Categoría: Eclesial Internacional

22
Oct

León XIV recuerda a Juan Pablo II: Hoy sigue siendo necesario abrirse a Cristo

Vaticano. En la memoria litúrgica de Karol Wojtyła, al saludar a los fieles polacos que participaron en la Audiencia general, el Papa instó a todos a seguir la invitación que el santo Pontífice expresó hace 47 años en su homilía de la Misa de inauguración de su pontificado: «Todos estamos llamados a hacerlo nuestro». “Hoy celebramos la memoria litúrgica de san Juan Pablo II. Hace exactamente 47 años, en esta plaza, instó al mundo a abrirse a Cristo. Este llamamiento sigue vigente hoy: todos estamos llamados a hacerlo nuestro”. Con estas palabras, el Papa León XIV, al saludar a los fieles de habla polaca presentes en la audiencia general en una Plaza de San Pedro lluviosa, recordó la Misa de inauguración del pontificado de Juan Pablo II. Era el 22 de octubre de 1978, y en su primera homilía como Obispo de Roma, Wojtyła exhortó al mundo a «abrir de par en par las puertas a Cristo». Esta expresión se convertiría posteriormente en el sello distintivo de su pontificado. Y cuando, el 27 de abril de 2014, el papa Francisco canonizó a Juan Pablo II, la entonces Congregación para el Culto Divino estableció que la memoria litúrgica del Papa polaco se celebrara el 22 de octubre, en lugar del día de su muerte, el 2 de abril. Renovar la cooperación en la misión de la Iglesia Al final de la Audiencia, el Papa León recordó que «el mes de octubre nos invita a renovar nuestra cooperación activa en la misión de la Iglesia». «Con la fuerza de la oración, con el potencial de la vida matrimonial y con la renovada energía de la juventud, sean misioneros del Evangelio, ofreciendo su apoyo concreto a quienes dedican su vida a la evangelización de los pueblos», dijo, dirigiéndose a los jóvenes y a los recién casados. Agradecimiento a los “Amigos del Santo Padre” Al saludar a los fieles de lengua inglesa, León XIV agradeció especialmente al grupo de benefactores «Amigos del Santo Padre» de Gran Bretaña por la donación del estudio móvil para los servicios de información de Vatican News. El estudio, una estructura diseñada como espacio multilingüe de encuentro e información para la labor de Radio Vaticano – Vatican News – L’Osservatore Romano, se encuentra desde julio bajo la columnata de San Pedro, bajo el llamado «Brazo de Carlomagno». La estación, diseñada para proporcionar a los peregrinos del Jubileo información más cercana, se estrenó el 25 de julio con la emisión del programa «Radio Vaticano con Ustedes» 22 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

22
Oct

El Papa en la catequesis: El Resucitado infunde esperanza en el vacío de la tristeza

