
Vaticano.- Se ha concluido en Castel Gandolfo el encuentro promovido por el CCEE para debatir estrategias concretas en la protección de la naturaleza. Las intervenciones destacaron la importancia de un compromiso compartido, uniendo formación, espiritualidad y acciones sociales. La mesa redonda final puso de relieve proyectos comunes y la colaboración entre organizaciones comprometidas con el cuidado de la creación.
A diez años de la publicación de la encíclica Laudato Si’, los obispos y directores nacionales para el cuidado de la creación de las Conferencias Episcopales de Europa se reunieron en Castel Gandolfo en un encuentro promovido por la Comisión de Pastoral Social de la CCEE, que concluyó el 21 de septiembre. Se trató de una etapa significativa dentro del Tiempo de la Creación (1 de septiembre – 4 de octubre), que cada año invita a la Iglesia universal a redescubrir la responsabilidad hacia la casa común y a profundizar el compromiso con su salvaguarda. La jornada comenzó con una oración y dio paso a la reflexión de la hermana Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Smerilli reconoció que la encíclica del Papa Francisco ha generado procesos duraderos, capaces de influir en la formación, en la pastoral y en el diálogo con el mundo. Sin embargo, advirtió que no se puede limitar uno solo a las declaraciones: «Es necesario pasar de las palabras a los hechos y promover una conversión del corazón», dijo con claridad, recordando que solo una transformación interior puede hacer auténtica la respuesta al clamor de la tierra y de los pobres.
La custodia como responsabilidad humana
En las reflexiones posteriores, los obispos destacaron con fuerza el sentido profundo de la custodia. El arzobispo Gintaras Grušas, presidente de la CCEE, afirmó que la creación solo puede comprenderse como un don confiado por Dios, un don que conlleva la dignidad y la responsabilidad del ser humano. «Al confiarnos la creación, Dios nos demuestra el valor del don puesto en manos del hombre: la casa común», recordó, señalando que la ecología integral de la Iglesia no se limita a una cuestión ambiental, sino que abarca las dimensiones espirituales, sociales y económicas de la existencia.
La Laudato Si’ como piedra de referencia
En la misma línea, el arzobispo Bohdan Dzyurakh, exarca apostólico para los fieles ucranianos de rito bizantino residentes en Alemania y Escandinavia, subrayó que la Laudato Si’ representa una piedra angular de la reflexión eclesial contemporánea. Dzyurakh invitó a mirar la creación con una perspectiva espiritual y teológica, a cultivar la corresponsabilidad e invertir en la formación de las nuevas generaciones. El encuentro no fue solo un momento de análisis, sino también una «celebración espiritual y reflexión comunitaria», vivida como parte del camino hacia el Año Jubilar.
Académicos y compromiso con la creación
La contribución de los académicos enriqueció las jornadas de diálogo y encuentro. La profesora Carmody Grey, de la Universidad Radboud, recordó que el cuidado de la creación pertenece al corazón mismo de la fe cristiana. No se trata, dijo, de una opción política, sino de una responsabilidad que surge de la fe en Dios creador. Para el futuro señaló tres prioridades: reafirmar el cuidado ecológico como compromiso de fe, combatir las injusticias sistémicas y construir comunidades resilientes y esperanzadas. «Es una responsabilidad hacia los pobres y hacia quienes aún no han nacido», reiteró, invitando a renovar con valentía el compromiso con la conversión ecológica. El benedictino Stefan Geiger, del Pontificio Instituto Litúrgico, enfatizó la dimensión litúrgica y espiritual. La verdadera espiritualidad cristiana, observó, no se reduce a un pensamiento abstracto, sino que se encarna en la vida y se nutre de la liturgia. En particular, la Eucaristía revela la unidad profunda entre creación, trabajo humano y redención. De ahí la invitación a una conversión ecológica que signifique «pasar del dominio absoluto a la custodia responsable, del individualismo a la comunión».
Acciones concretas y colaboración
El camino concluyó con la celebración eucarística presidida por el obispo de Albano, monseñor Vincenzo Viva, símbolo de un arraigo litúrgico que acompaña y sostiene el compromiso. La última sesión se desarrolló en forma de mesa redonda, moderada por don Luis Okulik, secretario de la Comisión de Pastoral Social del CCEE. Intervinieron representantes de diversas realidades eclesiales y sociales –Porticus, Elsia (European Laudato Si’ Alliance), JRS (Jesuit Refugee Service), el Movimiento Laudato Si’, Caritas Europa, ECEN (European Christian Environmental Network), Don Bosco International y Ecological Conversion Group Charity– quienes presentaron sus proyectos, iniciativas en curso y perspectivas de trabajo común. El diálogo permitió destacar el compromiso concreto llevado adelante en distintos contextos europeos, así como los desafíos aún pendientes. Desde la protección de la casa común hasta el apoyo a las comunidades más vulnerables, emergió la voluntad de fortalecer la colaboración mutua, identificando caminos comunes y compartiendo herramientas para hacer más efectiva la acción de la Iglesia y de las realidades vinculadas a ella. El próximo encuentro, previsto en modalidad online en 2026, constituirá la continuación de este trabajo conjunto y ofrecerá la oportunidad de evaluar los avances realizados y relanzar aún más el compromiso con el cuidado de la creación.
26 de septiembre de 2025
Fuente: Vatican News
CEV Medios
Comentarios recientes