Papa Francisco: La prisa buena siempre nos impulsa hacia los demás
Vaticano.- Siguiendo los pasos de María para encontrar a Jesús y salir al encuentro de quienes son diferentes de nosotros, también en estos tiempos difíciles marcados por la pandemia y el drama de la guerra. Es la recomendación del Papa Francisco en su mensaje para la 37ª Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa en agosto de 2023 “La prisa buena siempre nos empuja hacia arriba y hacia los demás. También existe una prisa que no es buena, como por ejemplo la que nos lleva a vivir superficialmente, a tomar todo a la ligera, sin compromiso ni atención, sin participar realmente en las cosas que hacemos; la prisa de cuando vivimos, estudiamos, trabajamos, salimos con los demás sin poner en ello la cabeza y, mucho menos, el corazón”. Lo escribe el Santo Padre en su mensaje titulado “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39), hecho público hoy, para la 37ª Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa en agosto de 2023 y que firmó en San Juan de Letrán el pasado 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María. Jesús es la respuesta a los desafíos de la humanidad El Papa recuerda que “la prisa buena” impulsó a la Madre de Jesús a ayudar a su prima Isabel olvidándose de sí misma, y que el Señor que vive en medio de nosotros, “es la respuesta de Dios a los desafíos de la humanidad en cada época”, como los desafíos que la humanidad afronta hoy con la guerra y la emergencia sanitaria. María no deja de visitar a sus hijos necesitados Al mismo tiempo, el Obispo de Roma ofrece como respuesta la plenitud, esa que se produce cuando Dios entra en la vida de cada persona, tal como le ocurrió a María, puesto que: “A partir de la anunciación, desde que fuera por primera vez a visitar a su prima, María no deja de cruzar espacios y tiempos para visitar a sus hijos necesitados de su ayuda solícita. Nuestro caminar, si está habitado por Dios, nos lleva directamente al corazón de cada uno de nuestros hermanos y hermanas” Hacia la cita en Portugal Este camino de los jóvenes de todo el mundo hacia Portugal estuvo marcado por otros mensajes. Así, por ejemplo, en el 2020 se meditó sobre la palabra de Jesús: «Joven, te digo, ¡levántate!» (Lc 7,14); o, al año siguiente, sobre la figura del Apóstol San Pablo, a quien el Señor resucitado le dijo: “¡Levántate! Te hago testigo de las cosas que has visto” El Papa recuerda: “El tema de la JMJ de Panamá fue: ‘He aquí la sierva del Señor: hágase en mí según tu palabra’ (Lc 1, 38). Después de ese acontecimiento, retomamos el camino hacia un nuevo destino – Lisboa 2023 – dejando que haga eco en nuestros corazones la apremiante invitación de Dios a levantarnos. En 2020 meditamos la palabra de Jesús: “¡Joven, a ti te digo, levántate!” (Lc 7, 14). El año pasado nos inspiramos en la figura del apóstol san Pablo, a quien el Señor Resucitado le dijo: “¡Levántate! Te hago testigo de las cosas que has visto» (cf. Hch 26 ,16). Por esta razón el Papa escribe: “En el tramo que aún nos queda antes de llegar a Lisboa, caminaremos junto a la Virgen de Nazaret que, inmediatamente después de la anunciación, se levantó y partió sin demora para ir a ayudar a su prima Isabel. “El verbo común a los tres temas es levantarse, una expresión que – es bueno recordar – adquiere también el significado de resurgir, despertar a la vida” Francisco añade: “En estos últimos tiempos, que han sido tan difíciles, cuando la humanidad, probada ya por el trauma de la pandemia, se ve desgarrada por el drama de la guerra, María reabre para todos y especialmente para ustedes, que son jóvenes como ella, el camino de la proximidad y del encuentro”. Y subraya: “Espero, y creo firmemente, que la experiencia que muchos de ustedes vivirán en Lisboa en agosto del año próximo representará un nuevo comienzo para ustedes, jóvenes, y – con ustedes – para toda la humanidad” Una explosión de luz que no puede dejar a nadie quieto El Santo Padre manifiesta a los jóvenes que “experimentar la presencia de Cristo resucitado en la propia vida, encontrarlo vivo, es la mayor alegría espiritual, una explosión de luz que no puede dejar a nadie quieto”. Les explica asimismo que “nos pone en movimiento inmediatamente y nos impulsa a llevar esta noticia a otros, a dar testimonio de la alegría de este encuentro”. María es templo de Dios e imagen de la Iglesia en camino “Es lo que animó la prisa de los primeros discípulos en los días siguientes a la resurrección: Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos”. “María se convirtió en el templo de Dios, imagen de la Iglesia en camino, la Iglesia que sale y se pone al servicio, la Iglesia portadora de la Buena Noticia” María es modelo de los jóvenes en movimiento En su mensaje el Santo Padre alude a las grandes tentaciones que viven los jóvenes, y escribe textualmente: “La Madre del Señor es modelo de los jóvenes en movimiento, no inmóviles frente al espejo contemplando su propia imagen o ‘atrapados’ en las redes” En efecto Francisco escribe que María “estaba totalmente orientada hacia el exterior. Es la mujer pascual, en permanente estado de éxodo, de salida de sí misma hacia el gran Otro que es Dios y hacia los demás, los hermanos y las hermanas, especialmente los más necesitados, como lo fue su prima Isabel”. De ahí que el Santo Padre recuerde que “María se dejó interpelar por la necesidad de su prima anciana”. Y que si bien los jóvenes “no pueden resolver todos los problemas del mundo”. Tal vez “puedan empezar con los más cercanos, con los problemas de su propia zona”. “A la Madre Teresa le dijeron una vez:
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