Categoría: Papa Francisco

29
Abr

Papa Francisco: Que Europa sea unida y fraterna

Vaticano.- En la misa de Santa Marta, Francisco, recordando la fiesta hodierna de Santa Catalina de Siena, Patrona de Europa, reza por la unidad de Europa y de la Unión Europea, para que todos juntos podamos seguir adelante como hermanos. En su homilía, nos invita a pedir al Señor la gracia de la sencillez y la humildad para confesar nuestros pecados concretos y así encontrar el perdón de Dios. Francisco presidió la misa en la Casa Santa Marta el día en que la Iglesia celebra la fiesta de Santa Catalina de Siena, virgen, doctora de la Iglesia, patrona de Italia y de Europa. En la introducción dirigió sus pensamientos a Europa, como lo ha hecho en otras ocasiones en estos días marcados por la pandemia de Covid-19: Hoy es Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia, Patrona de Europa. Recemos por Europa, por la unidad de Europa, por la unidad de la Unión Europea: para que todos juntos podamos seguir adelante como hermanos. En su homilía, el Papa comentó la Primera Carta de San Juan (1 Jn 1, 5-2, 2) en la que el Apóstol afirma que Dios es luz y si decimos que estamos en comunión con él, también estamos en comunión unos con otros, y la sangre de Jesús nos purifica de todo pecado. Y señala: el que dice que está sin pecado se engaña a sí mismo, pero si confiesa su pecado, Dios le perdona y le limpia de toda iniquidad. El apóstol – observa Francisco – llama a la concreción, a la verdad: dice que no podemos caminar en la luz y estar en las tinieblas. Peor es caminar en el gris, porque te hace creer que estás caminando en la luz y esto te tranquiliza. El gris es muy traicionero. Lo contrario es la concreción de reconocer los propios pecados. La verdad es concreta: significa confesar los pecados no de manera abstracta, sino concreta. Como dice el Evangelio de hoy (Mt 11, 25-30) en el que Jesús alaba al Padre porque escondió el Evangelio a los sabios y doctos y lo reveló a los pequeños. Los pequeños -subraya el Papa- confiesan sus pecados de forma sencilla, dicen cosas concretas porque tienen la sencillez que Dios les da. También nosotros debemos ser sencillos y concretos y confesar nuestros pecados con humildad y vergüenza concretos. Y el Señor nos perdona: debemos dar el nombre a los pecados. Si somos abstractos al confesarlos, somos genéricos, terminamos en las tinieblas. Es importante – dice el Papa – tener la libertad de decir al Señor las cosas como son, tener la sabiduría de la concreción, porque el diablo quiere que vivamos en el gris, ni blanco ni negro. Al Señor no le gustan los tibios. La vida espiritual es simple, pero nosotros la complicamos con matices. Pidamos al Señor -concluye Francisco- la gracia de la sencillez, la transparencia, la gracia de la libertad y de conocer bien quiénes somos ante Dios. A continuación, el texto de la homilía (transcripción no oficial): En la Primera Carta del Apóstol San Juan hay muchos contrastes: entre luz y tinieblas, entre mentira y verdad, entre  pecado e inocencia. Pero el apóstol siempre llama a la concreción, a la verdad, y nos dice que no podemos estar en comunión con Jesús y caminar en las tinieblas, porque Él es la luz. O una cosa u otra: el gris es aún peor, porque el gris te hace creer que estás caminando en la luz, porque no estás en la oscuridad y esto te tranquiliza. El gris es muy traicionero. O una cosa u otra. El apóstol continúa diciendo: «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros». Y aquí hay una cosa que puede engañarnos: decir «todos somos pecadores», como quien dice «buenos días», «feliz jornada», una cosa habitual, incluso una cosa social, y así no tenemos una verdadera conciencia del pecado. No: soy un pecador por esto, esto, esto. La concreción. La concreción de la verdad: la verdad siempre es concreta; las mentiras son etéreas, son como el aire, no puedes agarrarlas. La verdad es concreta. Y no puedes ir a confesar tus pecados de forma abstracta: «Sí, yo… sí, perdí la paciencia una vez, volví a perder la paciencia…», y cosas abstractas. «Soy un pecador». La concreción: «Yo hice esto. Esto es lo que pensé. He dicho esto.» La concreción es lo que me hace sentir como un pecador en serio y no un pecador en el aire. Jesús dice en el Evangelio: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños». La concreción de los pequeños.  Es hermoso escuchar a los pequeños cuando vienen a confesarse: no dicen cosas extrañas, en el aire; dicen cosas concretas, y a veces demasiado concretas porque tienen esa simplicidad que Dios da a los pequeños. Recuerdo siempre a un niño que una vez vino a decirme que estaba triste porque se había peleado con su tía…  Luego siguió. Le dije: «¿Qué has hecho?» – «Eh, yo estaba en casa, quería ir a jugar al fútbol – un niño, ¿eh? – pero la tía, la mamá no estaba allí, ella le dijo: «No, no salgas: primero tienes que hacer los deberes». Palabra más, palabra menos y al final le dije que se fuera a aquel lugar». Era un niño de gran cultura geográfica… ¡Incluso me dijo el nombre del país al que había enviado a su tía! Son así: simples, concretos. También nosotros debemos ser simples, concretos: la concreción te lleva a la humildad, porque la humildad es concreta. «Todos somos pecadores» es algo abstracto. No: «Yo soy un pecador por esto, por esto y por esto», y esto me lleva a la vergüenza de mirar a Jesús: «Perdóname». La verdadera actitud del pecador. Y si decimos que estamos sin pecado nos engañamos a nosotros mismos y la

29
Abr

Papa Francisco en la catequesis: “Una vida coherente con el Evangelio atrae persecuciones”

