Categoría: Papa Francisco

21
May

Papa Francisco: la misión es un don gratuito del Espíritu, no el resultado de estrategias

Vaticano.- Mensaje de Francisco a las Obras Misionales Pontificias: evitar la auto-promoción y la celebración publicitaria de las propias iniciativas. Ser misioneros es el reflejo de la gratitud por lo recibido. El anuncio del Evangelio es «otra cosa con respecto a cualquier proselitismo político o cultural, psicológico o religioso». La misión es un don gratuito del Espíritu y no puede confiarse a «cursos de capacitación dedicados» ni puede confiarse a esos «sistemas eclesiásticos» que «parecen ser absorbidos por la obsesión de promocionarse a sí mismos y sus propias iniciativas», tal vez «en publicidad». Francisco vuelve a reflexionar sobre los fundamentos de la misión cristiana con un mensaje a las Obras Misionales Pontificias (OMP), que deberían haberse reunido en Roma para la asamblea general anual, pospuesta debido a la pandemia. Fundamentos de la misión Francisco recuerda que el «rasgo genético más íntimo» de la misión de la Iglesia es «ser obra del Espíritu Santo y no una consecuencia de nuestras reflexiones e intenciones». Recibir la alegría del Espíritu «es una gracia» y es «la única fuerza que podemos tener para predicar el Evangelio». La salvación «no es la consecuencia de nuestras iniciativas misioneras, ni de nuestros discursos sobre la encarnación de la Palabra» sino que «solo puede suceder a través de la mirada del encuentro con él, que nos llama» y, por lo tanto, puede ser la consecuencia y la reverberación de Alegría y gratitud. Anuncia el Evangelio quien da testimonio de la obra de Otro. Rasgos distintivos Tomándolos de la exhortación Evangelii gaudium, Francisco describe los rasgos distintivos de la misión. En primer lugar, el atractivo: la Iglesia crece en el mundo por atracción y no por proselitismo, y «si se sigue a Jesús feliz de sentirse atraído por él, los otros lo notarán». Y pueden sorprenderse». Otras características son la gratitud y la gratuidad, porque «el fervor misionero nunca se puede obtener como resultado del razonamiento o el cálculo», o porque hay una obligación en este sentido, pero es «un reflejo de la gratitud». Luego está la humildad, porque si la felicidad y la salvación «no son nuestra posesión» o una meta alcanzada por nuestros méritos, el Evangelio «solo puede anunciarse con humildad», sin arrogancia. Aún así, existe la característica de facilitar, no complicar: la misión auténtica no agrega «cargas inútiles» a las vidas ya fatigadas de las personas, ni impone «caminos de entrenamiento sofisticados y laboriosos para disfrutar lo que el Señor dona con facilidad». Otras dos características distintivas son la proximidad a la vida «en acción», porque la misión llega a las personas «allí donde están y como están»; el «sensus fidei» del pueblo de Dios y la preferencia por los pequeños y los pobres, que «no es una opción opcional para la Iglesia». Talentos para desarrollar Mirando hacia el futuro, Francisco recuerda que las Obras Misionales Pontificias «nacieron espontáneamente, del fervor misionero expresado por la fe de los bautizados» y están vinculadas al sensus fidei del Pueblo de Dios. Avanzaron en los dos caminos de oración y caridad; siempre han sido estimados por la Iglesia de Roma, y su vocación nunca ha sido vista como un «camino alternativo», una afiliación «externa» respecto a las formas de vida ordinarias de las Iglesias particulares. Se han convertido en una red generalizada en todos los continentes: una pluralidad que debe protegerse de las «aprobaciones ideológicas». Errores a evitar Luego, el Papa enumera algunas patologías que se ciernen en el camino de las Obras Misionales Pontificias. La primera es la autorreferencia, con el riesgo de prestar atención a la auto-promoción y celebrar las propias iniciativas en clave publicitaria». Luego está la ansiedad de mando, es decir, el reclamo de ejercer funciones de control hacia las comunidades a las que estos cuerpos deberían servir. Aún así, existe la patología del elitismo, la idea tácita de creer que pertenece a «una clase alta de especialistas». Está el aislamiento del pueblo, visto como «una masa inerte, que siempre necesita ser revivida y movilizada», como si «la certeza de la fe fuera la consecuencia de un discurso persuasivo o métodos de entrenamiento». Otros escollos están representados por la abstracción y el funcionalismo, porque todo se centra «en la imitación de modelos de eficiencia mundanos». Consejos para el camino Francisco sugiere a las Obras Misionales Pontificias que preserven o redescubran su inserción «dentro del Pueblo de Dios», sumergiéndose en la vida real de las personas y entrelazándose con la red eclesial de diócesis, parroquias, comunidades y grupos. También las pide que permanezcan atadas a las prácticas de oración y a la recolección de recursos para la misión, también buscando nuevas formas, pero sin «complicar lo que es simple». Las Obras Misionales Pontificias «son y deben ser vividas como un instrumento de servicio a la misión en Iglesias particulares»: no hay necesidad de súper estrategas o «gerentes centrales» de la misión, a quienes debe delegarse la tarea de despertar el espíritu misionero. Deben operar en contacto con todas las realidades, sin esterilizarse nunca en una dimensión exclusivamente burocrática-profesional. Francisco pide mirar afuera, no mirar en el espejo, aligerando las estructuras en lugar de hacerlas más pesadas. Donaciones El Papa pide no transformar las Obras Misionales Pontificias en una ONG dedicada por completo a recaudar fondos. Si en algunas áreas falla la recolección de donaciones generalizadas, uno no debe verse tentado a cubrir el problema simplemente yendo en busca de grandes donantes. Es bueno que la solicitud de ofertas para las misiones «continúe dirigida principalmente a toda la multitud de bautizados», centrándose también de una nueva manera en la colecta en las iglesias de todos los países en octubre, con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones. En el uso de los fondos recaudados, es necesario tener en cuenta las necesidades primarias de las comunidades, evitando formas de bienestar que corran el riesgo de alimentar fenómenos de «patrocinio parasitario» en la Iglesia también. Y no debemos olvidar a los pobres. Las OMP, con su red, refleja un pueblo con mil rostros y, por lo tanto,

