Categoría: Papa Francisco

21
Mar

Papa Francisco en el Ángelus: Dios no usa la violencia, sufre por nosotros y con nosotros

Vaticano.- En la oración mariana del Ángelus, el Santo Padre medita sobre el rechazo que hace Jesús de imputar nuestros males a Dios, que invita a la conversión. “Estamos a mitad del camino cuaresmal”, así inició la reflexión antes del rezo del Ángelus el Papa Francisco, este III Domingo de Cuaresma, desde el Palacio Apostólico junto a los peregrinos presentes en la plaza de San Pedro en el Vaticano. El Santo Padre meditando el Evangelio (Lc 13, 1-9), menciona algunas interrogantes ante las trágicas noticias presentes en relato bíblico, cuando “Pilato había ordenado matar a algunos galileos”: “¿Quién tiene la culpa de estos hechos terribles? ¿Quizás aquellas personas eran más culpables que otras y Dios las ha castigado?” Y afirma que hoy también “cuando las noticias negativas nos oprimen y nos sentimos impotentes ante el mal, a menudo se nos ocurre preguntarnos: ¿se trata de un castigo de Dios? ¿Es Él quien envía una guerra o una pandemia para castigarnos por nuestros pecados? ¿Y por qué el Señor no interviene?” Exhorta Francisco a estar atentos a la opresión del mal, para que no caer en la tentación de echarle la culpa a Dios: “Tenemos que estar atentos: cuando el mal nos oprime, corremos el riesgo de perder lucidez, y para encontrar una respuesta fácil a cuanto no logramos explicarnos, terminamos por echarle la culpa a Dios. Cuántas veces le atribuimos nuestras desgracias y las desventuras del mundo a Él que, en cambio, nos deja siempre libres y, por tanto, no interviene nunca imponiéndose, tan solo proponiéndose; a Él, que nunca usa la violencia, sino que, por el contrario, sufre por nosotros y con nosotros”. Recuerda el Papa que el mismo “Jesús rechaza y contesta con fuerza la idea de imputar a Dios nuestros males: aquellas personas ajusticiadas y las que murieron bajo la torre no eran más culpables que otras y no fueron víctimas de un Dios despiadado y vengativo, que no existe. De Dios no puede venir nunca el mal, porque Él «no nos trata según nuestros pecados» (Sal 103,10), sino conforme a su misericordia”. “En vez de culpar a Dios, dice Jesús, tenemos que mirar nuestro interior: es el pecado el que produce la muerte”, menciona Francisco. Y reitera el llamado a la conversión que hace el Señor en el Evangelio: «Si no se convierten -dice- perecerán todos del mismo modo» (Lc 13,5). Explica que “se trata de una invitación apremiante, especialmente en este tiempo de Cuaresma. Acojámosla con el corazón abierto. Convirtámonos del mal, renunciemos a aquel pecado que nos seduce, abrámonos a la lógica del Evangelio: ¡porque donde reinan el amor y la fraternidad, el mal ya no tiene poder!” Y ante las debilidades que el cristiano puede atravesar en el camino de la conversión, el Papa medita sobre la “parábola que ilustra la paciencia que Dios tiene con nosotros”, con la imagen de la higuera que no da fruto “pero cuyo dueño no la corta: le concede más tiempo, le da otra posibilidad”. “Así hace el Señor con nosotros: no nos aleja de su amor, no se desanima -dice el Papa-, no se cansa de darnos confianza con ternura”. Al finalizar, el Papa insistió en que “¡Dios cree en nosotros! Se fía de nosotros y nos acompaña con paciencia”. Y pidió a los fieles no desanimarse. “Dios es Padre y te mira como un padre: como el mejor de los papás, no ve los resultados que aún no has alcanzado, sino los frutos que puedes dar; no lleva la cuenta de tus faltas, sino que realza tus posibilidades; no se detiene en tu pasado, sino que apuesta con confianza por tu futuro”, dijo. Al despedirse, el Papa Francisco saludo a los peregrinos de Italia y otras naciones, pidiendo como siempre que no olviden rezar por él.  Prensa CEVNota de prensa de Vatican News21 de marzo de 2022