Vaticano.- “Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia, porque de ellos será el Reino de los Cielos”. La última Bienaventuranza es el tema de la catequesis del Santo Padre este miércoles, 29 de abril de 2020. “Queridos hermanos y hermanas, hoy concluimos las catequesis dedicadas a las bienaventuranzas, y lo hacemos con la última de ellas que proclama la alegría que viene de la persecución a causa de la justicia. Esta bienaventuranza culmina un camino, que es el que conduce de una vida según este mundo a la de Dios, de una vida guiada por el egoísmo a la del Espíritu”, lo dijo el Papa Francisco en su catequesis en la Audiencia General de este miércoles, 29 de abril de 2020, la misma que fue transmitida en directo desde la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano. Las Bienaventuranza un camino unificado En su catequesis, el Santo Padre señaló que esta última Bienaventuranzas evangélica nos habla de la alegría escatológica de los perseguidos por la justicia. “Esta bienaventuranza anuncia la misma felicidad que la primera: el reino de los Cielos es de los perseguidos así como es de los pobres de espíritu; así comprendemos que hemos llegado al final de un recorrido unificado desarrollado en las proclamaciones anteriores”. La pobreza de espíritu, el llanto, la mansedumbre, la sed de santidad, la misericordia, la purificación del corazón y las obras de paz pueden conducir a la persecución por causa de Cristo, pero esta persecución al final es causa de alegría y de gran recompensa en el cielo. “El camino de las Bienaventuranzas es un camino pascual que conduce de una vida según el mundo a una vida según Dios, de una existencia guiada por la carne – es decir, por el egoísmo – a una guiada por el Espíritu” El mundo rechaza las Bienaventuranzas La vida según el mundo, afirmó el Pontífice, con sus ídolos, sus compromisos y sus prioridades, no puede aprobar este tipo de existencia. Las «estructuras de pecado», precisó el Papa, a menudo producidas por la mentalidad humana, tan ajenas al Espíritu de verdad que el mundo no puede recibir (cf. Jn 14,17), sólo pueden rechazar la pobreza o la mansedumbre o la pureza y declarar la vida según el Evangelio como un error y un problema, por lo tanto como algo que hay que marginar. Así piensa el mundo: estos son idealistas o fanáticos. Así piensan ellos. El testimonio cristiano es incomodo para el mundo Por ello, el Papa Francisco subrayó que el testimonio cristiano muchas veces se convierte en una molestia para el sistema de la codicia. Esta palabra “incomodidad”, es clave, porque solo el testimonio cristiano, que hace tanto bien a la gente porque lo sigue, incomoda a quienes tienen una mentalidad mundana. Lo viven como un reproche. “Cuando aparece la santidad y surge la vida de los hijos de Dios, en esa belleza hay algo incómodo que exige una postura: o se cuestiona y se abre a la bondad o se rechaza esa luz y se endurece el corazón, incluso hasta la oposición y el ensañamiento”. Es curioso, llama la atención ver como en las persecuciones de los mártires, crece la hostilidad hasta el ensañamiento. “Basta ver las persecuciones del siglo pasado de las dictaduras europeas: como se llega al ensañamiento contra los cristianos, contra el testimonio cristiano y contra la heroicidad de los cristianos” Hoy hay más mártires que en los primeros siglos Todo esto, precisó el Santo Padre, muestra que el drama de la persecución es también el lugar de la liberación del sometimiento al éxito, la vanagloria y los compromisos del mundo. Porque como dice el Evangelio, ¿de qué sirve que un hombre gane el mundo entero y pierda su vida?» (Mc 8, 36). “Es doloroso recordar que, en este momento, hay muchos cristianos que sufren persecución en varias partes del mundo, y debemos esperar y rezar para que lo antes posible su tribulación se detenga. Son muchos: los mártires de hoy, hay más mártires que en los primeros siglos. Expresemos a estos hermanos y hermanas nuestra cercanía: somos un solo cuerpo, y estos cristianos son los miembros sangrantes del cuerpo de Cristo que es la Iglesia”. El desprecio de los hombres no es sinónimo de persecución Asimismo, el Pontífice advirtió que, debemos tener cuidado de no leer esta Bienaventuranza de una manera victimista, autocompasiva. En efecto, no siempre el desprecio de los hombres es sinónimo de persecución: justo después de que Jesús dice que los cristianos son la «sal de la tierra», y advierte contra la «pérdida del sabor», de lo contrario la sal «no sirve para otra cosa que para ser tirada y pisoteada por los hombres» (Mt 5,13). Por lo tanto, también hay un desprecio que es nuestra culpa cuando perdemos el sabor de Cristo y del Evangelio. “Debemos ser fieles al camino humilde de las Bienaventuranzas, porque es eso lo que lleva a ser de Cristo y no del mundo. Vale la pena recordar el camino de San Pablo: cuando creía ser un justo, era de hecho un perseguidor, pero cuando descubrió que era un perseguidor, se convirtió en un hombre de amor, que afrontaba con gusto los sufrimientos de la persecución que sufría”. La presencia de Jesús siempre nos consuela Finalmente, el Papa Francisco dijo que, la exclusión y la persecución, si Dios nos concede la gracia, nos hacen parecer a Cristo crucificado y, asociándonos a su pasión, son la manifestación de la vida nueva. Esta vida es la misma que la de Cristo, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación fue «despreciado y rechazado por los hombres». Aceptar su Espíritu puede llevarnos a tener tanto amor en nuestros corazones que ofrezcamos nuestras vidas por el mundo sin comprometerse con sus engaños y aceptando el rechazo. Los compromisos con el mundo son un peligro: el cristiano siempre es tentado de hacer pactos con el mundo, con el espíritu del mundo. Esto – rechazar los compromisos e ir por el camino de Jesucristo –

29
Abr

Papa Francisco invoca la protección de Santa Catalina para Italia y Europa por el Covid-19