20
May

Catequesis del Papa Francisco: La oración abre la puerta a la esperanza

Vaticano.- “Todos somos portadores de alegría”. Y “los hombres y las mujeres que rezan saben que la esperanza es más fuerte que el desánimo. Creen que el amor es más poderoso que la muerte, y que seguramente un día triunfará, aunque los tiempos y las formas no lo conocemos”. Son algunos de los conceptos que el Santo Padre expresó esta mañana en su catequesis semanal que ofreció, en directo, desde la Biblioteca privada del Palacio Apostólico También este miércoles el Papa Francisco celebró su audiencia general en la Biblioteca privada del Palacio Apostólico junto a los prelados que leyeron su catequesis en diversos idiomas. En esta ocasión, prosiguiendo con el ciclo dedicado a la oración el Santo Padre se refirió al misterio de la creación. Esta catequesis se introdujo con la lectura de algunos versículos del Salmo 8 (4-5.10) que reza: “Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: ‘¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano […] para que lo tomes en cuenta?’. Oh Señor, Señor nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!” Al comenzar su catequesis, hablando en italiano, el Papa afirmó que “la primera página de la Biblia se parece a un gran himno de acción de gracias. La narración de la Creación es cantada rítmicamente, donde es continuamente reafirmada la bondad y la belleza de todo lo que existe. Dios, con su palabra, llama a la vida, y todas las cosas acceden a la existencia. Con la palabra, separa la luz de la oscuridad, alterna el día y la noche, varía las estaciones, abre una paleta de colores con la variedad de plantas y animales”. “En este bosque desbordante que rápidamente derrota al caos, por último aparece el hombre. Y esta aparición provoca un exceso de exaltación que amplifica la satisfacción y el gozo: ‘Dios vio lo que había hecho, y vio que era muy bueno’” Pequeñez y sorprendente dignidad del ser humano Francisco explicó que este misterio de la creación nos lleva a la contemplación de Dios, lo que nos mueve a la oración, tal como lo afirma el Salmo 8, que expresa su grandeza y belleza, ante la cual el ser humano percibe su pequeñez, pero también el lugar especial que ocupa en ella; porque, aunque por naturaleza sea insignificante comparado con la grandiosidad de todo lo creado, posee sin embargo una dignidad sorprendente, que surge de su relación filial con Dios. “El orante contempla el misterio de la existencia a su alrededor, ve el cielo estrellado sobre él – que la astrofísica nos muestran hoy en día en toda su inmensidad – y se pregunta qué diseño de amor debe haber detrás de una obra tan poderosa” La creación no es fruto de una ciega casualidad Tras destacar que el relato de la creación habla de la bondad y la hermosura de todo lo que el Señor hizo con el poder de su Palabra, Francisco dijo que no es fruto “de una ciega casualidad, sino de un plan amoroso que Él tiene para sus hijos”. De ahí que “cuando el hombre mira extasiado la creación, toma conciencia de que él es la única criatura capaz de reconocer la belleza que encierra la obra divina y, ante tanto esplendor, eleva al Creador su oración de agradecimiento y de alabanza por el regalo de la existencia”. En la oración se afirma un sentimiento de misericordia “Nada existe por casualidad: el secreto del universo reside en una mirada benévola que alguien cruza en nuestros ojos”, dijo el Santo Padre. Y recordó que el Salmo afirma que “somos poco menos que un Dios, que estamos coronados de gloria y honor”. De ahí que “la relación con Dios es la grandeza del hombre: su entronización”. “Por naturaleza somos casi nada, pero por vocación somos los hijos del gran Rey” La contemplación enciende el don de la oración “Cuando las tristezas y las amarguras de la vida tratan de sofocar nuestra gratitud y alabanza a Dios, la contemplación de las maravillas de su creación enciende, de nuevo, en el corazón el don de la oración, que es la fuerza principal de la esperanza. Y la esperanza es la que nos manifiesta que la vida, aún con sus pruebas y dificultades, está llena de una gracia que la hace digna de ser vivida, protegida y defendida” Saludos del Papa En francés En vísperas de la fiesta de la Ascensión del Señor, Francisco invitó a los fieles de habla francesa que le pidan que los ayude a “redescubrir en la belleza de la creación un reflejo de la gloria y del esplendor de Dios”. En inglés A los fieles de lengua inglesa conectados a través de los medios de comunicación, el Papa les dijo: “Mientras nos preparamos para celebrar la Ascensión del Señor, invoco sobre ustedes y sus familias la paz y la alegría que vienen de Cristo resucitado”. En alemán Al saludar cordialmente a los fieles de habla alemana el Papa les recordó que “contemplando la maravilla de la creación, reconocemos la grandeza del Creador y su amor infinito con el mira todas las cosas creadas”. Y les deseó que “la alegría por la naturaleza y la alabanza a Dios” los ayuden a encontrar “la plenitud y la paz interior”. En español Al saludar a los fieles de nuestro idioma que siguieron esta catequesis a través de los medios de comunicación social el Papa, antes de bendecirlos, les manifestó su esperanza: “Que Jesús resucitado, con la fuerza de su Espíritu Santo, nos haga portadores de alegría, afiance en nosotros la esperanza y también la certeza de que el amor es más fuerte que la muerte y que triunfa siempre” En portugués A los queridos fieles de lengua portuguesa, el Santo Padre les deseó “que la luz de Jesús resucitado resplandezca siempre en sus corazones”. Y les sugirió que en este «Mes de María», traten “de rezar el Rosario todos los

18
May

Papa Francisco en el Regina Coeli: sostenidos por el Espíritu, que el amor de Jesús sea forma concreta de vida