21
Mar

Papa Francisco: El mundo está sediento de paz como del agua

Vaticano.- En un mensaje dirigido a los participantes en e IX Foro Mundial del Agua en Dakar, el Papa reitera que el agua es un derecho humano primario, fundamental y universal, que hoy está amenazado no sólo por la contaminación o el abuso de los recursos naturales sino por los conflictos. “El agua debe convertirse en un símbolo de acogida y bendición, un motivo de encuentro y colaboración que aumente la confianza mutua y la fraternidad”. Así lo expresa el Papa Francisco en un mensaje, a firma del cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, dirigido a los participantes en el IX Foro Mundial del Agua, que desde hoy y hasta el próximo 26 de marzo, se realiza en Dakar, Senegal, sobre el tema “Seguridad del agua para la paz y el desarrollo”. Tras considerar los numerosos retos actuales y futuros que representa el agua, su protección y distribución para la humanidad, el mensaje del Pontífice, leído ante la platea mundial por el cardenal Michael Czerny prefecto ad interim del Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral, pone su acento precisamente en la amenaza que se cierne sobre los recursos hídricos por factores como la contaminación, los conflictos, el cambio climático y el abuso de los recursos naturales. Pero, sobre todo, como un bien precioso para la paz. El agua no es mercancía negociable “Nuestro mundo está sediento de paz, de este bien indivisible que requiere el esfuerzo y la contribución constante de todos y que se basa, en particular, en la satisfacción de las necesidades esenciales y vitales de cada ser humano”, subraya el mensaje del Papa, al tiempo que advierte que el agua “no puede considerarse simplemente como un bien privado, que genera beneficios mercantiles y está sujeto a las leyes del mercado”. En este contexto, se recuerda que el derecho al agua potable y al saneamiento están estrechamente vinculados al derecho a la vida y, por lo tanto, “arraigado en la dignidad inalienable de la persona humana”. El acceso al agua y al saneamiento es, de hecho, un «derecho humano primario, fundamental y universal, porque determina la supervivencia de las personas». Agua potable: una deuda social “El mundo tiene «una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable», pero también con todos aquellos para los que las fuentes tradicionales de agua potable han sido contaminadas hasta el punto de ser inseguras, destruidas por las armas y convertidas en inutilizables, o secadas como resultado de una mala gestión de los bosques”, denuncia el Pontífice. Luego de reportar que más de 2.000 millones de personas carecen de acceso al agua potable y/o al saneamiento, el Santo Padre hace un llamamiento a todos los responsables políticos y económicos, a las distintas administraciones, a quienes están en condiciones de dirigir la investigación, la financiación, la educación y la explotación de los recursos naturales y del agua en particular, para que sirvan al bien común con dignidad, determinación, integridad y espíritu de cooperación. Agua como vehículo de cohesión social Francisco destaca que, si una comunidad aborda mancomunadamente el problema de la escasez de agua para mejorar su gestión, puede ayudar a crear una mayor cohesión social y solidaridad y construir relaciones. Incluso refiere que es un hecho que «el agua dulce, tanto superficial como subterránea” siendo en gran medida transfronteriza, a través de la cooperación puede ser un elemento importante para la paz y la prevención de conflictos armados.  “En efecto, el agua es un don de Dios y un patrimonio común que debe ser utilizado universalmente por cada generación”, enfatiza el Papa al constatar que, en todas estas situaciones, el agua debe convertirse en un símbolo de acogida y bendición. El sentido cósmico de la naturaleza Antes de concluir su mensaje, Francisco recuerda que “en el origen de lo que llamamos naturaleza en su sentido cósmico, hay un plan de amor y de verdad y que el mundo no es fruto de ninguna necesidad, destino ciego o casualidad». Por lo tanto, gestionar el agua de forma sostenible y con instituciones solidarias eficaces no es sólo una contribución a la paz; es también una forma de reconocer este don de la creación que se nos ha confiado para que juntos podamos cuidarlo”, concluye el mensaje. Seguridad y saneamiento El Foro Mundial del Agua es el principal evento internacional sobre temas hídricos, organizado cada tres años desde 1997 por el Consejo Mundial del Agua, en colaboración con el país anfitrión. El Primer Foro Mundial del Agua se celebró en Marruecos, al que siguieron como sedes los Países Bajos, Japón, México, Turquía, Francia, Corea del Sur y Brasil. El Foro «Dakar 2022» se centrará en cuatro prioridades: Agua Seguridad y Saneamiento; Agua para el desarrollo rural; Cooperación; y Medios y herramientas donde se incluyen temas cruciales como el financiamiento, la gestión y la innovación en el campo de los recursos hídricos. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News21 de marzo de 2022

21
Mar

Papa Francisco promulga la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia Romana

