Categoría: Papa Francisco

15
Ago

Francisco en el Ángelus: “María canta la esperanza y reaviva en nosotros la esperanza»

Vaticano.- En la Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, este lunes 15 de agosto, el Santo Padre presidió la oración del Ángelus desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano. “Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”: este versículo del Evangelio de San Lucas, que narra el diálogo entre María y su prima Isabel, articula la reflexión del Papa antes de orar el Ángelus este lunes 15 de agosto. En la Solemnidad de la Asunción y ante una Plaza de San Pedro repleta de fieles y peregrinos de todo el mundo, el Pontífice recuerda que estas palabras, “llenas de fe, alegría y asombro, se han convertido en parte del avemaría”. “Cada vez que rezamos esta oración, tan hermosa y conocida, hacemos como Isabel: saludamos a María y la bendecimos, porque ella nos trae a Jesús”, añade Francisco. “El canto de la esperanza” María acoge la bendición de Isabel y responde regalándonos el Magnificat, explica el Obispo de Roma, para quien este se puede considerar «el canto de la esperanza». “Es un himno de alabanza y exultación por las grandes cosas que el Señor ha realizado en ella, pero María va más allá: contempla la obra de Dios a lo largo de la historia de su pueblo” «Dice, por ejemplo, continúa el Sucesor de Pedro, que el Señor ‘derribó del trono a los poderosos, enalteció a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías’» (vv. 52-53). “Al escuchar estas palabras, podríamos preguntarnos: ¿no estará exagerando la Virgen, describiendo un mundo que no existe? De hecho, aquello que dice no parece corresponder a la realidad; mientras ella habla, los poderosos no han sido derrocados: el temible Herodes, por ejemplo, se mantiene firme en su trono. Y los pobres y hambrientos también lo siguen siendo, mientras los ricos siguen prosperando.” La Virgen anuncia un cambio radical y profetiza En su reflexión, el Papa se detiene en el sentido del cántico de María y considera: «No busca hacer una crónica del tiempo, sino decirnos algo mucho más importante: que Dios, a través de ella, ha inaugurado un punto de inflexión en la historia, ha establecido definitivamente un nuevo orden de las cosas. Ella, pequeña y humilde, ha sido elevada y -lo celebramos hoy- llevada a la gloria del Cielo, mientras que los poderosos del mundo están destinados a quedarse con las manos vacías». “La Virgen, en otras palabras, anuncia un cambio radical, una inversión de valores. Al hablar con Isabel, mientras lleva a Jesús en su vientre, anticipa lo que dirá su Hijo, cuando proclame bienaventurados a los pobres y a los humildes y haga una advertencia a los ricos y a los que confían en su propia autosuficiencia. La Virgen, por tanto, profetiza: profetiza que no son el poder, el éxito y el dinero, los que prevalecen, sino el servicio, la humildad y el amor. Mirándola en la gloria, comprendemos que el verdadero poder es el servicio y que reinar significa amar. Y que este es el camino al Cielo.” ¿Esta inversión profética anunciada por María toca mi vida? Francisco propone algunas preguntas: «¿Creo que amar es reinar y que servir es poder? ¿Que la meta de mi vida es el cielo, el paraíso? ¿O solo me preocupan las cosas terrenales y materiales?». «Es más, al observar los acontecimientos del mundo, ¿me dejo atrapar por el pesimismo o, como la Virgen, soy capaz de distinguir la obra de Dios que, a través de la mansedumbre y la pequeñez, realiza grandes cosas?», añade.  El Santo Padre enfatiza que «Ella es la primera creatura que, con todos su ser, en cuerpo y alma, atraviesa victoriosa la meta del Cielo». «Ella nos muestra que el Cielo está al alcance de la mano, si también nosotros no cedemos al pecado, alabamos a Dios con humildad y servimos a los demás con generosidad. Ella, nuestra Madre, nos lleva de la mano, nos acompaña a la gloria, nos invita a alegrarnos pensando en el paraíso. Bendigamos a María con nuestra oración y pidámosle una mirada profética, capaz de vislumbrar el Cielo en la tierra», concluye el Pontífice. Sobre la solemnidad La solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María fue fijada en el 15 de agosto ya en el siglo V, con el sentido de «Nacimiento al Cielo» o, en la tradición bizantina, «Dormición» de Nuestra Señora. En Roma, la fiesta se celebra desde mediados del siglo VII, pero hubo que esperar hasta el 1º de noviembre de 1950, con Pío XII, para que se proclamara el dogma dedicado a María asunta al cielo en cuerpo y alma. El dogma definido por Pío XII «Después de elevar a Dios repetidas súplicas y de haber invocado la luz del Espíritu de Verdad, para la gloria de Dios Todopoderoso que otorgó a la Virgen María Su especial benevolencia en honor de Su Hijo, Rey Inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para mayor gloria de su augusta madre y para alegría y regocijo de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos como dogma revelado por Dios que: la inmaculada Madre de Dios, la siempre virgen María, habiendo completado el curso de la vida terrena, fue asumida en cuerpo y alma a la gloria celestial” (Pío XII, Munificentissimus Deus, 1 de noviembre de 1950). Prensa CEVNota de prensa de Vatican News15 de agosto de 2022