Vaticano.- «El Espíritu Santo es el Don del amor de Dios que desciende al corazón del cristiano». Él nos ayuda a cumplir la voluntad de Cristo. Jesús «pide» que nos amemos los unos a los otros, pero no nos deja solos: también promete que rogará al Padre que envíe «otro Paráclito» para que su amor gratuito se convierta en la «forma concreta de vida» entre nosotros. Este es, en síntesis, el mensaje del Papa Francisco a la hora del Regina Coeli, en el VI domingo de Pascua, alentándonos a estar disponibles a acoger la voluntad del Padre, con la ayuda del Espíritu Santo. En el sexto domingo de Pascua el Papa guio el rezo del Regina Coeli desde la Biblioteca del Palacio Apostólico. Antes de la oración mariana, la reflexión del Pontífice sobre el Evangelio del domingo, (cf. Jn 14, 15-21), llevó a la meditación de los fieles el mandamiento del Señor: «Como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros». Del Evangelio destacó dos mensajes: la observancia de los mandamientos y la promesa del Espíritu Santo. La voluntad de Jesús En primer lugar, señaló que“Jesús vincula el amor por Él a la observancia de los mandamientos”, y sobre esto “insiste en su discurso de despedida” (vs. 15 y 21). Pero precisó que el Maestro explica que “este amorno se agota en un deseo por Él, o en un sentimiento”, sino que requiere “la disponibilidad” de seguir su camino, que es la voluntad del Padre: Ésta se resume en el mandamiento del amor recíproco, el primer amor, dado por el mismo Jesús: «Como y los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros». No dijo: «Ámenme a mí como yo los he amado», sino «ámense recíprocamente como yo los he amado». Él nos ama sin pedirnos nada a cambio, es un amor gratuito el de Jesús, nunca nos pide compensación. Y quiere que su amor gratuito se convierta en la forma concreta de vida entre nosotros: ésta es su voluntad. La promesa del Maestro Jesús, que ama de modo gratuito, de hecho, para ayudar a los discípulos a recorrer el camino que les pide,“promete que rogará al Padre que envíe ‘otro Paráclito’, es decir, – precisó el Papa – un Consolador, un Defensor que tome su lugar y les de la inteligencia para escuchar, y el valor para observar sus palabras: Éste es el Espíritu Santo, que es el Don del amor de Dios que desciende al corazón del cristiano. Después de que Jesús murió y resucitó, su amor es dado a cuantos creen en Él y son bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. El Espíritu mismo los guía, los ilumina, los fortalece, a fin de que cada uno pueda caminar en la vida, incluso a través de las adversidades y las dificultades, en las alegrías y en los dolores, permaneciendo en el camino de Jesús. La acción del Espíritu en nosotros es posible “manteniéndose dóciles” a Él, aseguró el Santo Padre, de modo que “con su presencia operante, no sólo consuele, sino que transforme los corazones, abriéndolos a la verdad y al amor”:    Ante la experiencia del error y del pecado – que todos hacemos – el Espíritu Santo nos ayuda a no sucumbir y nos hace captar y vivir plenamente el sentido de las palabras de Jesús: «Si me aman, guardarán mis mandamientos”. La Palabra de Dios es luz y vida Los mandamientos, siguió explicando el Papa, “no nos son dados como una especie de espejo en el que ver reflejadas nuestras miserias, nuestras incoherencias”. La Palabra de Dios “se nos da como la Palabra de vida, que transforma el corazón, la vida, que renueva, que no juzga para condenar, sino que sana y tiene como fin el perdón. La misericordia de Dios es así» Una palabra que es luz en nuestros pasos. ¡Y todo esto es obra del Espíritu Santo! El Espíritu Santo es don de Dios, y es Dios mismo Y porque el Espíritu Santo “es el Don de Dios, es Dios mismo, que nos ayuda a ser personas libres, personas que quieren y saben amar, personas que han comprendido que la vida es una misión para anunciar las maravillas que el Señor realiza en quien confía en Él”, Francisco concluyó confiándonos, con su oración, a la Virgen María, para que “nos ayude a vivir el Evangelio con alegría, sabiendo que estamos sostenidos por el Espíritu, fuego divino que calienta nuestros corazones e ilumina nuestros pasos». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News18 de mayo de 2020

18
May

Papa Francisco: Juan Pablo II, hombre de oración, cercanía y justicia que es misericordia

Vaticano.- El Papa celebró la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, en la capilla donde está la tumba de San Juan Pablo II, cien años después de su nacimiento. En el centenario del nacimiento de San Juan Pablo II (18 de mayo de 1920), el Papa Francisco presidió una misa en la capilla de la Basílica de San Pedro, donde se encuentra la tumba del Papa Wojtyla. Entre los concelebrantes se encontraban el Cardenal Angelo Comastri, Vicario General del Papa para la Ciudad del Vaticano y Arcipreste de la Basílica Vaticana, el Cardenal polaco Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, Monseñor Piero Marini, 18 años maestro de las celebraciones litúrgicas durante el pontificado de Juan Pablo II, y el Arzobispo polaco Jan Romeo Pawłowski, jefe de la Tercera Sección de la Secretaría de Estado que se ocupa del personal diplomático de la Santa Sede. Esta es la última de las misas matutinas celebradas por Francisco y transmitidas en directo que comenzaron el 9 de marzo pasado, tras la suspensión de las celebraciones con la participación del pueblo a causa de la pandemia de Covid-19. Con la reanudación en Italia y en otros países de las celebraciones con los fieles, la emisión en directo de la misa de las 7 de la mañana desde la Casa Santa Marta cesará a partir de mañana 19 de mayo. El Papa espera que el Pueblo de Dios pueda volver a la comunidad la familiaridad con el Señor en los sacramentos, respetando siempre – como dijo ayer a la Reina Caeli – las prescripciones establecidas para la salud de todos. La Basílica de San Pedro fue desinfectada el viernes pasado. El Papa comenzó la misa rezando a «Dios, rico en misericordia», que llamó a «San Juan Pablo II» para que guiara a toda la Iglesia, para que nos concediera, «fortalecidos por su enseñanza, abrir con confianza nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único Redentor del hombre». El Señor -dijo el Papa en su homilía- ama a su pueblo, visitó a su pueblo: y hace cien años, llamó a un hombre para dirigir la Iglesia. El Papa señaló tres rasgos que caracterizaron a Juan Pablo II: la oración, la cercanía al pueblo y el amor por la justicia. San Juan Pablo II era un hombre de Dios porque rezaba mucho: mucho tiempo de oración. Sabía que la primera tarea del obispo era rezar. El segundo rasgo: era un hombre cercano a la gente y recorrió el mundo buscando a su gente. Y la cercanía es uno de los rasgos de Dios: Dios está cerca de la gente. Una cercanía que se hace fuerte en Jesús. Un pastor está cerca de la gente, de lo contrario es sólo un administrador. Juan Pablo II nos dio el ejemplo de esta cercanía: a los grandes y a los pequeños, a los cercanos y a los lejanos… También era un hombre que quería justicia: justicia social, justicia del pueblo, la justicia que caza las guerras, pero justicia plena y para ello hablaba de la misericordia: porque no hay justicia sin misericordia, van juntas. Hizo tanto para que la gente entendiera la Divina Misericordia, especialmente con la devoción a Santa Faustina. Oremos hoy, concluyó, para que nos dé a todos la gracia de la oración, de la cercanía y de la justicia que es misericordia y de la misericordia que es justicia. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News18 de mayo de 2020

