Noticias

24
Oct

Arquidiócesis de Mérida celebró reunión de la Vicaría de Pastoral: acción evangelizadora compromiso de todos

Mérida.  El pasado 21 de octubre de 2025, en la Sala Académica del Palacio Arzobispal, se llevó a cabo la primera reunión de la Vicaría de Pastoral Arquidiocesana, con la presencia del presbítero Edduar Molina, vicario de pastoral saliente, y de Jean Carlos Loaiza, sacerdote recientemente designado en el cargo. Durante el encuentro, el Pbro. Edduar Molina presentó formalmente a su sucesor y ofreció un balance de su gestión, destacando el trabajo conjunto con los distintos grupos y movimientos de la Arquidiócesis, reflejado en la consolidación del Plan de Pastoral. Posteriormente, los coordinadores de los grupos realizaron una breve presentación de sus respectivas comunidades, señalando aspectos como membresía, carisma, fortalezas y debilidades, al tiempo que manifestaron su compromiso de continuar con la labor pastoral desarrollada en la Arquidiócesis de Mérida. Por su parte, el Pbro. Jean Carlos Loaiza agradeció al Pbro. Edduar por su entrega y dedicación, y expresó su intención de dar continuidad al acompañamiento y animación pastoral desde cada grupo y movimiento eclesial. Entre sus primeras acciones, el nuevo Vicario de Pastoral anunció su disposición a reunirse individualmente con cada grupo o movimiento, integrar a los secretariados y departamentos en el trabajo pastoral y coordinar encuentros con los sacerdotes asesores de las distintas vicarías, con el fin de establecer los lineamientos a seguir. Asimismo, hizo un llamado a promover la participación activa en los grupos de apostolado, motivar a quienes se han alejado y atraer nuevos miembros. Subrayó que la acción evangelizadora requiere del compromiso de todos, en un caminar conjunto como Iglesia en salida. Para ello, consideró fundamental reforzar la formación de los coordinadores, de modo que puedan ejercer un liderazgo auténtico y comprometido dentro de sus comunidades. Al cierre de la reunión, Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo Metropolitano de Mérida, agradeció la presencia de los coordinadores y los animó a seguir trabajando unidos por una pastoral viva y transformadora. 24 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

24
Oct

Realizada reunión del Consejo de Pastoral de la Diócesis de Los Teques

Los Teques. El sábado 18 de octubre de 2025, en los espacios de la Curia Diocesana de Los Teques, se llevó a cabo la reunión del Consejo Diocesano de Pastoral (CODIPA), siendo este un órgano en el cual existe representación de las parroquias, cuasi parroquias y equipos diocesanos de esta Iglesia particular. Durante esta reunión del Codipa se trabajó en la preparación de la I Asamblea Diocesana de Pastoral, la cual tendrá lugar el 08 de noviembre de 2025, un espacio en el cual se evaluará y se planificará el caminar de la Diócesis de Los Teques, todo ello en base a lo planteando en el Plan Pastoral Diocesano. Codipa invita a todos los fieles a mantenerse en oración por tan importante encuentro bajo la intercesión de los santos patronos de cada comunidades parroquiales, para que la Asamblea sea un espacio de renovación eclesial en nuestra Diócesis de Los Teques. 24 de octubre de 2025Fuente: Diócesis de Los TequesCEV Medios

24
Oct

Pastoral Familiar de la Diócesis de Carúpano ofrece formación para animadores de la Campaña Abrazo en Familia

Carúpano. El secretariado de Pastoral Familiar de la Diócesis de Carúpano atendió el sábado 18 de octubre de 2025 a más de 25 fieles de las zonas «Santa Rosa» y «Coromoto»,  como parte del camino preparatorio para celebrar los 35 años de la Campaña «Abrazo en Familia» en Venezuela. Continuando con la formación de animadores parroquiales iniciada en la zona «San José», la Pastoral Familiar de esta Iglesia particular llevó a cabo el encuentro en la Parroquia «Santa Catalina de Siena», a fin de transmitir los temarios propuestos por el Centro de Laicos, la Familia y la Vida. Bajo el lema «Familia camino de esperanza para la Iglesia y la Sociedad», el secretariado presentó cinco temas relacionados con la visualización del futuro en la familia, la transmisión de la fe, la tribulación, prácticas familiares que acercan a Dios, mediante testimonios personales y preguntas para la reflexión. Durante la formación, se hizo entrega del material para la difusión de este contenido en la diferentes instancias parroquiales, así como se anunció la programación para la caminata diocesana el próximo sábado 08 de noviembre, donde se invita a las familias a caminar unidos hacia la Parroquia «San Rafael Arcángel» de Playa Grande. 24 de octubre de 2025Fuente: Diócesis de CarúpanoCEV Medios