10
Ago

Papa Francisco: la vejez es una promesa, querer la eterna juventud es delirante

Vaticano.- El Papa Francisco reanudó esta mañana su ciclo de catequesis dedicado a la vejez, tras haber ofrecido la semana pasada sus reflexiones sobre el viaje apostólico a Canadá. En esta ocasión se refirió ese tiempo en el que se vive con más madurez el acercarse al encuentro con Dios. Nuestro lugar estable – explicó – no está en la tierra, sino junto al Señor y en la vida somos aprendices. Detener el tiempo es imposible Tras la pausa de julio y las reflexiones, de la semana pasada, dedicadas a su viaje apostólico a Canadá, el Pontífice – en el Aula Pablo VI repleta de fieles – desarrolló su decimosexta catequesis sobre la tercera edad como «un tiempo proyectado hacia la plenitud», que es un pasaje a través de la fragilidad de la fe y del testimonio y «a través de los desafíos de la fraternidad». La fortaleza que radica en las promesas del Señor Hablando en nuestro idioma el Santo Padre dijo a los queridos hermanos y hermanas presentes: “En esta catequesis contemplamos a Jesús que se despide de sus discípulos con palabras de consuelo. Les dice: ‘No se inquieten, voy a prepararles un lugar en la Casa de mi Padre’” Después de la Ascensión del Maestro a los cielos, los discípulos experimentan, por un lado, la fragilidad del testimonio y los desafíos de la fraternidad, y por otro, la fortaleza que radica en las promesas y bendiciones del Señor. Recorremos el camino de la vida como aprendices El Obispo de Roma añadió que también nosotros, “en el seguimiento de Jesús, recorremos el camino de la vida como aprendices, experimentando dificultades y fatigas”. En este camino se nos invita, con la gracia de Dios, a salir de nosotros mismos y a ir siempre más allá, hasta llegar a la meta definitiva, que es el encuentro con Cristo. De la ancianidad el Santo Padre dijo que “es el tiempo propicio para dar testimonio de la espera anhelante de ese encuentro definitivo. Por eso, sería interesante que las Iglesias locales, acompañando a las personas ancianas, las ayuden a reavivar el ministerio de la espera del Señor”. Cercanía a los afectados por el incendio de una base petrolera en Cuba Al saludar cordialmente a los peregrinos de lengua española, el Papa les dijo: “Quiero expresar mi cercanía de modo especial a los afectados en la tragedia causada por las explosiones y el incendio de la Base petrolera de Matanzas, en Cuba” Pidámosle a nuestra Madre, Reina del cielo, que vele por las víctimas de esta tragedia y sus familias. Y que interceda por todos nosotros ante el Señor, para que sepamos dar testimonio de la fe y la esperanza en la “vida del mundo futuro”. Que Dios los bendiga. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News10 de agosto de 2022

10
Ago

El Papa recuerda la guerra cruel en Ucrania, migrantes y tragedia en Cuba

Vaticano.- Al final de la audiencia general, el Pontífice dirigió un pensamiento al pueblo ucraniano y exhortó a rezar por los que abandonan sus casas en busca de un futuro mejor. El Santo Padre también expresó su cercanía a los afectados por la tragedia causada por las explosiones e incendios en la base petrolera de Matanzas, en Cuba Tras la catequesis, el Papa Francisco, dirigiendo su saludo a los peregrinos de lengua italiana, recordó el drama del conflicto en el país del Este de Europa y a quienes emprenden viajes, no exentos de riesgos, con la esperanza de un futuro mejor. «No es fácil, ser constructores de la paz, ya sea en la familia, en la Iglesia, la unidad; pero debemos hacerlo, porque es un buen trabajo. Un pensamiento – afirmó el Papa – también para el pueblo de Ucrania, que sigue sufriendo esta guerra tan cruel. Y también rezar por los migrantes que están llegando continuamente». En Ucrania, el número de muertos por los ataques aéreos rusos sigue aumentando. Las últimas incursiones, que causaron la muerte de al menos dos civiles, se registraron en el distrito de Nikopol. De la guerra, pero también de otros contextos de pobreza y violencia, continúa mientras tanto el flujo de migrantes. También a ellos, «que están llegando continuamente», Francisco dirige su pensamiento. Recordamos que sólo durante la noche, frente a la costa de Lampedusa, tres embarcaciones, con 41 personas a bordo, fueron interceptadas por la patrullera de la Guardia di Finanza. Cercanía a los afectados por el incendio en Cuba Saludando a los peregrinos de lengua española, el Papa Francisco expresó su cercanía a los afectados por la tragedia causada por las explosiones e incendios en la base petrolera de Matanzas, en Cuba. «Pidámosle a nuestra Madre, Reina del cielo, que vele por las víctimas de esta tragedia y sus familias. Y que interceda por todos nosotros ante el Señor, para que sepamos dar testimonio de la fe y la esperanza en la vida del mundo futuro”. El incendio, que se produjo el pasado viernes en una zona de almacenamiento de petróleo causó al menos una víctima y numerosos heridos, obligando a la evacuación de miles de personas. En días pasados, el Pontífice, en un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado Parolin y enviado al obispo de Holguín, presidente de la Conferencia Episcopal Cubana, monseñor Emilio Aranguren Echeverría, aseguró»su cercanía espiritual al pueblo cubano y a todas las familias de los afectados». El Papa, se lee en el telegrama, «reza al Señor para que les otorgue fortaleza en este momento de dolor y sostenga los trabajos de extinción y búsqueda». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News10 de agosto de 2022

09
Ago

Pueblos Indígenas. El Papa: ¡Qué valioso es ese sentido de familiaridad y comunidad!