18
May

Nuevo Instituto de Cultura San Juan Pablo II

Vaticano.- El Santo Padre envió una carta al Rector de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino – “Angelicum” con motivo de la inauguración del Instituto de Cultura «San Juan Pablo II» en que manifiesta su aprecio por esta iniciativa a la vez que saluda cordialmente a toda la comunidad académica La Oficina de Prensa de la Santa sede publicó la carta que el Papa envió al Padre Michał Paluch, O.P., Rector de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino – Angelicum, con motivo de la inauguración, en la Facultad de Filosofía, del Instituto de Cultura «San Juan Pablo II», precisamente en el centenario de su nacimiento. Al dirigirse a este querido hermano Francisco destaca que el Santo Papa fue “el alumno más ilustre” de esa Universidad, que ahora inaugura el Instituto que lleva su nombre. “Deseo expresar mi aprecio por esta iniciativa y enviar un cordial saludo a toda la comunidad académica y a todos los que se han reunido para este acto, en particular a los representantes de las dos fundaciones polacas, Futura Iuventa y Saint Nicholas, que sostienen al nuevo Instituto” Reflexionar sobre la cultura contemporánea Al referirse a la finalidad principal de la iniciativa, que es “reflexionar sobre la cultura contemporánea”, el Papa Francisco escribe que para esto “los promotores desean valerse de la colaboración de los más eminentes filósofos, teólogos y hombres y mujeres de la cultura, en su más amplia expresión”. “Y San Juan Pablo II es tanto el inspirador como el primer y más importante artífice de esta obra, con el rico y multiforme patrimonio que ha dejado y, antes todavía, con el ejemplo de su espíritu abierto y contemplativo, apasionado por Dios y por el hombre, por la creación, la historia y el arte” Actitud misionera Tras recordar algunas experiencias de la vida de este Pontífice, y de algunos de sus documentos, el Santo Padre alude a la “actitud misionera”, que comienza siempre con la elaboración de los problemas más profundos e importantes y escribe: “Necesitamos mantener esta actitud viva si queremos ser una Iglesia en salida, una Iglesia que no se contenta con conservar y administrar lo que existe sino que quiere ser fiel a su misión” Valentía de la verdad, libertad de espíritu y honestidad intelectual Por último el Papa Bergoglio manifiesta su alegría teniendo en cuenta que esta iniciativa se lleva a cabo en la Universidad de Santo Tomás de Aquino. El Angelicum – escribe – alberga, en efecto, una comunidad académica compuesta por profesores y estudiantes de todo el mundo y es un lugar adecuado para interpretar los importantes retos de las culturas actuales. De ahí que afirme que “la tradición de la Orden Dominica, con su importante papel en la reflexión racional sobre la fe y sus contenidos, articulada de manera magistral por el Doctor Angélico, no puede sino favorecer este proyecto, para que se caracterice por la valentía de la verdad, la libertad de espíritu y la honestidad intelectual”. El Papa concluye su carta al Padre Michał Paluch, O.P., Rector de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino – Angelicum afirmando: “Con estos deseos, le renuevo mi apoyo y mi gratitud, querido Hermano, al igual que a todos los que han dado vida al nuevo Instituto. A los profesores, estudiantes y personal les deseos buen trabajo y les envío d todo corazón la bendición apostólica”. Prensa CEVNota de prensa Vatican News18 de mayo de 2020

