económica y social caracterizado por tantas desigualdades y egoísmos, en el que una exigua minoría de la población mundial posee la mayoría de los bienes, y que a menudo no duda en explotar a las personas y los recursos”. “Veo un estilo de vida que no presta el suficiente cuidado al medio ambiente. Nos hemos acostumbrado a consumir y destruir sin reparos lo que pertenece a todos y debe custodiarse con respeto, creando una ‘deuda ecológica’ que pesa sobre todo en los pobres y en las generaciones futuras” Juzgar A juicio del Pontífice “el segundo paso es evaluar lo que hemos visto”. Y recuerda que al saludar a sus colaboradores de la Curia Romana en la pasada Navidad, hizo una breve reflexión sobre “el significado de la crisis”. En efecto afirma que “la crisis abre nuevas posibilidades”, porque es “un reto abierto que hay que afrontar la situación actual, para transformar el tiempo de prueba en un tiempo de decisión”. “En efecto, una crisis nos obliga a elegir, para bien o para mal. De una crisis, como ya he repetido, no se sale igual: o se sale mejores o se sale peores. Pero nunca iguales” Por esta razón afirma que “juzgar lo que hemos visto y experimentado nos impulsa a mejorar”. Y anima a aprovechar este momento para dar pasos adelante. “La crisis que ha afectado a todos nos recuerda que nadie se salva solo. La crisis abre el camino a un futuro que reconozca la verdadera igualdad de todo ser humano: no una igualdad abstracta, sino concreta que ofrezca a las personas y a los pueblos oportunidades reales y equitativas de desarrollo” Actuar Aludiendo a su Mensaje a la Directora de la UNESCO, del pasado 24 de marzo, Francisco dice que “el que no actúa desperdicia las oportunidades que ofrece la crisis”. Y que “actuar, frente a la injusticia social y la marginación, requiere un modelo de desarrollo que ponga en el centro a ‘cada hombre y a todo el hombre’ como pilar fundamental a respetar y proteger, adoptando una metodología que incluya la ética de la solidaridad y la ‘caridad política’”. Toda acción necesita una visión esperanzadora Tras recordar que “toda acción necesita una visión de conjunto y esperanzadora: una visión como la del profeta bíblico Isaías”, que “veía las espadas convertidas en arados” y “las lanzas en hoces”, Francisco añadió: “Actuar para el desarrollo de todos es llevar a cabo una obra de conversión. Y ante todo decisiones que conviertan la muerte en vida, las armas en alimento” Una conversión ecológica De ahí que todos necesitemos también “emprender una conversión ecológica”, dijo el Papa. Porque “la visión de conjunto” incluye “la perspectiva de una creación entendida como ‘casa común’” que  pide con urgencia que se actúe “para protegerla”. “Queridos amigos, animado por la esperanza que viene de Dios, espero que sus intercambios de estos días contribuyan a un modelo de recuperación capaz de generar soluciones más inclusivas y sostenibles; un modelo de desarrollo basado en la convivencia pacífica entre los pueblos y la armonía con la creación. ¡Buen trabajo, y gracias!” Prensa CEVNota de presna de Vatican News15 de junio de 2021

14
Jun

Papa Francisco: Que las tragedias en el Mar Mediterráneo abatan el muro de la indiferencia