Vaticano.- El texto recoge y reglamenta muchas reformas ya aplicadas en los últimos años. Entrará en vigor el 5 de junio, solemnidad de Pentecostés. La nueva Constitución da una estructura más misionera a la Curia para que esté cada vez más al servicio de las Iglesias particulares y de la evangelización. Propaganda Fide y el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización se fusionan, el prefecto será el Papa. Hoy, en la solemnidad de San José, se ha promulgado la nueva Constitución Apostólica sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia y al mundo «Praedicate evangelium«. Entrará en vigor el próximo 5 de junio, solemnidad de Pentecostés. Fruto de un largo proceso de escucha que comenzó con las Congregaciones Generales que precedieron al Cónclave de 2013, la nueva Constitución, que sustituye a la «Pastor bonus» de Juan Pablo II promulgada el 28 de junio de 1988 y vigente desde el 1 de marzo de 1989, consta de 250 artículos. El próximo lunes 21 de marzo, a las 11.30 horas, el texto será presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede por el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, por monseñor Marco Mellino, Secretario del Consejo de Cardenales, y por el padre jesuita Gianfranco Ghirlanda, canonista y profesor emérito de la Pontificia Universidad Gregoriana. El texto, como se ha dicho, es el resultado de un largo trabajo colegial, que comenzó desde las reuniones del pre-cónclave de 2013 e implicó al Consejo de Cardenales con reuniones desde octubre de 2013 hasta el pasado mes de febrero, y continuó bajo la dirección del Papa con diversas aportaciones de las Iglesias de todo el mundo. Hay que destacar que la nueva Constitución confirma un camino de reforma ya aplicado casi en su totalidad en los últimos nueve años, a través de las fusiones y ajustes que se han producido y que han dado lugar al nacimiento de nuevos Dicasterios. El texto subraya que «la Curia Romana está compuesta por la Secretaría de Estado, los Dicasterios y los Órganos, todos ellos jurídicamente iguales». Entre las novedades más significativas contenidas en el documento está la unificación del Dicasterio para la Evangelización de la antigua Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización: los dos responsables de los dicasterios se convierten en pro-prefectos, ya que la prefectura de este nuevo Dicasterio está reservada al Papa. De hecho, la Constitución dice: «El Dicasterio para la Evangelización está presidido directamente por el Romano Pontífice». Se crea también el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, representado por la “Elemosineria”, que asume un papel más significativo en la Curia: «El Dicasterio para el Servicio de la Caridad, llamado también “Elemosineria Apostólica”, es una expresión especial de la misericordia y, a partir de la opción por los pobres, los vulnerables y los excluidos, ejerce en cualquier parte del mundo la obra de asistencia y ayuda hacia ellos en nombre del Romano Pontífice, que en los casos de particular indigencia u otra necesidad, dispone personalmente las ayudas que se han de asignar». La Constitución Apostólica presenta, en este orden, los Dicasterios de la Evangelización, de la Doctrina de la Fe y del Servicio de la Caridad. Otra fusión se refiere a la Comisión para la Protección de Menores, que pasa a formar parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, continuando con sus propias normas y teniendo su propio presidente y secretario. Una parte fundamental del documento se refiere a los principios generales. El preámbulo recuerda que todo cristiano es un discípulo misionero. Entre los principios generales es fundamental la especificación de que todos -y por tanto también los fieles laicos- pueden ser nombrados para funciones de gobierno en la Curia Romana, en virtud del poder vicario del Sucesor de Pedro: «Todo cristiano, en virtud del Bautismo, es discípulo misionero en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús. Esto no puede dejar de tenerse en cuenta en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe prever la participación de los laicos, también en funciones de gobierno y responsabilidad». Además, se subraya que la Curia es un instrumento al servicio del Obispo de Roma y en beneficio de la Iglesia universal y, por tanto, de los episcopados e Iglesias locales. «La Curia Romana no se interpone entre el Papa y los obispos, sino que está al servicio de ambos en la forma propia de la naturaleza de cada uno». Otro punto significativo se refiere a la espiritualidad: los miembros de la Curia Romana son también «discípulos misioneros». La sinodalidad, en particular, se destaca como una forma habitual de trabajar para la Curia Romana, un camino ya en marcha, que debe desarrollarse cada vez más. Otros aspectos contenidos en el documento son el subrayado de la definición de la Secretaría de Estado como «secretaría papal», el traslado de la Oficina del personal de la Curia a la Secretaría de Economía (Spe), la indicación de que la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa) debe actuar a través de la actividad instrumental del Instituto para las Obras de Religión. También se establece que para los clérigos y religiosos en servicio en la Curia Romana el mandato es de cinco años y puede ser renovado por un segundo período de cinco años, al final del cual vuelven a sus diócesis y comunidades de referencia: «Por regla general, después de cinco años, los funcionarios clericales y los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica que han servido en las Instituciones y Oficinas Curiales vuelven a la atención pastoral en su diócesis/parroquia, o en los Institutos o Sociedades a los que pertenecen. Si los Superiores de la Curia Romana lo consideran oportuno, el servicio podrá ser prorrogado por un nuevo período de cinco años». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News21 de marzo de 2022

18
Mar

Papa Francisco: “Solo el amor puede salvar a la familia humana”

