Categoría: Papa Francisco

05
Nov

Papa Francisco inaugura Sala de Exposiciones de la Biblioteca Apostólica Vaticana

En la inauguración de la Sala de Exposiciones de la Biblioteca Apostólica Vaticana, el Papa cuestiona a las culturas que se vuelven autorreferenciales, que excluyen en lugar de integrar, por ello propone crear nuevos mapas para descubrir el significado de la fraternidad. Vaticano. No solo de pan vive el hombre, no solo necesita lo que garantiza su supervivencia sino también la belleza, la cultura, lo que toca el alma, necesita dialogar con el mundo, usar nuevos lenguajes, nuevos mapas que lo lleven a abrirse a la fraternidad para no quedar cerrados en bloques estériles y llenos de malentendidos. Estos son solo algunos de los enunciados planteados por el Papa Francisco en su discurso de esta tarde, durante la inauguración de una Sala de Exposiciones de la Biblioteca Apostólica Vaticana. De belleza y de bien La exposición “Todos Humanidad en Camino” hace un recorrido por la obra del artista contemporáneo Pietro Ruffo, entrelazadas con obras del pasado, en un encuentro de saberes, épocas y estilos. Por ello, el discurso del Santo Padre se abre con una reflexión sobre la belleza partiendo del adjetivo kalós (bello) que aparece en el Evangelio según San Juan y que usa exclusivamente para referirse a Jesús y su misión. Ejemplo de ello, explica el Pontífice, es el apelativo cristológico, «Yo soy el hermoso pastor», que usa Jesús y que solemos traducir «Yo soy el buen pastor». Y es que es cierto dice el Papa que “Jesús es el buen pastor, pero también hermoso”. Entonces, la belleza nace del bien: La belleza no es la ilusión fugaz de una apariencia o un adorno: nace en cambio de la raíz del bien, la verdad y la justicia, que son sus sinónimos. No debemos dejar de pensar y hablar de la belleza, porque el corazón humano no solo necesita el pan, no solo necesita lo que garantiza su supervivencia inmediata: necesita también la cultura, lo que toca el alma, lo que acerca al ser humano a su profunda dignidad. En este contexto, Francisco subraya que la Iglesia debe dar testimonio de la importancia de la belleza y la cultura, dialogando con esa particular “sed de infinito que define al ser humano”. De allí la importancia de inaugurar una sala de exposiciones en la Biblioteca Vaticana. “Deseo que brille su luz”, afirmó el Papa, no sólo a través de la ciencia, sino también a través de la belleza. Culturas en dialogo: nuevos mapas de fraternidad Inspirada en el Exhortación apostólica Fratelli Tutti, la exposición se plantea un encuentro entre las obras contemporáneas de Ruffo y las presentes en la Biblioteca Apostólica a lo largo de los siglos. “Una apuesta por crear un diálogo” que el Papa agradeció:  “La vida es el arte del encuentro. Las culturas se enferman cuando se vuelven autorreferenciales, cuando pierden la curiosidad y la apertura a los demás. Cuando excluyen en lugar de integrar” Más aún, el Papa se preguntó qué ventajas puede tener ser “guardias fronterizos” de sus propias culturas en lugar de ser “guardianes de nuestros hermanos”. Entonces, “el mundo necesita nuevos mapas”, aseguró Francisco, que pasen por encima de los bloques y las fronteras para ir hacia el encuentro y el diálogo:  “En este cambio de época que ha acelerado la pandemia, la humanidad necesita nuevos mapas para descubrir el significado de la fraternidad, la amistad social y el bien común. La lógica de los bloques cerrados es estéril y está llena de malentendidos. Necesitamos una nueva belleza, que ya no es el reflejo habitual del poder de algunos, sino el valiente mosaico de la diversidad de todos. Que no sea el espejo de un antropocentrismo despótico, sino un nuevo cántico de las criaturas, donde se concretice efectivamente una ecología integral”. Mantener viva la memoria con nuevos idiomas Al concluir su discurso el Santo Padre se dirigió concretamente a los dirigentes y funcionarios de la Biblioteca Apostólica recordando su llamado a convertirse en una “Iglesia en salida” y protagonista de la cultura del encuentro. Esto debe ocurrir también con la biblioteca, es decir, si además de custodiar el pasado, se atreve a ser frontera del presente y del futuro. Una responsabilidad que para Francisco se asume manteniendo viva las raíces y la memoria, pero al mismo tiempo traducir la herencia de la Iglesia y de la humanidad a “nuevos idiomas”, pasar “de lo analógico a lo digital”. Un desafío histórico que se debe enfrentar con sabiduría y valentía. Y concluyó: Cuento con la Biblioteca Apostólica para traducir el depósito del cristianismo y la riqueza del humanismo a los idiomas de hoy y de mañana. Prensa CEVNota de Vatican News05 de noviembre de 2021