15
May

Papa Francisco: Que el amor crezca en las familias

Vaticano.- Durante la misa en Santa Marta, Francisco rezó por las familias, recordando el Día Internacional de hoy dedicado a ellas por la ONU. En su homilía destacó que la fe en Jesús lleva a la alegría y a la libertad, mientras que la rigidez causa malestar, nos turba. Papa Francisco presidió la misa en la Casa Santa Marta (VIDEO INTEGRAL) el viernes de la quinta semana de Pascua. En la introducción dirigió sus pensamientos a las familias: Hoy es el Día Mundial de la Familia: oremos por las familias para que el Espíritu del Señor, el espíritu de amor, respeto y libertad, crezca en las familias. En su homilía, el Papa comentó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 15:22-31) en el que Pablo y Bernabé son enviados a los paganos convertidos de Antioquía, escandalizados y perturbados por los discursos de algunos que no tenían ningún cargo. Los Apóstoles traen una carta que anima y alegra a los nuevos discípulos, explicándoles cómo no están obligados a la circuncisión según la Ley de Moisés, como exigían algunos fariseos convertidos en cristianos. «En el Libro de los Hechos de los Apóstoles – dijo el Papa – vemos que, en la Iglesia, al principio, hubo tiempos de paz», pero «también hubo tiempos de persecución» y «tiempos de agitación». Y este es el tema de la primera lectura de hoy: un tiempo de agitación». Había sucedido que los cristianos que venían del paganismo «habían creído en Jesucristo y recibido el bautismo, y eran felices: habían recibido el Espíritu Santo. Del paganismo al cristianismo, sin ninguna etapa intermedia». Pero había cristianos «judaizantes» que «argumentaban que esto no podía hacerse». Si uno era pagano, primero debía convertirse en judío, un buen judío, y luego en cristiano». Y los cristianos convertidos del paganismo no entendieron esto: «¿Pero cómo, somos cristianos de segunda clase? ¿No se puede pasar del paganismo directamente al cristianismo?». Se preguntaban si la Resurrección de Cristo había conducido o no, la antigua ley a una mayor plenitud. Estaban preocupados, turbados, y hubo mucha discusión entre ellos. Los «judaizantes» apoyaron su tesis «con argumentos pastorales, teológicos, incluso algunos morales» y «esto cuestionaba la libertad del Espíritu Santo, incluso la gratuidad de la Resurrección de Cristo y de la gracia». Eran metódicos. Y también rígidos». Jesús ya había reprochado a estos doctores de la Ley por hacer a los prosélitos peores que ellos. «Estas personas que eran ideológicas», más que dogmáticas, habían «reducido la Ley, el dogma a una ideología», a «una religión de prescripciones, y con ello quitaron la libertad del Espíritu». Y sus seguidores eran «gente rígida», que no conocían la alegría del Evangelio. La perfección del camino para seguir a Jesús era la rigidez». «Estos doctores manipularon las conciencias de los fieles, las convirtieron en rígidas o se fueron». El Papa lo reitera: «La rigidez no es del buen Espíritu, porque pone en tela de juicio la gratuidad de la redención, la gratuidad de la resurrección de Cristo» y «durante la historia de la Iglesia, esto se ha repetido. Pensemos en los pelagianos», “rígidos famosos”. Y aún en nuestros tiempos hemos visto algunas organizaciones apostólicas que parecían muy bien organizadas, que funcionaban bien… pero todas rígidas, todas iguales entre sí, y entonces nos enteramos de la corrupción que había dentro, incluso en los fundadores». «Donde hay rigidez no hay Espíritu de Dios, porque el Espíritu de Dios es libertad». Y esta gente se llevó «la libertad del Espíritu de Dios y la gratuidad de la Redención». Pero «la justificación es gratuita. La muerte y la resurrección de Cristo es gratuita. No se paga, no se compra: es un don». «Los apóstoles se reunieron en este concilio y al final escribieron una carta que comenzaba así: ‘Parecía bien, de hecho, al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros ninguna otra obligación’, y pusieron estas obligaciones más morales, de sentido común: no confundir el cristianismo con el paganismo» y «al final, cuando estos cristianos turbados, reunidos en asamblea, recibieron la carta» se «alegraron por el aliento que les daba. De la tristeza a la alegría. El espíritu de la rigidez siempre te lleva al turbamiento: «¿Pero he hecho esto bien? ¿No lo hice bien? El escrúpulo.» En cambio, el espíritu de libertad evangélica te lleva al gozo, porque eso es precisamente lo que Jesús hizo con su Resurrección: el gozo». La relación con Dios, la relación con Jesús no te lleva a decir: «Yo hago esto y tú me das esto», una «relación comercial: ¡no! Es gratis, así como la relación de Jesús con los discípulos es gratuita: «Sois mis amigos». No los llamo sirvientes, los llamo amigos. No me has elegido a mí: yo te he elegido a ti: esto es la gratuidad». «Pidamos al Señor que nos ayude a discernir los frutos de la gratuidad evangélica de los frutos de la rigidez no evangélica, y que nos libere de toda perturbación de los que ponen la fe, la vida de fe bajo prescripciones casuísticas, prescripciones que no tienen sentido. Me refiero a estas prescripciones que no tienen sentido, no a los mandamientos. Que nos libere de este espíritu de rigidez que te quita la libertad». El Papa invitó a hacer la comunión espiritual con esta oración: A tus pies, oh Jesús mío, me postro y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se abandona en su nada y en tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, la inefable Eucaristía. Deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece; esperando la felicidad de la comunión sacramental, quiero poseerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo venga a ti. Que tu amor inflame todo mi ser para la vida y la muerte. Creo en ti, espero en ti, te amo. Que así sea. El Papa Francisco terminó la celebración con la adoración y la bendición eucarística. Antes de salir de la capilla dedicada al Espíritu Santo, se cantaba la antífona