El Papa recibió en audiencia a los participantes en el congreso “Educar para la democracia en un mundo fragmentado”, organizado por la Fundación Pontificia Gravissimum Educationis, en curso del 17 al 19 de marzo en la Universidad Lumsa, de Roma. Francisco les propuso tres caminos orientados a “la civilización del amor”, en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, “una derrota para la humanidad”. Vaticano.  “Estamos acostumbrados a escuchar noticias de las guerras, pero lejanas. Siria, Yemen… Habituales. Ahora la guerra se acercó, a nuestra casa, prácticamente, y esto nos hace pensar en el salvajismo de la naturaleza humana, hasta donde somos capaces. Asesinos de nuestros hermanos. Nosotros hablamos de educación y, cuando uno piensa en la educación, piensa en los niños, los chicos. Pensemos en tantos soldados que han sido enviados al frente, jovencísimos, soldados rusos, pobre gente. Pensemos en tantos soldados jóvenes ucranianos, pensemos en los habitantes, los jóvenes, las jóvenes, niños, niñas…” Con estas palabras Francisco comenzó su discurso en la mañana de este viernes 18 de marzo, a los asistentes al congreso “Educar para la democracia en un mundo fragmentado”, organizado por la Fundación Pontificia Gravissimum Educationis, instituida por el Papa el 28 de octubre de 2015 con el propósito de aplicar las disposiciones del documento homónimo emanado del Concilio Vaticano II. La actividad se desarrolla desde el jueves 17 hasta el sábado 19 de marzo en Roma, en la Lumsa (Libera Università Maria Santissima Assunta).  Este drama de la guerra, que es una locura, como lo ha dicho el Papa en reiteradas oportunidades, sucede “cerca de nosotros”. “Solo el Evangelio nos pide que no miremos para otro lado, que es precisamente la actitud más pagana de los cristianos: el cristiano, cuando se acostumbra a mirar para otro lado, se convierte poco a poco en un pagano disfrazado de cristiano. “La guerra no está lejos: está en nuestra puerta. ¿Qué voy a hacer? Aquí en Roma, en el Bambino Gesù, hay niños heridos por los bombardeos. Se los llevan a casa. ¿Rezo? ¿Ayuno? ¿Hago penitencia? ¿O acaso vivo despreocupado, como normalmente vivimos las guerras lejanas? Una guerra siempre – ¡siempre! – es la derrota de la humanidad: siempre. Nosotros -los cultos, los que trabajamos en la educación- somos derrotados por esta guerra, porque del otro lado somos responsables. No existen las guerras justas: ¡no existen!” El Santo Padre agradeció al Cardenal Giuseppe Versaldi, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, por sus palabras de presentación y también a cada uno de los participantes, que aportaron la riqueza de su propio contexto cultural, de su propio ámbito profesional y de investigación”. El Pontífice recordó que el encuentro aborda la cuestión de la democracia desde un enfoque educativo. “Pero no es frecuente que se aborde desde el punto de vista de la educación. Sin embargo, este enfoque, que pertenece de manera especial a la tradición de la Iglesia, es el único capaz de dar resultados a largo plazo”, subrayó el Obispo de Roma.  Francisco propuso una breve reflexión inspirada en el Evangelio del día: la parábola de los viñadores homicidas (cfr. Mt. 21,33-43.45-46). Contextualizando el pasaje, el Santo Padre subrayó que Jesús advierte contra una tentación que está presente en todos y en todo momento: la tentación del poseer. Los viñadores de la parábola, sostuvo Francisco, cegados por su deseo de apoderarse de la viña, no dudan en utilizar la violencia y matar. Esto nos recuerda que, cuando el hombre niega su propia vocación de colaborador en la obra de Dios y pretende ponerse en su lugar, pierde su dignidad de hijo y se convierte en enemigo de sus hermanos. “Los bienes de la creación se ofrecen a todos y cada uno en proporción a sus necesidades, para que nadie acumule lo superfluo ni le falte lo necesario. Por el contrario, cuando la posesión egoísta llena los corazones, las relaciones y las estructuras políticas y sociales, entonces se envenena la esencia de la democracia. Y se convierte en una democracia formal, no real” La democracia y sus dos degeneraciones El Sucesor de Pedro se centró en “dos degeneraciones” de la democracia, como las denominó con contundencia: el totalitarismo y la secularización. Comentó que San Juan Pablo II subrayó que un Estado es totalitario cuando “tiende a absorber en sí la nación, la sociedad, la familia, las comunidades religiosas y las propias personas”, citando el punto 45 de la Encíclica Centessimus annus, publicada por el Papa polaco en 1991, con motivo del centenario de la Rerum novarum. Francisco afirmó que, al ejercer la opresión ideológica, el Estado totalitario devalúa los derechos fundamentales del individuo y de la sociedad, hasta el punto de suprimir la libertad. “Es una opresión ideológica, y podemos hablar de las colonizaciones ideológicas, que siguen y siguen y nos llevan a este estado”, puntualizó. Respecto al laicismo radical, que es en sí mismo ideológico –dijo Francisco-, deforma el espíritu democrático de una manera sutil e insidiosa: al eliminar la dimensión trascendente, debilita y anula gradualmente toda apertura al diálogo. “Si no existe una verdad última, las ideas y convicciones humanas pueden ser fácilmente explotadas en aras del poder”, añadió. En este aspecto, el Papa Francisco retomó la idea de Benedicto XVI en la Encíclica Caritas in veritate, en cuyo punto 78 se lee que “el humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano”. Y, en este punto, el Papa aseveró que está la diferencia, pequeña pero sustancial, entre una sana laicidad y un laicismo envenenado: “Esto envenena los vínculos y también la democracia”, remarcó. Educar para la democracia, un desafío Según el Papa, los miembros de la Fundación Pontificia han contrarrestado a estas degeneraciones con el poder transformador de la educación. Francisco recordó que, en algunas universidades de todo el mundo, la entidad puso en marcha actividades de formación, “buscando las estrategias más eficaces para transmitir los principios democráticos, para educar en la democracia”. El Pontífice los invitó a seguir en esta línea y compartió algunas propuestas, que confió a los que están implicados en los distintos ámbitos: alimentar en

18
Mar

Papa Francisco: la sangre y las lágrimas de los niños en Ucrania sacuden nuestra conciencia