05
Nov

El Papa: Basta una caricia para dar sentido a la jornada de un enfermo

En su homilía de la Misa celebrada en el Policlínico Gemelli de Roma, Sede de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, el Papa destacó tres palabras: “Recuerdo, pasión y consuelo”. También pidió que Jesús abra los corazones de los que cuidan a los enfermos. “A tu Corazón, Señor, encomendamos nuestra vocación de curar: haznos sentir querida a cada persona que se acerca a nosotros con necesidad” Vaticano. Tal como estaba previsto, esta mañana poco después de las 10.00 el Santo Padre se dirigió en automóvil desde la Casa de Santa Marta hasta el Policlínico Agostino Gemelli de Roma para celebrar la Santa Misa con ocasión del 60º aniversario de la inauguración de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Católica del Sagrado Corazón. En su homilía, el Papa, tras recordar la conmemoración “con gratitud” del “don de esta sede de la Universidad Católica”, compartió con los participantes en esta Eucaristía algunas reflexiones sobre su nombre. Ante todo, destacó que “está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, al que se dedica este día, el primer viernes del mes”. Y añadió: “Al contemplar el Corazón de Cristo, podemos guiarnos por tres palabras: recuerdo, pasión y consuelo” Recuerdo “Recuerdo”, dijo Francisco. “Recordar significa volver con el corazón». Y explicó que el Corazón de Cristo nos hace volver a lo que ha hecho por nosotros, “nos muestra a Jesús ofreciéndose a sí mismo”, lo que significa “el compendio de su misericordia”. “Mirándolo, como hace Juan en el Evangelio, es natural recordar su bondad, que es gratuita e incondicional, no depende de nuestras obras. Y nos conmueve”, afirmó el Papa. “Con las prisas de hoy, en medio de mil carreras y preocupaciones continuas, estamos perdiendo la capacidad de conmovernos y de sentir compasión, porque estamos perdiendo ese retorno al corazón, a la memoria” En efecto, el Obispo de Roma añadió que “sin memoria perdemos nuestras raíces y sin raíces no crecemos”. De ahí la invitación a alimentar la memoria de quienes nos han amado, nos han cuidado, nos han criado. “Hoy quiero renovar mi agradecimiento por las atenciones y el cariño que he recibido aquí. Creo que, en esta época de pandemia, es bueno que recordemos incluso los momentos más dolorosos: no para entristecernos, sino para no olvidar, y para orientar nuestras decisiones a la luz de un pasado muy reciente” El arte del recuerdo En cuanto a cómo funciona nuestra memoria, simplificando, Francisco explicó que “podríamos decir que nos acordamos de alguien o de algo cuando nos toca el corazón, cuando está ligado a un afecto o a un desamor particular”. Pues bien, el Corazón de Jesús sana nuestra memoria porque la devuelve al afecto fundacional. “Nos recuerda que, pase lo que pase en la vida, somos amados”. “Somos seres amados, hijos a los que el Padre ama siempre y en todo caso, hermanos por los que late el Corazón de Cristo”. Por esta razón, “cada vez que miramos ese Corazón nos descubrimos arraigados y cimentados en el amor, como dijo el apóstol Pablo en la primera lectura”. El Papa invitó a cultivar esta memoria, “que se fortalece cuando estamos cara a cara con el Señor, especialmente cuando nos dejamos mirar y amar por Él en la adoración”. A lo que añadió: “Pero también podemos cultivar entre nosotros el arte del recuerdo, atesorando los rostros que encontramos. Pienso en los días agotadores en el hospital, en la universidad, en el trabajo. Corremos el riesgo de que todo pase sin dejar rastro, o de que sólo quede el cansancio y la fatiga. Nos viene bien, por la noche, repasar las caras que hemos conocido, las sonrisas que hemos recibido, las buenas palabras. Son recuerdos de amor y ayudan a nuestra memoria a reencontrarse” De la importancia de estos recuerdos en los hospitales Francisco manifestó que “pueden dar sentido al día de un enfermo”. “Una palabra fraternal, una sonrisa, una caricia en la cara: son recuerdos que curan por dentro, hacen bien al corazón. No olvidemos la terapia de la memoria”. Pasión La pasión, prosiguió el Pontífice, “es la segunda palabra”. “El Corazón de Cristo no es una devoción piadosa para sentir un poco de calor en el interior, no es una imagen tierna que despierte afecto. Es un corazón apasionado, herido de amor, desgarrado por nosotros en la cruz”. “El Sagrado Corazón es el icono de la Pasión: nos muestra la ternura visceral de Dios, su pasión amorosa por nosotros y, al mismo tiempo, superado por la cruz y rodeado de espinas, nos muestra cuánto sufrimiento ha costado nuestra salvación. En su ternura y dolor, ese Corazón revela, en definitiva, lo que es la pasión de Dios: el hombre” Lo que sugiere además que “si realmente queremos amar a Dios, debemos apasionarnos por el hombre, por todo hombre, especialmente por aquellos que viven la condición en la que se manifestó el Corazón de Jesús: el dolor, el abandono, el descarte”. “Porque el Corazón desgarrado de Dios es elocuente. Habla sin palabras, porque es misericordia en estado puro, amor que hiere y da vida. Es Dios”. “¡Cuántas palabras decimos de Dios sin mostrar amor! Pero el amor habla por sí mismo, no habla de sí mismo. Pidamos la gracia de apasionarnos por el hombre que sufre, de apasionarnos por el servicio, para que la Iglesia, antes de tener palabras que decir, conserve un corazón que lata con amor” Consuelo La tercera palabra que destacó el Papa es “consuelo”. Y explicó que “indica una fuerza que no viene de nosotros, sino de los que están con nosotros. Jesús, el Dios-con-nosotros, nos da esta fuerza, su Corazón nos da valor en la adversidad”.Después de aludir a las “tantas incertidumbres nos asustan”, el Obispo de Roma dijo que “en este tiempo de pandemia nos hemos descubierto más pequeños y frágiles”. Y que, a pesar de los tantos avances, “esto también es evidente en el campo de la medicina”, “con tantas enfermedades raras y desconocidas, cuánto esfuerzo se necesita para estar al día con