Vaticano. En la Audiencia general del 22 de octubre, el Santo Padre al continuar con su ciclo de catequesis sobre “Jesús nuestra esperanza”, reflexionó sobre cómo la resurrección de Cristo puede curar una de las enfermedades de nuestro tiempo: la tristeza. El Papa a peregrinos españoles: “Pidamos al Señor que sepamos reconocer su presencia en el camino de nuestra vida, especialmente en los momentos de tristeza y oscuridad, y que la alegría de la Pascua sea el distintivo de nuestro compromiso misionero”. “La alegría inesperada de los discípulos de Emaús sea para nosotros un dulce recordatorio cuando el camino se hace difícil. Es el Resucitado quien cambia radicalmente la perspectiva, infundiendo la esperanza que llena el vacío de la tristeza”, lo dijo el Papa León XIV en la audiencia general de este miércoles, 22 de octubre, continuando con su ciclo de catequesis sobre la persona de Jesús nuestra esperanza, en esta ocasión reflexionando sobre una de las enfermedades de nuestro tiempo, la tristeza, a la luz de la resurrección de Jesucristo. La resurrección de Jesucristo nunca termina de ser contemplado A los miles de files y peregrinos que se congregaron en la Plaza de San Pedro para la Audiencia general, el Santo Padre les dijo que, “la resurrección de Jesucristo es un acontecimiento que nunca termina de ser contemplado y meditado, y cuanto más se profundiza en él, más nos quedamos llenos de asombro, atraídos como por una luz deslumbrante y al mismo tiempo fascinante”. “Fue una explosión de vida y alegría que cambió el sentido de toda la realidad, de negativo a positivo; sin embargo, no ocurrió de manera espectacular, y mucho menos violenta, sino de forma suave, oculta, podríamos decir humilde”. La tristeza una enfermedad invasiva y generalizada Y es precisamente a la luz de la resurrección que el Obispo de Roma les propuso reflexionar sobre cómo la resurrección de Cristo puede curar una de las enfermedades de nuestro tiempo que acompaña los días de muchas personas, una enfermedad invasiva y generalizada: la tristeza. “Se trata de un sentimiento de precariedad, a veces de profunda desesperación, que invade el espacio interior y parece prevalecer sobre cualquier impulso de alegría”. Los discípulos de Emaús, un paradigma de la tristeza humana La tristeza, precisó el Pontífice, le quita sentido y vigor a la vida, que se convierte en un viaje sin dirección y sin significado. En este sentido, el Papa recordó el famoso relato del Evangelio de Lucas (24,13-29) sobre los dos discípulos de Emaús. Ellos, desilusionados y desanimados, se alejan de Jerusalén, dejando atrás las esperanzas puestas en Jesús, que ha sido crucificado y sepultado. “En sus primeras frases, este episodio muestra como un paradigma de la tristeza humana: el fin de la meta en la que se han invertido tantas energías, la destrucción de lo que parecía esencial en la propia vida. La esperanza se ha desvanecido, la desolación se ha apoderado de su corazón. Todo ha implosionado en muy poco tiempo, entre el viernes y el sábado, en una dramática sucesión de acontecimientos”. En sus rostros se refleja la parálisis del alma La paradoja es realmente emblemática, señaló el Papa León XIV, este triste viaje de derrota y retorno a la normalidad se realiza el mismo día de la victoria de la luz, de la Pascua que se ha consumado plenamente. Los dos hombres dan la espalda al Gólgota, todo parece perdido y es necesario volver a la vida anterior, manteniendo un perfil bajo. Pero, en cierto momento, un viandante se une a los dos discípulos, es Jesús resucitado, pero no lo reconocen. “La tristeza les nubla la mirada, borra la promesa que el Maestro había hecho varias veces: que sería asesinado y que al tercer día resucitaría. El desconocido se acerca y se muestra interesado en lo que están diciendo. El texto dice que los dos «se detuvieron, con el semblante triste». El adjetivo griego utilizado describe una tristeza integral: en sus rostros se refleja la parálisis del alma”. El gesto del pan partido reabre los ojos del corazón Ante esta situación, el Santo Padre indicó que, Jesús los escucha, les deja desahogar su desilusión. Luego, los reprende por ser «duros de entendimiento para creer en todo lo que han dicho los profetas», y a través de las Escrituras les demuestra que Cristo debía sufrir, morir y resucitar. En los corazones de los dos discípulos se reaviva el calor de la esperanza, y cuando ya cae la tarde y llegan a su destino, lo invitan a quedarse con ellos. Jesús acepta, luego toma el pan, lo parte y lo ofrece. En ese momento, los dos discípulos lo reconocen… pero Él desaparece inmediatamente de su vista. “El gesto del pan partido reabre los ojos del corazón, ilumina de nuevo la vista nublada por la desesperación. Y entonces todo se aclara: el camino compartido, la palabra tierna y fuerte, la luz de la verdad… De inmediato se reaviva la alegría, la energía vuelve a fluir en los miembros cansados, la memoria vuelve a ser agradecida. Y los dos regresan deprisa a Jerusalén, para contarlo todo a los demás”. El gesto del pan partido reabre los ojos del corazón Ante esta situación, el Santo Padre indicó que, Jesús los escucha, les deja desahogar su desilusión. Luego, los reprende por ser «duros de entendimiento para creer en todo lo que han dicho los profetas», y a través de las Escrituras les demuestra que Cristo debía sufrir, morir y resucitar. En los corazones de los dos discípulos se reaviva el calor de la esperanza, y cuando ya cae la tarde y llegan a su destino, lo invitan a quedarse con ellos. Jesús acepta, luego toma el pan, lo parte y lo ofrece. En ese momento, los dos discípulos lo reconocen… pero Él desaparece inmediatamente de su vista. “El gesto del pan partido reabre los ojos del corazón, ilumina de nuevo la vista nublada por la desesperación. Y entonces todo se aclara: el camino compartido, la palabra tierna y fuerte, la