Vaticano.- Este miércoles, 29 de abril, el Santo Padre en sus saludos después de la catequesis recordó la memoria litúrgica de Santa Catalina de Siena, y pidió su intercesión por todos aquellos que han perdido el trabajo. Además, el Pontífice invitó a rezar el Santo Rosario durante el mes dedicado a la Virgen María para que nos ayude a superar la crisis del Covid-19. “Pido a Santa Catalina que proteja a Italia durante esta pandemia y que proteja a Europa, porque es la Patrona de Europa; que proteja a toda Europa para que pueda permanecer unida”, con estas palabras el Papa Francisco pidió la intercesión de Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia y Co-patrona de Europa, en el día en el que la Iglesia celebra su memoria litúrgica. Al final de la catequesis, el Pontífice volvió a recordar la figura de Santa Catalina de Siena, ya esta mañana, en la Misa en la Casa Santa Marta, había invocado su intercesión por la unidad de Europa. Amor a la Iglesia y preocupación por la sociedad En la Audiencia general, en sus saludos en lengua italiana, el Santo Padre subrayó el ejemplo de esta joven y valiente mujer que, aunque analfabeta, dirigió muchos llamamientos a las autoridades civiles y religiosas, a veces reprimendas o llamamientos a la acción, entre ellos para la pacificación de Italia y el regreso del Papa de Aviñón a Roma. Fue una mujer que influyó en la esfera civil, incluso en los niveles más altos, y en la Iglesia. “Esta gran figura de mujer sacó de la comunión con Jesús el coraje de la acción y esa inagotable esperanza que la sostuvo en las horas más difíciles, incluso cuando todo parecía perdido, y le permitió influir en los demás – subrayó el Papa – incluso en los más altos niveles civiles y eclesiásticos, con la fuerza de su fe. Que su ejemplo ayude a cada uno a saber unir, con coherencia cristiana, un intenso amor a la Iglesia a una efectiva preocupación por la comunidad civil, especialmente en este tiempo de prueba”. El Papa pide por los desempleados a causa del Covid-19 Asimismo, el Santo Padre al saludar a los fieles en lengua francesa, recordó que este viernes, 1 de mayo, se celebra la fiesta de San José Obrero y pidió especialmente por las personas afectadas por la desocupación a causa de la pandemia del coronavirus. “Por su intercesión – invocó el Pontífice – encomiendo a la misericordia de Dios a las personas afectadas por el desempleo a causa de la actual pandemia. ¡Que el Señor sea la Providencia de todos los necesitados y nos anime a ayudarlos!”. Dirijamos la mirada al maternal corazón de María Además, el Papa Francisco al saludar a los fieles en lengua polaca, invitó a rezar el Santo Rosario durante el mes dedicado en Europa a la Virgen María. El Pontífice anima a todos los fieles a pedir la intercesión de la Madre de Jesús, como ya la había hecho este fin de semana en su Carta al pueblo de Dios, especialmente por el dolor causado por el coronavirus. “Permaneciendo en las casas a causa de la pandemia, aprovechemos este tiempo para redescubrir la belleza del rezo del Rosario y las tradiciones de las funciones marianas. En la familia, o individualmente – invitó el Papa – en cada momento fijen con la mirada el rostro de Cristo y el corazón de María. Que su intercesión maternal nos ayude a afrontar este tiempo de prueba particular”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de abril de 2020

28
Abr

Papa Francisco: el Señor dé prudencia a su pueblo ante la pandemia

Vaticano.- En la misa en la Casa Santa Marta, Francisco rezó para que el pueblo de Dios sea obediente a las disposiciones para el fin de la cuarentena de modo que la pandemia no regrese. En su homilía, el Papa invitó al pueblo a no caer en el pequeño linchamiento cotidiano de la habladuría que provoca juicios falsos sobre las personas Francisco preside la misa en la Casa Santa Marta el martes de la tercera semana de Pascua. En la introducción piensa en el comportamiento del pueblo de Dios ante el final de la cuarentena: En este tiempo, cuando empezamos a tener disposiciones para salir de la cuarentena, le pedimos al Señor que le dé a su pueblo, a todos nosotros, la gracia de la prudencia y la obediencia a las disposiciones, para que la pandemia no vuelva. En su homilía, el Papa comentó el pasaje de hoy de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 7:51-8:1), en el que Esteban habla con valentía al pueblo, a los ancianos y a los escribas, que lo juzgan con falsos testimonios, lo arrastran fuera de la ciudad y lo apedrean. «Hicieron lo mismo con Jesús también,» afirma el Papa, «tratando de convencer a la gente de que era un blasfemo». «Es una bestialidad empezar de testimonios falsos para ‘hacer justicia’: noticias falsas, calumnias, que incitan a la gente a ‘hacer justicia’, es un verdadero linchamiento». Así lo hicieron con Esteban, usando a un pueblo que fue engañado. Así sucede con los mártires de hoy, como Asia Bibi, durante muchos años en prisión, juzgada por calumnia. Frente a la avalancha de falsas noticias que crean opinión, a veces no se puede hacer nada. Pienso en el Holocausto, dice el Papa: la opinión se creó en contra de un pueblo para acabar con él. Luego está el pequeño linchamiento diario que trata de condenar a la gente, de crear una mala reputación, el pequeño linchamiento diario de habladuría que crea opiniones para condenar a las personas. La verdad, en cambio, es clara y transparente, es el testimonio de lo verdadero, de aquello en lo que se cree. Pensemos en nuestro lenguaje: muchas veces con nuestros comentarios comenzamos un linchamiento semejante. Incluso en nuestras instituciones cristianas hemos visto tantos linchamientos cada día que nacieron de las habladurías. Roguemos al Señor – es la oración conclusiva del Papa – para que nos ayude a ser justos en nuestros juicios, a no empezar y seguir esta condena masiva que provoca la habladuría. A continuación la homilía del Papa según nuestra transcripción: En la primera lectura de estos días escuchamos el martirio de Esteban: una cosa simple, cómo sucedió. Los Doctores de la Ley no toleraban la claridad de la doctrina, y como salió, fueron a pedirle a alguien que dijera que habían oído que Esteban blasfemaba contra Dios, contra la Ley. Y después de eso, se abalanzaron sobre él y lo apedrearon, así de sencillo. Es una estructura de acción que no es la primera: también con Jesús hicieron lo mismo. El pueblo que estaba allí trató de convencer de que era un blasfemo y gritaron: «Crucifíquenlo». Es una bestialidad. Una bestialidad, partir de falsos testimonios para llegar a «hacer justicia». Ese es el patrón. Incluso en la Biblia hay casos como este: a Susana hicieron lo mismo, a Nabot hicieron lo mismo, luego Aman trató de hacer lo mismo con el pueblo de Dios… Noticias falsas, calumnias que encienden al pueblo y piden justicia. Es un linchamiento, un linchamiento de verdad. Y así, [lo] llevan al juez, para que éste le dé forma legal a esto: pero ya llega juzgado, el juez debe ser muy, muy valiente para ir en contra de un juicio tan popular, hecho a propósito, preparado. Este es el caso de Pilatos: Pilatos vio claramente que Jesús era inocente, pero vio a la gente, se lavó las manos. Es una forma de hacer jurisprudencia. Incluso hoy en día vemos esto: también hoy, en algunos países, cuando se quiere dar un golpe de Estado o sacar a algún político para que no vaya a las elecciones o así, se hace esto: noticias falsas, calumnias, entonces se cae en un juez de los que les gusta crear jurisprudencia con este positivismo «situacionista» que está de moda, y luego se condena. Es un linchamiento social. Y así se le hizo a Esteban, así se le hizo al juicio de Esteban: llevan a juzgar a uno ya juzgado por el pueblo engañado. Esto también sucede con los mártires de hoy: que los jueces no tienen la oportunidad de hacer justicia porque ya están juzgados. Pensemos en Asia Bibi, por ejemplo, que hemos visto: diez años de prisión porque fue juzgada por una calumnia y un pueblo que quiere su muerte. Frente a esta avalancha de falsas noticias que crean opinión, muchas veces no se puede hacer nada: no se puede hacer nada. Pienso mucho, en esto, en la Shoah. La Shoah es un caso de este tipo: se creó una opinión en contra de un pueblo y luego fue normal: «Sí, sí: hay que matarlos, hay que matarlos». Una forma de proceder para acabar con la gente que molesta, que disturba. Todos sabemos que esto no es bueno, pero lo que no sabemos es que hay un pequeño linchamiento diario que intenta condenar a las personas, crear una mala reputación a las personas, descartarlas, condenarlas: el pequeño linchamiento diario de las habladurías que crea una opinión, y muchas veces uno escucha hablar mal de alguien, dice: «¡Pero no, esta persona es una persona correcta!» – «No, no: se dice que…», y con ese «se dice que» se crea una opinión para acabar con una persona. La verdad es otra: la verdad es el testimonio de lo verdadero, de las cosas que una persona cree; la verdad es clara, es transparente. La verdad no tolera las presiones. Veamos a Esteban, mártir: el primer mártir después de Jesús. Primer mártir. Pensemos en los apóstoles: todos han dado testimonio. Y