05
Nov

Papa Francisco visitará Chipre y Grecia del 2 al 6 de diciembre

La Oficina de Prensa de la Santa Sede confirma la voluntad expresada por el Papa de visitar los dos países mediterráneos por invitación de las autoridades civiles y eclesiásticas. También se presentaron las descripciones de los logotipos y lemas de las dos etapas. Vaticano. Primero Chipre y luego Grecia. La Oficina de Prensa de la Santa Sede confirma las fechas y etapas del próximo viaje apostólico del Papa, el trigésimo quinto desde el inicio del Pontificado. El último fue el pasado mes de septiembre a Budapest y Eslovaquia. Por invitación de las autoridades civiles y eclesiásticas locales, del 2 al 4 de diciembre Francisco estará por primera vez en Chipre donde visitará la ciudad de Nicosia. De allí se trasladará a Grecia, donde permanecerá del 4 al 6 de diciembre. Están previstas dos visitas: a Atenas, donde la última presencia de un Pontífice se remonta a 2001 con Juan Pablo II, y luego a la isla de Lesbos, donde Francisco ya estuvo en 2016 en una histórica visita con el Patriarca de Constantinopla Bartolomé y el arzobispo de Atenas y de toda Grecia Ieronymos, para expresar cercanía y solidaridad tanto a los refugiados como a los ciudadanos de Lesbos y a todo el pueblo griego que tan generoso en acoger a los migrantes y refugiados. El programa se dará a conocer próximamente, mientras tanto, se confirma el deseo expresado por el Papa hace ya más de un mes en la entrevista concedida a Radio Cope, la emisora ​​de la Conferencia Episcopal Española. Lemas y logotipos La Oficina de Prensa del Vaticano también dio a conocer el logotipo y los lemas de las dos visitas. Para Grecia, el logo representa a la Iglesia como un barco que atraviesa las turbulentas aguas del mundo, con la cruz de Cristo como mástil y el Espíritu Santo inflando sus velas, cuya forma estilizada evoca la figura del Papa, que llega como amigo de Grecia. Los colores amarillo y azul simbolizan las banderas de la Santa Sede y la República Helénica. La frase del lema está tomada del Mensaje del Papa para la 36ª Jornada Mundial de la Juventud. La frase completa es: «Abrámonos a las sorpresas de Dios, que quiere que su luz brille en nuestro camino». En un tiempo -se lee en la nota oficial- que se ve afectado por las consecuencias de la pandemia y la reciente crisis financiera, se expresa la esperanza de que la visita del Papa traiga un rayo de luz para el futuro de Grecia, un país con un profundo arraigo en la fe y un pasado brillante. En cuanto a Chipre, el logotipo tiene impreso el mapa de la isla en el fondo. A la izquierda, el Papa Francisco vuelve su mirada hacia el santo patrón, San Bernabé, mientras que a la derecha hay una rama de olivo atada a una espiga de trigo, signos de paz y comunión. Arriba y abajo, en griego e inglés, el lema del viaje apostólico y con la inscripción de la visita del Santo Padre a Chipre y la fecha del viaje. Los colores naranja y verde de la bandera chipriota se destacan en el logotipo junto con el blanco y el amarillo de la bandera del Vaticano. El lema dice: «Comforting each other in faith – «Consolarnos en la fe» y está inspirado en el nombre del Apóstol Bernabé, que puede significar hijo de exhortación o consolación. Se sugiere la importancia del consuelo y el estímulo mutuos, dimensiones esenciales para el diálogo, el encuentro y la acogida y rasgos notorios de la vida e historia de la isla. Prensa CEVNota de vatican news05 de noviembre de 2021

04
Nov

Papa Francisco: erradicar la cultura de muerte de abusos sexuales, de conciencia y poder

Vaticano.- La mañana de este jueves, 4 de noviembre, el Santo Padre volvió a recordar la importancia de fomentar la Protección de Menores redescubriendo nuestra vocación de «artesanos de la educación». La ocasión fue la Conferencia “Promover la protección de Menores en el tiempo del Covid-19 y más allá”, que se lleva a cabo en Roma, con la participación de representantes del Parlamento Europeo e Italiano y la Policía Postal. “Que la Protección de los Menores se convierta cada vez más en una prioridad ordinaria de la actividad educativa de la Iglesia; que sea la promoción de un servicio abierto, fiable y autorizado, en firme contraste con toda forma de dominación, desfiguración de la intimidad y silencio cómplice”, lo escribe el Papa Francisco en su Mensaje a los participantes en la Conferencia “Promover la protección de Menores en el tiempo del Covid-19 y más allá”, organizada por la Comunidad Papa Juan XXIII con la Acción Católica Italiana y el Centro Deportivo Italiano, en colaboración con el Centro de Victimología y Seguridad de la Universidad de Bolonia, Italia. La participación activa del pueblo de Dios en la Protección Al inicio de la Conferencia, se dio lectura al Mensaje del Santo Padre a los participantes reunidos en la Sala San Pío X del Dicasterio para la Comunicación. A ellos, el Pontífice les recordó que, «mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”. Por ello, hoy al reflexionar juntos y recoger los frutos de dos años de escucha, investigación y formación, es importante resaltar que este trabajo comenzó «desde abajo», como expresión de la participación activa del pueblo de Dios en el camino de conversión personal y comunitaria. “Un camino que, como Iglesia – precisa el Papa – estamos llamados a recorrer todos juntos, solícitos por el dolor y la vergüenza de no haber sido siempre buenos custodios, protegiendo a los menores que se nos confían en nuestras actividades educativas y sociales”. La formación para erradicar la cultura de la muerte Asimismo, el Papa Francisco señala que, este proceso de conversión requiere urgentemente una formación renovada de todos los que tienen responsabilidades educativas y trabajan en ambientes con menores, en la Iglesia, en la sociedad, en la familia. “Sólo así – subraya el Papa – será posible erradicar la cultura de la muerte que conlleva toda forma de abuso sexual, de conciencia o de poder”. Por ello, el Pontífice recuerda que, “si el abuso es un acto de traición a la confianza, que condena a muerte a quien lo sufre y genera profundas grietas en el contexto en el que se produce; la prevención debe ser un proceso permanente de promoción de una fiabilidad siempre renovada y cierta hacia la vida y el futuro, con la que los menores deben poder contar”. Fomentar la prevención como artesanos de educación Es precisamente esta la tarea que tenemos como adultos, indica el Santo Padre, es decir, fomentar la prevención, y estamos llamados a garantizarles, redescubriendo nuestra vocación de «artesanos de la educación» y esforzándonos por ser fieles a ella. “Esto significa fomentar la expresión de los talentos de quienes acompañamos; respetar su tiempo, su libertad y su dignidad; oponerse con todos los medios a las tentaciones de seducción e inducción, que sólo aparentemente pueden facilitar las relaciones con las generaciones más jóvenes”. Los jóvenes nos piden un paso decisivo de renovación El Santo Padre también dirige su mirada de confianza y esperanza, a los muchos jóvenes que forman parte de este Proyecto y precisa que, “son sobre todo ellos los que nos piden un paso decisivo de renovación frente a las heridas de los abusos encontrados en sus compañeros”. La contribución de los jóvenes, por lo tanto, agrega el Papa, será inestimable para reconocer las situaciones de riesgo y para llamar con valentía a toda la comunidad a su responsabilidad en la protección de los menores, para revisar la forma de relacionarse con las generaciones más jóvenes, para que puedan volver a tener la seguridad de la belleza de encontrarse, hablar, jugar y soñar. Como adultos sigamos siendo creíbles y coherentes Finalmente, el Papa Francisco concluye su Mensaje deseando a los adultos que han compartido este recorrido con los jóvenes que sigan siendo creíbles, es decir, responsables en su cuidado y coherentes en su testimonio. “Que sean promotores y custodios de una renovada alianza educativa entre las generaciones y entre los diferentes contextos en los que crecen los menores, capaz de estimular entre ellos una conexión generativa y protectora, especialmente en este complejo tiempo de pandemia”. A ellos, como asociaciones de laicos, los anima a perseverar en esta acción de formación en la corresponsabilidad, el diálogo y la transparencia; y se despide asegurándoles sus oraciones, impartiendo su bendición y deseándoles una Conferencia fructífera, que sea una base sólida para continuar juntos nuestro servicio a los niños y jóvenes, a las familias y a toda la comunidad eclesial y civil. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News04 de noviembre de 2021