20
Oct

Mons. Peña Parra: La santidad, puente para el reencuentro de un pueblo

Vaticano. En la Pontificia Universidad Lateranense, el Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado propuso leer la canonización del doctor José Gregorio Hernández como un signo de paz, reconciliación y diplomacia del encuentro para Venezuela. Mons. Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, intervino este viernes 17 de octubre durante el simposio Testimonios para un proceso de paz: el desafío de los nuevos santos venezolanos, celebrado en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Su exposición, titulada “La canonización: una oportunidad para el reencuentro y para la paz, la diplomacia del encuentro”, fue un recorrido espiritual, eclesial y humano sobre el cómo la santidad puede actuar como mediadora de unidad en los pueblos. El arzobispo habló desde la emoción del hijo que vuelve a su tierra, evocando la memoria de uno de sus más ilustres compatriotas: el beato José Gregorio Hernández, cuya canonización se aproxima como un acontecimiento de fe y de identidad nacional. “Hablar de José Gregorio es hablar de nuestra tierra, de nuestro pueblo, de nuestras raíces más profundas”. «Mi profundo deseo -sostuvo- es que la próxima canonización del doctor José Gregorio Hernández se viva como una cita de reconciliación para el pueblo venezolano, como una oportunidad providencial para mirar juntos hacia adelante, no desde la confrontación, sino desde el servicio humilde que él encarnó». El prelado explicó que cada canonización es, en sí misma, un acto de paz: la Iglesia no solo propone un modelo de vida cristiana, sino que ofrece a la sociedad “un testigo de humanidad reconciliada”. Así, los santos se convierten —dijo— en “puentes de comunión donde la política o el diálogo fracasan”, porque tienen la capacidad de unir corazones divididos bajo el signo de la fe y la caridad. En su intervención también evocó ejemplos de santos que marcaron la historia de sus pueblos: san Óscar Romero, santa Teresa de Calcuta, san Martín de Porres o santo Tomás Moro —figuras que ejemplifican que la santidad puede inspirar transformaciones sociales. Especial énfasis puso en la noción de “diplomacia del encuentro”, un concepto inspirado en el magisterio del Francisco y retomado en algunos discursos oficiales. No se trata de cálculos políticos, sino de un arte cristiano de tender puentes: “No se trata de negociar intereses, sino de hacer posible el reencuentro entre quienes parecen irreconciliables”. Mons. Peña Parra presentó a Hernández como un ejemplo concreto de esa diplomacia del encuentro: “médico, creyente, ciudadano, hombre de ciencia y de oración, supo unir lo humano y lo divino, la ciencia y la fe, el servicio y la contemplación”. Relató cómo, durante la pandemia de la gripe española, este médico atendía sin distinguir a quién atendía, derribando brechas ideológicas o de clase social: un verdadero servicio a todos. «Podría decirse que murió como había vivido: de camino hacia el servicio, como gesto de encuentro con el sufrimiento ajeno». La canonización como gesto de reconciliación En su reflexión teológica y pastoral, Peña Parra propuso entender la canonización de Hernández como «un signo de Dios y oportunidad para los hombres puesto que nos invita a reconocernos como hermanos, a sanar la desconfianza y a reconstruir la convivencia sobre la verdad y la justicia». A su vez, aclaró que «reconocerlo santo es afirmar que lo más grande de nuestra historia no son los conflictos ni las ideologías, sino la capacidad de servicio y de entrega que él encarnó imitando a Jesucristo». El prelado enfatizó que este acontecimiento será “una cita de unidad nacional”, donde todos los venezolanos —creyentes o no— puedan reconocerse en un símbolo compartido. Un llamado al compromiso En su alocución, lanzó una invitación clara: no se trata de ser meros espectadores, sino protagonistas del camino que la canonización inaugura. Enfatizó que José Gregorio «no necesitó escribir tratados de diplomacia ni pronunciar discursos políticos para ser mediador». «Su vida sencilla se convirtió en puente entre la fe y la ciencia, el pueblo y la academia, la religiosidad popular y la cultura universitaria, la devoción y el compromiso cívico. En él se cumple la afirmación de san Pablo: «[Cristo] es nuestra paz, el que de dos pueblos hizo uno» Ef 2,14). Su vida fue signo de esa paz que crea comunión». Su rico discurso también precisó que la elevación de José Gregorio a los altares es un mensaje universal, ya que la Iglesia recordará al mundo que Venezuela es más que lo que difunden los medios de comunicación, «que es una tierra capaz de dar frutos de santidad, y anunciará que la paz es posible cuando hombres y mujeres convierten su vida en don».  Por último, resaltó que «José Gregorio aparece como un testigo providencial» para la nación. «Su canonización es al mismo tiempo memoria agradecida, signo de reconciliación y profecía de futuro. Su vida y ejemplo hacen resonar la voz de Cristo que nos recuerda que la paz y la reconciliación son posibles, y que siempre comienzan en el corazón de cada persona que acepta su invitación». 20 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

