Papa Francisco: Fraternidad es ensuciarse las manos en las periferias del mundo como Jesús

25
May
2022

Vaticano.- Para comprender a los migrantes, debemos vernos a nosotros mismos. Además hay que integrarlos y no se lo debe considerar “como una piedra en el zapato”. También es necesaria una nueva economía enraizada en las personas cuya Palabra clave es solidaridad. Lo dijo el Papa Francisco a los representantes del Fondo Mundial de Solidaridad

Antes de celebrar la Audiencia general, el Santo Padre recibió esta mañana a los representantes del Fondo Mundial de Solidaridad a quienes les habló espontáneamente, tras entregarles el discurso que había preparado para esta ocasión. Al agradecer este encuentro, el Papa les dijo que le gusta que la gente esté en las fronteras, en las periferias. “Simplemente porque Jesús fue a las periferias” para mostrar el Evangelio.

“Las periferias, sean del cuerpo, sean del alma; porque hay personas que está un poco acomodada pero tienen el alma destruida, desgarrada: ir con ellos también; hay tanta gente que necesita cercanía”

El Pontífice prosiguió explicando que “la cercanía es el estilo de Dios”, tal como se desprende de algunas expresiones religiosas independientemente que provengan de congregaciones religiosas o de cristianos que se separan para mantener la fe. Aquí dijo que se trata de una “reedición del fariseísmo más antiguo”. “Porque ellos quieren tener un alma limpia, pero con esta actitud, quizá tengan el alma limpia, pero su corazón está sucio de egoísmo”.

Con los descartados de la sociedad

Además, el Pontífice los animó a “ir a las periferias, a encontrar a la gente que no cuenta, a los descartados de la sociedad”, en esta “cultura del descarte” que estamos viviendo, porque es precisamente allí donde hay que ir como lo hizo Jesús.

En cuanto a los migrantes a los que hay que “acoger, acompañar, promover e integrar”, el Santo Padre reafirmó que este camino de integración en la sociedad. “No es una obra de beneficencia, con los migrantes, dejarlos allí. No. Es tomarlos e integrarlos, con la educación, con la inserción laboral, con todas estas cosas”.

Integrar a los migrantes

Por otra parte, el Obispo de Roma recordó la tragedia acaecida en el aeropuerto de Zaventem protagonizada por un grupo de jóvenes belgas hijos de inmigrantes, no integrados, metidos en guetos (se trata del atentado en el aeropuerto de Bruselas que dejó once muertos reivindicado por el autodenominado Estado Islámico, ndr.). Y manifestó que “un migrante no integrado está a medio camino”. “Es peligroso para él, pobrecito, porque siempre será un mendicante. También es peligroso para todos”. Integrarse, dijo Francisco, no hay que considerar a los migrantes “como una piedra en el zapato”, que es molesto.

Ver las propias raíces

Para comprender a los migrantes, el Papa dijo que debemos vernos a nosotros mismos. De ahí necesidad de mirar siempre las raíces. En cuanto a la situación en Europa, el Santo Padre invitó a mirar su realidad, es decir, que fue hecha por los migrantes; “y hoy, para un desarrollo serio”, dijo, “necesita a los migrantes”. Habló asimismo del “invierno demográfico, en el que no hay niños, en el que el futuro es cada vez más estrecho”, de ahí la necesidad de “¡que venga esa buena gente, pero hay que integrarla! Intégralos. Y por esta razón les agradeció lo que hacen en su organización con ellos. “No es una limosna no, es la fraternidad”.

Un nuevo tipo de economía

Aludiendo a su título les dijo que también buscan un nuevo tipo de economía. Y añadió textualmente:

“La economía debe convertirse. Se la debe convertir ahora. Debemos pasar de la economía liberal a la economía compartida por las personas, a la economía comunitaria. Y sobre esto se trabaja bastante con los jóvenes economistas, incluidas las mujeres”

Una economía cristiana

Al respecto el Papa ofreció el ejemplo de Estados Unidos, donde algunas mujeres dieron un paso adelante al pensar en la economía.

“No podemos vivir con un modelo de economía que proviene de los liberales y de la Ilustración. Tampoco podemos vivir con un modelo de economía que proviene del comunismo. Se necesita, por decirlo así una economía cristiana”

Una economía más enraizada en el pueblo

Hacia el final de sus palabras el Santo Padre los invitó a  buscar “nuevas expresiones de la economía de este tiempo”, tras haber mencionado a la economista y profesora italiana Mariana Mazzucato, que es hija de migrantes en Estados Unidos. Mientras en cuanto a Inglaterra destacó la presencia de otra mujer, junto a una serie de hombres que piensan en “una economía más enraizada en el pueblo”.

Por último, el Papa Francisco los animó con estas palabras: “Adelante, ensúciense las manos. Asuman riesgos. Y miren las tantas periferias: el sudeste asiático, parte de África, parte de América Latina. Muchas periferias, muchas, que hieren el corazón. Gracias por su trabajo. Y recen por mí, por favor. Pero recen a favor, no en contra. Gracias”.

Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
25 de mayo de 2022