Vaticano. El Papa recibe en audiencia a los superiores mayores de la Compañía de Jesús y les anima a estar presentes en las «fronteras geográficas, culturales, intelectuales o espirituales»: en un mundo desgarrado «debemos convertirnos en expertos en reconciliación», es necesario «encontrar y hablar» el lenguaje de los jóvenes y defender a los pobres de las numerosas violaciones de su dignidad. Fronteras y preferencias. Territorios reales y virtuales para vivir como apóstoles del Evangelio y herramientas para ser eficaces. El discurso de León XIV a los superiores mayores jesuitas —más de cien recibidos en el Aula del Sínodo, presididos por el Superior General, Padre Arturo Sosa— es amplio y detallado, dirigido a una orden religiosa que, como reconoce el Papa, ha estado presente desde hace mucho tiempo allí donde las necesidades de la humanidad se encuentran con el amor salvador de Dios. Males que hay que curar La apertura es un examen de la «era del cambio» que afecta a todos los sectores: cultura, economía, tecnología, política; en particular, subraya inmediatamente León XIV, el campo de la inteligencia artificial y otras innovaciones que «están redefiniendo nuestra comprensión del trabajo y las relaciones e, incluso, planteando preguntas sobre la identidad humana», pero no sólo eso. La degradación ecológica amenaza nuestro hogar común. Los sistemas políticos a menudo no responden al clamor de los pobres. El populismo y la polarización ideológica profundizan las divisiones dentro y entre las naciones. Muchos se ven afectados por el consumismo, el individualismo y la indiferencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos deben ser cautelosos. La Iglesia debe contribuir a guiar estos avances éticamente, defendiendo la dignidad humana y promoviendo el bien común. Debemos discernir cómo utilizar las plataformas digitales para evangelizar, construir comunidades y desafiar a los falsos dioses del consumismo, el poder y la autosuficiencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos deben ser cautelosos. La Iglesia debe contribuir a guiar estos avances éticamente, defendiendo la dignidad humana y promoviendo el bien común. Debemos discernir cómo utilizar las plataformas digitales para evangelizar, construir comunidades y desafiar a los falsos dioses del consumismo, el poder y la autosuficiencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos
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