24
Oct

Pastoral Juvenil de América Latina y el Caribe afianza su camino sinodal en Encuentro virtual continental

Este 22 de octubre, el Equipo Latinoamericano y Caribeño de Pastoral Juvenil (ELAPJ), en colaboración con el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), han celebrado un encuentro virtual continental con el que se comprometen a consolidar el camino sinodal. Bajo el nombre “Nuestra Caminata Sinodal desde la Pastoral con Jóvenes desde América Latina y el Caribe”, más de 80 participantes entre líderes jóvenes, asesores, sacerdotes, obispos compartieron en este espacio de escucha, reflexión y discernimiento pastoral. Stiven Mego, referente de comunicaciones de la Pastoral Juvenil Latinoamericana, indicó que “juntos reafirmaron su compromiso de seguir construyendo una Iglesia joven, viva y misionera, enraizada en la realidad y los sueños de sus pueblos”. “Queremos seguir caminando juntos como Iglesia joven, viva y comprometida con la realidad de nuestros pueblos. Este encuentro fue una oportunidad para encontrarnos, escucharnos y celebrar la vida que brota del trabajo pastoral con los jóvenes”, añadió. Cinco ejes de trabajo La jornada estuvo inspirada en el pasaje bíblico de Lucas 7,14, “Joven, a ti te digo, levántate”. Sus organizadores han indicado que fue un encuentro que “se convirtió en un verdadero símbolo continental de esperanza”. Los jóvenes, venidos de todas las regiones de América Latina y el Caribe, compartieron sus sueños, inquietudes y experiencias en un ambiente profundamente fraterno. Trabajaron sobre cinco ejes temáticos: Evangelización y Encuentro con Cristo. Formación Integral. Acompañamiento. Comunicación y redes.Proyectos y transformación social. Luego compartieron en “un diálogo fraterno” sus preocupaciones comunes en todo el continente: la pérdida del sentido espiritual, la fragilidad emocional, la deshumanización digital y la falta de acompañamiento constante. Frente a estas realidades, apuntó Mego, “los jóvenes reafirmaron su deseo de levantarse, redescubrir su valor y construir comunidades vivas, fraternas y solidarias”. Muro de compromisos El cierre estuvo marcado por el llamado “muro de compromisos”. Se trató de un ejercicio de diálogo y construcción conjunta, fruto del discernimiento. Entre estas tareas encomendadas se encuentran brindar mayor acompañamiento a los jóvenes con autenticidad, cercanía y coherencia de vida. Otro aspecto fue trabajar en red y en sinodalidad, uniendo esfuerzos entre comunidades y movimientos. La formación, por supuesto, resulta clave, “formarse continuamente para ofrecer un acompañamiento integral y actual”. Además de fortalecer la pastoral juvenil como espacio abierto, dinámico y esperanzador. “Escuchar, dialogar y caminar juntos con espíritu de comunión y fraternidad. Crear alianzas con la sociedad civil para impulsar proyectos transformadores. Vivir la fe con alegría y testimonio, levantándose cada día con esperanza”, acotó Mego. 24 de octubre de 2025Fuente: CELAMCEV Medios