28
Abr

Papa Francisco instituye la Fundación Vaticana Juan Pablo I

Vaticano.- Será presidida por el cardenal Pietro Parolin, que en uno de sus discursos se expresa así sobre la enseñanza de Albino Luciani: «Su magisterio es actual. Proximidad, humildad, sencillez, insistencia en la misericordia de Dios, en el amor al prójimo y en la solidaridad son sus características más destacadas». El Papa Francisco, con Rescriptum ex audientia Ss.mi del 17 de febrero de 2020, erigió la Fundación Vaticana Juan Pablo I, respondiendo así a la propuesta de crear un organismo destinado a profundizar en la figura, el pensamiento y las enseñanzas de Juan Pablo I – Albino Luciani (26 de agosto de 1978 – 28 de septiembre de 1978) – y a promover el estudio y la difusión de sus escritos. La Fundación tiene por objeto proteger y preservar el patrimonio cultural y religioso dejado por el Papa Juan Pablo I; promover iniciativas como conferencias, reuniones, seminarios, sesiones de estudio; instituir premios y bolsas de estudio; cuidar la la actividad editorial tanto de los resultados de sus propios estudios e investigaciones como de los trabajos de terceros; servir de punto de referencia, en Italia y en el extranjero, para quienes trabajan en el mismo campo y con los mismos fines. El Papa nombró como Presidente de la Fundación al Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, quien a su vez nombró a estos miembros del Consejo de Administración: la Dra. Stefania Falasca, que también asume el papel de Vicepresidente; el Cardenal Beniamino Stella; Monseñor Andrea Celli; el padre Davide Fiocco; la Dra. Lina Petri; el Dr. Alfonso Cauteruccio. A continuación, las palabras del Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin: En respuesta a la propuesta de dar vida a un organismo destinado a profundizar en la figura, el pensamiento y las enseñanzas de Juan Pablo I (26 de agosto de 1978 – 28 de septiembre de 1978), el Santo Padre Francisco estableció el 17 de febrero la Fundación Vaticana Juan Pablo I. El Papa Juan Pablo I ha sido y sigue siendo un punto de referencia en la historia de la Iglesia universal, cuya importancia -como había señalado San Juan Pablo II- es inversamente proporcional a la duración de su brevísimo pontificado: «magis ostentus quam datus». La historia de Albino Luciani es la de un pastor cercano a la gente, centrado en lo esencial de la fe y con una extraordinaria sensibilidad social. Su magisterio es actual. Proximidad, humildad, sencillez, insistencia en la misericordia de Dios, en el amor al prójimo y en la solidaridad son las características más destacadas. Fue un obispo que vivió la experiencia del Concilio Ecuménico Vaticano II, la aplicó y en su breve pontificado hizo avanzar a la Iglesia por los principales caminos que éste indicaba: el regreso a las fuentes del Evangelio y una renovada misionariedad, la colegialidad episcopal, el servicio en la pobreza eclesial, la búsqueda de la unidad de los cristianos, el diálogo interreligioso, el diálogo con el mundo contemporáneo y el diálogo internacional, llevado a cabo con perseverancia y determinación, en favor de la justicia y la paz. Pienso, por ejemplo, en sus audiencias generales y en su insistencia en la pobreza eclesial, la fraternidad universal y el amor activo por los pobres: quiso incluir entre los preceptos tradicionales de la Iglesia un mandato sobre las obras de solidaridad y lo propuso a los obispos italianos. Pienso en su llamamiento en el Ángelus del 10 de septiembre de 1978 a favor de la paz en Oriente Medio, con la invitación a la oración dirigida a los presidentes de las diferentes religiones. Un llamamiento que ya había expresado en su discurso al Cuerpo Diplomático el 31 de agosto, en el que, apartándose de las presunciones de protagonismo geopolítico, definió la naturaleza y la peculiaridad de la acción diplomática de la Santa Sede desde el punto de vista de la fe.  Al recibir entonces a los más de cien representantes de las misiones internacionales presentes en la inauguración de su pontificado, destacó que «nuestro corazón está abierto a todos los pueblos, a todas las culturas y a todas las razas», y luego afirmó: «Ciertamente no tenemos soluciones milagrosas para los grandes problemas mundiales, pero podemos dar algo muy precioso»: un espíritu que ayude a resolver estos problemas y los sitúe en la dimensión esencial, la de la apertura a los valores de la caridad universal… para que la Iglesia, humilde mensajera del Evangelio para todos los pueblos de la tierra, pueda contribuir a crear un clima de justicia, de fraternidad, de solidaridad y de esperanza sin el cual el mundo no puede vivir». Y así, en la estela de la Constitución Conciliar Gaudium et Spes, como en tantos mensajes de San Pablo VI, se movió en la senda de la gran diplomacia que muchos frutos han dado a la Iglesia al alimentarse de la caridad. Con su repentina muerte, esta historia de la Iglesia empeñada en servir al mundo no se interrumpió. La perspectiva marcada por su breve pontificado no fue un paréntesis. Aunque el gobierno de la Iglesia de Juan Pablo I no pudo desplegarse en la historia, sin embargo ayudó – explevit tempora multa – a fortalecer el diseño de una Iglesia cercana al dolor del pueblo y su sed de caridad. A través de la causa de canonización de Juan Pablo I, se ha realizado hoy la adquisición de las fuentes, iniciando un trabajo de investigación y elaboración importante desde el punto de vista histórico e historiográfico. Por lo tanto, ahora es posible devolver la memoria del Papa Luciani, para que su valor histórico pueda ser plenamente restituido en las contingencias históricas atravesadas con el rigor analítico que le es debido y abrir nuevas perspectivas de estudio sobre su obra. A este respecto, el establecimiento de una nueva Fundación ad hoc puede cumplir debidamente la tarea no sólo de proteger todo el patrimonio de los escritos y la obra de Juan Pablo I, sino también de incentivar el estudio sistemático y la difusión de su pensamiento y espiritualidad. Tanto más motivados