04
Nov

Papa Francisco: «Ante la muerte, aprendamos el arte de esperar al Señor»

Vaticano.- En el marco de la celebración de la misa en sufragio de los cardenales y obispos difuntos a lo largo del año, el Papa Francisco exhortó a enfrentar el misterio de la muerte, mediante «el arte de esperar la salvación del Señor», mansamente y en silencio, ya que en medio del dolor, «los que se aferran al Señor, ven que Él abre el sufrimiento y lo transforma en una puerta por la que entra la esperanza». La mañana del jueves 4 de noviembre el Papa Francisco presidió la Santa Misa en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos durante el año, en el altar de la Cátedra en la Basílica de San Pedro. Reflexionando sobre la primera lectura del libro bíblico de las Lamentaciones (Lam 3,26) el Santo Padre recordó en su homilía, la importancia de «esperar en silencio la salvación del Señor» que nunca deja de cumplir sus promesas, especialmente ante uno de los momentos más trascendentales de la vida humana: la muerte. “¡Qué importante es aprender el arte de esperar al Señor! Esperarlo mansamente, con confianza, ahuyentando fantasmas, fanatismos y clamores; conservando, sobre todo en los momentos de prueba, un silencio lleno de esperanza. Así es como nos preparamos para la última y mayor prueba de la vida, la muerte” Pedir la gracia de saber esperar la salvación del Señor Pero antes –añadió el Pontífice– están las pruebas del momento, está la cruz que tenemos ahora, y para la que pedimos al Señor la gracia de saber esperar allí, justo allí, su salvación venidera. En este sentido, el Papa puntualizó que cada uno de nosotros necesita madurar en esto, sobre todo, teniendo en cuenta que ante las dificultades y los problemas de la vida, es difícil ser paciente y sereno: “La irritación se instala y el desánimo suele aparecer. Así puede ocurrir que nos sintamos fuertemente tentados por el pesimismo y la resignación, que lo veamos todo negro. En la prueba, ni siquiera los bellos recuerdos del pasado pueden consolarnos, porque la aflicción lleva a la mente a detenerse en los momentos difíciles. Y esto aumenta la amargura, parece que la vida es una cadena continua de desgracias” Dios transforma la angustia de la muerte en esperanza Asimismo, Francisco hizo hincapié en la importancia de no decaer al toparnos con el misterio de la muerte, recordando que el Señor marca un punto de inflexión en nuestras vidas, ya que justo en el momento en el que parece que tocamos fondo, «en el momento del abismo, en la angustia del sinsentido, Dios se acerca para salvar». «Y cuando la amargura alcanza su punto álgido, la esperanza vuelve a florecer de repente», dijo Francisco, subrayando que en medio del dolor, «los que se aferran al Señor ven que Él abre el sufrimiento, lo transforma en una puerta por la que entra la esperanza… Es una experiencia pascual, un pasaje doloroso que se abre a la vida, una especie de trabajo espiritual que en la oscuridad nos hace volver a la luz». Igualmente, el Pontífice explicó que este punto de inflexión no se produce porque los problemas hayan desaparecido, sino porque la crisis se ha convertido en una misteriosa oportunidad de purificación interior. “La prosperidad, de hecho, a menudo nos vuelve ciegos, superficiales, orgullosos. En cambio, el paso por la prueba, si se vive al calor de la fe, a pesar de su dureza y sus lágrimas, nos hace renacer, y nos encontramos diferentes al pasado” En el misterio del dolor descubrimos la paternidad de Dios Antes de finalizar su homilía, Francisco destacó que las pruebas de nuestro camino personal y espiritual nos renuevan, «porque eliminan muchas de las escorias y nos enseñan a mirar más allá de la oscuridad». Por ello, es fundamental saber que no estamos solos, sino que Dios nos acompaña sobre todo en nuestro dolor, como un padre que ayuda a su hijo a crecer bien estando cerca de él en sus dificultades: “El dolor sigue siendo un misterio, pero en este misterio podemos descubrir de manera nueva la paternidad de Dios que nos visita en la prueba, y llegar a decir, con el autor de las Lamentaciones: «El Señor es bueno con los que esperan en él, con los que lo buscan» (v. 5)” Recemos por los cardenales y obispos difuntos Y precisamente con este espíritu, el Pontífice concluyó su alocución invitando a rezar por los cardenales y obispos que nos han dejado en el último año: «Algunos de ellos murieron a consecuencia de Covid-19, en situaciones difíciles que agravaron su sufrimiento. Que estos hermanos nuestros saboreen ahora la alegría de la invitación evangélica que el Señor dirige a sus siervos fieles: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo» (Mt 25,34)». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News04 de noviembre de 2021