20
Oct

Cardenal Parolin: querida Venezuela construyan sobre los cimientos de la justicia

Vaticano. El Secretario de Estado vaticano, en la misa de acción de gracias, por la canonización de los primeros santos venezolanos, san José Gregorio y santa María Carmen, exhortó a no dejar pasar esta oportunidad en el país: “Si escuchará la Palabra del Señor ‘que te llama a abrir las prisiones injustas’”. La primera misa de acción de gracias por los primeros santos venezolanos canonizados el domingo por el Papa León XIV, san José Gregorio y santa María Carmen, fue celebrada este lunes 20 de octubre, en el Altar de la Catedra de la Basílica de San Pedro del Vaticano. La ceremonia la presidió el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado. “Nuestros corazones están llenos del mismo gozo que hemos probado ayer en la plaza de San Pedro, porque Venezuela tiene sus primeros santos. No uno, sino dos: santos para todos”, expresó el cardenal Parolin compartiendo el júbilo de la Iglesia venezolana. En la misa participaron los obispos y sacerdotes venezolanos, autoridades, y los grupos de peregrinos que viajaron a Roma para participar en la ceremonia de canonización   El Cardenal haciendo referencia a la primera lectura (Isaías 58, 6-11) proclamada en la misa dice que los dos santos “como una sola voz”, responden a la invitación del texto bíblico: “partir el pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne, es decir no centrarte en ti mismo, buscando solo y egoístamente tu propio bienestar, ignorando a los que sufren en el cuerpo y en el espíritu”. Santos para todos En san José Gregorio Hernández, “lo vemos solícito -dice Parolin- recorriendo a pie las calles de la ciudad, llevando la pericia médica, pero también el bálsamo del consuelo. Muchos decían que solamente su presencia era sanadora”. Por su parte, en santa María Carmen, expresó el Secretario de Estado que “la Iglesia quiere rendir homenaje a la mujer fuerte, que trabaja y construye y que es garante de la transmisión de la fe a las generaciones que se le ha confiado. En ella la Iglesia celebra la fuerza del genio femenino venezolano”. Dejar libres a los oprimidos Y luego recordando la segunda lectura, primera carta del apóstol san Juan (3, 14-18): “solo amando a los hermanos se pasa de la muerte a la vida. ‘El que no ama permanece en la muerte”. Señala Parolin que “este es el mensaje antiguo que san José Gregorio y la Madre Carmen han actualizado de modo heroico en su tiempo. Ellos nos llaman a vivirlo a nuestra vez, siguiendo el ejemplo del Maestro y Señor y el ejemplo que ellos nos ofrecieron”.    ¡Solo así, querida Venezuela, pasará de la muerte a la vida! Solo así querida Venezuela, “tu luz brillará en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía”, Si escuchará la Palabra del Señor que te llama a “abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos” Y exhorta el Cardenal Pietro Parolin: “Solo así, querida Venezuela, podrá responder a tu vocación de paz, si las construyen sobre los cimientos de la justicia, de la verdad, de la libertad y del amor, respetando los derechos humanos, generando espacio de encuentro y de convivencia democrática, haciendo prevalecer lo que une y no lo que divide, buscando los medios y las instancias para encontrar soluciones comunes a los grandes problemas que te afectan, poniendo el bien común como objetivo de toda actividad pública”. La canonización: Kairós para Venezuela Finalmente, afirmó el Cardenal que “la canonización de José Gregorio Hernández y de la Madre Carmen es un Kairós, un momento oportuno para emprender este camino. ¡No lo dejen pasar inútilmente! Los nuevos santos intercedan para que sigan adelante con esperanza y empeño”. “¡San José Gregorio y Santa Madre Carmen oren por nosotros!” La ceremonia fue acompañada musicalmente por el Coro Simón Bolívar del Sistema de Orquesta de Venezuela.   20 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