27
Abr

Papa Francisco a los periódicos callejeros: gracias por sus historias de esperanza

Caracas.- A través de los pobres se toma conciencia de lo que está sucediendo. Lo escribe Francisco en un mensaje a las publicaciones distribuidas por voluntarios, inmigrantes y personas sin hogar, puestas a prueba por la crisis causada por el coronavirus. No son simples hojas de papel sino el signo de una dignidad reencontrada, de una redención obtenida gracias a un trabajo que ya no hace más invisibles, son una voz que no tiene igual porque es susurro o también grito de una condición injusta. Es la historia de más de 100 periódicos callejeros a los que el Papa Francisco se dirige, en una carta, definiéndolos «extraordinarios», alentándolos a continuar su trabajo incluso ante las dificultades causadas por la pandemia del coronavirus. Francisco recuerda que «la vida de millones de personas en nuestro mundo, que ya luchan con tantos desafíos difíciles y oprimidas por la pandemia, ha cambiado y está siendo puesta a dura prueba», pero añade que el temor más grande es para los que viven en la calle. “Las personas más frágiles, los invisibles, las personas sin hogar corren el riesgo de pagar el precio más alto” El Papa los mira a ellos, a quienes, sobre todo, venden los periódicos callejeros «que – afirma – son en su mayoría sin hogar, personas gravemente marginadas y desempleadas”: miles de personas en todo el mundo viven y tienen un trabajo gracias a la venta de estos periódicos extraordinarios «.  Esta es una realidad, explica el Pontífice, compuesta por más de 100 periódicos callejeros de todo el mundo, publicados en 35 países diferentes y en 25 idiomas distintos, y que garantizan trabajo e ingresos a más de 20.500 personas sin hogar en el mundo. En Italia, el Papa recuerda «la hermosa experiencia de Scarp de’ tenis, el proyecto de Cáritas que permite a más de 130 personas en dificultad tener un ingreso y con ello el acceso a los derechos fundamentales de ciudadanía». El coronavirus ha puesto estas realidades de rodillas y así Francisco expresa su cercanía, pero confía en el futuro con ánimo y en un espíritu de amistad porque el trabajo que se hace es también narración de muchas «historias de esperanza». “Mirar a los más pobres, en estos días, puede ayudarnos a todos a tomar consciencia de lo que realmente nos está sucediendo y de nuestra verdadera condición” Prensa CEVNota de prensa de Vatican News27 de abril de 2020

27
Abr

Papa Francisco: en mayo redescubramos la belleza de rezar el Rosario en casa

Vaticano.- Carta de Francisco invitando a las familias a rezar el Rosario en sus casas durante el mes de mayo. A María: “haz que Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su curso normal con serenidad”. Redescubramos la belleza de rezar el Rosario en casa durante el mes de mayo: es la propuesta del Papa para el próximo mes, en una Carta dirigida a todos los fieles. En mayo, escribe el Pontífice, “es tradición rezar el Rosario en casa, con la familia”. Las restricciones de la pandemia nos han obligado a valorizar esta dimensión doméstica también desde un punto de vista espiritual, dice Francisco. Por eso la propuesta de redescubrir “la belleza» de rezar el Rosario en casa. Ustedes pueden elegir, según la situación, rezarlo juntos o de manera personal, apreciando lo bueno de ambas posibilidades. Pero, en cualquier caso, hay un secreto para hacerlo: la sencillez; y es fácil encontrar, incluso en internet, buenos esquemas de oración para seguir. «Unido espiritualmente a ustedes» En la breve carta el Papa adjunta también dos textos de oraciones, que invita a recitar al final del Rosario las cuales asegura que él mismo dirá durante el mes de mayo, “unido espiritualmente» a los fieles.   La primera oración es la que se dirigió a Nuestra Señora del Divino Amor al comienzo de la crisis, el 11 de marzo pasado, en un vídeo mensaje que precedió a la celebración de la misa en el santuario romano presidida por el Cardenal Vicario Angelo De Donatis para la Jornada de ayuno y oración. La segunda oración es una intensa invocación que en algún momento evoca la Salve Regina, particularmente en aquel «vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia de coronavirus», para detenerse luego en todas las categorías de personas que han estado sufriendo y luchando de diversas maneras contra el Covid-19. «Rezaré por ustedes» El Santo Padre asegura que “contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba”. Y concluye: Rezaré por ustedes, especialmente por los que más sufren, y ustedes, por favor, recen por mí. Les agradezco y los bendigo de corazón. “En la dramática situación actual, llena de sufrimientos y angustias” una de las oraciones pide a la Virgen María que consuele “a los que se encuentran confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos, a veces sepultados de un modo que hiere el alma”. Sostiene – prosigue – a aquellos que están angustiados porque, para evitar el contagio, no pueden estar cerca de las personas enfermas. Infunde confianza a quienes viven en el temor de un futuro incierto y de las consecuencias en la economía y en el trabajo. Consuelo para los que están al frente La misma oración pide protección “para los médicos, enfermeros, personal sanitario, voluntarios” que “arriesgan sus vidas para salvar otras vidas”. “Acompaña su heroico esfuerzo y concédeles fuerza, bondad y salud”. Luz para las mentes de hombres y mujeres de ciencia Más adelante, la oración pide a la Virgen iluminar “las mentes de los hombres y mujeres de ciencia, para que encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus”. Y solicita asistencia para “los líderes de las naciones, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que carecen de lo necesario para vivir, planificando soluciones sociales y económicas de largo alcance y con un espíritu de solidaridad”. Dinero destinado a armas se utilice para evitar catástrofes similares A continuación se pide a María que toque las «conciencias» para que “las grandes sumas de dinero utilizadas en la incrementación y en el perfeccionamiento de armamentos sean destinadas a promover estudios adecuados para la prevención de futuras catástrofes similares”. Dios nos libere de esta terrible pandemia La parte final de la segunda oración es una súplica para que la «Madre amantísima» haga crecer “en el mundo el sentido de pertenencia a una única y gran familia, tomando conciencia del vínculo que nos une a todos, para que, con un espíritu fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones de miseria». “Haz que Dios – concluye – nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su curso normal con serenidad. Oración a María (1): Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro caminocomo un signo de salvación y esperanza.A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos,que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús,manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación del pueblo romano,sabes lo que necesitamosy estamos seguros de que lo concederáspara que, como en Caná de Galilea,vuelvan la alegría y la fiestadespués de esta prueba. Ayúdanos, Madre del Divino Amor,a conformarnos a la voluntad del Padrey hacer lo que Jesús nos dirá,Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismoy se cargó de nuestros dolorespara guiarnos a través de la cruz,a la alegría de la resurrección. Amén. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,no desprecies nuestras súplicas en las necesidades,antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Oración a María (2): «Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios». En la dramática situación actual, llena de sufrimientos y angustias que oprimen al mundo entero, acudimos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y buscamos refugio bajo tu protección. Oh Virgen María, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia de coronavirus, y consuela a los que se encuentran confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos, a veces sepultados de un modo que hiere el alma. Sostiene a aquellos que están angustiados porque, para evitar el contagio, no pueden estar cerca de las personas enfermas. Infunde confianza a quienes viven en el temor de un futuro incierto y de las consecuencias en la economía y en el trabajo. Madre de Dios y Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta

27
Abr

Papa Francisco en el Regina Coeli: “Elijamos el camino del ‘sí’ a Dios, no del ‘si’

Vaticano.- En el Regina Coeli del tercer Domingo de Pascua, el Papa Francisco reflexiona sobre el Evangelio del día, y habla de los “tres pasos” para encontrar a Jesús: abrir el corazón, leer el Evangelio, invitarlo a casa. Además afirma: hay que pasar del “yo”, a “Dios”, de los “si”, a los “sí”. “Elijamos el camino del ‘sí’ a Dios, no del ‘si’”. En el tercer domingo de Pascua, en medio del bloqueo dispuesto para prevenir el contagio de Covid-19, el Papa Francisco dirigió la oración del Regina Coeli desde la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano. Antes del rezo mariano, la reflexión del Papa sobre el Evangelio del día, que narra el episodio de los dos discípulos de Emaús: El Evangelio de hoy, ambientado en el día de Pascua, narra el episodio de los dos discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35). Es una historia que comienza y termina “en camino”. De hecho, está el viaje de ida de los discípulos que, tristes por el epílogo de la historia de Jesús, dejan Jerusalén y vuelven a casa, a Emaús, caminando unos once kilómetros. Es un viaje que tiene lugar durante el día, con una buena parte del trayecto cuesta abajo. Y está el viaje de regreso: otros once kilómetros, pero hechos al anochecer, con parte del camino cuesta arriba después de la fatiga del viaje de ida, y de todo el día. Dos viajes: uno fácil durante el día y el otro agotador por la noche. En la vida tenemos dos direcciones opuestas De los dos viajes, el Santo Padre señaló que el primero, de día cuesta abajo, transcurre “en la tristeza”, mientras el segundo, cuesta arriba y de noche, lo hace “en la alegría”. ¿Por qué? En el primero está el Señor caminando a su lado, pero no lo reconocen; en el segundo ya no lo ven, pero lo sienten cerca de ellos. En el primero están desanimados y desesperanzados; en el segundo corren para llevar a los demás la bella noticia del encuentro con Jesús Resucitado. Esos “dos caminos diferentes de aquellos primeros discípulos”, precisó Francisco, “nos dicen hoy que en la vida tenemos ante nosotros dos direcciones opuestas”: Está el camino de los que, como aquellos dos del principio, se dejan paralizar por las desilusiones de la vida y van adelante con tristeza, y está el camino de los que no se ponen a sí mismos y sus problemas en primer lugar, sino a Jesús que los visita, y a los hermanos que esperan su visita. Es decir, los hermanos que esperan que nosotros cuidemos de ellos. “Este es el punto de inflexión”, afirmó el Papa: “dejar de orbitar alrededor de uno mismo, a las decepciones del pasado, a los ideales no realizados, a tantas cosas feas que han pasado en la propia vida», y «seguir adelante mirando a la realidad más grande y verdadera de la vida: Jesús está vivo, Jesús me ama”. ¡Esta es la realidad más grande, y yo puedo hacer algo por los demás! ¡Es una realidad bella, positiva, luminosa! El cambio de marcha es este: pasar de los pensamientos sobre mi yo, a la realidad de mi Dios; pasar – con otro juego de palabras – de los “si” a “sí”. De los “si» a los «sí», ¿qué significa?: “si Él nos hubiera liberado, si Dios me hubiera escuchado, si la vida hubiera ido como yo quería, si tuviera esto y aquello…”. Como un lamento. Este «si» no ayuda, no es fructífero, no nos ayuda a nosotros ni a los demás. Estos son nuestros «si», similares a los de los dos discípulos, quienes pasan, sin embargo, al sí: «Sí, el Señor está vivo, camina con nosotros. Sí, ahora, no mañana, nos ponemos en camino de nuevo para anunciarlo”. Sí, puedo hacer esto para que la gente sea más feliz, para que la gente mejore, para ayudar a mucha gente. Sí: sí, puedo. Del «si» al «sí», de la queja a la alegría y a la paz, porque cuando nos lamentamos, no estamos en la alegría; estamos en un gris, en ese aire gris de la tristeza. Y esto ni siquiera nos ayuda a crecer bien. De «si» a «sí», de la lamentación a la alegría del servicio. Pero Francisco plantea una pregunta a la atención de los fieles: ¿cómo ocurrió este cambio de paso, del “yo” a Dios, y de los “si” a los “sí”, de los discípulos? La respuesta es “encontrando a Jesús”: Los dos de Emaús le abren primero su corazón, luego le escuchan explicar las Escrituras, y entonces lo invitan a casa. Son tres pasos que también nosotros podemos cumplir en nuestras casas: primero, abrir el corazón a Jesús, confiarle las cargas, los cansancios, las desilusiones de la vida, confiarle los «si»; y después, el segundo paso, escuchar a Jesús, tomar el Evangelio en mano, leer hoy este pasaje, el capítulo veinticuatro del Evangelio de Lucas; tercero, rezarle a Jesús, con las mismas palabras que aquellos discípulos: «Señor, quédate con nosotros» (v. 29):  con todos nosotros, porque te necesitamos para encontrar el camino”. Señor, quédate conmigo. Señor, quédate con todos nosotros, porque necesitamos de Tí para encontrar el camino». Y sin Ti, hay noche. No hay imprevistos en el camino de Dios Finalizando su catequesis, el Papa hizo presente que “siempre estamos en camino”, y que “nos convertimos en aquello hacia lo que vamos”. E insistió: Elijamos el camino de Dios, no el camino del yo; el camino del «sí», no el del «si». Descubriremos que no hay ningún imprevisto, no hay subida, no hay ninguna noche que no se pueda enfrentar con Jesús. Que Nuestra Señora, Madre del Camino, que al aceptar la Palabra hizo de toda su vida un «sí» a Dios, nos muestre el camino. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News27 de abril de 2020