Vaticano.- Tras rezar la oración mariana del Ángelus, de este domingo 13 de junio, el Santo Padre agradeció a los voluntarios y donantes de sangre por su testimonio de generosidad y gratitud; asimismo, dirigió su pensamiento a las muchas tragedias en el Mar Mediterráneo para que se abata el muro de la indiferencia. “Esta tarde tendrá lugar en Augusta, en Sicilia, la ceremonia de acogida de los restos de la barca que naufragó el 18 de abril de 2015. Que este símbolo de las muchas tragedias del mar Mediterráneo siga interpelando a la conciencia de todos y favorezca el crecimiento de una humanidad más solidaria, que abata el muro de la indiferencia”, lo dijo el Papa Francisco después de rezar la oración mariana del Ángelus de este domingo 13 de junio, recordando la ceremonia de recepción de los restos del naufragio del 18 de abril de 2015, que se realizará en el Muelle Nuevo de Augusta, en Sicilia. Un aguijón que interpela nuestras conciencias Esta iniciativa forma parte de las celebraciones de la Madonna della Stella Maris, en ella la barcaza, cuyo hundimiento provocó la muerte de más de un millar de migrantes, fue recuperada en 2016 del mar por el Gobierno italiano para llevar a cabo la penosa labor de traslado y posible reconocimiento de los seres humanos atrapados en su interior. El derrelicto se expuso en la Bienal de Arte de Venecia en 2019 y el pasado 20 de abril volvió a Sicilia. Su ubicación en el Muelle Nuevo asigna al pecio el papel de aguijón para las conciencias, símbolo de todas las tragedias, conocidas y desconocidas, que han afectado a hombres, mujeres y niños obligados a abandonar sus tierras para buscar una vida mejor. Donantes de sangre: testimonio de generosidad Asimismo, el Santo Padre en vista de la celebración del Día Mundial del Donante de Sangre agradeció a los voluntarios por su testimonio de generosidad y gratitud. “Doy las gracias de corazón a los voluntarios, y los animo a proseguir su obra, testimoniando los valores de la generosidad y de la gratuidad”. Además, el Pontífice saludó cordialmente a todos los fieles y peregrinos procedentes de Roma, de Italia y de otros países, en particular a los peregrinos llegados en bicicleta desde Sedigliano y desde Bra; a los fieles de Forlì y a los de Cagliari. A todos les deseó un feliz domingo y pidió por favor, que no se olviden rezar por él, a todos deseo un ¡Buen almuerzo y hasta la vista! Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de junio de 2021

14
Jun

Papa Francisco en el Ángelus: Jesús nos infunde confianza, el bien crece en silencio