Vaticano.- En un mensaje dirigido a monseñor Gintaras Grušas, arzobispo de Vilnius y presidente de la CCEE, con motivo de la apertura de las Jornadas Sociales Católicas Europeas, el Papa retoma el drama del conflicto en Ucrania, «una inmensa tragedia humanitaria»: la guerra es un fracaso de la política y de la humanidad «Lo que estamos viviendo en estas últimas semanas no es lo que esperábamos después de la difícil emergencia sanitaria provocada por la pandemia, que nos hizo experimentar un signo de impotencia y miedo, junto a la fragilidad de nuestra existencia». El mensaje del Papa Francisco a Monseñor Gintaras Grušas, con motivo de la tercera edición de las Jornadas Sociales Católicas Europeas, organizadas por la CCEE junto con la Comece y la Conferencia Episcopal Eslovaca en Bratislava, que se celebra del 17 al 20 de marzo, va directo al corazón de la guerra actual en Ucrania. Escuchar el grito de los que sufren «La tragedia de la guerra que está teniendo lugar en el corazón de Europa -dice el Pontífice- nos deja atónitos; nunca habríamos pensado volver a ver tales escenas, que recuerdan a los grandes conflictos bélicos del siglo pasado. El grito desgarrador de ayuda de nuestros hermanos y ucranianos nos insta, como comunidad de creyentes, no sólo a reflexionar seriamente, sino a llorar con ellos y a hacer algo por ellos; a compartir la angustia de un pueblo herido en su  identidad, en su historia y tradición . La sangre y las lágrimas de los niños, el sufrimiento de mujeres y hombres que están defendienco su propia tierra o huyendo de las bombas sacuden nuestra conciencia. Una vez más, la humanidad se ve amenazada por un abuso perverso del poder y de los intereses de parte, que condena a gente indefensa a sufrir toda forma de brutal violencia «. Gracias por ayudar a los que huyen de la guerra El Papa agradece a los prelados la inmediata intervención humanitaria en favor de los refugiados e insta a seguir rezando, «para que quienes tienen en sus manos el destino de las naciones no dejen nada sin hacer para detener la guerra y abrir un diálogo constructivo que ponga fin a la inmensa tragedia humanitaria que está provocando». Una nueva política Francisco continuó diciendo que nunca antes había sido tan urgente como hoy «revisar el estilo y la eficacia del ars politica», para «hacer posible -citando la Encíclica Fratelli tutti- el desarrollo de una comunidad mundial, capaz de lograr la fraternidad a partir de pueblos y naciones que vivan la amistad social». Que la guerra, que «deja al mundo peor» y es «un fracaso de la política y de la humanidad, una entrega vergonzosa a las fuerzas del mal», provoque en este sentido una reacción contraria, un compromiso para refundar una arquitectura de paz a nivel mundial, donde la casa europea, nacida para garantizar la paz después de las guerras mundiales, tenga un papel primordial. Artesanos de la comunión, tejedores de la unidad El Papa exhorta entonces, como cristianos y como ciudadanos europeos, a llevar a cabo con valentía la reconstrucción de la casa común, convirtiéndonos en «artesanos de la comunión, tejedores de unidad en todos los niveles: no por estrategia, sino por Evangelio». En otras palabras, afirma Francisco, «es necesario volver a empezar desde el corazón mismo del Evangelio: Jesucristo y su amor que salva. Quien ama supera el miedo y la desconfianza hacia quienes llegan a nuestras fronteras en busca de una vida mejor: si acoger, proteger, acompañar e integrar a tantos hermanos y hermanas que huyen de los conflictos, el hambre y la pobreza es justo y humano, es aún más cristiano. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News18 de marzo de 2022

18
Mar

Papa Francisco invita a obispos del mundo a unirse a él en la consagración de Rusia y Ucrania a María

Vaticano.- La oración de consagración al Corazón Inmaculado de la Virgen será pronunciada por el Papa en la tarde del viernes 25 de marzo en la Basílica de San Pedro. El acto se realizará en comunión con las Iglesias de todos los continentes. «El Papa Francisco ha invitado a los obispos de todo el mundo y a sus presbíteros a unirse a él en la oración por la paz y en la consagración y encomienda de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.» Así lo confirmó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, respondiendo a las preguntas de los periodistas. El Papa pronunciará la oración en la tarde del viernes 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, en la Basílica de San Pedro, durante la celebración de la Penitencia prevista para las 17 horas. El mismo acto, en el mismo día, será realizado por todos los obispos del mundo. El cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, lo realizará en Fátima como enviado del Papa. Ya en el Ángelus del pasado 13 de marzo, el Papa había invitado a toda la Iglesia a rezar: «Pido a todas las comunidades diocesanas y religiosas que aumenten los momentos de oración por la paz». En la audiencia general del 23 de febrero convocó una jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania el Miércoles de Ceniza, afirmando: «Que la Reina de la Paz preserve al mundo de la locura de la guerra». En la aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, la Virgen había pedido la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, afirmando que si no se concedía esta petición, Rusia extendería «sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia». «Los buenos – había añadido – serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán destruidas». Después de las apariciones de Fátima hubo varios actos de consagración al Corazón Inmaculado de María: Pío XII, el 31 de octubre de 1942, consagró el mundo entero y el 7 de julio de 1952 consagró específicamente Rusia al Corazón Inmaculado de María con la Carta Apostólica Sacro vergente anno, ante la difícil situación de los cristianos obligados a vivir en un régimen ateo. Pablo VI en 1964 y Juan Pablo II en 1981, 1982 y 1984 renovaron esta consagración para todo el género humano. El Papa Wojtyla, refiriéndose a la petición de la Virgen en Fátima, el 25 de marzo de 1984, en la Plaza de San Pedro, en unión espiritual con todos los obispos del mundo, encomendó al Corazón Inmaculado de María a todos los pueblos y de modo especial a los hombres y naciones que tienen especial necesidad de esta encomienda y consagración. En junio de 2000, cuando la Santa Sede reveló la tercera parte del secreto de Fátima, el entonces secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el arzobispo Tarcisio Bertone, subrayó que Sor Lucía había confirmado personalmente que el acto de consagración realizado por Juan Pablo II en 1984 correspondía a lo que la Virgen había pedido. Ahora, el próximo 25 de marzo, el Papa Francisco consagrará a Rusia junto con Ucrania al Inmaculado Corazón de María en comunión con los obispos de todo el mundo. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News18 de marzo de 2022