20
Oct

León XIV: Los santos son testigos del amor de Cristo

Vaticano. Durante la Misa de canonización de los beatos mártires Pedro To Rot y el obispo Ignacio Choukrallah Maloyan; de las religiosas María Troncatti, Vicenza María Poloni y Carmen Rendiles Martínez; y de los laicos Bartolo Longo y José Gregorio Hernández Cisneros, el Papa León XIV destacó la importancia de la oración y de la fe para vivir y actuar en la esperanza de la providencia de Dios “Cuando escuchamos el llamado de quien está en dificultad, ¿somos testigos del amor del Padre, como Cristo lo fue hacia todos? Él es el humilde que llama a los prepotentes a la conversión, el justo que nos hace justos, como atestiguan los nuevos santos de hoy: no héroes ni paladines de algún ideal, sino hombres y mujeres auténticos” Así subrayó León XIV en su homilía el testimonio que dejan a la Iglesia los siete nuevos santos canonizados este 19 de octubre, durante la Misa presidida por el Pontífice en el atrio de la Basílica de San Pedro. Los rostros de los nuevos santos, representados en los tapices colgados en la fachada de la basílica, miran hacia una Plaza de San Pedro festiva, desbordante de fieles llegados de todo el mundo. Unas 55.000 personas asistieron a la liturgia, en la que el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, acompañado de los postuladores, presentó al Papa los beatos que serían canonizados. En su homilía, León XIV los recordó a todos como “fieles amigos de Cristo”. Algunos “son mártires por su fe”, como el arzobispo armenio Ignacio Choukrallah Maloyan y el catequista papú Pedro To Rot; otros “son evangelizadores y misioneras”, como la hermana María Troncatti, salesiana italiana dedicada a las poblaciones del Ecuador; otras “son carismáticas fundadoras”, como la italiana hermana Vicenza María Poloni, que creó el Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona, y la hermana venezolana Carmen Rendiles Martínez, que estableció la Congregación de las Siervas de Jesús; otros, en cambio, “son benefactores de la humanidad” con un “corazón ardiente de devoción”, como el italiano Bartolo Longo y el venezolano José Gregorio Hernández Cisneros, ambos laicos comprometidos con los más pobres. Todos difundieron la luz de Cristo Pese a sus distintas historias, épocas y caminos, estos nuevos santos demuestran que “con la gracia de Dios mantuvieron encendida la lámpara de la fe, y más aún, se convirtieron ellos mismos en lámparas capaces de difundir la luz de Cristo”, destacó el Papa. Deseó que su intercesión asista a todos los fieles “en las pruebas” e inspire “en la vocación común a la santidad”. “Mientras peregrinamos hacia esa meta, oremos sin cansarnos, firmes en lo que hemos aprendido y en lo que creemos con convicción. La fe en la tierra sostiene la esperanza del cielo” La fe, vínculo de amor entre Dios y el hombre El Pontífice centró su homilía en la fe y la oración, reflexionando sobre la pregunta de Jesús en el Evangelio del día, tomado de san Lucas: “Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”. Para el Papa, este interrogante revela “lo que es más precioso a los ojos del Señor”: la fe, “el vínculo de amor entre Dios y el hombre”. Esta relación “es de suma importancia, porque Él creó de la nada todas las cosas al principio de los tiempos, y salva de la nada todo lo que en el tiempo perece”. “Una tierra sin fe estaría habitada por hijos que viven sin Padre, es decir, por criaturas sin salvación”. “En comparación con los grandes bienes materiales, culturales, científicos y artísticos, la fe sobresale, no porque aquellos deban despreciarse, sino porque sin la fe pierden su sentido” Una invitación a la esperanza y a la acción Sin fe – prosigue León XIV – “no podemos esperar la salvación; el cielo y la tierra permanecerían como antes, pero ya no habría esperanza en nuestros corazones; la libertad de todos sería derrotada por la muerte; y nuestro deseo de vida caería en el vacío”. La pregunta de Cristo inquieta, reflexiona el Pontífice, “sólo si olvidamos que es Él mismo quien la pronuncia, y por tanto, sus palabras siguen siendo Evangelio, es decir, anuncio gozoso de salvación”. “Las preguntas de Jesús son una poderosa invitación a la esperanza y a la acción”, insiste el Papa. Y, como estos nuevos santos, es de esta fe de donde se traza el camino hacia una vida auténtica, que responde al llamado de quienes sufren: “Es esta fe la que sostiene nuestro compromiso por la justicia, precisamente porque creemos que Dios salva el mundo por amor, liberándonos del fatalismo” La oración que alimenta la fe Para crecer en esta fe, el Papa subraya la importancia de la oración: “Así como no nos cansamos de respirar, no nos cansemos de orar. Como la respiración sostiene la vida del cuerpo, la oración sostiene la vida del alma: la fe se expresa en la oración, y la oración auténtica vive de la fe” El Pontífice explica que el Hijo de Dios reafirma este vínculo en el Evangelio con la parábola del juez y la viuda, que insiste en obtener justicia. La “insistencia” de la mujer mueve finalmente al juez a actuar, aclara León XIV. “Esa tenacidad se convierte para nosotros en un hermoso ejemplo de esperanza, especialmente en tiempos de prueba y tribulación”. Las tentaciones frente a la fe Y Jesús plantea otra pregunta: “¿No hará justicia Dios a sus elegidos, que claman a Él día y noche?”. Según León XIV, el Señor, con este interrogante, nos pide “que creamos que Dios es un juez justo para todos”. El Hijo nos pregunta si creemos que el Padre quiere siempre nuestro bien y la salvación de cada persona. Pero también reconoce dos tentaciones que pueden poner la fe a prueba: “La primera nace del escándalo del mal, que lleva a pensar que Dios no escucha el llanto de los oprimidos ni se compadece del dolor inocente. La segunda tentación es pretender que Dios actúe según nuestros deseos: la oración