En el día en que se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, celebración instituida por las Naciones Unidas el 9 de agosto de 1982, el Santo Padre resalta la importancia de “cultivar bien el vínculo entre los jóvenes y los ancianos, y custodiar una relación sana y armoniosa con toda la creación”. Vaticano.  “¡Qué valioso es ese sentido de familiaridad y de comunidad que es tan genuino entre los Pueblos Indígenas! ¡Y qué importante es cultivar bien el vínculo entre los jóvenes y los ancianos, y custodiar una relación sana y armoniosa con toda la creación!”, lo escribe el Papa Francisco en un tuit, en el día en que se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, celebración instituida por las Naciones Unidas el 9 de agosto de 1982, fecha de la sesión inaugural del Grupo de Trabajo sobre las Poblaciones Indígenas y que este año está dedicado a reflexionar sobre “El papel de las mujeres indígenas en la preservación y transmisión del conocimiento tradicional”. Sembrar esperanza en las generaciones indígenas El tuit del Santo Padre para esta Jornada es tomado de su discurso en el Encuentro con una delegación de Indígenas en el arzobispado de Quebec, el 29 de julio de este año, en el marco de su 37 Viaje Apostólico a Canadá. En aquella ocasión, el Papa Francisco recordó que su “peregrinación penitencial”, ese largo camino de sanación y reconciliación con los pueblos indígenas, estuvo acompañado de una frase que es “Caminar juntos”. “He venido a Canadá como amigo para encontrarme con ustedes, para ver, escuchar, aprender, apreciar cómo viven los pueblos indígenas de este país. No vine como turista, he venido como hermano, a descubrir en primera persona los frutos, buenos y malos, producidos por los miembros de la familia católica local a lo largo de los años. He venido con espíritu penitencial, para expresarles el dolor que llevamos en el corazón como Iglesia por el mal que no pocos católicos les causaron apoyando políticas opresivas e injustas. He venido como peregrino, con mis limitadas posibilidades físicas, para dar nuevos pasos adelante con ustedes y para ustedes; para que se prosiga en la búsqueda de la verdad, para que se progrese en la promoción de caminos de sanación y reconciliación, para que se siga sembrando esperanza en las futuras generaciones de indígenas y no indígenas, que desean vivir juntos fraternalmente, en armonía”. Sentido de familiaridad y de comunidad Asimismo, el Santo Padre les dijo a los pobladores originarios de Canadá que al final de su “intensa peregrinación” regresaba a casa enriquecido por el tesoro incomparable hecho de personas y de pueblos que marcaron su visita apostólica: “Realmente puedo decir que, durante mi visita, fueron sus realidades, las realidades indígenas de esta tierra, las que visitaron mi alma; entraron en mí y siempre me acompañarán. Me atrevo a decir, si me lo permiten, que ahora, en cierto sentido, yo también me siento parte de vuestra familia, y me siento honrado. El recuerdo de la fiesta de santa Ana, vivida junto a varias generaciones y a tantas familias indígenas, permanecerá indeleble en mi corazón. En un mundo que lamentablemente es tan a menudo individualista, ¡qué valioso es ese sentido de familiaridad y de comunidad que es tan genuino entre ustedes! ¡Y qué importante es cultivar bien el vínculo entre los jóvenes y los ancianos, y custodiar una relación sana y armoniosa con toda la creación!”. Las mujeres custodios de la vida En ese encuentro con una Delegación de los Pueblos Indígenas de Canadá en el arzobispado de Quebec, el Papa Francisco encomendó al Señor lo que se vivió en esos días y la continuación del camino que aún se espera recorrer; y los encomendó al cuidado atento de quienes saben custodiar lo que es importante en la vida, es decir, las mujeres, y en especial tres mujeres: «Ante todo, en santa Ana, de quien pude sentir su ternura y protección, venerándola junto a un pueblo de Dios que reconoce y honra a las abuelas. En segundo lugar, pienso en la Santa Madre de Dios: ninguna criatura merece más que ella ser definida como peregrina, porque siempre, también hoy, también ahora, está en camino; en camino entre el cielo y la tierra, para cuidarnos por encargo de Dios y para llevarnos de la mano hacia su Hijo. Y, por último, mi oración y mi pensamiento en estos días han ido frecuentemente a una tercera mujer de presencia afable que nos ha acompañado, y cuyos restos se conservan no lejos de aquí. Me refiero a santa Catalina Tekakwitha. La veneramos por su vida santa, pero, ¿no podríamos pensar que su santidad de vida, caracterizada por una entrega ejemplar en la oración y el trabajo, así como por la capacidad de soportar con paciencia y dulzura tantas pruebas, también fue posible por ciertos rasgos nobles y virtuosos heredados de su comunidad y del ambiente indígena en el que creció?». Abrir camino y responder a la llamada El Papa Francisco concluyó su discurso afirmando que, “estas mujeres pueden ayudar a unir, a volver a tejer una reconciliación que garantice los derechos de los más vulnerables y sepa mirar la historia sin rencores ni olvidos… Estas mujeres podrían haber respondido mal a todos los que se oponían a ese proyecto, o bien permanecer sujetas a las normas patriarcales de su tiempo y resignarse, sin luchar por los sueños que Dios mismo había impreso en sus almas. Pero no tomaron esa decisión, sino que, con mansedumbre y firmeza, con palabras proféticas y gestos resueltos se abrieron camino y cumplieron aquello a lo que habían sido llamadas”. Prensa CEVNota de Vatican News09 de agosto de 2022