15
May

Mensaje del Papa para 106 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

Vaticano.- “Como Jesucristo, obligados a huir. Acoger, proteger, promover e integrar a los desplazados internos”, es el tema del Mensaje del Papa Francisco para la 106 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que se celebrará el 27 de septiembre próximo. “A principios de año, en mi discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, señalé entre los retos del mundo contemporáneo el drama de los desplazados internos: «Las fricciones y las emergencias humanitarias, agravadas por las perturbaciones del clima, aumentan el número de desplazados y repercuten sobre personas que ya viven en un estado de pobreza extrema. Muchos países golpeados por estas situaciones carecen de estructuras adecuadas que permitan hacer frente a las necesidades de los desplazados» (9 enero 2020)”. Palabras del Papa Francisco, en su mensaje para la 106 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebrará el 27 de septiembre de este año. Un mensaje que aborda el drama de los desplazados internos. Sobre este tema, la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha publicado las “Orientaciones Pastorales sobre Desplazados Internos”, un documento, dice el Papa, que desea inspirar y animar las acciones pastorales de la Iglesia en este ámbito concreto. Drama de desplazados internos en tiempos de Covid19 El drama de los desplazados internos, es un drama a menudo invisible, afirma el Pontífice, que la crisis mundial causada por la pandemia del COVID-19 ha agravado. De hecho, señala, esta crisis, debido a su intensidad, gravedad y extensión geográfica, ha empañado muchas otras emergencias humanitarias que afligen a millones de personas, relegando iniciativas y ayudas internacionales, esenciales y urgentes para salvar vidas, a un segundo plano en las agendas políticas nacionales. Y recuerda el Papa su mensaje Urbi et Orbi, cuando pidió que la crisis de la pandemia no haga olvidar otras “tantas situaciones de emergencia que llevan consigo el sufrimiento de muchas personas”.  “A la luz de los trágicos acontecimientos que han caracterizado el año 2020, extiendo este Mensaje, dedicado a los desplazados internos, a todos los que han experimentado y siguen aún hoy viviendo situaciones de precariedad, de abandono, de marginación y de rechazo a causa del COVID-19”, dice en su mensaje. Tras referirse a la escena que inspiró al papa Pío XII en la redacción de la Constitución Apostólica Exsul Familia (1 agosto 1952). En la huida a Egipto, el niño Jesús experimentó, junto con sus padres, la trágica condición de desplazado y refugiado, «marcada por el miedo, la incertidumbre, las incomodidades, Le Santo Padre lamenta que aún hoy en nuestros días, “millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad”. Casi cada día la televisión y los periódicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, de la guerra, de otros peligros graves, en busca de seguridad y de una vida digna para sí mismos y para sus familias, decía Francisco en el Ángelus del 29 diciembre 2013.  Jesús está presente en cada uno de ellos, obligado —como en tiempos de Herodes— a huir para salvarse, señala en su mensaje el Papa. Reconocer en ellos el rostro de Cristo Cada cristiano está llamado a reconocer en sus rostros el rostro de Cristo, hambriento, sediento, desnudo, enfermo, forastero y encarcelado, “que nos interpela”. Si lo reconocemos, dice el Papa, seremos nosotros quienes le agradeceremos el haberlo conocido, amado y servido. “Los desplazados internos nos ofrecen esta oportunidad de encuentro con el Señor, «incluso si a nuestros ojos les cuesta trabajo reconocerlo: con la ropa rota, con los pies sucios, con el rostro deformado, con el cuerpo llagado, incapaz de hablar nuestra lengua» (Homilía, 15 febrero 2019)”. Es un “reto pastoral al que estamos llamados” a responder con los cuatro verbos que señaló el Papa en su mensaje para esta misma Jornada en 2018: acoger, proteger, promover e integrar. A estos cuatro, en este mensaje de hoy, el Papa agrega “otras seis parejas de verbos, que se corresponden a acciones muy concretas, vinculadas entre sí en una relación de causa-efecto”. Es necesario conocer para comprender El conocimiento es un paso necesario hacia la comprensión del otro. El Papa recuerda que cuando se habla de migrantes y desplazados, casi siempre se mencionan en números. ¡Pero no son números, sino personas! Si las encontramos, podremos conocerlas, nos clama el Papa, podemos conocer sus historias y comprender.  Podremos comprender, por ejemplo, dice Francisco, que la precariedad que hemos experimentado con sufrimiento, a causa de la pandemia, es un elemento constante en la vida de los desplazados. Hay que hacerse prójimo para servir “Los miedos y los prejuicios —tantos prejuicios—, nos hacen mantener las distancias con otras personas y a menudo nos impiden “acercarnos como prójimos” y servirles con amor”.  Para Francisco, acercarse al prójimo significa, a menudo, estar dispuestos a correr riesgos, como nos han enseñado tantos médicos y personal sanitario en los últimos meses. Este estar cerca para servir, va más allá del estricto sentido del deber. El ejemplo más grande nos lo dejó Jesús cuando lavó los pies de sus discípulos: se quitó el manto, se arrodilló y se ensució las manos (cf. Jn 13,1-15). Para reconciliarse se requiere escuchar Otra pareja de verbos que hoy el Papa nos enseña en su mensaje, es el de escuchar para reconciliarse. Nos lo enseña Dios mismo, que quiso escuchar el gemido de la humanidad con oídos humanos, dice el Papa, enviando a su Hijo al mundo: «Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él […] tenga vida eterna» (Jn 3,16-17). El amor, el que reconcilia y salva, empieza por una escucha activa. En el mundo de hoy se multiplican los mensajes, pero se está perdiendo la capacidad de escuchar. El Pontífice nos dice que sólo a través de una escucha humilde y atenta podremos llegar a reconciliarnos de verdad. “Durante el 2020, el silencio se apoderó por semanas enteras de nuestras calles. Un silencio dramático e inquietante, que, sin embargo, nos dio la oportunidad de escuchar el grito de los más vulnerables, de los desplazados y de nuestro planeta

14
May

Papa Francisco: recemos juntos como hermanos por la liberación de todas las pandemias