27
Abr

Papa Francisco reza por los artistas: que el Señor nos dé la gracia de la creatividad

Vaticano.- Este 27 de abril, en la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre pidió por los artistas y recordó el camino de la belleza y la creatividad que nos pueden ayudar en este difícil momento caracterizado por la pandemia. En su homilía, nos invitó a pedir la gracia de volver siempre al primer encuentro con Jesús, ese primer momento cuando Jesús nos miró con amor y nos dijo sígueme. En la Misa matutina celebrada – y transmitida en vivo – en la Capilla de la Casa Santa Marta, este Lunes de la Tercera Semana de Pascua, el Papa Francisco pidió por los artistas: “Oremos hoy por los artistas, que tienen esta gran capacidad de creatividad y por la vía de la belleza nos muestran el camino a seguir. Que el Señor nos dé a todos la gracia de la creatividad en este momento”. En su homilía, el Papa Francisco comentando el Evangelio de hoy (Jn 6, 22-29) en el que Jesús reprocha a la muchedumbre que lo busca, después de la multiplicación de los panes y los peces, sólo porque se han satisfecho y les exhorta a trabajar no por el alimento que no dura, sino por el alimento que permanece para la vida eterna y que el Hijo del Hombre dará. La multitud pregunta qué hacer y Jesús responde: «Esta es la obra de Dios: que crean en el que Él ha enviado». La multitud que escuchaba a Jesús sin cansarse – afirmó el Pontífice – una vez saciada, pensó que lo harían rey: habían olvidado su primer entusiasmo por la palabra de Jesús. Y el Señor recuerda a la multitud el primer sentimiento. Corrigió el camino de la gente que había tomado un camino más mundano que evangélico. Esto también nos sucede cuando nos alejamos del camino del Evangelio y perdemos la memoria del primer entusiasmo por la palabra del Señor. Jesús nos hace volver al primer encuentro; esto es una gracia, frente a las tentaciones de alejarse. La gracia de volver siempre a la primera llamada, cuando Jesús nos miró con amor. Cada uno de nosotros tiene la experiencia del primer encuentro en el que Jesús nos dijo: «Sígueme». Luego, en el camino, nos alejamos y perdemos la frescura de la primera llamada. El Papa nos invita a rezar para que el Señor nos dé la gracia de volver al momento en el que tuvimos la experiencia de encontrar a Jesús. La homilía del Papa Francisco A continuación el texto de la homilía: La gente que había escuchado a Jesús durante todo el día, y luego tuvo la gracia de multiplicar los panes y vio el poder de Jesús, quería hacerlo rey. Primero fueron a Jesús para escuchar la palabra y también para pedir la curación de los enfermos. Se quedaron todo el día escuchando a Jesús sin aburrirse, sin cansarse o (estar) cansados, pero estaban allí, felices. Pero cuando vieron que Jesús los alimentaba, lo cual no esperaban, pensaron: «Pero este sería un buen gobernante para nosotros y seguramente podrá liberarnos del poder de los romanos y llevar el país adelante». Y estaban encantados de hacerle rey. Su intención cambió, porque vieron y pensaron: «Bien… porque una persona que realiza este milagro, que alimenta a la gente, puede ser un buen gobernante. Pero habían olvidado en ese momento el entusiasmo que la palabra de Jesús hacía nacer en sus corazones. Jesús se marchó y se fue a rezar. Se puede ver a esa gente, se quedaron allí, y al día siguiente buscaban a Jesús, «porque debe estar aquí» dijeron, porque habían visto que no había subido al barco con los demás. Y había un barco allí, se quedó allí… Pero no sabían que Jesús había alcanzado a los otros caminando sobre las aguas. Así que decidieron ir al otro lado del Mar de Tiberíades para buscar a Jesús y cuando lo vieron, la primera palabra que le dijeron fue: «Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?», como diciendo: «No entendemos, esto parece una cosa extraña». Y Jesús les hace volver al primer sentimiento, a lo que tenían antes de la multiplicación de los panes, cuando escucharon la palabra de Dios: «En verdad, en verdad les digo que no me buscan porque han visto signos – como al principio, los signos de la palabra, que les emocionaron, los signos de la curación – no porque hayan visto signos sino porque han comido de esos panes y los he saciado. Jesús revela su intención y dice: «Pero es así, has cambiado de actitud. Y ellos, en vez de justificarse: «No, Señor, no…», fueron humildes. Jesús continúa: «No trabajen por la comida que no dura, sino por la comida que queda para la vida eterna y que el Hijo del Hombre te dará. Porque sobre Él, el Padre, Dios, ha puesto su sello». Y ellos, buena gente, dijeron: «¿Qué debemos hacer para hacer las obras de Dios?». «Que creas en el Hijo de Dios». Este es un caso en el que Jesús corrige la actitud de la gente, de la multitud, porque a mitad del camino se había desviado un poco del primer momento, del primer consuelo espiritual y había tomado un camino que no era el correcto, un camino más mundano que evangélico. Esto nos hace pensar muchas veces que en la vida empezamos a seguir a Jesús, detrás de Jesús, con los valores del Evangelio, y a mitad de camino nos hacemos otra idea, vemos algunos signos y nos alejamos y nos conformamos con algo más temporal, más material, más mundano, tal vez, y perdemos el recuerdo de ese primer entusiasmo que tuvimos cuando escuchamos hablar a Jesús. El Señor siempre nos hace volver al primer encuentro, al primer momento en que nos miró, nos habló e hizo nacer en nosotros el deseo de seguirle. Esta es una gracia para pedirle al Señor, porque en la vida siempre tendremos esta tentación de alejarnos porque vemos otra cosa: «Pero eso irá bien, pero esa idea es