Vaticano.- El domingo, 13 de junio, en su alocución antes de rezar a la Madre de Dios, el Santo Padre invitó a los fieles a cultivar la confianza de estar en las manos de Dios y, al mismo tiempo, al esfuerzo por reconstruir y recomenzar, con paciencia y constancia, para así salir bien de la pandemia. “Que María Santísima, la humilde sierva del Señor, nos enseñe a ver la grandeza de Dios que obra en las cosas pequeñas, y a vencer la tentación del desánimo fiándonos de Él cada día”. Buscar y hallar a Dios en todas las cosas El Santo Padre señaló que, el Evangelio de este domingo, 13 de junio, en el que retomamos el tiempo litúrgico “Ordinario”, nos presenta dos parábolas que se inspiran precisamente en la vida ordinaria, y revelan la mirada atenta y profunda de Jesús, que observa la realidad y, mediante pequeñas imágenes cotidianas, abre ventanas hacia el misterio de Dios y la historia humana. “Así, nos enseña que incluso las cosas de cada día – precisó el Pontífice – esas que a veces parecen todas iguales y que llevamos adelante con distracción o cansancio, están habitadas por la presencia escondida de Dios”. Por tanto, necesitamos ojos atentos para saber “buscar y hallar a Dios en todas las cosas”, como le gustaba decir a San Ignacio de Loyola. El bien crece de modo humilde, a menudo invisible Con estas parábolas, afirmó el Papa Francisco, Jesús compara el Reino de Dios, su presencia que habita el corazón de las cosas y del mundo, con el grano de mostaza, la semilla más pequeña que hay. “A veces, el fragor del mundo y las muchas actividades que llenan nuestras jornadas nos impiden detenernos y vislumbrar en qué modo el Señor conduce la historia. Y, sin embargo – asegura el Evangelio – Dios está obrando, como una pequeña semilla buena que silenciosa y lentamente germina. Y, poco a poco, se convierte en un árbol frondoso que da vida y reparo a todos”. También la semilla de nuestras buenas obras puede parecer poca cosa; mas todo lo que es bueno pertenece a Dios y, por tanto, humilde y lentamente, da fruto. El bien – recordémoslo – crece siempre de modo humilde, escondido, a menudo invisible. Dios actúa siempre en el terreno de nuestra vida Con esta parábola, ratificó el Pontífice, Jesús quiere infundirnos confianza. De hecho, en muchas situaciones de la vida puede suceder que nos desanimemos al ver la debilidad del bien respecto a la fuerza aparente del mal. “Y podemos dejar que el desánimo nos paralice cuando constatamos que nos hemos esforzado, pero no hemos obtenido resultados y parece que las cosas nunca cambian”. El Evangelio – señaló el Papa – nos pide una mirada nueva sobre nosotros mismos y sobre la realidad; pide que tengamos ojos grandes que saben ver más allá, especialmente más allá de las apariencias, para descubrir la presencia de Dios que, como amor humilde, está siempre operando en el terreno de nuestra vida y en el de la historia. “Y esta es nuestra confianza, es esto lo que nos da fuerzas para seguir adelante cada día con paciencia, sembrando el bien que dará fruto. ¡Qué importante es esta actitud para salir bien de la pandemia! Cultivar la confianza de estar en las manos de Dios y, al mismo tiempo, esforzarnos todos por reconstruir y recomenzar, con paciencia y constancia” Con Dios siempre hay esperanza de nuevos brotes Finalmente, el Papa Francisco explicó la segunda parábola que nos presenta el Evangelio de hoy y dijo que, también en la Iglesia puede arraigar la cizaña del desánimo, sobre todo cuando asistimos a la crisis de la fe y al fracaso de varios proyectos e iniciativas. Pero no olvidemos nunca – afirmó el Papa – que los resultados de la siembra no dependen de nuestras capacidades: dependen de la acción de Dios. A nosotros nos toca sembrar con amor, esfuerzo, paciencia. Pero la fuerza de la semilla es divina. Con Dios siempre hay esperanza de nuevos brotes, incluso en los terrenos más áridos. No cerremos los ojos ante la explotación infantil y la carestía en el Tigray El Santo Padre realizó unos llamamientos en favor de la población de la Región de Tigray, en Etiopia, que sufre la carestía y a renovar juntos el esfuerzo para eliminar la explotación del trabajo infantil, la esclavitud de nuestro tiempo. “No es posible cerrar los ojos ante la explotación de los niños, privados del derecho a jugar, a estudiar y a soñar”, es el llamamiento del Papa Francisco después de rezar la oración mariana del Ángelus de este domingo, 13 de junio de 2021, al recordar que el día de anterior se celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Explotación infantil: Una tragedia de nuestro tiempo El Santo Padre señaló que, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo, los niños que hoy son explotados laboralmente son más de 150 millones. El Papa dijo que esto es ¡una tragedia! Y que los menores explotados suman “más o menos como todos los habitantes de España, junto con Francia, y junto con Italia”. El Pontífice reiteró que esto está ocurriendo hoy y que muchos niños sufren esto, son explotados por el trabajo infantil. Por ello, el Papa invitó a todos a renovar juntos el esfuerzo para eliminar esta esclavitud de nuestro tiempo. Tigray: que se restablezca la armonía social lo antes posible Asimismo, el Papa Francisco manifestó su cercanía con la población de la región de Tigray, en Etiopia, golpeada por una grave crisis humanitaria que podría exponer a los más pobres a la carestía. “Hoy hay hambruna – afirmó el Papa – hay hambre. Recemos juntos para que la violencia cese inmediatamente, para que se garanticen los alimentos y la asistencia sanitaria para todos, y para que se restablezca la armonía social lo antes posible”. En este sentido, el Pontífice agradeció a todos los que trabajan para aliviar el sufrimiento de la gente y junto con los

14
Jun

Papa Francisco: Garantizar que los sistemas alimentarios sean resilientes e inclusivos