08
Ago

Ángelus del Papa: Nuestra historia está firmemente en manos de Dios

Vaticano.- En su reflexión sobre el Evangelio de este domingo, propone las dos claves para superar los miedos y la tentación de una vida pasiva: No temer y estar preparados, atentos a los demás, disponibles para escuchar y acoger, porque, también en las situaciones en las que no lo esperamos, el Señor viene. El Papa Francisco introdujo el rezo mariano del Ángelus con una reflexión sobre las “dos palabras -clave” que propone el Evangelio de este domingo “para derrotar los miedos que a veces nos paralizan y para superar la tentación de una vida pasiva, adormecida”. Desde la ventana de su estudio y ante una Plaza de San Pedro repleta de fieles y peregrinos, el Pontífice retomó las palabras de Jesús a sus discípulos en las que los tranquiliza para aplacar sus miedos y los exhorta a estar alerta: la primera es “no temas, pequeño rebaño” (Lc 12,32); la segunda «” estén preparados” (v. 35). No temer El Santo Padre recuerda que Jesús al hablar a sus discípulos del cuidado amoroso del Padre los conmina a no afanarse y agitarse. “Nuestra historia está firmemente en las manos de Dios” afirma el Papa, y es por ellos que Jesús nos alienta a no temer: “A veces, en efecto, nos sentimos presos de un sentimiento de desconfianza y de angustia: es el miedo a no lograrlo, a no ser reconocidos y amados, a no conseguir realizar nuestros proyectos, a no ser nunca felices…Y entonces nos afanamos buscando soluciones, para encontrar algún espacio en el que emerger, para acumular bienes y riquezas, para obtener seguridades; y terminamos viviendo en la ansiedad y en la preocupación constante”. En cambio, asegura Francisco, Jesús nos tranquiliza y nos pide no temer, confiar en el Padre que ya nos ha donado a su Hijo, su Reino y siempre nos acompaña con su providencia. “Pero saber que el Señor nos cuida con amor, no nos autoriza a dormir, a ¡dejarnos llevar por la pereza! Al contrario, debemos estar despiertos, vigilantes. En efecto, amar significa estar atento a los demás, darse cuenta de sus necesidades, estar disponibles para escuchar y acoger, estar preparados”. Estar preparados La segunda invitación de Jesús en el Evangelio es a estar preparados asegura el Obispo de Roma y recuerda unas palabras de San Agustín: «Tengo miedo de que el Señor pase y yo no me dé cuenta». De estar dormido y no notar que el Señor pasa. “Es necesario estar despiertos, no dormirse, es decir, no estar distraídos, no ceder a la pereza interior, porque, también en las situaciones en las que no lo esperamos, el Señor viene”. Francisco advierte que Dios “al final de nuestra vida nos pedirá cuentas de los bienes que nos ha encomendado”. Se trata también de “ser responsables, custodiar y administrar esos bienes con fidelidad”, desde nuestras familias o la fe, hasta nuestra ciudad y la Creación. De allí la exhortación de Francisco a preguntarnos si cuidamos ese patrimonio que el Señor nos ha dejado, si lo custodiamos o lo usamos con egoísmo o por conveniencia. “Hermanos y hermanas -concluyó el Papa – caminemos sin miedo, en la certeza de que el Señor nos acompaña siempre. Y estemos despiertos, para que no nos durmamos mientras el Señor pasa”. Francisco: La salida de los barcos de Ucrania son un signo de esperanza Al final del rezo del Ángelus el Papa se congratuló con los jóvenes que participaron en la Peregrinación Juvenil Europea en Santiago de Compostela. También expresó su dolor por los peregrinos polacos fallecidos en un accidente cuando se dirigían a Medjugorje  “Deseo saludar con satisfacción la salida de los primeros barcos cargados de trigo de los puertos de Ucrania” Estas son las primeras palabras pronunciadas por el Papa tras el rezo de Ángelus. Esta vez, sin embargo, la guerra en Ucrania y sus consecuencias no fueron motivo de condena o dolor sino más bien de esperanza por los resultados obtenidos tras el importante acuerdo firmado el 22 de julio en Estambul por Moscú y Kiev, con la mediación de Turquía y las Naciones Unidas, que ha permitido hasta ahora la salida de buques de carga de los puertos ucranianos. “Este paso demuestra que es posible dialogar y lograr resultados concretos que beneficien a todos. Por lo tanto, este acontecimiento es también un signo de esperanza, y espero sinceramente que, siguiendo este camino, podamos poner fin a los combates y llegar a una paz justa y duradera”. Drama en Croacia Francisco expresó también su profundo dolor por el trágico accidente ocurrido en Croacia. “Me enteré con dolor de la noticia del accidente de coche ocurrido ayer por la mañana en Croacia: algunos peregrinos polacos que se dirigían a Medjugorje perdieron la vida y otros resultaron heridos. Que la Virgen interceda por todos ellos y por sus familias”. Unas doce personas perdieron la vida y 31 resultaron heridas -algunas se encuentran en estado crítico- en el accidente de un autobús con peregrinos polacos a unos 40 kilómetros al nordeste de Zagreb. El accidente ocurrió a las 05.40 hora local de ayer, sábado 6 de agosto, cuando el autobús se salió de la carretera por razones desconocidas y cayó en un canal.Según las autoridades croatas, en el autobús viajaban un grupo de peregrinos que habían partido desde una localidad cercana a Varsovia y se dirigía a visitar el santuario mariano de Medjugorje, en el sur de Bosnia-Herzegovina. Los jóvenes en Santiago de Compostela Un saludo especial dirigió el Pontífice a los cerca de 12.000 peregrinos que participaron, hasta este domingo, en la Peregrinación europea juvenil en Santiago de Compostela.   “Hoy es el día culminante de la Peregrinación Juvenil Europea a Santiago de Compostela, aplazada desde el Año Santo pasado. Con alegría bendigo de corazón a cada uno de los jóvenes que han participado, y también bendigo a todos los que han trabajado para organizar y acompañar este evento”. Desde el pasado 2 de agosto, jóvenes europeos han inundado las calles de la ciudad del Apóstol. Espacios de oración, de

05
Ago

El Papa a los jóvenes: “Que Jesús se convierta en su gran amigo»