17
Mar

Coloquio del Papa Francisco con el Canciller alemán: un camino de paz para Ucrania

El Papa Francisco y el Canciller alemán hablaron ayer sobre el tema de la guerra en Europa del Este, concordando en un cese «absoluto» de las hostilidades. No sólo compartiendo a distancia con el Patriarca Kirill, sino también con el Canciller alemán. La guerra que ensangrienta Ucrania desde hace más de veinte días ha llenado la agenda papal de momentos de confrontación, especialmente ayer, con líderes espirituales y civiles, todos unidos por el deseo de identificar el horizonte de una paz que pueda alcanzarse cuanto antes. El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó a los periodistas que el Papa Francisco mantuvo una conversación telefónica con el jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, durante la cual ambos, dijo Bruni, «coincidieron en la absoluta necesidad de cesar las hostilidades y buscar una solución pacífica al conflicto». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News17 de marzo de 2022

16
Mar

Charla del Papa con Kirill: «Como pastores del pueblo debemos unirnos en el esfuerzo por ayudar a la paz»

Vaticano.-Según informa el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, Francisco tuvo una charla virtual a primera hora de esta tarde con el Patriarca de Moscú para hablar de la guerra en Ucrania: «Como pastores del pueblo debemos unirnos en el esfuerzo por ayudar a la paz, por ayudar a los que sufren», dijo el Pontífice. Una videollamada entre el Papa Francisco y Kirill, Patriarca de Moscú y toda Rusia, para hablar, a primera hora de esta tarde, 16 de marzo, sobre la guerra que se desenvuelve en Ucrania. Tal como informa el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, durante este intercambio de conversaciones, el Santo Padre, acompañado por el cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos; habló del actual conflicto con el Patriarca Kirill y con el metropolita Hilarión de Volokolamsk, jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú. El Papa agradeció al jefe de la Iglesia ortodoxa rusa este encuentro, «motivado por el deseo de indicar, como pastor de su pueblo, un camino hacia la paz, para rezar por el don de la paz y por el cese del fuego», dijo Matteo Bruni. La Iglesia -expresaron el Papa y el Patriarca- no debe utilizar el lenguaje de la política, sino el de Jesús: «Somos pastores de un mismo pueblo santo que cree en Dios, en la Santísima Trinidad, en la Santa Madre de Dios: por eso debemos unirnos en el esfuerzo de ayudar a la paz, de ayudar a los que sufren, de buscar los caminos de la paz, de detener el fuego». No hay guerra justa o santa También destacaron la excepcional importancia del proceso de negociación en curso: «Quien paga la factura de la guerra es el pueblo, son los soldados rusos y la gente que está siendo bombardeada y muriendo», dijo el Papa. «Como pastores, tenemos el deber de estar cerca y ayudar a todas las personas que sufren la guerra. Hubo un tiempo en que nuestras iglesias todavía hablaban de una guerra santa o de una guerra justa. Hoy en día, ya no podemos hablar de esta manera. Se ha desarrollado una conciencia cristiana de la importancia de la paz», añadió. «Las iglesias están llamadas a contribuir al fortalecimiento de la paz y la justicia», coincidió Francisco con Kirill, antes de concluir su discurso diciendo: «Las guerras son siempre injustas. Porque es el pueblo de Dios el que paga. Nuestros corazones sólo pueden llorar por los niños, por las mujeres asesinadas, por todas las víctimas de la guerra. La guerra nunca es la solución. El Espíritu que nos une nos pide, como pastores, que ayudemos a las personas que sufren a causa de la guerra». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News16 de marzo de 2022

16
Mar

Papa Francisco: Ucrania y Siria unidas por el dolor, la Iglesia siembra esperanza