Vaticano.- El Papa Francisco envía un Mensaje con ocasión de la 42ª sesión de la Conferencia de la FAO, que se celebra en Roma desde hoy hasta el viernes. “La reconstrucción de las economías pospandémicas nos ofrece la oportunidad de revertir el rumbo seguido hasta ahora e invertir en un sistema alimentario global capaz de resistir a las crisis futuras” “Es paradójico comprobar que la falta o escasez de alimentos la padecen precisamente quienes los producen. Tres cuartas partes de los pobres del mundo viven en las zonas rurales y para ganarse la vida dependen principalmente de la agricultura”. Lo escribe el Papa Francisco en el Mensaje enviado a Michał Kurtyka, Ministro del Clima y del Medio Ambiente de la República de Polonia, Presidente de la XLII Conferencia de la FAO, en curso de manera virtual desde hoy y hasta el viernes 18 de junio. Las palabras iniciales del Pontífice evidencian la labor que realiza el organismo de la ONU en “la búsqueda de respuestas adecuadas al problema de la inseguridad alimentaria y la desnutrición”,  que en el momento actual marcado la pandemia, adquiere un “relieve particular”. De hecho, Francisco subraya que “a pesar de los logros obtenidos en las décadas anteriores, muchos de nuestros hermanos y hermanas aún no tienen acceso a la alimentación necesaria, ni en cantidad ni en calidad”. Economía circular anclada en el bien común Tras recordar que en el 2020 el número de personas que estaban expuestas al riesgo de inseguridad alimentaria aguda, y que tenían necesidad de apoyo inmediato para subsistir, alcanzó la cifra más alta del último quinquenio, Francisco señala que “esta situación podría agravarse en el futuro”, a causa de “los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos, las crisis económicas, junto con la crisis sanitaria actual”, fuente de carestía y hambruna para millones de personas. De aquí la invitación del Pontífice a la adopción de políticas capaces de abordar las causas estructurales que las provocan: “Para ofrecer una solución a estas necesidades es importante, sobre todo, garantizar que los sistemas alimentarios sean resilientes, inclusivos, sostenibles y capaces de proporcionar dietas saludables y asequibles para todos. En esta perspectiva, es beneficioso el desarrollo de una economía circular, que garantice recursos para todos, también para las generaciones venideras, y que promueva el uso de energías renovables” Cambiar el rumbo e invertir en sistema alimentario global Para el Santo Padre, “el factor fundamental para recuperarse de la crisis que nos fustiga es una economía a medida del hombre, no sujeta solamente a las ganancias, sino anclada en el bien común, amiga de la ética y respetuosa del medio ambiente”. “La reconstrucción de las economías pospandémicas nos ofrece la oportunidad de revertir el rumbo seguido hasta ahora e invertir en un sistema alimentario global capaz de resistir a las crisis futuras” De esto – explica el Santo Padre – forman parte  “la promoción de una agricultura sostenible y diversificada, que tenga presente el valioso papel de la agricultura familiar y la de las comunidades rurales”. Y aquí Francisco constata cómo “la falta o escasez de alimentos la padecen precisamente quienes los producen”: “Tres cuartas partes de los pobres del mundo viven en las zonas rurales y para ganarse la vida dependen principalmente de la agricultura. Sin embargo, debido a la falta de acceso a los mercados, a la posesión de la tierra, a los recursos financieros, a las infraestructuras y a las tecnologías, estos hermanos y hermanas nuestros son los más expuestos a sufrir la inseguridad alimentaria” Cultura del cuidado versus tendencia individualista Seguidamente, el Obispo de Roma manifiesta su aprecio y alienta “los esfuerzos de la comunidad internacional encaminados a que cada país pueda implementar los mecanismos necesarios para conseguir su autonomía alimentaria, sea a través de nuevos modelos de desarrollo y consumo, como de formas de organización comunitaria que preserven los ecosistemas locales y la biodiversidad” indicando también que se recurra  “al potencial de la innovación para apoyar a los pequeños productores y ayudarlos a mejorar sus capacidades y su resiliencia”. Fundamental para lanzar el reinicio, – precisa – es la “promoción de una cultura del cuidado, dispuesta a afrontar la tendencia individualista y agresiva del descarte, muy presente en nuestras sociedades”. Y recuerda que “mientras unos pocos siembran tensiones, enfrentamientos y falsedades, nosotros, en cambio, estamos invitados a construir con paciencia y decisión una cultura de la paz, que se encamine hacia iniciativas que abracen todos los aspectos de la vida humana y nos ayuden a rechazar el virus de la indiferencia”. Gestos concretos y fraternidad El simple trazado de programas no basta a impulsar la acción de la comunidad internacional – señala el Santo Padre, indicando la necesidad de  “gestos tangibles que tengan como punto de referencia la común pertenencia a la familia humana y el fomento de la fraternidad”. Y concluye con una invitación: “Aprovechemos esta prueba como una oportunidad para preparar el mañana de todos, sin descartar a ninguno: de todos. Porque sin una visión de conjunto nadie tendrá futuro” Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de junio de 2021