20
Oct

El Papa: los nuevos santos, signos luminosos de esperanza y amor

Vaticano. Tras la canonización de 7 nuevos santos, entre ellos mártires, religiosas y laicos, el Pontífice se reúne en el Aula Pablo VI con los fieles que han llegado al Vaticano para la ocasión, incluso desde tierras lejanas. Los exhorta a seguir su ejemplo de vida para que haya reconciliación en Armenia, unidad para Venezuela y dignidad para todos. “Los obispos de Venezuela han publicado el pasado 7 de octubre una carta con motivo del gozoso acontecimiento de ver en los altares a dos hijos de su amada tierra: san José Gregorio Hernández y santa Carmen Rendiles, pidiendo al Señor que este sea un fuerte estímulo para que todos los venezolanos se congreguen y sepan reconocerse como hijos y hermanos de una misma Patria, reflexionando así sobre el presente y el futuro, a la luz de las virtudes que estos santos vivieron de manera heroica”. Con estas palabras, que suscitaron fervorosos aplausos de los miles de venezolanos presentes en el Aula Pablo VI, el Papa León XIV se dirigió a los fieles reunidos para la canonización de los mártires Peter To Rot y el obispo Ignatius Choukrallah Maloyan, de las religiosas Maria Troncatti, Vincenza Maria Poloni y Carmen Rendiles Martínez, así como de los laicos Bartolo Longo y José Gregorio Hernández Cisneros. En una audiencia que les concedió este lunes 20 de octubre, el Pontífice extrajo de cada uno de ellos un mensaje válido para nuestros días, especialmente ante las injusticias sociales. “Cabría preguntarse, ¿cuáles son esas virtudes que deben motivarnos? Ciertamente la fe”, dijo el Pontífice en un discurso que alternó el español, el inglés y el italiano. “Dios estaba presente en sus vidas y las transformaba, haciendo de la sencilla existencia de una persona normal, como cualquiera de nosotros, una lámpara que en lo cotidiano iluminaba a todos con una luz nueva”. “Sin duda —añadió—, también la virtud de la esperanza: si Dios es nuestra recompensa eterna, nuestros trabajos y nuestras luchas no pueden finalizarse en metas que además de indignas y degradantes, son efímeras. Finalmente, la caridad, que nace de acoger y compartir el don recibido; que nos hace encontrar el verdadero sentido de una vida y nos pide que la construyamos por medio del servicio, sea a los enfermos, a los pobres, a los más pequeños”. El Santo Padre invitó a reflexionar sobre cómo estas virtudes pueden ayudarnos en el momento actual, y aclaró: “Puede hacerlo si al mirar a estas dos grandes figuras, vemos en ellas sobre todo a personas muy semejantes a nosotros, que vivieron enfrentando problemáticas que no nos son extrañas, y que nosotros mismos podemos afrontar como ellos lo hicieron, siguiendo su ejemplo”. “Por otro lado —sugirió el Obispo de Roma—, asumiendo que quien vive a mi lado —como yo, como ellos— está llamado a la misma santidad, y por ello debo verlo, ante todo, como un hermano al que respetar y