03
Nov

Audiencia General del Papa: Mansedumbre, paciencia, oración y cercanía para caminar según el Espíritu

En su Catequesis de esta mañana, en el ámbito de la primera Audiencia general de noviembre celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa reafirmó que debemos “querer el bien de nuestros hermanos”. Francisco dijo que “la regla suprema de la corrección fraterna es el amor”. De ahí que debamos “tolerar” los problemas de los demás y sus defectos sin “despellejar al otro como si yo fuera perfecto” Vaticano. También este primer miércoles de noviembre el Santo Padre celebró la tradicional Audiencia general en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano ante la presencia de numerosos fieles y peregrinos procedentes de numerosos países. Francisco ofreció su Catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas. En esta ocasión la 14º, titulada “Caminar según el Espíritu”, que se introdujo con la lectura en la que el Apóstol afirma que, si viven según el Espíritu, no darán satisfacción a las apetencias de la carne, puesto que la carne tiene apetencias contrarias al Espíritu, y el Espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacen lo que quisieran. De ahí que debemos vivir según el Espíritu (Cf. Gal 5,16-17.25). Caminar según el Espíritu Santo dejándonos guiar por Él Tras darlos buenos días a los queridos hermanos y hermanas presentes el Papa explicó que este pasaje de la Carta a los Gálatas exhorta a los cristianos a caminar según el Espíritu Santo y a que “nos dejemos guiar por Él en nuestro seguimiento de Cristo”. Se trata de expresiones que indican que “la vida cristiana es acción, movimiento, dinamismo”. A la vez que el Apóstol nos dice que: “Hay que evitar el camino opuesto, al que llama ‘los deseos desordenados’. Pero eso no significa que el mal o nuestros impulsos negativos vayan a desaparecer, sino que Dios es siempre más fuerte que nuestras resistencias y nuestros pecados” Acción individual y comunitaria Por otra parte, Francisco manifestó que este caminar según el Espíritu “no es sólo una acción individual”, sino que “implica también a la comunidad”. “Para poder combatir los ‘deseos de la carne’ que no favorecen la comunión – como la envidia, la hipocresía, el rencor, las críticas destructivas – es necesario dar espacio a la gracia y a la caridad” Amar siempre Hablando espontáneamente en italiano el Papa agregó que “la regla suprema de la corrección fraterna es el amor: querer el bien de nuestros hermanos y de nuestras hermanas”. “Se trata de tolerar los problemas de los demás, los defectos de los demás en silencio en la oración, para encontrar después el camino justo para ayudarlos a corregirse. Y esto no es fácil. El camino más fácil es la charlatanería. Despellejar al otro como si yo fuera perfecto. Y esto no debe hacerse. Mansedumbre. Paciencia. Oración. Cercanía” El amor es la regla suprema Al concluir el resumen de su catequesis en nuestro idioma el Santo Padre dijo que “el amor es la regla suprema para poder seguir el camino de Cristo, nos hace conscientes de nuestra propia fragilidad, y nos hace misericordiosos y solidarios con las dificultades y debilidades de los demás”. Saludos del Papa “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Los invito a dejarse interpelar por las palabras de san Pablo: ¿Caminamos según el Espíritu o nos quedamos encerrados en deseos mundanos? Si nos dejamos guiar por el Espíritu, también estamos llamados a acompañar a los que más sufren, a rezar por ellos, a ayudarlos de una manera concreta. Los animo a seguir en este camino con paciencia y alegría. Que Dios los bendiga” En portugués “Queridos hermanos y hermanas de lengua portuguesa: ayer recordamos a todos nuestros seres queridos difuntos. No olvidemos que, para llegar a la meta, al final del camino de esta vida terrenal, necesitamos dejarnos guiar por el Espíritu. Sobre todos ustedes y sobre sus seres queridos invoco la bendición de Dios”. En inglés “Saludo a los peregrinos de lengua inglesa presentes en la Audiencia de hoy, especialmente a los procedentes de Inglaterra y de los Estados Unidos de América, junto con el grupo de capellanes militares estadounidenses que han venido a Roma en estos días. Sobre todos ustedes y sus familias invoco la alegría y la paz del Señor. ¡Que Dios los bendiga!” En árabe “Saludo a los fieles de habla árabe. El Espíritu Santo, además de darnos el don de la mansedumbre, nos invita a la solidaridad, a llevar las cargas de los demás, y nos impulsa a corregirlas. De ello se desprende que la regla suprema de la corrección fraterna es el amor: querer el bien de los hermanos. ¡Que el Señor los bendiga a todos y los proteja siempre de todo mal!”. En francés “Saludo cordialmente a los fieles de lengua francesa, especialmente a los jóvenes confirmandos de la diócesis de Séez y a todos los peregrinos venidos de Francia. En estos días recordamos a nuestros queridos difuntos. Que el Espíritu Santo nos ayude a caminar vigilantes en la oración y fieles a la palabra de Jesús, en espera de encontrarlos un día en la alegría del cielo. ¡Que Dios los bendiga!”. En alemán “Saludo cordialmente a los fieles de lengua alemana. Recordemos que la comunión de la Iglesia incluye no sólo a nuestros hermanos y hermanas en este mundo, sino también a nuestros queridos difuntos. Por lo tanto, caminando en el Espíritu, realicemos la obra de misericordia espiritual y oremos por ellos, para que pronto alcancen la meta de la visión eterna de Dios”. En polaco “Ayer, al celebrar la Conmemoración de todos los fieles difuntos, encomendamos a nuestros seres queridos a la Divina Misericordia y, de manera especial, a los que esperan nuestra ayuda en la oración para entrar en la alegría de la vida eterna. La oración por los difuntos, sostenida por la esperanza que nos ha dado Cristo resucitado, no es una celebración del culto a la muerte, sino un acto de caridad hacia los hermanos y una asunción de las cargas de los demás. ¡Los bendigo de corazón!”. En italiano “Saludo cordialmente a los