24
Oct

El Papa: Los Movimientos populares, antídoto contra la indiferencia

Vaticano. León XIV recibe a los movimientos populares reunidos en Roma para el Quinto Encuentro Internacional y la Peregrinación Jubilar. Recordando a su predecesor Francisco, reitera que «tierra, techo y trabajo» son «derechos sagrados». A continuación, señala el aumento de la injusticia social, los «daños colaterales» causados ​​por las nuevas tecnologías, el trato inhumano a los migrantes y la proliferación de drogas. Pueblos desposeídos, robados, saqueados, llevados a la pobreza; migrantes vulnerables, víctimas de abusos y tratados como basura. A esto se suma la proliferación desenfrenada de drogas, tanto antiguas como nuevas (como el fentanilo); inundaciones, tsunamis y terremotos que exponen la crisis climática; el lucro, cada vez más idolatrado, al igual que el culto al cuerpo y al bienestar físico. Y, de nuevo, una justicia que parece estar fallando; nuevas tecnologías que incrementan el progreso tanto como la desigualdad; desempleo, marginación, explotación; una tendencia general deshumanizante de injusticias sociales, y la creciente brecha entre una pequeña minoría —el 1% de la población— de ricos y la gran mayoría de pobres. El Papa León XIV dibuja un retrato impregnado de amargo realismo de la época actual en su discurso a los Movimientos Populares, recibidos, esta tarde, en el Aula Pablo VI, con motivo del V Encuentro Internacional en Roma. Las enseñanzas de Francisco y León XIII Un largo discurso, salpicado de referencias a las enseñanzas de su predecesor, el Papa Francisco, quien promovió estos encuentros, y del Papa autor de la primera encíclica social, León XIII y la Rerum Novarum . Un discurso en el que el Pontífice combinó denuncias y llamamientos con estímulo a la acción, la profecía, la poesía y, sobre todo, la esperanza: de cambio, de un camino renovado de justicia, amor y paz, de cosas nuevas. Rerum Novarum, en efecto. Así como fue «nuevo» y también «bueno» izar la bandera en el Vaticano hace diez años con las palabras «Tierra, Techo y Trabajo». “Haciéndome eco de las peticiones de Francisco, hoy digo: Tierra, techo y trabajo son derechos sagrados, por los que vale la pena luchar, y quiero que me escuchen decir: “¡Estoy con ustedes!”, “¡Estoy con ustedes!” Importancia profética Unas dos mil personas estaban presentes en el Aula Pablo VI para escuchar al Papa León XIV. Entre ellas, representantes de las «periferias» de todos los continentes: pobres, migrantes, campesinos y cartoneros . Han llegado en procesión desde el Spin Time Lab, el edificio en el barrio de Esquilino ocupado con fines habitacionales y sociales por unas 400 personas en situaciones de emergencia, que se ha convertido en la sede de los Movimientos Populares en Roma. Mañana vivirán su peregrinación jubilar acompañados por obispos y otros representantes de sus diócesis. Este fue el «sueño» del Papa Francisco, quien deseaba que este grupo social, a menudo rechazado o marginado por las instituciones, fuera acogido en el corazón de la Iglesia. Este sueño lo está haciendo realidad León, quien, como afirmó al comienzo de su discurso, pretende continuar el camino iniciado por Jorge Mario Bergoglio, quien «en los últimos años ha dialogado a menudo con su realidad, destacando su importancia profética en el contexto de un mundo marcado por problemas de diversa índole». Abuso e inhumanidad hacia los migrantes Problemas dramáticos, empezando por el de los migrantes. «Los Estados tienen el derecho y el deber de proteger sus fronteras, pero esto debe equilibrarse con la obligación moral de brindar refugio», afirma León XIV. Condena el «abuso de migrantes vulnerables», en el que «no estamos presenciando el ejercicio legítimo de la soberanía nacional, sino graves crímenes cometidos o tolerados por el Estado». Se están tomando medidas cada vez más inhumanas –incluso políticamente celebradas– para tratar a estos “indeseables” como si fueran basura y no seres humanos. Necesidades primarias insatisfechas Con igual fuerza, León XIV señala el impacto negativo del desarrollo tecnológico en la salud, la educación, el empleo, el transporte, la urbanización, las comunicaciones, la seguridad y la defensa. En primer lugar, destaca la «paradoja» de la falta de tierra, alimento, vivienda y trabajo para millones de personas, mientras que «los teléfonos celulares, las redes sociales e incluso la inteligencia artificial están al alcance de millones». Esto incluye a los pobres. Asegurémonos de que cuando se satisfagan necesidades más sofisticadas, no se descuiden las fundamentales. Crisis climática y crisis “virtual” En resumen, el Papa habla de una «mala gestión» que «genera y acrecienta las desigualdades bajo la apariencia de progreso. Y al no situar la dignidad humana en el centro, el sistema también falla en la justicia». Uno por uno, el Pontífice enumera los «daños colaterales»; en primer lugar, la crisis climática, quizás el ejemplo más evidente con sus fenómenos meteorológicos extremos. «¿Quiénes sufren más? Siempre los más pobres». Tanto quienes ven «lo poco que tienen» arrasado por el agua; como los «campesinos, agricultores y pueblos indígenas» que pierden sus tierras, identidades y producción local debido a la «desertificación» del territorio. Luego está la crisis alimentada por las redes sociales: «¿Cómo puede un joven pobre vivir con esperanza y sin ansiedad cuando las redes sociales exaltan constantemente el consumo desenfrenado y un éxito económico totalmente inalcanzable?», pregunta el Papa. ¿Y cómo olvidar la adicción a los juegos de azar digitales, con plataformas diseñadas para crear «dependencia compulsiva» y «adicción»? La devastación causada por las drogas antiguas y nuevas El Obispo de Roma no permanece en silencio, pues, ante la “novedad” o, mejor dicho, la “ambigüedad” de la industria farmacéutica. En la cultura actual, no sin la ayuda de ciertas campañas publicitarias, se promueve una especie de culto al bienestar físico, casi una idolatría del cuerpo y, en esta visión, el misterio del dolor se interpreta de forma reductiva; esto también puede llevar a la dependencia de la ingesta de analgésicos, cuya venta obviamente aumenta los beneficios de las propias productoras. En particular, el Papa mira a su tierra natal, Estados Unidos, devastada por la adicción a los opioides: «Consideremos, por ejemplo , el fentanilo , la droga de la muerte, la segunda causa principal de muerte entre los pobres de ese país». «La proliferación de nuevas drogas sintéticas, cada vez más letales, no es