Vaticano.- “Dios ama las preguntas”. Lo dijo el Papa Francisco a los jóvenes italianos y europeos que se reúnen en el Campamento Alpha, organizado por la Diócesis italiana de Isernia -Venafro, para crear amistades, inspirar y soñar a lo grande”.” Si uno se hace preguntas es joven, aunque tenga ochenta años”, afirmó el Santo Padre, Y si no se las hace, “es viejo, aunque tenga veinte años”. Esto porque las preguntas “abren”, mientras que las respuestas “son cerradas”. “Jesús no es una idea ni una regla moral, sino una persona, un amigo, un compañero de camino”. Lo hizo presente el Papa Francisco a los jóvenes participantes en el “Campamento Alpha”, evento organizado por la Diócesis italiana de Isernia -Venafro y por el Alpha Youth Italia, que reúne por una semana a los jóvenes italianos y de diversas partes de Europa convocándolos para “crear amistades, inspirar, soñar a lo grande”. Dios ama las preguntas “¿De dónde venimos? ¿Qué hay en el origen de todo? ¿Cuál es el sentido de mi existencia? ¿Y por qué hay tanto sufrimiento? ¿Por qué afecta también a los pequeños e indefensos?”. Son preguntas que según el Papa se plantean también estos jóvenes “nacidos en un contexto que se define como ‘secularizado’ en donde la cultura no está dominada por la dimensión de lo sagrado sino por las realidades del mundo”. A ellos Francisco les aseguró que “Dios ama mucho las preguntas”. “¿Por qué?”, planteó el Papa. “Porque las respuestas son cerradas, las preguntas son abiertas. Una persona que sólo vive de respuestas – constató – es una persona acostumbrada a cerrar, cerrar y cerrar. Una persona que vive de las preguntas es una persona que está acostumbrada a abrir, abrir, abrir”.  De hecho, prosiguió, “Jesús se dirigió un día a los dos primeros que le seguían a orillas del río Jordán con estas palabras: ‘¿Qué buscan?’ (Jn 1,38)”.  “Antes de dar respuestas, – les dijo – Jesús enseña a hacerse una pregunta esencial: ‘¿Qué busco?’ Si uno se hace esta pregunta, es joven, aunque tenga ochenta años. Y si no se la hace es viejo, aunque tenga veinte años”. Siempre con Jesús  Tomando el nombre del campamento, “Alpha” como punto de partida, el Papa señaló que el mismo es “sinónimo de nacimiento, de principio, de amanecer de la vida”. Cristo es «alfa”, dijo, y es también «omega», es decir, “el fin, el cumplimiento, la plenitud”. Con Él, unidos a Él, “cada uno de nosotros se convierte en una semilla destinada a germinar, crecer y dar fruto”. Pero, – advirtió el Santo Padre, – es necesario seguirlo. Y acrecentó:  Decir no al egoísmo, al egocentrismo, a aparentar más de lo que somos. Ser uno mismo, no inflarse, tampoco abatirse, reconocerse por lo que se es, esta es la verdadera humildad. Y ante el mal que hay en nosotros y a nuestro alrededor, no escapar, no evadir la realidad, no encerrarse en uno mismo, sino tomar cada uno su parte de responsabilidad -Jesús dice «su cruz»- y llevarla, con amor, con alegría. No solos, no, eso no es posible: siempre con Jesús, Él delante y nosotros detrás.  “No sean fotocopias” Jesús, continuó diciendo el Papa, “nos conoce y nos ama más que a nosotros mismos, y quiere para cada uno de nosotros una plenitud original, única para cada uno”. “Dios no quiere fotocopias, sólo originales” subrayó recordando al beato Carlo Acutis. La corta vida de este joven “hijo de este tiempo”, fue una vida “corta, pero plena”, afirmó el Santo Padre. Fue “como una carrera, una escalada hacia el cielo”.  Tomó la carrera desde el día de su Primera Comunión, cuando se encontró con Jesús en su Cuerpo y Sangre. Sí, porque Jesús no es una idea, ni una regla moral, no, Jesús es una persona, un amigo, un compañero de camino. Por todo ello, a los chicos y chicas del Campamento Alpha el Papa Francisco los dejó con un deseo: “que Jesús se convierta en su gran Amigo, en su Compañero de Camino”. “Que Jesús vivo se convierta en su vida”. Y les repitió: “¡Por favor, no sean fotocopias! Cada uno de ustedes, un original”. Prensa CEVNota de prensa de Vaticans News05 de agosto de 2022

04
Ago

Papa Francisco: Cuando la Iglesia está unida se pueden hacer milagros

Vaticano.- La Iglesia o es sinodal o no es Iglesia. El Papa Francisco volvió a reiterar un concepto muy querido por él en el encuentro privado que tuvo lugar la mañana del pasado 29 de julio, durante su 37º Viaje Apostólico a Canadá, en el arzobispado de Quebec con 15 de los más de 200 jesuitas de la provincia canadiense. La Civilità Cattolica publica hoy la totalidad del diálogo en un artículo del director Padre Antonio Spadaro. Cuando decimos «Iglesia sinodal» la expresión es redundante porque «la Iglesia o es sinodal o no es Iglesia». Un sínodo sobre la sinodalidad sirve para reafirmarlo, recuerda el Pontífice en una conversación de una hora con los jesuitas de Canadá, tierra que recuerda haber visitado en dos ocasiones anteriores: en los años 70 como maestro de novicios y en 2008 con motivo del Congreso Eucarístico Internacional. La unidad de la Iglesia canadiense «El Sínodo -recuerda Francisco- no es una reunión política, ni una comisión de decisiones parlamentarias. Es la expresión de la Iglesia donde el protagonista es el Espíritu Santo, como en los hechos narrados en los Hechos de los Apóstoles. Sínodo significa caminar juntos, y «Caminar juntos» fue el lema de la peregrinación penitencial a Canadá que acaba de terminar: una ocasión en la que emergió la unidad de la Iglesia, observó el Obispo de Roma, citando el dicho «si quieres ir rápido, ve solo, pero si quieres ir seguro, ve acompañado». Los milagros de una Iglesia unida El proceso de reconciliación con los pueblos indígenas no ha terminado, pero «lo más importante es que el episcopado se puso de acuerdo, asumió el reto, avanzó»: «este de Canadá fue un ejemplo de episcopado unido», «y cuando un episcopado está unido, puede afrontar bien los retos que se presentan». Si este camino de reconciliación va bien, señala el Papa Francisco, «no es por mi visita. Yo sólo soy la cereza del pastel. Son los obispos los que han hecho todo con su unidad». El Santo Padre también destaca la capacidad de la parte indígena para tratar bien el tema y comprometerse, y habla de la familiaridad que se observa entre los obispos y los indígenas: «estos son los milagros que se pueden realizar cuando la Iglesia está unida». El Señor dona la fuerza a los frágiles A continuación, advierte sobre uno de los peores enemigos de la unidad de la Iglesia: la ideología. «La verdadera fuerza de un jesuita – afirma – es la conciencia de la propia fragilidad. Es el Señor quien nos da la fuerza». A continuación, se le pregunta a Francisco por algunos comentarios que salieron en la prensa durante el viaje a Canadá, como la pregunta de por qué el Papa pide perdón en nombre de los cristianos, pero no de la Iglesia como institución. «Hablo en nombre de la Iglesia, aunque no lo haga explícito», precisa. «Al contrario, tengo que explicitar que es mi pensamiento personal cuando no hablo en nombre de la Iglesia». El derecho, como la moral: en camino A los que se preguntan por qué no hubo ningún encuentro con víctimas de abusos sexuales durante este viaje, les explica que había respondido a varias cartas sobre el tema antes del viaje y que la intención era «sacar a relucir el tema de los indígenas». Todavía hablando de abusos, algunos de los presentes en el encuentro señalan que muchos hablan de Francisco como el Papa del cambio, incluso a nivel penal. «El derecho no se puede guardar en una nevera, acompaña a la vida y la vida sigue: igual que la moral se va perfeccionando», respondió el Obispo de Roma. “La comprensión del hombre cambia con el tiempo y la conciencia se profundiza”. Es un error concebir la doctrina de la Iglesia como un monolito. Tradicionalismo, paganismo del pensamiento Por eso es importante respetar la tradición auténtica, «la memoria viva de los creyentes», frente al tradicionalismo, que, en cambio, subraya el Pontífice, es «la vida muerta de los creyentes». Justificar cada acción con «siempre se ha hecho así», añade, «es paganismo de pensamiento». La liturgia y la unidad de la Iglesia Respondiendo a una pregunta sobre la liturgia y la unidad de la Iglesia, Francisco recuerda, por un lado, las monstruosas deformaciones litúrgicas en América Latina hace treinta años y, por otro, la posterior «intoxicación de vuelta a lo antiguo». «Mi acción en este campo – explica – ha seguido la línea seguida por Juan Pablo II y Benedicto XVI, que habían permitido el rito antiguo y habían pedido la verificación posterior. La verificación más reciente ha puesto de manifiesto la necesidad de regular la cuestión y evitar que sea una cuestión de moda, sino que siga siendo una cuestión pastoral». El Pontífice está seguro de que «vendrán estudios que perfeccionarán la reflexión sobre una cuestión tan importante» porque la «liturgia es la alabanza pública del pueblo de Dios». El calvario de Haití La Provincia canadiense de la Compañía de Jesús incluye también el territorio de Haití, y no podía dejar de reflexionar sobre el difícil proceso de reconciliación nacional que se está llevando a cabo en el país caribeño: «Haití está viviendo un calvario», comentó Francisco, expresando toda su simpatía y confiando en que temía que estuviera cayendo en «un pozo de desesperación». «No me parece que las organizaciones internacionales hayan entendido cómo hacerlo», añade, pidiendo soluciones concretas para salir de la crisis y sugiriendo a la Iglesia iniciativas de oración y penitencia para ayudar al pueblo haitiano a crecer en esperanza. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News04 de agosto de 2022