Vaticano.- En su Misa en Santa Marta, el Papa Francisco recuerda el Día de Oración promovido por el Alto Comité para la Hermandad Humana y pide al Señor por el fin de la pandemia de Covid-19. En su homilía, recordó que hay otras pandemias que causan millones de muertes, como la pandemia del hambre y la guerra, e invitó a pedirle a Dios que nos bendiga y tenga misericordia de nosotros. El Papa Francisco ha presidido la Misa en la Casa Santa Marta el día en que la Iglesia celebra la fiesta de San Matías, Apóstol. En la introducción, ha recordado la hodierna Jornada de oración, ayuno y obras de caridad promovida por el Alto Comité de la Hermandad Humana, alentando a todos a unirse como hermanos, para pedirle a Dios la liberación de este mal: “El Alto Comité para la Hermandad Humana ha convocado para hoy una jornada de oración, ayuno, para pedirle a Dios misericordia y piedad en este momento trágico de la pandemia. Todos somos hermanos. San Francisco de Asís dijo: «Todos hermanos». Y para esto, hombres y mujeres de todas las denominaciones religiosas, hoy, nos unimos en oración y penitencia, para pedir la Gracia de la curación de esta pandemia”. En la homilía, el Papa comentó la primera lectura, tomada del Libro de Jonás, en la que el profeta invita al pueblo de Nínive a convertirse para no sufrir la destrucción de la ciudad. Nínive se convirtió y la ciudad se salvó de una pandemia, tal vez «una pandemia moral», observa el Papa. «Y hoy – subraya – todos nosotros, hermanos y hermanas de todas las tradiciones religiosas, rezamos: jornada de oración y ayuno, de penitencia, convocada por el Alto Comité para la Hermandad Humana. Cada uno de nosotros reza, las comunidades rezan, las confesiones religiosas rezan: rezan a Dios, todos los hermanos, unidos en la hermandad que nos une en este momento de dolor y tragedia». Francisco además ha asegurado que «no esperábamos esta pandemia, llegó sin que nosotros lo esperáramos, pero ahora está aquí. Y mucha gente muere. Y muchas personas mueren solas y muchas personas mueren sin poder hacer nada”. En este sentido dice que puede venirnos el pensamiento de “pero a mí no me ha tocado, gracias a Dios que me salvé»: “¡Pero piensa en los demás! Piense en la tragedia y también en las consecuencias económicas, las consecuencias para la educación y lo que sucederá después”. «Y por esta razón hoy todos, – señala – hermanos y hermanas, de cualquier confesión religiosa, rezamos a Dios”. «Quizás – señala el Papa – habrá alguien que dirá: «Pero esto es relativismo religioso y no se puede hacer». «Pero cómo que no se puede hacer, ¿no podemos rezar al Padre de todos? Cada uno reza como sabe, cómo puede, según su propia cultura. No estamos rezando unos contra otros, esta tradición religiosa contra esta, ¡no! Todos estamos unidos como seres humanos, como hermanos, rezando a Dios, de acuerdo con la propia cultura, de acuerdo con la propia tradición, de acuerdo con las propias creencias, pero hermanos y rezando a Dios, esto es lo importante: hermanos, ayunando, pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados, para que el Señor tenga misericordia de nosotros, para que el Señor nos perdone, para que el Señor detenga esta pandemia. Hoy es un día de hermandad, mirando al único Padre, hermanos y paternidad. Día de oración». Esta pandemia – ha dicho Francisco – «vino como una inundación, vino de un sólo golpe. Ahora nos estamos despertando un poco. Pero hay muchas otras pandemias que hacen morir a las personas y no nos damos cuenta, miramos a otro lado. Somos un poco inconscientes ante las tragedias que están sucediendo en el mundo en este momento». El Papa cita una estadística oficial, que no habla de la pandemia de coronavirus, sino de otra: «En los primeros cuatro meses de este año, 3 millones 700 mil personas murieron de hambre. Existe la pandemia del hambre. En cuatro meses, casi 4 millones de personas. Esta oración de hoy para pedirle al Señor que detenga esta pandemia debe hacernos pensar en las otras pandemias en el mundo. ¡Hay muchas! La pandemia de las guerras, del hambre y muchas otras. Pero lo importante es que hoy, juntos y gracias al coraje que ha tenido este Alto Comité para la Hermandad Humana, juntos hemos sido invitados a rezar según la propia tradición y a hacer un día de penitencia de ayuno y también de caridad, de ayuda a los demás. Esto es lo importante. En el libro de Jonás, escuchamos que el Señor, cuando vio cómo había reaccionado la gente, se convirtió, y el Señor detuvo, detuvo lo que quería hacer». “Que Dios detenga esta tragedia – es la oración del Papa Francisco – que detenga esta pandemia. Que Dios se apiade de nosotros y detenga otras pandemias que son tan malas: la del hambre, la de la guerra, la de los niños sin educación. Y pedimos esto como hermanos, todos juntos. Que Dios nos bendiga a todos y tenga misericordia de nosotros». El Papa invitó a hacer la comunión espiritual con esta oración: “Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentado, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén.” El Papa Francisco terminó la celebración con la adoración y bendición eucarística y antes de abandonar la capilla dedicada al Espíritu Santo, se cantó la antífona mariana «Regina caeli», cantada durante el tiempo de Pascua: “Regína caeli laetáre, allelúia. Quia quem merúisti portáre, allelúia. Resurréxit, sicut dixit, allelúia. Ora pro nobis Deum, allelúia.” Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de mayo de 2020