al que amar, compartiendo el camino de la existencia, sosteniéndonos en las dificultades y construyendo juntos el reino de Dios con alegría”. “Un pastor según el corazón de Cristo”: así describió León XIV al obispo mártir armenio Ignacio Choukrallah Maloyan. Un pastor que defendió a su rebaño, que no renegó de su fe a cambio de la libertad y que murió como mártir por Dios. «Esto me hace pensar con afecto en el pueblo armenio, que talla la cruz en la piedra como signo de su fe firme e inquebrantable. Que la intercesión del nuevo santo renueve el fervor de los creyentes y produzca frutos de reconciliación y de paz para todos». Defender las verdades de la fe “Un simple catequista” con “un coraje extraordinario”, capaz de proclamar la verdad incluso en el escondimiento. Así es san Pedro To Rot, ejemplo —afirmó el Papa— de la profunda fe del pueblo de Nueva Guinea, que desafió a las fuerzas de ocupación durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente cuando estas permitieron la poligamia. Un hombre que se confiaba por completo a Dios en la oración. «Que el ejemplo de san Peter To Rot nos anime a defender las verdades de la fe, aun a costa de sacrificios personales, y a confiar siempre en Dios en medio de nuestras pruebas». En el servicio a los más frágiles florece la santidad Ejemplos de caridad y dedicación al prójimo son las historias de la santa salesiana sor María Troncatti —que consagró su vida a los pueblos indígenas del Ecuador con competencia médica— y de sor María Poloni, fundadora de las Hermanas de la Misericordia, movida por el amor hacia los enfermos y los marginados. Para el Papa, sor Troncatti es “ejemplo de una caridad que no se rinde ante las dificultades, sino que las transforma en ocasiones para una entrega gratuita y total de sí misma”. Sor Poloni, que alimentó su compromiso social con una profunda espiritualidad mariana, enseña “a perseverar en el servicio cotidiano a los más frágiles”, subraya León XIV. Y “¡es precisamente ahí donde florece la santidad de vida!”. El apóstol del Rosario Por último, al hablar de Bartolo Longo, el Sucesor de Pedro recordó su conversión: de hombre alejado de Dios a una vida llena de obras de misericordia y sostenida por el amor a María. Invita además al Santuario de Pompeya, del cual Longo fue fundador, a custodiar y difundir el fervor de este “apóstol del Rosario”. “De corazón recomiendo esta oración a todos: a los sacerdotes, a los religiosos, a las familias, a los jóvenes. Contemplando los misterios de Cristo con la mirada de María, asimilamos día a día el Evangelio y aprendemos a ponerlo en práctica”. Al despedir a los peregrinos, el Santo Padre les deseó regresar a sus países con el corazón lleno de gratitud y con el ardiente deseo de imitar a los nuevos santos. 20 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

20
Oct

“Venezuela tiene derecho a soñar”: Arzobispo de Panamá celebra canonización de dos nuevos santos