03
Ago

El saludo del Papa a los niños del Centro de Verano del Vaticano

Vaticano.- Al final de la catequesis, el Pontífice dirigió un saludo especial a los niños que participan en el oratorio de verano organizado dentro de los muros del Vaticano. Don Franco Fontana: «Invitamos a estos chicos a soñar en grande». «Saludo a los niños del Centro Juvenil de Verano en el Vaticano. Han estado en silencio hasta ahora y es comprensible que hagan algo de ruido acompañados de sus padres y animadores, a los que agradezco su preciosa labor. Quiero dar las gracias al padre Franco, alma espiritual del Vaticano, que como buen salesiano fue capaz de plantar esta semilla, de hacer este centro de verano, este es el tercer año’. Las palabras del Papa al final de la audiencia general en el Aula Pablo VI fueron «una gran emoción» para el padre Franco Fontana, capellán y coordinador de la iniciativa que, desde hace tres años, acoge en verano a niños de diferentes edades, hijos de empleados del Vaticano.  El Centro de Verano, también marcado por momentos de oración y reflexión, se desarrolla dentro de la Ciudad del Vaticano en espacios dedicados y equipados para actividades recreativas y deportivas. En medio de los coros y gritos de los niños, el padre Franco confió a Vatican News su alegría por el saludo del Pontífice, pero también su «preocupación» durante la audiencia general: «Quería mantener a estos niños callados durante toda la catequesis, pero estaban preparados». El religioso salesiano relata a continuación «un momento aún más hermoso» que tuvo lugar antes de la audiencia: «El Papa recibió a los animadores en una pequeña sala y les dirigió un saludo especial, dándoles las gracias y sobre todo diciéndoles que esta pasión educativa debe apasionarles durante toda su vida». El Papa recordó su compromiso, el compromiso salesiano, en la preparación y organización del centro de verano. Una atención, la de los niños y jóvenes, fundamental para unir pasado y futuro, memoria y profecía… Hace tres años, el Papa pidió hacer algo, especialmente en el momento de la pandemia. La idea era hacer un campamento escolar al aire libre. Ante la imposibilidad, empezamos con esta actividad, que va creciendo: el primer año tuvimos 150 chicos, este año 230 chicos durante cinco semanas. Es un compromiso reforzado por la colaboración de religiosos y laicos que crean un ambiente familiar, un espacio donde los chicos se sienten como en casa. El Centro está ahora en su última semana. ¿Cómo se han marcado estas semanas? Por momentos de juego y oración. Para cada grupo, cada semana, teníamos una oración adaptada a ellos: para los verdes, la celebración de la Palabra; para los amarillos, la misa; para los azules, la confesión. Estos son los colores que corresponden a los distintos grupos de edad. Luego el juego, mucho, y el momento formativo, marcado por el mundo de la fantasía; este año la historia del Gran Gigante Gentil y de soñar en grande acompañó toda la experiencia del Centro de Verano. Por lo tanto, el tema central era el sueño. El Papa ha invitado a menudo a los jóvenes a soñar…. Nosotros también invitamos y hemos invitado a estos jóvenes a soñar en grande, a no dejarse llevar por las situaciones de desánimo que pueden tener algunas familias. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News03 de agosto de 2022

