Encuentro virtual del Celam celebra 1.700 años de Nicea y presenta plataforma para unidad cristiana

31
Oct
2025

Con ocasión de los 1.700 años del Concilio Ecuménico de Nicea, el Comité de Ecumenismo del Celam celebró este 30 de octubre el encuentro virtual “Del credo a la comunión: un año de gratitud”, donde participaron representantes de distintas confesiones cristianas del continente. La iniciativa buscó renovar el compromiso con la unidad visible de los cristianos y promover la comunión fraterna en América Latina y el Caribe.

El conversatorio fue moderado por el Francisco “Pacho” Bermeo, comprometido en procesos de formación y diálogo ecuménico en la región. Como panelistas invitados participaron la doctora Jessica Lugo, directora de la Asociación para la Educación Teológica Hispana, y monseñor Juan Usma Gómez, jefe de la Oficina Occidental del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, quienes ofrecieron la reflexión de la jornada.

Un llamado a la unidad

El encargado de la apertura fue monseñor Rodolfo Valenzuela, presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala y referente de Ecumenismo del Celam, quien agradeció la participación de los asistentes y recordó que este encuentro se inscribe en la misma dinámica de comunión vivida durante la reunión ecuménica de julio en Guatemala.

“El credo fue punto de llegada y también de partida. Un llamado a mantener vivo el espíritu de oración, diálogo y fe que nos une en el Espíritu de Dios”, señaló, instando a seguir tejiendo comunión en medio de la diversidad. Diversidad reconciliada en Cristo

Por su parte, el pastor Harold Segura, de World Vision América Latina y el Caribe, subrayó el carácter urgente de la unidad cristiana ante las divisiones sociales e ideológicas del continente.

“Hoy hablar de unidad es un testimonio prioritario del cristianismo en nuestra región”, afirmó, agradeciendo el trabajo conjunto entre Celam, CREAS, CUMENI y otras organizaciones que animan el diálogo ecuménico.

La unidad como testimonio de esperanza

La doctora Jessica Lugo inició el momento de reflexión inspirándose en Efesios 4, 3-6, donde se nos invita a “conservar la unidad del espíritu con el vínculo de la paz”. Señaló que la unidad cristiana no es un ideal abstracto, sino un camino de conversión constante y de apertura al otro como don de Dios.

“Reunirnos no como denominaciones, sino como cuerpo de Cristo, es un acto contracultural y un testimonio profundo de gratitud y esperanza”, aseguró, recordando que la comunión es huella visible del Reino que crece silenciosamente cada día.

Más adelante, explicó que la unidad cristiana no puede entenderse como homogeneidad, sino en alcanzar una madurez espiritual que abrace la diversidad como parte del plan de Dios. “No celebramos solo un credo del pasado, sino un milagro presente de comunión”, apuntó. “La comunión no borra las diferencias, las redime y armoniza, porque el Espíritu Santo sigue obrando en medio de nuestras fragilidades”. Fe, sinodalidad y comunión

A su turno, monseñor Juan Usma Gómez durante su disertación propuso un recorrido teológico y pastoral desde el Concilio de Nicea hasta los desafíos actuales del ecumenismo. Destacó que aquel acontecimiento fue experiencia histórica de comunión en la fe, al proclamar de manera unánime que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre.

Nicea sigue siendo un modelo ecuménico: un esfuerzo de comunión que nos invita hoy a redescubrir el valor de profesar juntos la misma fe en Jesucristo, Señor y Salvador”, aseveró.

También destacó tres desafíos que guían el proceso ecuménico: la plenitud de la fe, el ejercicio de la sinodalidad y la celebración común. “La sinodalidad es también ecuménica —observó—, porque implica escucharnos mutuamente, discernir juntos y celebrar en comunión lo que el Espíritu suscita en nuestras iglesias. En América Latina debemos seguir aprendiendo a caminar juntos, sin excluir a nadie del diálogo ni de la misión compartida”.

Una plataforma al servicio de la unidad

Tras la exposición de los panelistas, se abrió espacio para la presentación de la Plataforma Virtual para la Unidad de los Cristianos, a cargo de Mayara Pazeto, de Misión Somos Uno; y Laura Jiménez, de Ikumeni, una iniciativa del Celam que nació del discernimiento vivido en Guatemala y que busca ser “una mesa amplia” de comunión, encuentro y misión compartida entre las diferentes tradiciones cristianas.

Las representantes, quienes hacen parte del equipo de discernimiento y gestión de la construcción de la plataforma invitaron a sumarse escaneando el código QR mostrado durante la transmisión, subrayando que este es “un espacio vivo, conectado y en movimiento, que quiere ser instrumento de comunión en la región”. Llamado del CELAM a seguir caminando juntos

Durante la clausura, monseñor Lizardo Estrada, secretario general del Celam, agradeció el compromiso de las instituciones participantes, subrayando el testimonio de quienes “han hecho del diálogo y la fraternidad una forma de testimonio cristiano en medio de los desafíos del continente”.

Nuestra misión, como discípulos de Cristo, es ser constructores de paz y de bien —comentó—. La comunión no se impone, se ofrece; no se conquista, se recibe como don del Espíritu”.

Monseñor Lizardo exhortó a “seguir caminando con humildad y decisión, tejiendo la unidad en la diversidad”, animando a mantener viva la esperanza del encuentro. En esa línea, anunció las próximas celebraciones convocadas por el Celam: la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el 22 de enero de 2026, y el Encuentro de Pentecostés, el 21 de mayo del mismo año.

Un llamado a mantener viva la comunión

En la parte final del encuentro, Humberto Martín Shikiya, vicepresidente de CREAS-ILUMÉNI, intervino recordando que la unidad cristiana “no es opcional, sino un mandato de Cristo”. Señaló que solo cuando la comunión se sostiene en la justicia, el amor, la paz y la esperanza, puede transformarse en signo visible del Reino en medio de las comunidades.

Una iglesia dividida no tiene mensaje para un mundo dividido”, advirtió, invitando a sostener el impulso ecuménico mediante la nueva plataforma y las iniciativas programadas para el próximo año.

El encuentro concluyó con la oración del padre Marcial Maçaneiro, miembro de la Comisión Internacional del Diálogo Católico-Pentecostal. “Nicea no es un hecho del pasado, sino una obra del Espíritu que sigue construyendo la comunión”, expresó. Pidió al Espíritu Santo “hacer de la diversidad una casa común donde Cristo sea el centro y la unidad su fruto”.

31 de octubre de 2025
Fuente: CELAM
CEV Medios