14
Jun

Mensaje del Papa Francisco para la V Jornada Mundial de los Pobres

Vaticano.- En su Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres del 14 de noviembre próximo, el Papa lanza un fuerte llamamiento a los cristianos y a los gobiernos de todo el mundo para que intervengan con urgencia y de una manera nueva, porque los pobres, también a causa de la pandemia, han aumentado de manera desproporcionada. Es necesario cambiar los estilos de vida, porque es el egoísmo el que causa la pobreza. “Los creyentes, cuando quieren ver y palpar a Jesús en persona, saben a dónde dirigirse, los pobres son sacramento de Cristo, representan su persona y remiten a él”. Es lo que escribe el Papa en su Mensaje para la V Jornada Mundial de los Pobres que se celebrará el 14 de noviembre sobre el tema: «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7) En el texto, el Papa recuerda las críticas de Judas por el hecho de que una mujer derramara sobre Su cabeza un perfume muy valioso, que valía unos 300 denarios, una suma -dice el apóstol traidor- que se podía dar a los pobres. En realidad, señala el evangelista Juan, «Esto no lo dijo porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón y, como tenía la bolsa del dinero en común, robaba de lo que echaban en ella» (12,5-6). Francisco subraya con fuerza: “quienes no reconocen a los pobres traicionan la enseñanza de Jesús y no pueden ser sus discípulos”. Los pobres – observa – están “en el centro del camino de la Iglesia”. El año pasado, además, – observa – se añadió otra plaga que produjo ulteriormente más pobres: la pandemia. Esta sigue tocando a las puertas de millones de personas y, cuando no trae consigo el sufrimiento y la muerte, es de todas maneras portadora de pobreza. “Algunos países, a causa de la pandemia, están sufriendo gravísimas consecuencias, de modo que las personas más vulnerables están privadas de los bienes de primera necesidad. Las largas filas frente a los comedores para los pobres son el signo tangible de este deterioro”. Es necesario encontrar “las soluciones más adecuadas para combatir el virus a nivel mundial, sin apuntar a intereses partidistas”. En particular, “es urgente dar respuestas concretas a quienes padecen el desempleo, que golpea dramáticamente a muchos padres de familia, mujeres y jóvenes”. Se necesitan solidaridad y “proyectos de promoción humana a largo plazo”. El Papa advierte: “Un estilo de vida individualista es cómplice en la generación de pobreza, y a menudo descarga sobre los pobres toda la responsabilidad de su condición. Sin embargo, la pobreza no es fruto del destino sino consecuencia del egoísmo”. El llamamiento de Francisco es contundente: “se requiere un enfoque diferente de la pobreza. Es un reto que los gobiernos y las instituciones mundiales deben afrontar con un modelo social previsor, capaz de responder a las nuevas formas de pobreza que afectan al mundo y que marcarán las próximas décadas de forma decisiva. Si se margina a los pobres, como si fueran los culpables de su condición, entonces el concepto mismo de democracia se pone en crisis y toda política social se vuelve un fracaso. Con gran humildad deberíamos confesar que en lo referente a los pobres somos a menudo incompetentes. Se habla de ellos en abstracto, nos detenemos en las estadísticas y se piensa en provocar conmoción con algún documental. La pobreza, por el contrario, debería suscitar una planificación creativa”.  Lo que dice Jesús: «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7) -afirma el Papa- “es una invitación a no perder nunca de vista la oportunidad que se ofrece de hacer el bien”, pero “no se trata de aliviar nuestra conciencia dando alguna limosna, sino más bien de contrastar la cultura de la indiferencia y la injusticia con la que tratamos a los pobres”. De hecho, “la limosna es ocasional, mientras que el compartir es duradero”. “La primera corre el riesgo de gratificar a quien la realiza y humillar a quien la recibe; el segundo refuerza la solidaridad y sienta las bases necesarias para alcanzar la justicia”. Francisco parafrasea lo escrito en la Evangelii gaudium donde dice “no a una economía de la exclusión y la inequidad”, “no” a una economía que mata: “para un sistema económico que pone en el centro los intereses de algunas categorías privilegiadas” los pobres, de hecho, “constituyen una carga intolerable”. Y “un mercado que ignora o selecciona los principios éticos crea condiciones inhumanas que se abaten sobre las personas que ya viven en condiciones precarias. Se asiste así a la creación de trampas siempre nuevas de indigencia y exclusión, producidas por actores económicos y financieros sin escrúpulos, carentes de sentido humanitario y de responsabilidad social”. Para los cristianos -insiste el Papa- existe un “vínculo inseparable” entre “Jesús, los pobres y el anuncio del Evangelio”. “El rostro de Dios que Él revela, de hecho, es el de un Padre para los pobres y cercano a los pobres. Toda la obra de Jesús afirma que la pobreza no es fruto de la fatalidad, sino un signo concreto de su presencia entre nosotros. No lo encontramos cuando y donde quisiéramos, sino que lo reconocemos en la vida de los pobres, en su sufrimiento e indigencia, en las condiciones a veces inhumanas en las que se ven obligados a vivir. No me canso de repetir que los pobres son verdaderos evangelizadores porque fueron los primeros en ser evangelizados y llamados a compartir la bienaventuranza del Señor y su Reino (cf. Mt 5,3). Los pobres de cualquier condición y de cualquier latitud nos evangelizan, porque nos permiten redescubrir de manera siempre nueva los rasgos más genuinos del rostro del Padre”. El Papa concluye su Mensaje citando las palabras de don Primo Mazzolari: “Quisiera pedirles que no me pregunten si hay pobres, quiénes son y cuántos son, porque temo que tales preguntas representen una distracción o el pretexto para apartarse de una indicación precisa de la conciencia y del corazón. […] Nunca he contado a los pobres, porque no se pueden contar: a los pobres se les abraza, no se les cuenta»