03
Ago

El Papa: Un sano equilibrio entre modernidad y culturas ancestrales

Vaticano.- Memoria, reconciliación y sanación, las tres etapas de su reciente viaje apostólico a Canadá, fueron descritas por el Pontífice en la audiencia general de este miércoles, la primera tras sus vacaciones de verano. Nuevamente la advertencia ante la mentalidad colonizadora actual que amenaza tradiciones, culturas y vínculos religiosos. El camino junto a los pueblos indígenas ha constituido la espina dorsal del viaje apostólico a Canadá. Lo dijo el Papa esta mañana, en su primera audiencia general tras el período de vacaciones y a su regreso de lo que él mismo describió como “un viaje diferente a los otros” y cuya motivación principal era la de expresar su cercanía y pedir perdón a los pueblos originarios por el daño causado por las políticas de asimilación forzada y liberación en las que participaron muchos católicos. “Caminar juntos”, lema del viaje apostólico, es “un camino de reconciliación y de sanación, que presupone la conciencia histórica, la escucha de los supervivientes, la toma de conciencia y sobre todo la conversión, el cambio de mentalidad”. Una profundización que se viene realizando en Canadá y que revela que junto a hombres y mujeres de Iglesia valientes defensores de la dignidad de las poblaciones autóctonas, no han faltado los que han participado en programas “inaceptables y contrarios al Evangelio”. La memoria Esta “peregrinación penitencial” como la definió desde un principio el Santo Padre se desarrolló en tres grandes etapas: en Edmonton, en la parte occidental del país; en Quebec, en la parte oriental y en el norte, en Iqaluit. “El primer encuentro tuvo lugar en Masqwacis – “La colina del oso” – donde se dieron cita jefes y miembros de los principales grupos indígenas de todo el país: Primeras naciones, Métis e Inuit. Juntos hemos hecho memoria: la buena memoria de la historia milenaria de estos pueblos, en armonía con su tierra, y la memoria dolorosa de los abusos sufridos, también en las escuelas residenciales, a causa de las políticas de asimilación cultural”. Momentos en los que no faltaron el silencio y la oración “para que  la memoria pueda volver a iniciar un nuevo camino, ya sin dominadores y súbditos, sino solo hermanos y hermanas” afirmó el Papa antes de pasar a la segunda etapa del viaje. La reconciliación “Después de la memoria, el segundo paso de nuestro camino fue el de la reconciliación. No un acuerdo entre nosotros – sería una ilusión, una puesta en escena – sino un dejarse reconciliar por Cristo, que es nuestra paz”. El símbolo de esta etapa como explicó el Pontífice fue la figura del árbol, central en la vida y en la simbología de los pueblos indígenas. “El árbol, cuyo sentido nuevo y pleno se desvela en la Cruz de Cristo” y que transforma “el dolor en amor, la muerte en vida, la desilusión en esperanza, el abandono en comunión, la distancia en unidad”. “Las comunidades indígenas que han acogido y asimilado el Evangelio nos ayudan a recuperar la dimensión cósmica del misterio cristiano, en particular de la Cruz y de la Eucaristía. En torno a este centro se forma la comunidad, la Iglesia, llamada a ser una tienda abierta, espaciosa y acogedora, la tienda de la reconciliación y de la paz”. La sanación Este tercer momento de su viaje apostólico a Canadá fue descrito por el Papa como l de la sanación que se realizó en la orilla del lago Santa Ana, precisamente en el día de la fiesta de santos Joaquín y Ana. Un lugar significativo, explicó Francisco porque para Jesús el lago era un ambiente familiar y que en el lago de Galilea vivió buena parte de su vida pública. “Todos podemos tomar de Cristo, fuente de agua viva, la Gracia que sana nuestras heridas: a Él, que encarna la cercanía, la compasión y la ternura del Padre, hemos llevado los traumas y las violencias sufridas por los pueblos indígenas de Canadá y del mundo entero; hemos llevado las heridas de todos los pobres y los excluidos de nuestras sociedades; y también las heridas de las comunidades cristianas, que siempre necesitan dejarse resanar por el Señor”. Superar la mentalidad colonizadora Seguidamente, el Santo Padre se refirió a los encuentros con las comunidades eclesiales y las autoridades del país, a quienes expresó “la voluntad activa de la Santa Sede y de las Comunidades católicas locales de promover las culturas originarias, con recorridos espirituales apropiados y con la atención a las costumbres y a las lenguas de los pueblos. “Al mismo tiempo, señalé cómo la mentalidad colonizadora se presenta hoy bajo varias formas de colonizaciones ideológicas, que amenazan a las tradiciones, la historia y los vínculos religiosos de los pueblos, aplanando las diferencias, concentrándose solo en el presente y descuidando a menudo los deberes hacia los más débiles y frágiles. Se trata por tanto de recuperar un sano equilibrio, una armonía entre la modernidad y las culturas ancestrales, entre la secularización y los valores espirituales”. La sanación Este tercer momento de su viaje apostólico a Canadá fue descrito por el Papa como l de la sanación que se realizó en la orilla del lago Santa Ana, precisamente en el día de la fiesta de santos Joaquín y Ana. Un lugar significativo, explicó Francisco porque para Jesús el lago era un ambiente familiar y que en el lago de Galilea vivió buena parte de su vida pública. “Todos podemos tomar de Cristo, fuente de agua viva, la Gracia que sana nuestras heridas: a Él, que encarna la cercanía, la compasión y la ternura del Padre, hemos llevado los traumas y las violencias sufridas por los pueblos indígenas de Canadá y del mundo entero; hemos llevado las heridas de todos los pobres y los excluidos de nuestras sociedades; y también las heridas de las comunidades cristianas, que siempre necesitan dejarse resanar por el Señor”. Superar la mentalidad colonizadora Seguidamente, el Santo Padre se refirió a los encuentros con las comunidades eclesiales y las autoridades del país, a quienes expresó “la voluntad activa de la Santa Sede y de las