24
Oct

Jubileo de los equipos sinodales: convertir las relaciones para «ser uno»

Vaticano. En el Aula Pablo VI, varios discursos introductorios precedieron el encuentro con el Papa. El cardenal Grech invitó a mirar con esperanza hacia “lo que será”. El cardenal Ryś habló de superar las tensiones reveladas por la sinodalidad. De Salis Amaral recordó que nadie es “autosuficiente” en la Iglesia. Venâncio pidió denunciar las causas que perpetúan “el abismo” entre los grupos sociales. Una mirada llena de esperanza, orientada hacia “lo que será”, en el camino de la sinodalidad. Más allá de sus tensiones, entre el “yo” y el “nosotros”, entre “unidad y uniformidad”, entre “preservación y misión”. Se trata de avanzar hacia una auténtica conversión de las relaciones, que se convierta en una “profecía social” al denunciar “el abismo entre los grupos sociales”, encendiendo de nuevo la llamada de Jesús: “Que todos sean uno”. Estos fueron algunos de los temas desarrollados en las intervenciones introductorias del Jubileo de los equipos sinodales y de los organismos de participación, celebradas el 24 de octubre en el Aula Pablo VI. Entre los ponentes estuvieron el cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría del Sínodo; el cardenal Grzegorz Ryś, arzobispo de Łódź (Polonia); Miguel De Salis Amaral, profesor de Eclesiología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz; y Mariana Aparecida Venâncio, miembro de la Comisión Nacional de Animación para la fase de implementación del Sínodo en Brasil. El encuentro fue moderado por el obispo agustino Luis Marín de San Martín, subsecretario de la Secretaría General del Sínodo. Grech: esperar, arraigados en Jesús En su saludo, el cardenal Grech evocó El portal del misterio de la esperanza de Charles Péguy, recordando cómo el autor describe las tres virtudes teologales: “La fe ve lo que es, la esperanza ve lo que será y la caridad ve lo que es”. Esta visión, explicó, ofrece una brújula espiritual para “reimaginar” cómo la Iglesia escucha, discierne y camina unida. El amor, según Grech, no es solo una emoción, sino la actitud con la que “habitamos” la Iglesia. No espera la perfección, sino que elige acoger la realidad “tal como es”. Es la decisión de permanecer presentes, signo de una madurez espiritual que entiende que la unidad no significa uniformidad. El amor va unido a la fe, que es la lente a través de la cual la Iglesia “ve algo más que lo humano, algo divino”. No se trata de “optimismo ciego”, sino de una mirada realista que, en el camino sinodal, nace de escuchar el clamor de quienes viven en los márgenes. En tercer lugar, Grech habló de la esperanza. Para Péguy, ella es una certeza compartida sobre el futuro, arraigada “en la persona de Jesucristo y en la confianza en las promesas de Dios”. La esperanza, dijo el cardenal, implica “dejar ir”, trabajar “sin poseer lo que construimos”. Se mira con confianza hacia lo que vendrá, “no porque ya se vean los resultados, sino porque hemos encontrado a Aquel que tiene el futuro en sus manos”. Es una clave para entender el proceso sinodal: “Mucho se ha hecho, pero el trabajo continúa con humildad. Hemos hecho nuestra parte; el resto está en manos de Dios”. Como recordaba Péguy, “la esperanza ama aquello que aún está por venir”. Ryś: hacerse “una Iglesia pobre para los pobres” El cardenal Grzegorz Ryś centró su reflexión en las tensiones que la sinodalidad revela, identificando tres principales. La primera es la tensión entre el “yo” y el “nosotros”. La sinodalidad llama a una “conversión relacional”, pero el mundo actual teme las relaciones auténticas y duraderas. El único vínculo que parece entenderse es el competitivo: “¡Tengo lo que tú no puedes tener!”. La segunda tensión es entre unidad y uniformidad. Por un lado, la Iglesia es comunión; por otro, la tentación de la homogeneización se convierte en semilla de división, incapaz de acoger la diversidad. San Agustín y san Francisco de Sales —recordó Ryś— comparaban la Iglesia con un jardín lleno de flores diversas. No son las diferencias las que dividen, sino el orgullo y el abuso de poder. Por eso, la sinodalidad es una “medicina” que prescribe escucha y intercambio de dones espirituales. La tercera tensión es entre preservación y misión. La sinodalidad revela el rostro de una “Iglesia en salida”, abierta a “todos, todos, todos”, como repite el Papa Francisco. Para abrazar a toda la familia humana, la comunidad eclesial está llamada a una nueva identidad: despojarse de estructuras sofisticadas y hacerse verdaderamente “una Iglesia pobre para los pobres”. De Salis Amaral: el sacerdocio ministerial y el común son interdependientes El profesor Miguel De Salis Amaral profundizó en el concepto de “conversión de las relaciones”, mencionado por Ryś. Explicó que no se trata de un “simple llamado a querernos más”, lo cual reduciría el mensaje a un moralismo superficial, sino de redescubrir el sentido profundo de la sinodalidad. De Salis Amaral propuso algunos pasos concretos, fundamentados en las relaciones que nacen de los sacramentos, del vínculo “que Dios mismo ha establecido entre Él y nosotros”. En primer lugar, el Bautismo, que crea una relación filial y fraterna que “nos capacita y nos hace responsables”, convirtiéndose en la más esencial de la vida eclesial. Luego, el Orden sacerdotal, un servicio “específico” orientado a “hacer crecer a los demás como discípulos misioneros”. “La salvación —afirmó— no nace del conocimiento personal, como sostiene la gnosis antigua y moderna, sino que viene desde fuera: es un don que nos alcanza a través de la Palabra escuchada en la fe: fides ex auditu”. El sacerdocio ministerial y el sacerdocio común de los fieles se orientan recíprocamente, de modo que nadie sea “autosuficiente” dentro de la comunidad eclesial. Según el teólogo portugués, este concepto debe redescubrirse y profundizarse, porque la Iglesia no puede reducirse a una mera “organización”, sino que debe reflejar la vitalidad de esos vínculos. Ambos sacerdocios se sostienen en una interdependencia viva y operante, que participa de la unicidad de Cristo. Venâncio: la sinodalidad, antídoto a la “llaga de las polarizaciones” “Una Iglesia sinodal es como un estandarte levantado entre las naciones”. A partir