03
Nov

Papa Francisco pide rezar en noviembre por las personas con depresión

Papa Francisco pide rezar en noviembre por las personas con depresión Hoy se publicó el Video del Papa correspondiente al mes de noviembre, en el que el Papa Francisco manifiesta su cercanía con todas las personas que se sienten desbordadas en su día a día, sobre todo en los casos de estrés y depresión, y pide rezar para que reciban el acompañamiento necesario. Vaticano. En el nuevo Video del Papa, Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la «Red Mundial de Oración del Papa» la intención de oración correspondiente al mes de noviembre. En esta ocasión, el Santo Padre hace un llamado de atención sobre el estrés y la depresión que afectan a muchas personas. Consciente de que personas de todo el mundo atraviesan períodos de fuerte agotamiento mental, emocional y afectivo (en diversas formas y grados), el Papa pide rezar para que estén adecuadamente acompañadas y no olviden la cercanía de Jesús: “La sobrecarga de trabajo, el estrés laboral hacen que muchas personas experimenten un agotamiento extremo, un agotamiento mental, emocional, afectivo y físico. Procuremos estar cerca de los que están agotados, de los que están desesperados, sin esperanza, muchas veces escuchando simplemente en silencio porque no podemos ir a decirle a una persona: «No, la vida no es así. Escúchame, yo te doy la receta. No hay receta»” Depresión y ansiedad: los trastornos de salud mental que más prevalecen Asimismo, el mensaje de la intención de oración del Papa Francisco aborda un tema central en la vida de millones de personas: la salud mental. Por ello, el video explica que en muchos casos, “la tristeza, la apatía, el cansancio espiritual terminan por dominar la vida de las personas que se ven desbordadas por el ritmo de la vida actual”.De hecho, un estudio publicado este año estima que una de cada diez personas a nivel mundial vive con un trastorno de salud mental, es decir unas 792 millones de personas que representan el 11% de la población. De los distintos trastornos que existen, el estudio sitúa a la depresión (264 millones, 3%) y a la ansiedad (284 millones, 4%) como los que más prevalecen en la vida de las personas. Salud mental en tiempos de COVID-19 La pandemia mundial del COVID-19 que ha provocado la muerte de millones, también ha puesto a prueba la resistencia mental y emocional de innumerables personas y ha afectado su equilibrio psicológico. En ocasiones, esto ha generado verdaderas situaciones de angustia y desesperación. En línea con esta realidad el Santo Padre pide “estar cerca de los que están agotados, de los que están desesperados, sin esperanza, muchas veces escuchando simplemente en silencio”.  Las palabras de Jesús: “Venid a mí los que estáis fatigados” En este contexto, el padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comenta el sentido de la intención de oración del Papa para este mes: «Nuestras sociedades, su ritmo de vida, sus tecnologías cada vez más veloces, favorecen la depresión y el síndrome de agotamiento y estrés llamado ‘burnout’. La pandemia ha agravado el sufrimiento de muchos. Francisco nos pide rezar y estar cerca de los que sufren agotamiento extremo, mental, emocional y físico. Un acompañamiento psicológico es necesario, sin embargo el Santo Padre nos recuerda que las palabras de Jesús también ayudan, ofrecen consuelo y cuidado: ‘Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso». Cabe destacar que esta edición de El Video del Papa contó con el apoyo de la Association of Catholic Mental Health Ministers (Asociación de Ministros Católicos de Salud Mental), una asociación que brinda apoyo espiritual a personas que padecen alguna enfermedad mental y fomenta acciones para prevenir cualquier tipo de discriminación que les impida participar plenamente de la vida de la Iglesia. Prensa CEVNota de Vatican News03 de noviembre de 2021

02
Nov

Papa a la COP26: Deuda ecológica y deuda externa obstaculizan el desarrollo de los pueblos