02
Ago

El Papa: La codicia es una enfermedad que destruye a las personas

En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco habla de la codicia por tener siempre más. Convirtiendo en esclavos y servidores del dinero a quienes persiguen enriquecerse siempre más, es adictiva. «En las guerras y los conflictos: el ansia de recursos y riqueza está casi siempre implicada. ¡Cuántos intereses hay detrás de una guerra! Sin duda, uno de ellos es el comercio de armas. Este comercio es un escándalo al que no debemos ni podemos resignarnos», dijo. Servirse de las riquezas sí; servir a la riqueza no: es idolatría, es ofender a Dios, dijo el Pontífice, y agregó que la vida no depende de lo que se posee, depende de las buenas relaciones con Dios, con los demás y con los que tienen menos. Es necesario preguntarnos cómo queremos enriquecernos, según Dios o mi codicia. Preguntarnos qué herencia queremos dejar, dinero en el banco o gente feliz a mi alrededor, buenas obras que no se olvidan, personas a las que he ayudado a crecer y madurar.  La codicia por tener siempre más. Convirtiendo en esclavos y servidores del dinero a quienes persiguen enriquecerse siempre más. Francisco dijo que la codicia es una enfermedad peligrosa para la sociedad: por su culpa, dijo, hemos llegado hoy a otras paradojas, a una injusticia como nunca antes en la historia, donde unos pocos tienen mucho y muchos tienen poco. «Pensemos también en las guerras y los conflictos: el ansia de recursos y riqueza está casi siempre implicada. ¡Cuántos intereses hay detrás de una guerra! Sin duda, uno de ellos es el comercio de armas», dijo. «Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo» El Papa dio inicio a su alocución recordando el Evangelio de la Liturgia de hoy: “Un hombre dirige esta petición a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo» (Lc 12,13)”. Al respecto, Bergoglio afirmó que es una situación muy común, problemas similares siguen estando a la orden del día, muchas familias se pelean por una herencia, y quizás ya no se hablan. Y retomando el Evangelio, Francisco dijo que Jesús, respondiendo al hombre, no entra en detalles, sino que va a la raíz de las divisiones causadas por la posesión de cosas, y dice: «Guardaos de toda codicia» (v. 15). La codicia ¿Qué es la codicia? se pregunta el Santo Padre, y nos dice que es la ambición desenfrenada por las posesiones, siempre queriendo enriquecerse. Es una enfermedad, afirmó, que destruye a las personas, porque el hambre de posesiones es adictiva. Especialmente los que tienen mucho nunca están satisfechos: siempre quieren más, y sólo para ellos mismos. Teniendo esta ambición desenfrenada, eliminamos nuestra libertad. Ya no somos libres, dijo el Papa, estamos apegados, somos esclavos de los que «paradójicamente» debería haber servido para vivir libres y serenos. En el afán de tener siempre más, servimos al dinero, afirmó, la codicia es peligrosa en la sociedad, por la codicia, muchos tienen poco, y pocos tienen mucho. «Jesús nos enseña hoy que, en el fondo de todo esto, no hay sólo unos pocos poderosos o ciertos sistemas económicos: está la codicia que hay en el corazón de todos».De allí que Francisco nos cuestiona: ¿cómo es mi desprendimiento de las posesiones, de las riquezas? ¿Me quejo de lo que me falta o me conformo con lo que tengo? ¿Estoy tentado, en nombre del dinero y las oportunidades, a sacrificar las relaciones y el tiempo por los demás? Y de nuevo, ¿estoy tentado a sacrificar la legalidad y la honestidad en el altar de la codicia? El altar de la codicia, porque señaló el Papa, los bienes materiales, el dinero, las riquezas pueden convertirse en un culto, en una verdadera idolatría. Por eso Jesús nos advierte con palabras fuertes, dice que no se puede servir a dos señores, y advierte Francisco, que tengamos cuidado, Jesús  «no dice Dios y el diablo, o el bien y el mal, sino Dios y las riquezas (cf. Lc 16,13). Servirse de las riquezas sí; servir a la riqueza no: es idolatría, es ofender a Dios». Hacerse rico según Dios El Papa nos aconseja buscar la riqueza, desear ser más ricos, «es justo desearlo, es bueno hacerse rico, ¡pero rico según Dios! Dios es el más rico de todos: es rico en compasión, en misericordia. Su riqueza no empobrece a nadie, no crea peleas ni divisiones». Es una riqueza, dijo por último Francisco, que ama dar, distribuir, compartir. «Acumular bienes materiales no es suficiente para vivir bien, porque -repite Jesús- la vida no depende de lo que se posee (cf. Lc 12,15). En cambio, depende de las buenas relaciones: con Dios, con los demás y también con los que tienen menos. Entonces, nos preguntamos: ¿cómo quiero enriquecerme? ¿Según Dios o según mi codicia? Y volviendo al tema de la herencia, ¿qué herencia quiero dejar? ¿Dinero en el banco, cosas materiales, o gente feliz a mi alrededor, buenas obras que no se olvidan, personas a las que he ayudado a crecer y madurar?» Su alocución concluyó pidiendo a la Virgen que nos ayude a comprender cuáles son los verdaderos bienes de la vida, los que permanecen para siempre. Nuevo llamamiento del Papa por Ucrania: Detenerse y negociar El Papa en sus saludos después del rezo mariano del Ángelus, recordó que el miércoles durante la audiencia general hablará de su viaje apostólico en Canadá, y también felicita a los jesuitas en el día de San Ignacio de Loyola. Afirmó que en su viaje no dejó de rezar por Ucrania, es el momento de detenerse y negociar la paz, dijo. Patricia Ynestroza – Ciudad del Vaticano “Ayer por la mañana regresé a Roma tras mi viaje apostólico de seis días a Canadá. Tengo previsto hablar de ello en la audiencia general del próximo miércoles”. Con estas palabras, Francisco, recordó, que como es habitual después de un viaje apostólico, la audiencia sucesiva a su regreso, está dedicada a una reflexión de lo que fue su viaje. Mientras en sus saludos después del rezo mariano del