Vaticano.- En una carta enviada a los participantes en la conferencia «La Iglesia como casa de la caridad – Sinodalidad y coordinación», que comenzó en Damasco, el Papa recuerda que nadie olvida el sufrimiento de la nación de Oriente Medio y que la sinodalidad lleva a amar a la Iglesia Los pensamientos sobre los sufrimientos infligidos por la guerra en Ucrania recorren la carta del Papa Francisco, leída ayer en árabe y en la apertura de la Conferencia «Iglesia, Casa de la Caridad – Sinodalidad y Coordinación», organizada por las Congregaciones para las Iglesias Orientales, que concluye mañana en Damasco, Siria. «En estos días de guerra y de inmensos sufrimientos para nuestros hermanos y hermanas de Ucrania -escribe el Pontífice-, abracémoslos en la oración y en el afecto, confiando en que una paz justa y duradera pueda ser alcanzada rápidamente, para que la obra de las agencias pueda ser llevada adelante en esa querida nación, como lo es hoy en Siria». Francisco recordó que aún hoy el país sigue viviendo el conflicto y que eso genera dolor, «hambre, muerte y la continua huida de sirios», pero no esconde los «grandes esfuerzos que se están haciendo para ofrecer esperanza y perspectivas de futuro a los que se quedan». Por lo tanto, la conferencia – explica – es una forma de reiterar la preocupación de la Iglesia por lo que se está viviendo, pero también de poner de relieve la sinodalidad que San Pablo describe como el cuerpo y sus miembros. «Entre los miembros del cuerpo existe la escucha, el intercambio, el amor, el apoyo mutuo y, sobre todo, la conciencia del papel que cada uno está llamado a desempeñar.  Cuando una parte del cuerpo sufre, todas las demás acuden en su ayuda, compartiendo su sufrimiento y haciendo todo lo posible por aliviarlo». La sinodalidad es caminar juntos «Todos somos miembros del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia», a pesar de nuestras diferencias, añade el Papa, permanece la misma vocación: «dar testimonio del Señor mediante el anuncio del Evangelio y las obras de caridad», «caminando juntos», en un espíritu de comunión y en respeto a nuestras diferencias. Una sinodalidad que toma fuerza de la Trinidad, pero que también se experimenta «en las relaciones cotidianas, en el diálogo y en la confrontación continua sobre lo que significa ser Iglesia en el contexto actual, en la valoración y la escucha de los demás y en la comprensión de que todos somos hermanos y hermanas». Una sinodalidad que lleva a amar a la Iglesia para amar a la humanidad con pasión. Signo tangible de la caridad de la Iglesia El Papa Francisco destaca luego que «la caridad, vivida sinodalmente, no deja lugar a intereses egoístas, ni por parte del que da ni por parte del que recibe, ya que es conforme a Cristo, que se entregó por los demás». De ahí su agradecimiento personal a quienes han sido «un signo tangible de la caridad de la Iglesia, alimentada por el Evangelio». «Espero -concluye- que vuestros trabajos de estos días sean una oportunidad para profundizar y reavivar el espíritu misionero de la Iglesia, abriendo nuevos caminos para recorrer juntos y coordinando las obras de caridad con una atención amorosa hacia los pobres y los marginados». Sandri: estar aquí es un signo de esperanza En su discurso, el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, subrayó que estar juntos «ayuda a sentir la vocación de ser Iglesia católica en Siria hoy, a sentir la responsabilidad especialmente hacia las generaciones más jóvenes y los segmentos más débiles de nuestras comunidades, a soñar y realizar juntos, por lo que está dentro de nuestra competencia y de nuestras posibilidades, el presente y el futuro de ellas y de este amado país». Ucrania fue uno de los pensamientos del cardenal y exhortó a rezar por los hijos e hijas de Siria, expertos en el dolor y en la prueba de la guerra que envuelve la tierra en las tinieblas y priva a los pueblos de la luz de la esperanza», por este país atormentado.  «Creemos que vuestra súplica de paz y reconciliación, al ser probada en el crisol del sufrimiento, no quedará sin ser escuchada por el corazón de Dios. Esperamos, sin embargo, que se abran los corazones y las mentes de los poderosos que rigen los destinos de las naciones, para que cese toda barbarie». Una jornada intensa Numerosas reflexiones marcaron la primera jornada de la Conferencia, a la que asiste una delegación vaticana que incluye al arzobispo Giampiero Dal Toso, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y responsable de las Obras Misionales Pontificias, Pascal Debbane y Alessio Pecorario, del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. El tema principal fue la esperanza en el futuro y en los jóvenes, subrayado por el patriarca católico sirio Younan y el patriarca greco-melquita Absi. El cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Damasco, recordó la expresión de ser una Iglesia en salida, del hacerlo juntos, como el buen samaritano. «Esto -afirmó- impide dar la espalda al sufrimiento de nuestro hermano». Luego hubo escucha y trabajo en grupo, pero también el informe de Monseñor Dal Toso, que se detuvo en algunas notas teológicas y pastorales para vivir la caridad, destacando cómo la guerra ha cambiado la forma de percibir y vivir la acción de la caridad. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News16 de marzo de 2022

16
Mar

Oración del Papa por los niños y jóvenes ucranianos «víctimas de la soberbia»