10
Jun

Papa Francisco rechaza la dimisión del Cardenal Marx: «Continúa como obispo de Múnich»

Vaticano.- Compartimos la carta integral del Papa Francisco al cardenal Reinhard Marx, quien recientemente presentó su renuncia por la situación de la Iglesia alemana ante los abusos a menores: «Gracias por tu coraje cristiano que no teme humillarse ante la tremenda realidad del pecado. Asumir la crisis, personal y comunitariamente, es el único camino fructífero», escribe el Pontífice. Ante la reciente renuncia del cardenal Marx presentada al Papa Francisco en la que el purpurado expresó su deseo de dejar la dirección de la diócesis de Múnich y Frisinga por el escándalo de los abusos a menores en Alemania, llega la respuesta del Pontífice a través de una carta que reproducimos integralmente a continuación: Santa Marta, 10 de junio de 2021 Querido hermano,             Ante todo gracias por tu coraje. Es un coraje cristiano que no teme la cruz, no teme anonadarse delante la tremenda realidad del pecado. Así lo hizo el Señor (Fil 2. 5-8). Es una gracia que el Señor te ha dado y veo que vos la querés asumir y custodiar para que dé fruto. Gracias.             Me decís que estás atravesando un momento de crisis, y no sólo vos sino también la Iglesia en Alemania lo está viviendo. Toda la Iglesia está en crisis a causa del asunto de los abusos; más aún, la Iglesia hoy no puede dar un paso adelante sin asumir esta crisis. La política del avestruz no lleva a nada, y la crisis tiene que ser asumida desde nuestra fe pascual. Los sociologismos, los psicologismos, no sirven. Asumir la crisis, personal y comunitariamente, es el único camino fecundo porque de una crisis no se sale solo sino en comunidad y además debemos tener en cuenta que de una crisis se sale o mejor o peor, pero nunca igual[1].             Me decís que desde el año pasado venís reflexionando: te pusiste en camino, buscando la voluntad de Dios con la decisión de aceptarla fuese cual fuese.             Estoy de acuerdo contigo en calificar de catástrofe la triste historia de los abusos sexuales y el modo de enfrentarlo que tomó la Iglesia hasta hace poco tiempo. Caer en la cuenta de esta hipocresía en el modo de vivir la fe es una gracia, es un primer paso que debemos dar. Tenemos que hacernos cargo de la historia, tanto personal como comunitariamente. No se puede permanecer indiferente delante de este crimen. Asumirlo supone ponerse en crisis.             No todos quieren aceptar esta realidad, pero es el único camino, porque hacer “propósitos” de cambio de vida sin “poner la carne sobre el asador” no conduce a nada. Las realidades personales, sociales e históricas son concretas y no deben asumirse con ideas; porque las ideas se discuten (y está bien que así sea) pero la realidad debe ser siempre asumida y discernida. Es verdad que las situaciones históricas han de ser interpretadas con la hermenéutica de la época en que sucedieron, pero esto no nos exime de hacernos cargo y asumirlas como historia del “pecado que nos asedia”. Por tanto, a mi juicio, cada Obispo de la Iglesia debe asumirlo y preguntarse ¿qué debo hacer delante de esta catástrofe?             El “mea culpa” delante a tantos errores históricos del pasado lo hemos hecho más de una vez ante muchas situaciones aunque personalmente no hayamos participado en esa coyuntura histórica. Y esta misma actitud es la que se nos pide hoy. Se nos pide una reforma, que – en este caso – no consiste en palabras sino en actitudes que tengan el coraje de ponerse en crisis, de asumir la realidad sea cual sea la consecuencia. Y toda reforma comienza por sí mismo. La reforma en la Iglesia la han hecho hombres y mujeres que no tuvieron miedo de entrar en crisis y dejarse reformar a sí mismos por el Señor. Es el único camino, de lo contrario no seremos más que “ideólogos de reformas” que no ponen en juego la propia carne.             El Señor no aceptó nunca hacer “la reforma” (permítaseme la expresión) ni con el proyecto fariseo o el saduceo o el zelote o el esenio. Sino que la hizo con su vida, con su historia, con su carne en la cruz. Y este es el camino, el que vos mismo, querido hermano, asumís al presentar la renuncia.             Bien decís en tu carta que a nada nos lleva sepultar el pasado. Los silencios, las omisiones, el dar demasiado peso al prestigio de las Instituciones sólo conducen al fracaso personal e histórico, y nos llevan a vivir con el peso de “tener esqueletos en el armario”, como reza el dicho.             Es urgente “ventilar” esta realidad de los abusos y de cómo procedió la Iglesia, y dejar que el Espíritu nos conduzca al desierto de la desolación, a la cruz y a la resurrección. Es camino del Espíritu el que hemos de seguir, y el punto de partida es la confesión humilde: nos hemos equivocado, hemos pecado. No nos salvarán las encuestas ni el poder de las instituciones. No nos salvará el prestigio de nuestra Iglesia que tiende a disimular sus pecados; no nos salvará ni el poder del dinero ni la opinión de los medios (tantas veces somos demasiado dependientes de ellos). Nos salvará abrir la puerta al Único que puede hacerlo y confesar nuestra desnudez: “he pecado”, “hemos pecado”… y llorar, y balbucear como podamos aquel “apártate de mi que soy un pecador”, herencia que el primer Papa dejó a los Papas y a los Obispos de la Iglesia. Y entonces sentiremos esa vergüenza sanadora que abre las puertas a la compasión y ternura del Señor que siempre nos está cercana. Como Iglesia debemos pedir la gracia de la vergüenza, y que el Señor nos salve de ser la prostituta desvergonzada de Ezequiel 16.             Me gusta como terminas la carta: “Continuaré con gusto a ser sacerdote y obispo de esta Iglesia y continuaré a empeñarme a nivel pastoral siempre y cuando lo retenga sensato y oportuno. Quisiera dedicar los años futuros de