24
Abr

Papa Francisco reza por los profesores y estudiantes en este tiempo de pandemia

Vaticano.- Este 24 de abril, en la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre pidió por los maestros y los estudiantes que a causa de la epidemia del coronavirus vienen realizando sus actividades académicas de forma virtual. En su homilía, el Pontífice pidió por los pastores, para que tengan un corazón como el de Jesús, cercano a la gente. En la Misa matutina celebrada – y transmitida en vivo – en la Capilla de la Casa Santa Marta, este Viernes de la Segunda Semana de Pascua, el Papa Francisco pidió por los agentes educativos, profesores y estudiantes, afectados por el nuevo coronavirus: “Oremos hoy por los profesores que tienen que trabajar bastante para realizar lecciones a través de internet y otros medios de comunicación y oremos también por los estudiantes que tienen que hacer exámenes de una manera en la cual no están acostumbrados. Acompañémoslos con la oración”. En su homilía, el Papa Francisco comentando el Evangelio de hoy (Jn 6, 1-15) que habla de la multiplicación de los panes y los peces, en la cual Jesús pone a prueba a los apóstoles que no saben cómo alimentar a la gran multitud que les sigue: los hace crecer. Jesús – afirma el Papa – amaba estar en medio de la multitud. No así sus discípulos: y los corrigió. Jesús buscó la cercanía del pueblo y enseñaba a los pastores a estar cerca del pueblo. El pueblo de Dios cansa – subrayó – porque siempre piden a los pastores cosas concretas y el pastor debe ocuparse de lo que la gente pide. Jesús le dice a los discípulos: “denles ustedes de comer”. Y le dice esto a los pastores hoy: dar, dar a la gente. Y luego Jesús va a rezar al Padre. Esta doble cercanía del pastor: al Padre y al pueblo. La multitud después de la multiplicación de los panes y los peces quiere tomar a Jesús para hacerlo rey. Tal vez – observa el Papa – algún apóstol habría estado feliz de aprovechar esta oportunidad de tener poder: una tentación. Pero el poder del pastor – dijo el Pontífice – es el servicio y cuando se equivoca en este punto, el pastor arruina la vocación y se convierte en gerente de empresas pastorales pero no en pastor. Recemos por los pastores – es la oración conclusiva del Papa – para que el Señor nos enseñe a no tener miedo de estar cerca de su pueblo. La homilía del Papa Francisco A continuación el texto de la homilía según nuestra transcripción y al mismo tiempo te invitamos a seguir la Santa Misa (video integral) desde nuestro canal de Youtube: Esta frase de este pasaje nos hace pensar: «Decía esto para ponerlo a prueba. Sabía lo que iba a hacer». Esto es lo que Jesús tenía en mente cuando dijo, «¿Dónde podemos comprar pan para que puedan comer?». Pero lo decía para ponerlo a prueba. Él lo sabía. Aquí se puede ver la actitud de Jesús con los apóstoles. Continuamente los ponía a prueba para enseñarles, y cuando estaban fuera de los límites y fuera de esa función que tenían que hacer, los detenía y les enseñaba. El Evangelio está lleno de estos gestos de Jesús para hacer crecer a sus discípulos hasta convertirse en pastores del pueblo de Dios, en este caso Obispos, pastores del pueblo de Dios. Y una de las cosas que Jesús más amaba era estar con la multitud porque esto también es un símbolo de la universalidad de la redención. Y una de las cosas que más les disgustaba a los apóstoles era la multitud, porque les gustaba estar cerca del Señor, sentir al Señor, escuchar todo lo que el Señor decía. Ese día fueron allí para tener un día de descanso – las otras versiones en los otros Evangelios dicen, porque los cuatro están hablando de ello … tal vez hay dos multiplicaciones de panes – y vinieron de una misión y el Señor dijo: «Vamos a ir a descansar un poco». Y fueron allí y la gente se dio cuenta de dónde iban junto al mar, y dieron vueltas y los esperaron allí. Y los discípulos no estaban contentos porque la gente había arruinado la «pasquetta», no podían tener esta fiesta con el Señor. A pesar de esto, Jesús comenzó a enseñar, ellos escuchaban, luego hablaban entre ellos y las horas pasaban, las horas, Jesús hablaba y la gente estaba feliz. Y ellos decían: «Nuestra fiesta está arruinada, nuestro descanso está arruinado». Pero el Señor buscaba la cercanía con el pueblo y buscaba formar los corazones de los pastores a la cercanía con el pueblo de Dios para servirles. Y ellos, se entiende esto, fueron elegidos y se sintieron un poco como un círculo privilegiado, una clase privilegiada, «una aristocracia», por así decirlo, cerca del Señor, y muchas veces el Señor hizo gestos para corregirlos. Por ejemplo, pensamos con los niños. Ellos cuidaban al Señor: «No, no, no, no acerquen a los niños que molestan, molestan… No, los niños con sus padres». ¿Y Jesús? «Que vengan los niños». Y no lo entendieron. Después lo entendieron. Luego pienso en el camino a Jericó, ese otro que gritaba: «Jesús, hijo de David, ten piedad de mí». Y estos: «Pero cállate mientras el Señor pasa, no lo molestes». Y Jesús dice: «¿Pero quién es ese? Que venga». Otra vez el Señor. Y así les enseñaba esa cercanía con el pueblo de Dios. Es cierto que el pueblo de Dios cansa al pastor, cansa: cuando hay un buen pastor las cosas se multiplican, porque la gente siempre va al buen pastor por una razón, por otra. Una vez, un gran pastor de un barrio sencillo y humilde de la diócesis… tenía la rectoría como una casa normal y la gente llamaba a la puerta o a la ventana, porque a cada hora… y una vez me dijo: «Pero me gustaría amurallar la puerta y la ventana para que me dejaran descansar». Pero se dio