Vaticano.- Al final de su encuentro con dos mil estudiantes del Instituto milanés «La Zolla» en la Basílica de San Pedro, Francisco recitó una emotiva oración por los más pequeños y y los jóvenes de Ucrania «que están viviendo bajo las bombas». «Señor Jesús, mira a estos chicos, bendícelos y protégelos, son las víctimas de nuestra soberbia de adultos». Niños y jóvenes «que viven bajo las bombas, que ven esta terrible guerra», están en el corazón del Papa Francisco, que concluye el encuentro en la Basílica de San Pedro con dos mil estudiantes del instituto profesional «La Zolla», en Milán, con una intensa oración por ellos. Tienen un futuro por delante, ellos huyen de las bombas Antes de la oración, el Papa había pedido a los estudiantes milaneses que dirigieran su pensamiento «a los muchos niños, niñas, chicos y chicas que están en guerra y que están sufriendo». Ustedes tienen un futuro por delante, la seguridad de crecer en una sociedad de paz, «y en cambio estos pequeños tienen que huir de las bombas, con el frío que hace allí». Hoy están sufriendo, a tres mil kilómetros de aquí. Aquí están sus palabras y su oración final.  Y ahora les pido que piensen, que tengan un pensamiento. Miremos todos a nuestro corazón y pensemos en los muchos niños, niñas, chicos y chicas que están en guerra, que hoy están sufriendo en Ucrania, ellos son como nosotros, como ustedes. Seis, siete, diez, catorce años y ustedes tienen un futuro por delante, la seguridad social de crecer en una sociedad en paz. En cambio, estos pequeños, incluso pequeñísimos, tienen que huir de las bombas, están sufriendo, muchos, con ese frío que hace allí… Pensemos. Que cada uno de nosotros piense en estos niños, niña y en estos chicos y chicas, que están sufriendo hoy, a 3000 km de aquí. Recemos al Señor. Yo haré la oración y ustedes con su corazón con su mente recen conmigo. Señor Jesús, te pido por los niños y las niñas, los chicos y chicas que están viviendo bajo las bombas, que ven esta terrible guerra, que no tienen nada que comer, que tienen que huir, dejándolo todo en casa… Señor Jesús, mira a estos niños, a estos niños, protégelos, son las víctimas de la soberbia de nosotros, los adultos. Señor Jesús, bendice a estos niños y protégelos. Juntos rezamos a la Virgen para que los proteja. Y así, en silencio, de pie, recibimos la bendición del Señor. En su discurso, antes de estas palabras y de la oración, Francisco nota inmediatamente que los jóvenes estudiantes están acompañados por padres, docentes y abuelos. «Hay muchos abuelos aquí», comenta, dejando el texto preparado, «es muy importante que ustedes, jóvenes y niños, hablen con los abuelos». El Instituto » la Zolla», escuela de inspiración cristiana, subraya el Pontífice, «es una realidad preciosa para el territorio milanés y ofrece un apreciado servicio educativo en colaboración con las familias. Es importante construir una comunidad educativa en la que, junto con los docentes, los padres puedan ser protagonistas del crecimiento cultural de sus hijos». Y este es el «pacto educativo», el diálogo entre padres y enseñantes. Siempre hay diálogo, por el bien de los jóvenes, de los niños. Este pacto educativo, que se ha roto tantas veces, hay que mantenerlo siempre. El diálogo y también el trabajo conjunto, como hacen ustedes, padres y educadores. Es importante construir una comunidad educativa, esto es muy importante. Así, el Papa Francisco deja a los chicos y chicas de Milán con «dos palabras que me salen del corazón: compartir y acoger». Y les pide que las repitan con fuerza. Compartir significa, explica el Papa, no cansarse «de madurar junto a las personas que viven a su lado: compañeros de colegio, padres, abuelos, educadores, amigos». Es necesario «trabajar en equipo»: crecer no sólo en los conocimientos, sino también en tejer vínculos para construir una sociedad más unida y fraterna. Porque la paz, que tanto necesitamos, se construye de forma artesanal, a través del compartir.  No hay máquinas para construir la paz, no: la paz siempre se hace de forma artesanal. Paz en la familia, paz en la escuela… ¿Y cómo se hace artesanalmente? Con mi trabajo, con mi compartir. La segunda palabra que Francisco deja a los estudiantes que le escuchan es acogida. El mundo de hoy, reitera, «pone muchas barreras entre las personas. Y el resultado de las barreras son la exclusión, el descarte». Esto es peligroso, si se descarta. Incluso en la escuela -escuchen bien esto, chicos y chicas- en la escuela a veces hay un compañero o una compañera que es un poco extraña, un poco ridícula o que no nos gusta: ¡nunca descartarlo! Tampoco el acoso: no, por favor, no el acoso, nada. Igual. Es un poco antipático, pobrecito, pero me acerco a él con simpatía. Hacer siempre puentes, no descartar a nadie, ¡por favor! No descartar. Porque cuando se descarta, se inician guerras, siempre, descartando». «Hay barreras entre Estados, entre grupos sociales, pero también entre personas», continúa el Pontífice. Y, a menudo, incluso el teléfono que no dejas de mirar se convierte en una frontera que los aísla en un mundo que tienen a su alcance. Qué hermoso es, en cambio, mirar a los ojos de la gente, escuchar su historia y acoger su identidad; generar, a través de la amistad, puentes con hermanos y hermanas de diferentes tradiciones, etnias y religiones. Sólo así construiremos, con la ayuda de Dios, un futuro de paz. Prensa CEVNota de prensa de Vatican news16 de marzo de 2022