Francisco advierte a los líderes mundiales reunidos en Glasgow que si existe una verdadera voluntad política es posible contrastar la crisis del cambio climático y de la post pandemia, aprendiendo de los errores del pasado y asignando recursos suficientes. No hay más tiempo que perder, dice, pues se trata de un cambio de época, un compromiso con los más vulnerables y con las jóvenes generaciones.  “Actuar para preparar un futuro en el que la humanidad sea capaz de cuidarse a sí misma y a la naturaleza. Lo dice el Papa Francisco casi al final de su mensaje a los líderes mundiales reunidos en Glasgow, Escocia, en la Conferencia de los Estados Parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26. Un discurso donde las palabras voluntad política, compromiso, responsabilidad se alternan a post pandemia, deuda ecológica, deuda externa, migrantes climáticos y desequilibrios comerciales o financieros. En síntesis, dice: «no hay más tiempo que perder». “Hay demasiados rostros humanos que sufren esta crisis climática: además de sus impactos cada vez más frecuentes e intensos en la vida cotidiana de muchas personas, especialmente de las poblaciones más vulnerables, nos damos cuenta que también se ha convertido en una crisis de los derechos de los niños y que, en un futuro próximo, los migrantes por motivos medioambientales superarán a los refugiados por conflictos” En su mensaje dirigido al presidente de la COP26, Alok Sharma y leído por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, ante los representantes de más de 200 países que hasta el 12 de noviembre debatirán sobre el calentamiento global, el Papa recalca la necesidad de “una acción urgente, valiente y responsable” si se quieren alcanzar los objetivos escritos en el Acuerdo de París de forma coordinada y responsable: “Son ambiciosos, pero no pueden retrasarse”. Unidad frente al cambio climático y la post-pandemia El Santo Padre se plantea si en la COP26 “realmente existe la voluntad política” de asignar con honestidad y responsabilidad, más recursos financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático, así como para ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables, que son las que más sufren. Más aún cuando el mundo sigue enfrentando los estragos de una pandemia que azota a la humanidad desde hace casi dos años.   “La pandemia nos enseña que no tenemos alternativas: solo podremos vencerla si todos participamos en este desafío”, asegura el Pontífice al recordar que, así como la post-pandemia se debe enfrentar unidos, “siguiendo el ejemplo de los errores cometidos en el pasado”, es posible hacer lo mismo para contrarrestar la crisis global del cambio climático.  “No tenemos alternativas”, subraya el Papa a la COP26, hay que trabajar con una “profunda y solidaria colaboración entre todos los pueblos del mundo”. Inversiones financieras en pos de un mundo sano y digno A juicio del Santo Padre, la COP26 “puede y debe” contribuir activamente a la construcción de un futuro donde “los comportamientos cotidianos y las inversiones económico-financieras, puedan salvaguardar verdaderamente las condiciones “para una vida digna de la humanidad de hoy y de mañana en un planeta ‘sano’» “Se trata – afirma – de un cambio de época, un desafío de civilización para el que es necesario el compromiso de todos y, en particular, de los países con mayores capacidades, que deben asumir un papel protagónico en el campo de las finanzas climáticas, la descarbonización del sistema económico y de la vida de las personas, la promoción de una economía circular y el apoyo a los países más vulnerables para adaptarse a los impactos del cambio climático y responder a las pérdidas y daños causados por este fenómeno.” Deuda ecológica: explotación de recursos propios y ajenos Más adelante, el Papa comparó las heridas causadas a la humanidad por la pandemia de Covid-19 y el fenómeno del cambio climático con un conflicto global, para recordar que, así como ocurrió tras la II Guerra Mundial, ahora “es necesario que toda la comunidad internacional dé prioridad a la implementación de acciones colectivas” y con visión de futuro.  “Necesitamos esperanza y valentía”, subraya Francisco al constatar que” la humanidad tiene los medios para afrontar esta transformación que requiere una conversión real, individual, pero también comunitaria”, una transición hacia un modelo de desarrollo más integral basado en la solidaridad.“Hay que prestar especial atención a las poblaciones más vulnerables, con las que se ha acumulado una ‘deuda ecológica’ vinculada tanto a los desequilibrios comerciales con consecuencias medioambientales, como al uso desproporcionado de los recursos naturales propios y ajenos.  No lo podemos negar”, recalca el Pontífice. Condonación de la deuda externa La «deuda ecológica», insiste el Papa, remite en cierto modo a la cuestión de la deuda externa, “cuya presión suele obstaculizar el desarrollo de los pueblos”, y ahora más ante la crisis causada por la pandemia. “La post-pandemia puede y debe ser un nuevo inicio teniendo en cuenta todos estos aspectos, relacionados también con la puesta en marcha de escrupulosas operaciones negociadas para la condonación de la deuda externa inscritas en una estructura económica más sostenible y justa, orientada a apoyar la emergencia climática.” En este contexto, recuerda la necesidad de que los países desarrollados contribuyan a la solución de la “deuda ecológica” limitando significativamente el consumo de energía no renovable y aportando recursos a los países más necesitados para promover políticas y programas de desarrollo sostenible. “Lamentablemente, debemos señalar con amargura lo lejos que estamos de lograr los objetivos deseados para combatir el cambio climático. Hay que decirlo honestamente: ¡no nos lo podemos permitir!”, observa el Papa. Y señala, al final de su mensaje, que los jóvenes, que en los últimos años han estado pidiendo con insistencia que se actúe, no tendrán un planeta distinto al que dejemos o al que podrán recibir en función de las decisiones concretas que se tomen hoy. “Este – reclama el Papa – es el momento de tomar decisiones que les den motivos para confiar en el futuro”. Santa Sede: emisión cero y educación El Santo Padre no deja de