24
Oct

León XIV: La familia es esperanza, no una carga

Vaticano. El Papa destacó ante el Pontificio Instituto Juan Pablo II el papel de la familia como motor de esperanza y renovación social. Pidió políticas que protejan la maternidad, promuevan el tiempo en común y fortalezcan los vínculos humanos frente a una cultura que privilegia la productividad sobre el amor. “En todo lugar y tiempo estamos llamados a sostener, defender y promover a la familia, sobre todo mediante un estilo de vida coherente con el Evangelio”. Lo afirmó con vigor el Papa León XIV al recibir en audiencia, este viernes 24 de octubre, a los docentes y alumnos del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia. “Sus fragilidades y su valor, vistos a la luz de la fe y de la razón”, dijo el Papa en su discurso, “inspiran sus estudios, orientados al bien de los novios que se preparan para el matrimonio, de los esposos que se convierten en padres, y de sus hijos, que son siempre promesa de una humanidad renovada por el amor”. El Pontífice recordó que la vocación del Instituto —nacido de la visión profética de san Juan Pablo II tras el Sínodo de 1980 sobre la familia— se manifiesta hoy “con claridad aún mayor”: constituir un solo cuerpo académico presente en los distintos continentes, para responder a las necesidades formativas lo más cerca posible de los matrimonios y las familias. “Así pueden desarrollarse con más eficacia dinámicas pastorales adaptadas a las realidades locales, inspiradas en la viva tradición de la Iglesia y en su doctrina social”. La familia, medida del bienestar social Al participar en la misión y el camino de toda la Iglesia, el Instituto contribuye, según el Papa, a la comprensión del magisterio pontificio y al diálogo permanente entre la vida familiar, el mundo del trabajo y la justicia social. Afronta cuestiones de gran actualidad como la paz, el cuidado de la vida y la salud, el desarrollo humano integral, el empleo juvenil, la sostenibilidad económica y la igualdad entre hombres y mujeres. Todos estos factores, subrayó, influyen directamente en la decisión de casarse y de tener hijos. En este sentido, León XIV explicó que la misión específica del Instituto consiste en la investigación y el testimonio compartido de la verdad. “La teología está llamada a dialogar con las distintas disciplinas que estudian el matrimonio y la familia, no conformándose con hablar sobre la verdad, sino viviéndola con la gracia del Espíritu Santo y siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos reveló al Padre con sus palabras y sus obras”. El Papa insistió en que el anuncio del Evangelio, que transforma la vida y la sociedad, compromete a todos a promover acciones coordinadas y eficaces en favor de la familia. “La calidad de la vida social y política de un país se mide, en gran parte, por la manera en que permite a las familias vivir bien, disponer de tiempo para sí mismas y fortalecer los vínculos que las unen”. En una sociedad que a menudo exalta la productividad y la velocidad a costa de las relaciones, añadió, “urge devolver tiempo y espacio al amor que se aprende en la familia, donde nacen las primeras experiencias de confianza, de don y de perdón que tejen el entramado de la vida social”. Devolver dignidad a la maternidad Recordó con emoción las palabras de su predecesor, el Papa Francisco, cuando invitó con ternura a las mujeres embarazadas a “custodiar la alegría de traer al mundo una nueva vida” (Amoris laetitia, 171). “La vida humana es un don y debe ser siempre acogida con respeto, cuidado y gratitud”, afirmó. Por ello, ante la realidad de tantas madres que viven la maternidad en soledad o marginación, el Pontífice señaló que “tanto la comunidad civil como la eclesial deben comprometerse con constancia para devolver a la maternidad su plena dignidad”. Reclamó medidas concretas: políticas que aseguren condiciones de vida y de trabajo dignas, iniciativas formativas y culturales que reconozcan la belleza de engendrar juntos, y una pastoral que acompañe con cercanía y escucha a mujeres y hombres. “La maternidad y la paternidad, así protegidas, no son una carga para la sociedad, sino una esperanza que la fortalece y la renueva”. Una Iglesia que escucha y acompaña El Papa también animó a los profesores y estudiantes a seguir contribuyendo al desarrollo de la doctrina social sobre la familia, en línea con la misión que el Papa Francisco confió al Instituto en la carta Summa familiae cura, en la que escribió: “La centralidad de la familia en los caminos de conversión pastoral de nuestras comunidades y de transformación misionera de la Iglesia exige que, también a nivel académico, en la reflexión sobre el matrimonio y la familia nunca falten la perspectiva pastoral ni la atención a las heridas de la humanidad”. León XIV destacó que el Instituto ha acogido las orientaciones de la constitución apostólica Veritatis gaudium, que invita a una teología “abierta y dialogante”, una cultura del encuentro entre todas las auténticas y vivas culturas, enriquecidas por el intercambio de sus dones bajo la luz del amor de Dios. En esta perspectiva, señaló, la sólida base filosófica y teológica se ha enriquecido con el diálogo con otras disciplinas, abriendo nuevos campos de investigación. Entre ellos, subrayó la importancia de profundizar el vínculo entre la familia y la doctrina social de la Iglesia. “Se trata —sostuvo— de integrar el estudio de la familia como capítulo esencial del patrimonio de sabiduría de la Iglesia sobre la vida social, y de enriquecer ese patrimonio con la experiencia y la dinámica propias de la vida familiar”. En el ámbito pastoral, alertó sobre las tendencias que, en muchas regiones del mundo, llevan a no valorar o incluso rechazar el matrimonio. “Los invito a ser atentos a la acción de la gracia de Dios en el corazón de cada hombre y de cada mujer. Aun cuando los jóvenes tomen caminos que no coinciden con los propuestos por la Iglesia, el Señor sigue tocando a la puerta de sus corazones,