14
May

Papa Francisco: reflexiones sobre la vida después de la pandemia

Vaticano.- El libro publicado por la Librería Editora Vaticana recoge ocho intervenciones del Papa en los primeros meses del año marcados la pandemia de coronavirus. La lectura es guiada por el prefacio del cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección de Migrantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ilustra el pensamiento unitario del Pontífice, su visión del futuro de la humanidad, lleno de amor y esperanza. «La vida después de la pandemia» es el nuevo libro publicado por la Librería Editora Vaticana disponible gratuitamente en formato digital en el sitio web de la Editora y en la página de aterrizaje de Vatican News. Recoge las reflexiones del Papa Francisco – textos escritos y hablados – sobre la pandemia de coronavirus que se ha extendido en la familia humana, con las que se esbozan las pautas para un nuevo inicio que tenga el sabor de un renacimiento.  Ocho textos, con fecha 27 de marzo al 22 de abril, que podrían leerse como un desarrollo único de su pensamiento y como un rico mensaje a la humanidad. El prefacio está firmado por el cardenal Michael Czerny, SJ, Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Evidencia los dos objetivos de esta colección: «sugerir una dirección, claves de lectura y pautas para reconstruir un mundo mejor que podría nacer de esta crisis de la humanidad» (p. 3) y sembrar la esperanza en medio de tanto sufrimiento y desconcierto. Estos ocho textos, escribe el cardenal Czerny, «muestran el enfoque cálido e inclusivo del Papa Francisco, que no reduce a las personas a unidades para ser contadas, medidas y administradas, sino que todos juntos en la común humanidad y espíritu» (pág. 5). En esta colección emerge un Pontífice que desafía a todos -no importa si son influyentes o de origen humilde- a hacer el bien; un Pontífice que muestra su gratitud a aquellos que trabajan para garantizar los servicios esenciales necesarios para la coexistencia civil y que, al mismo tiempo, escucha, mira e invita a mirar a aquellos que son de hecho invisibles y silenciados. Hoy para el Papa Francisco ha llegado el momento de mirar a un mundo post-COVID y de prepararse para el cambio. Los textos recogidos ponen de relieve el pensamiento de Francisco en relación con los temas a los que todos nosotros, a la luz de la pandemia, nos enfrentamos diariamente: contaminación global, economía, trabajo, valorización de la atención sanitaria. El Papa Francisco nos insta a dejar de lado nuestros intereses individuales, corporativos y nacionales para crear una nueva era de solidaridad en la que todos los seres humanos tengan la misma dignidad. «Junto con la visión, el compromiso y la acción -concluye el cardenal Czerny- el Papa Francisco ha demostrado lo fundamental que es la oración para reorientar nuestra mirada hacia la esperanza, especialmente cuando ésta se vuelve tenue y corre el riesgo de sucumbir» (pág. 15). «La vida después de la pandemia» ya está disponible de forma gratuita en italiano e inglés y en los próximos días será posible descargar el texto también en francés, español y portugués. Los textos pueden ser descargados del sitio web de la LEV  y a través de Vatican News Prensa CEVNota de prensa de Vatican News13 de mayo de 2020

13
May

Misa en Santa Marta: el Papa reza por los estudiantes y los enseñantes

Vaticano.- En la misa en la Casa Santa Marta, Francisco reza al Señor para que dé a los estudiantes y enseñantes el coraje para ir adelante en este tiempo de la pandemia. El Papa Francisco preside la misa en la Casa Santa Marta en el miércoles de la quinta semana de Pascua y en el día en que la Iglesia celebra la memoria de Nuestra Señora de Fátima. En la introducción, dirigió sus pensamientos a los estudiantes y educadores: Recemos hoy por los estudiantes, los alumnos que estudian y los enseñantes que deben encontrar nuevos caminos para avanzar en la enseñanza: que el Señor les ayude en este camino, les dé coraje y también un buen éxito.En su homilía el Papa comentó el Evangelio de hoy (Jn 15:1-8) en el que Jesús dice a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto…Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer». «El Señor – dijo el Papa – vuelve sobre el ‘permanecer en Él’, y nos dice: ‘La vida cristiana es permanecer en mí’. Permanecer. Y utiliza aquí la imagen de la vid, el cómo los sarmientos permanecen en la vid. Y este permanecer no es un permanecer pasivo, un adormecimiento en el Señor: esto sería quizás un sueño beatífico». En cambio «este permanecer» es un permanecer activo, y también es un permanecer recíproco. ¿Por qué? Porque Él dice: «permanezcan en mí y yo en ustedes». Él también permanece en nosotros, no sólo nosotros en Él. Es una permanencia recíproca. Este «permanecer recíproco – continuó – es un misterio», «un misterio de la vida, un hermoso misterio». «Es verdad, los sarmientos sin la vid no pueden hacer nada porque no les llega la savia, necesitan la savia para crecer y dar fruto. Pero también el árbol, la vid necesita de los sarmientos, porque los frutos no están unidos al árbol, a la vid. Es una necesidad recíproca, es un permanecer recíproco para dar fruto». «Y esto es la vida cristiana: es verdad, la vida cristiana es cumplir los mandamientos, esto debe hacerse. La vida cristiana es ir por el camino de las bienaventuranzas: esto debe hacerse. La vida cristiana es realizar obras de misericordia, como el Señor nos enseña en el Evangelio: y esto debe hacerse. Pero es también más: es este permanecer recíproco. Sin Jesús no podemos hacer nada, como los sarmientos sin la vid. Y Él – me permita el Señor decirlo – sin nosotros parece que no puede hacer nada, porque el fruto lo da el sarmiento, no el árbol, la vid». “En esta ‘permanencia’ recíproca está la fecundidad”. ¿Y cuál es – se pregunta el Papa con un poco de audacia – la necesidad que tiene el árbol de la vid de los sarmientos? «Es tener frutos». «¿Cuál es la necesidad que tiene Jesús de nosotros? El testimonio. Cuando en el Evangelio dice que nosotros somos luz, dice: brille la luz que hay en ustedes, para que los hombres vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre. Es decir, el testimonio es la necesidad que tiene Jesús de nosotros. Dar testimonio de su Nombre, porque la fe, el Evangelio, crece por el testimonio». Jesús «necesita nuestro testimonio» para que «la Iglesia crezca». Y este es el misterio recíproco del «permanecer». Él y el Padre y el Espíritu permanecen en nosotros, y nosotros permanecemos en Jesús». «Nos hará bien pensar y reflexionar sobre esto: permanecer en Jesús y Jesús permanece en nosotros. Permanecer en Jesús para tener la savia, la fuerza, tener la justificación, la gratuidad, para tener la fecundidad. Y Él permanece en nosotros para darnos la fuerza del fruto, para darnos la fuerza del testimonio con el que la Iglesia crece». El Papa invitó a hacer la comunión espiritual con esta oración: Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentado, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén. El Papa Francisco terminó la celebración con la adoración y la bendición eucarística. Finalmente, con motivo del memorial de hoy, se cantaron versos del Ave María de Fátima. A continuación los primeros versos de la conocida canción: El 13 de mayo la Virgen María,bajó de los cielos a Cova de Iría.A tres pastorcitos la Madre de Dios,descubre el misterio de su Corazón.Ave, Ave, Ave María. (…) Prensa CEVNota de prensa de Vatican News13 de mayo de 2020