02
Nov

Papa Francisco celebró misa en el cementerio militar francés en Roma

Francisco celebró esta mañana la Misa por los difuntos en el cementerio militar francés de Roma donde depositó flores blancas y se detuvo a rezar ante las tumbas de los soldados muertos en la guerra: “Son tumbas que claman por la paz, dijo, luchemos para que las economías no se fortifiquen por la industria de las armas” Después de la misa el Papa se detuvo a rezar ante las tumbas de los Papas en la Basílica Vaticana Vaticano. Esta mañana, conmemoración de todos los fieles difuntos, el Papa Francisco visitó el Cementerio Militar francés de la capital italiana, al día siguiente de la fiesta de Todos los Santos, para celebrar la anual misa por los difuntos. El Santo Padre dedicó esta celebración eucarística por los fieles difuntos a las víctimas de la guerra. No fue su primera visita a un Cementerio Militar: en 2017, visitó el Cementerio Americano de Nettuno y en 2014, el de Redipuglia, con motivo del centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial. Al concluir la ceremonia eucarística, el Pontífice se detuvo a rezar ante las tumbas de los Papas, en la Basílica de San Pedro.  Homilía del Santo Padre Hablando espontáneamente el Papa Francisco dijo: “¡Deténganse hermanos y hermanas! ¡Deténganse fabricantes de armas! Estas tumbas hablan, gritan por sí mismas, gritan por la paz” El llamamiento del Papa Francisco es un susurro, pero resuena con fuerza entre los cipreses y los olivos del Cementerio Militar francés de Roma, un lugar de historia y memoria que ha elegido este año para celebrar la Misa por todos los fieles difuntos. En particular, como dijo ayer a la hora del Ángelus, por las víctimas de la guerra. Las guerras mundiales, así como las guerras que se libran «a pedazos» aún hoy, en todos los rincones del planeta. Flores blancas en las tumbas El Pontífice recorrió lentamente en procesión el largo pasillo que separa las extensiones de verde, bajo la sombra de cipreses y olivos, donde se encuentran las lápidas de los soldados franceses muertos durante la Segunda Guerra mundial. Todas las lápidas son iguales: una cruz de mármol y las palabras grabadas «Mort pour la France». En este histórico emplazamiento romano encaramado en la colina de Monte Mario, desconocido para muchos ciudadanos de la capital, pero de gran importancia para los franceses de Roma, Francisco llegó con casi media hora de antelación, pasando por la entrada que lleva la inscripción «Cimitière Militaire Français» – Campagne d’Italie 1943 – 1944″. Mientras el coro entonaba un canto, el Papa caminaba solo, en silencio orante, entre las lápidas. En primer lugar, recorrió un camino pavimentado con lápidas sobre las que depositó rosas blancas, y luego se detuvo unos instantes en oración, con las manos unidas y los ojos cerrados, frente a algunas de ellas. Al final de este «camino», el Papa saludó a algunos de los presentes y a los sacerdotes concelebrantes, y luego, tras ponerse los ornamentos, se dirigió hacia el altar decorado con flores amarillas e instalado bajo una carpa blanca que lo protegió del inusual sol, casi primaveral en este otoño romano. Las lecturas se leyerin en francés y los himnos se entonaron en italiano. La Misa, celebrada al aire libre, contó con la asistencia de numerosos fieles. Todos en el camino El Pontífice hizo su homilía hablando espontáneamente, como suele hacer cada año en esta conmemoración. Francisco comenzó recordando una inscripción a la entrada de un cementerio en un pueblo del norte de Italia: “Tú que caminas, detén tu paso, y piensa en tus pasos en el último escalón” Una invitación que caló hondo en el corazón del Papa, que ya la había mencionado en una homilía en Santa Marta, en 2016, y que hoy le ofreció la ocasión para recordar a todos los fieles que «la vida es un viaje» y que «todos nosotros estamos en camino». «Si queremos hacer algo en la vida es un camino, no un paseo, un camino». Muchos son los pasos que damos cada día, dijo, «ante tantos acontecimientos históricos, tantas situaciones difíciles, tantos cementerios». “Todos tendremos un último paso. Alguien puede decir: ‘Pero, padre, no sea tan lúgubre, no sea tan trágico’. Lo importante es que ese último paso nos encuentre en nuestro camino, no en un laberinto sin fin” La guerra se come a las víctimas Mirando las tumbas de los muertos en la guerra, el Papa Francisco expresó un segundo pensamiento: «Estas personas son buenas, murieron en la guerra. Murieron porque fueron llamadas a defender su país, a defender valores, ideales y muchas otras veces a defender situaciones políticas tristes y lamentables». “Son las víctimas, las víctimas de la guerra que se come a los hijos de la Patria” Dios conoce el nombre de todos nosotros El Papa recordó los Cementerios Militares que visitó en el pasado, siempre con motivo del 2 de noviembre: Anzio, en 2017, y Redipuglia, en 2014. A continuación, dirigió su pensamiento a los caídos y desaparecidos en el río Piave: «Muchos han quedado allí», dijo, así como a las víctimas del desembarco de Normandía. Mirando nuevamente las lápidas del Cementerio francés de Roma, Francisco dijo que le llamó la atención lo escrito en una de las tumbas: «Inconnu», desconocido, «Mort pour la France», muerto por Francia. Una tumba anónima, como otras miles en los cementerios de guerra. «Ni siquiera el nombre…», observó el Papa. Y añadió: «En el corazón de Dios está el nombre de todos nosotros, pero ésta es la tragedia de la guerra. Estoy seguro de que todos ellos están con el Señor. Pero nosotros ¿estamos en camino? ¿Luchamos lo suficiente para que no haya guerras, para que no haya una economía de países fortificados por las industrias armamentísticas? Las tumbas, un mensaje de paz “Hoy – dijo el Obispo de Roma – el sermón debería ser mirar las tumbas». Tumbas que «son un mensaje de paz». Es aquí donde el Papa hizo su llamamiento: “Deténganse hermanos, hermanas. Deténganse fabricantes de armas», «estas tumbas hablan, gritan por sí mismas, gritan por la

01
Nov

El Papa dedicará la Misa por los fieles difuntos a las víctimas de la guerra

En su alocución después del Ángelus, Francisco destacó también el valor educativo del deporte al saludar a los participantes en la Carrera de los Santos, organizada por la Fundación “Don Bosco en el Mundo”. Vaticano. El Papa Francisco se unirá espiritualmente a todos aquellos que irán, mañana, 2 de noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos, a visitar las tumbas de sus seres queridos en todas partes del mundo. Lo afirmó, este mediodía, tras el rezo mariano del Ángelus, al recordar que, mañana, a las 11 horas, celebrará la Santa Misa en sufragio de las Fieles difuntos en el Cementerio Militar Francés de Roma. “Será una oportunidad para rezar en sufragio por todos los muertos, especialmente por las víctimas de la guerra y la violencia”, afirmó el Pontífice. Recordamos que también en otras ocasiones el Papa ha celebrado la eucaristía por los fieles difuntos en un cementerio. En 2017, el Santo Padre visitó el cementerio americano de Nettuno, un lugar simbólico de la II Guerra Mundial, donde presidió la Santa Misa. Lo hizo también el año pasado, al celebrar la eucaristía en la iglesia del Pontificio Colegio Teutónico de Santa María en Camposanto, en el Vaticano Promover el valor del deporte “Es importante promover el valor educativo del deporte”. Lo subrayó, el Pontífice al saludar a los participantes en la iniciativa la “Carrera de los Santos”, organizada por la Fundación “Don Bosco nel Mondo”. El Papa agradeció esta iniciativa que este año se realiza en favor de los niños de Colombia. La tradicional «Carrera de los Santos» tiene su salida y llegada cerca de la Plaza de San Pedro. Hay dos rutas, ambas de diez kilómetros: la primera es competitiva, la otra abierta a todos. La iniciativa es impulsada por la Misión Don Bosco Valdocco Onlus y contribuye a través de la colecta de fondos, a fortalecer los proyectos que se llevan a cabo en América Latina. Entre los organismos patrocinadores, también el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Pontificio Consejo para la Cultura y el CEI. Prensa CEVNota de Vatican News01 de noviembre de 2021