24
Oct

León XIV: Promover la ética en el mundo digital desafiando a los dioses del consumismo

Vaticano. El Papa recibe en audiencia a los superiores mayores de la Compañía de Jesús y les anima a estar presentes en las «fronteras geográficas, culturales, intelectuales o espirituales»: en un mundo desgarrado «debemos convertirnos en expertos en reconciliación», es necesario «encontrar y hablar» el lenguaje de los jóvenes y defender a los pobres de las numerosas violaciones de su dignidad. Fronteras y preferencias. Territorios reales y virtuales para vivir como apóstoles del Evangelio y herramientas para ser eficaces. El discurso de León XIV a los superiores mayores jesuitas —más de cien recibidos en el Aula del Sínodo, presididos por el Superior General, Padre Arturo Sosa— es amplio y detallado, dirigido a una orden religiosa que, como reconoce el Papa, ha estado presente desde hace mucho tiempo allí donde las necesidades de la humanidad se encuentran con el amor salvador de Dios. Males que hay que curar La apertura es un examen de la «era del cambio» que afecta a todos los sectores: cultura, economía, tecnología, política; en particular, subraya inmediatamente León XIV, el campo de la inteligencia artificial y otras innovaciones que «están redefiniendo nuestra comprensión del trabajo y las relaciones e, incluso, planteando preguntas sobre la identidad humana», pero no sólo eso. La degradación ecológica amenaza nuestro hogar común. Los sistemas políticos a menudo no responden al clamor de los pobres. El populismo y la polarización ideológica profundizan las divisiones dentro y entre las naciones. Muchos se ven afectados por el consumismo, el individualismo y la indiferencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos deben ser cautelosos. La Iglesia debe contribuir a guiar estos avances éticamente, defendiendo la dignidad humana y promoviendo el bien común. Debemos discernir cómo utilizar las plataformas digitales para evangelizar, construir comunidades y desafiar a los falsos dioses del consumismo, el poder y la autosuficiencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos deben ser cautelosos. La Iglesia debe contribuir a guiar estos avances éticamente, defendiendo la dignidad humana y promoviendo el bien común. Debemos discernir cómo utilizar las plataformas digitales para evangelizar, construir comunidades y desafiar a los falsos dioses del consumismo, el poder y la autosuficiencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos

24
Oct

El Papa: Mujeres en la Iglesia y sociedad, superar prejuicios y obstáculos culturales

Vaticano. En el Aula Pablo VI, León XIV mantuvo una conversación improvisada con los participantes del Jubileo de los equipos sinodales y los órganos de participación, respondiendo a siete preguntas de delegados de todos los continentes. Elogió la vocación misionera de la Iglesia, que debe «escuchar el clamor de la tierra» y trabajar para garantizar que se respeten los carismas de todos. Pero también debe ser un «puente entre culturas y religiones» y construir la paz y la comunión. Aprender. Esta es una de las palabras más recurrentes en las respuestas que León XIV dio esta tarde, 24 de octubre, a los representantes de los Equipos Sinodales y los órganos de participación, que celebran su Jubileo estos días. Actúan como portavoces de siete regiones geográficas, que presentaron al Papa su trabajo para implementar la sinodalidad en sus respectivos contextos eclesiales. Moderando este momento de diálogo entre los delegados y el Obispo de Roma en el Aula Pablo VI, se encontraba la hermana Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de los Obispos, organismo que celebró su sexagésimo aniversario este año. Recordando la afirmación anterior de Pablo VI que la primacía y la colegialidad no pueden vivirse sin la sinodalidad con todos los bautizados, la religiosa inició el encuentro presentando una síntesis de los frutos del proceso sinodal a nivel continental (que tuvo lugar de octubre de 2021 a octubre de 2024). Junto al Papa están el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, y monseñor Luis Marín De San Martín, O.S.A., subsecretario de la Secretaría General del Sínodo. La Iglesia en África tiene mucho que ofrecer a todos El padre Rafael Simbine Junior, sacerdote de la diócesis de Xai-Xai en Mozambique y secretario general del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SCEAM-SECAM), ofreció una visión general del camino sinodal en África. Un camino que ha avanzado a pasos agigantados, afirmó, y ​​que se ha abierto en todas las parroquias porque «la sinodalidad no es una campaña con fecha límite, sino una forma de ser Iglesia que debe aprenderse, practicarse y transmitirse». Los espacios de encuentro con otros movimientos religiosos, e incluso en el ámbito público, se han multiplicado, porque el contacto con la sociedad, junto con la escucha y la formación, es el principio rector: «Es el movimiento de una Iglesia que escucha. Discernimos juntos y luego caminamos con la sociedad por el bien común». Enfatizó ante el Papa que «el don de África al camino sinodal es un vivo sentido de familia, resiliencia y esperanza». La pregunta que se le planteó al Pontífice es cómo las Iglesias locales, especialmente en África, pueden discernir sin verse condicionadas por la imposición de «modelos uniformes» que podrían debilitar su iniciativa. El Papa reiteró el enfoque en la palabra «misión» desde el principio, inspirado en su propia experiencia como misionero. Recuerda al Papa Francisco y cómo este enfatizó la importancia, en el proceso sinodal, de llevar el Evangelio a todas partes del mundo, incluso hasta los confines de la tierra. «Creo que la Iglesia en África tiene mucho que ofrecernos a todos», afirmó el Papa, especialmente porque «la Iglesia puede ser un puente». Continúa destacando cómo, gracias a los jóvenes y las familias, puede ser «un instrumento para construir la paz y ofrecer modelos tanto dentro de África, entre los países africanos, como entre los diferentes países y continentes del mundo». A continuación, invita a ser claros: «No buscamos un modelo uniforme, ni presentaremos un modelo estándar que todos en todos los países digan: ‘Así se hace’». Se trata más bien de una conversión al Espíritu de ser Iglesia y misioneros y de construir, en este sentido, la familia de Dios. Y una aclaración más: “Especialmente en culturas donde los cristianos no somos mayoría, a menudo con miembros de otras religiones, tanto regionales como globales, como el islam, los desafíos existentes también representan grandes oportunidades. Y creo que lo que la mayoría de nosotros hemos experimentado en los últimos años, en preparación para el Sínodo y al inicio de este nuevo proceso de implementación, es precisamente que la sinodalidad, por usar sus palabras, no es una campaña. Es una forma de ser y una forma de ser Iglesia. Es una forma de fomentar una actitud que comienza con aprender a escucharnos unos a otros. Y el don de escuchar es algo que creo que todos reconocemos, pero que a menudo se ha perdido en algunos sectores de la Iglesia, y algo cuyo valor creo que debemos seguir descubriendo, empezando por escuchar la Palabra de Dios, escuchándonos unos a otros, escuchando la sabiduría que encontramos en los hombres y mujeres, en los miembros de la Iglesia y en aquellos que buscan, pero que quizás aún no son y quizás nunca serán miembros de la Iglesia, pero que realmente buscan la verdad”. Escuchar el clamor de quienes sufren, no podemos permanecer pasivos Pasando a las islas Fiyi, Susan Sela, representante de la Federación de Conferencias Episcopales Católicas de Oceanía (FCBCO) y directora del Instituto Técnico y de Educación Superior del Pacífico del archipiélago, informó sobre la labor de la Iglesia en el continente, que, según explicó, avanza a diferentes velocidades, en un contexto de fragilidad ecológica y riqueza cultural. Aquí, el camino sinodal se entiende principalmente como «conversión espiritual». Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón, naciones del Pacífico e Iglesias católicas orientales, forman una red en la que la sinodalidad también abarca la aceptación de la cultura indígena, la inclusión de las personas con discapacidad y la integración cultural. Dos experiencias notables: en Fiyi, un equipo de 57 miembros representa a la Iglesia como una «tienda extendida», asegurando que las voces periféricas sean centrales; en Australia, el impulso posterior al Concilio Plenario ha dado lugar a sínodos diocesanos desde febrero de 2023, con el apoyo de la coordinación nacional. En este caso, la pregunta al Papa se refiere a la organización eclesial y al posible crecimiento futuro del papel de las agrupaciones (a nivel de Conferencias