10
Jun

Papa Francisco a seminaristas: el verdadero Pastor no se separa del Pueblo de Dios

Vaticano.- El mundo necesita de pastores «que no se separen del Pueblo de Dios». Hoy más que nunca la misión del sacerdocio requiere competencia y preparación, pero principalmente, «humanidad». En extrema síntesis, palabras del Papa en su discurso a los Seminarisas y formadores Seminario Pontificio Regional «Pío XI» de las Marcas. En el marco del año dedicado a San José, el Papa Francisco recibió cerca del mediodía a la comunidad del Seminario Pontificio Regional «Pío XI» de las Marcas, y compartió con ellos reflexiones sobre la vocación inspirada en la figura extraordinaria del padre de Jesús «tan cercana a nuestra condición humana” (Carta. Ap. Patris corde, 8 de diciembre de 2020) y a la llamada que Dios ha querido dirigirles. Inició su discurso contando que le gusta imaginar el Seminario “como la familia de Nazaret, donde Jesús fue acogido, custodiado y formado con vistas a la misión que le encomendó el Padre”. “El Hijo de Dios aceptó dejarse amar y guiar por padres humanos, María y José, enseñándonos a cada uno de nosotros que sin docilidad nadie puede crecer y madurar”, dijo. Así, quiso subrayar el aspecto de la docilidad, don que “debemos pedir” y virtud “que no sólo se adquiere, sino que se recibe”. La docilidad – afirmó – es una actitud constructiva de la propia vocación y también de la propia personalidad. Sin docilidad, nadie puede crecer y madurar. La formación del sacerdote – señaló recordando la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis – es un proceso en evolución, iniciado en la familia, continuado en la parroquia, consolidado en el seminario y que dura toda la vida.  Ser para los seminaristas lo que José fue para Jesús En primer lugar, se dirigió a los primeros responsables de la formación de los jóvenes, pidiéndoles ser para los seminaristas “lo que José fue para Jesús”, para que puedan aprender más de su vida que de sus palabras: Que aprendan la docilidad de su obediencia; la laboriosidad de su dedicación; la generosidad hacia los pobres, del testimonio de su sobriedad y disponibilidad; la paternidad, gracias a su afecto vivo y casto. A ellos recordó que a San José, junto al apelativo de padre, la tradición le pone el de “castísimo”, lo que no es una indicación meramente afectiva, sino la síntesis de una actitud que expresa lo contrario de la posesión.  La castidad es la “libertad de la posesión”, en todos los ámbitos de la vida. Sólo cuando un amor es casto, es verdaderamente amor. El amor que quiere poseer, al final, siempre se vuelve peligroso, aprisiona, sofoca, hace infeliz. Aprender del joven Jesús  A los seminaristas, ante todo, hizo presente que la Iglesia pide que sigan el ejemplo de Jesús, que se dejó educar dócilmente por José, con todas las dificultades que comporta el camino del crecimiento: las grandes preguntas de la vida, la asunción de responsabilidades y la toma de las propias decisiones: Él, verdaderamente aprendió – subrayó Francisco. No “fingió aprender”, porque, aunque