24
Oct

Diócesis de San Cristóbal celebró 80 años de compromiso, trabajo y educación en la fe de la AVEC

El 20 de octubre de 2025 la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC) conformada por una sede central, ubicada en la capital del país, 30 seccionales y 1052 centros educativos disgregados en todo el territorio nacional, celebró su 80° aniversario como institución al servicio de la educación en el país. En la seccional San Cristóbal, la AVEC dio inicio a su conmemoración con la Eucaristía de acción de gracias en el templo de la parroquia San Juan Bautista, en el sector La Ermita, la cual fue presidida por el presbítero Reinaldo Balza, asesor diocesano de la Pastoral Educativa de la Diócesis de San Cristóbal y acompañado por sacerdotes en funciones directivas y de pastoral de distintos colegios de la región. Al inicio de la celebración el asesor diocesano, leyó el mensaje enviado desde Roma, por el obispo del Táchira Mons. Lisandro Rivas y su auxiliar Mons. Juan Ayala a la AVEC en su 80 aniversario. El presbítero durante su homilía disertó sobre el Evangelio de San Mateo, concretamente el capítulo 28 «Los once discípulos se fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús les había ordenado ir”, donde en tres tópicos expresó la importancia de la AVEC y la analogía presente en los evangelios, que la denota como una institución de importancia educativa y de formación a través de la fe y la perseverancia. “La convocatoria en la montaña: Un llamado a la misión desde AVEC (…) «Los once discípulos se fueron a Galilea, a la montaña (…) para la AVEC, celebrar 80 años es volver a su Galilea, a ese lugar de origen: 1945, un contexto complejo en Venezuela, donde la Iglesia sintió la necesidad de crear un baluarte para la educación basada en valores evangélicos. ¡Esa fue su montaña! El lugar donde el Señor les «ordenó ir» para proteger, promover y transformar la educación”. En el segundo tópico habló sobre los once discípulos: fragilidad y fidelidad destacando que la fidelidad presente en la AVEC no se basa en la nulidad de sus problemas, sino en la capacidad que tiene para solventarlos, para salir adelante, para sobrellevar cada dificultad. La misión católica es llevar la luz de la fe a las aulas con esa conciencia: somos débiles, pero el poder es de Cristo. Y el tercer y último tópico destacó la obra ordenada: El fundamento de la educación católica “…donde Jesús les había ordenado ir”, bajo esta directriz el asesor diocesano de la Pastoral Educativa expresa que el mandato de Jesús a sus discípulos “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes”, es la razón intrínseca de la AVEC y el núcleo de la educación católica. “Ir y hacer discípulos: No es solo transmitir conocimientos, sino formar personas integrales con un profundo sentido de la vida, que es el Evangelio. Educar es evangelizar”. Con la bendición de cierre, el presbítero Reinaldo Balza culminó la celebración de esta institución de vital importancia para la formación de las futuras generaciones a través del mensaje evangelizador. El octogésimo aniversario de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), se fundamenta en el cumplimiento cabal de su misión, en la cual expresa el ofrecimiento de manera cooperante a toda la comunidad nacional de una educación cónsona con la realidad del país y basada en la excelencia, teniendo como premisa los valores nacidos del Evangelio. 24 de octubre de 2025Fuente: Diócesis de San CristóbalCEV Medios