era Dios, “era un verdadero hombre”, que pasó por todas las etapas del crecimiento de un hombre. Tal vez no hemos reflexionado lo suficiente sobre el joven Jesús, empeñado en discernir su propia vocación, en escuchar y confiarse en María y José, en dialogar con el Padre para comprender su misión. El mundo, sediento de sacerdotes expertos en humanidad Que el Seminario «sea», dijo Francisco, como la casa de Nazaret, «donde el Hijo de Dios aprendió de sus padres la humanidad y la cercanía”.  No se conformen con ser hábiles en el uso de las redes sociales y de los medios de comunicación para comunicarse. Sólo transformados por la Palabra de Dios podrán comunicar palabras de vida.  También hizo presente que el mundo “está sediento” de sacerdotes capaces de comunicar la bondad del Señor a quien ha experimentado el pecado y el fracaso,  que sean expertos en humanidad, y estén dispuestos a compartir las alegrías y los trabajos de los hermanos, marcados por el grito de quien sufre.  Lean a quienes han sabido escrutar el alma humana Pidió, el Santo Padre, extraer la humanidad de Jesús del Evangelio y del Tabernáculo, buscándola en la vida de los santos y de tantos héroes de la caridad, y en el ejemplo genuino de quienes les transmitió la fe. Los instó a leer a los escritores que han sabido mirar dentro del ánimo humano, por ejemplo, Dostoievski, que en las míseras vicisitudes del dolor terrenal supo revelar la belleza del amor que salva.    Pero alguno de ustedes podrá decir: ¿qué tiene que ver Dostoievski con esto? ¡Esto es para literatos! No, no: es para crecer en humanidad. Lean a los grandes humanistas. Un sacerdote puede ser muy disciplinado, puede ser capaz de explicar bien la teología, incluso la filosofía y muchas cosas. Pero si no es humano, no sirve. Que se vaya y sea profesor. Pero si no es humano, no puede ser sacerdote: le falta algo. ¿Le falta la lengua? No, puede hablar. Le falta el corazón. ¡Expertos en humanidad! El clericalismo es una perversión del sacerdocio Es necesario, aseguró Francisco, «no alejarse de la realidad, de los peligros ni de los demás». Al contrario, hay que ensanchar los confines del corazón al mundo entero, apasionándose por aquello que «acerca», que «abre», que «hace encontrar». Desconfíen – les advirtió – de las experiencias que conducen a estériles intimismos, de los «espiritualismos gratificantes» que parecen dar consuelo pero que, en cambio, conducen a cerrazones y a la rigidez. La rigidez está un poco de moda hoy en día; y la rigidez es una de las manifestaciones del clericalismo. El clericalismo es una perversión del sacerdocio: es una perversión. Y la rigidez es una de las manifestaciones. Cuando encuentro un seminarista o un joven sacerdote rígido, digo: «algo malo le pasa dentro». Detrás de cada rigidez hay un grave problema, porque la rigidez carece de humanidad. No dejar afuera del seminario la propia complejidad  Las cuatro dimensiones de la formación, es decir, la humana, la espiritual, la intelectual y la pastoral actúan “una sobre la otra”, enseñó también el Papa.  Y