En una catedral abarrotada de fieles, entre ellos de nacionalidad venezolana, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo metropolitano de Panamá y presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, ofreció una eucaristía en acción de gracias por la canonización de San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Elena Rendiles, los primeros santos de Venezuela. “Ellos son signos luminosos de la santidad cotidiana”, apuntó el prelado, al destacar que ambos vivieron su fe “en el servicio, la humildad y la caridad silenciosa”, recordando que la santidad no es privilegio de unos pocos, sino camino abierto a todos los creyentes. José Gregorio, conocido como el médico de los pobres, unió ciencia y fe, recordando que servir al cuerpo y al alma es una misma vocación. Por su parte, Santa Carmen Elena Rendiles, fundadora de la congregación Siervas de Jesús, encarnó el amor vivido en lo escondido, “una semilla que transforma la historia”. La Iglesia panameña los acoge con amor Durante su homilía, el prelado no escatimó para expresar palabras de cercanía y gratitud a los venezolanos que viven en Panamá, de quienes advirtió son como “parte viva de nuestras comunidades, parroquias y familias (…) Panamá los acoge como hermanos. Aquí tienen un hogar, una Iglesia que los ama, que reza con ustedes por la reconciliación y el renacer de Venezuela”, aseveró. El arzobispo reconoció el dolor y las pruebas que implica dejar la patria, pero resaltó que la esperanza, arraigada en la fe, sigue siendo su mayor fortaleza. “Sabemos que hay heridas y sacrificios, pero también una fe que no se apaga. Que esta canonización sea motivo de orgullo y consuelo, pero también un impulso para seguir caminando con fe y dignidad”. En este sentido, el líder religioso instó a los venezolanos presentes en este territorio panameño a seguir el ejemplo de los nuevos santos, siendo “semillas de fe, bondad y esperanza dondequiera que estén”. Venezuela: un llamado a la esperanza En su reflexión, el presidente del episcopado panameño elevó una sentida oración por el pueblo venezolano, “tan querido y cercano”, para que, a ejemplo de San José Gregorio y Santa Carmen Rendiles, encuentre caminos de libertad, justicia y paz duradera. “Venezuela tiene derecho a soñar, pero también a convertir ese sueño en realidad: libertad, reconciliación y paz”, añadió el prelado, alentando a mantener viva la esperanza en medio de las dificultades. Finalmente, animó a poner bajo el amparo de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, las aspiraciones y sueños del pueblo. “Pidamos a María que anime a vivir una fe valiente, encarnada, que no se refugie en la comodidad, sino que se traduzca en oración, trabajo y amor que transforma”. Venezuela ofrece dos nuevos santos al mundo En una jornada de alegría y profunda espiritualidad, el Papa León XIV canonizó este domingo 19 de octubre, en la plaza de San Pedro, a José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, en medio del fervor de decenas de miles de fieles. Ambos santos son expresión viva de una fe sencilla, arraigada en el amor a Dios y en la entrega generosa a los más pobres, testimonio del alma creyente del pueblo venezolano: un médico que sirvió con ternura y compasión, y una religiosa que ofreció su vida al servicio silencioso y a la oración constante. 20 de octubre de 2025Fuente: CELAMCEV Medios

20
Oct

Encuentro de la Vida Religiosa de la Amazonía: tejiendo comunión, esperanza y misión

Con el propósito de fortalecer la comunión, la misión y el discernimiento compartido, la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) convocó el Encuentro de la Vida Religiosa de la Amazonía, un espacio de reflexión realizado de manera virtual que reunió a más de ochenta consagradas y consagrados de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Venezuela. La iniciativa contó con el acompañamiento de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) y el apoyo técnico y pastoral de la Universidad UNIMINUTO. El encuentro, desarrollado en un clima de fraternidad misionera, tuvo como fin reconocer los desafíos y horizontes de la vida religiosa en los territorios amazónicos, donde la diversidad cultural, espiritual y ecológica exige nuevas formas de presencia evangélica y compromiso con la Casa Común. Escuchar y discernir desde el territorio La jornada fue moderada por Marcelo Lemos, secretario ejecutivo de la Ceama, quien manifestó que “la vida religiosa en la Amazonía es una red viva que se comunica más allá de las fronteras y de los idiomas”. La sesión, coordinada por Alicia Covaleda, contó con interpretación simultánea en español, portugués e inglés, reflejando el carácter plural y diverso de las comunidades que habitan el bioma. La hermana Joaninha Madeira, de la Red Itinerante, animó la oración inicial desde Manaos, invitando a “caminar con el Espíritu por los senderos de la Amazonía, escuchando el clamor de la tierra y de los pueblos, y dejando que la misión se vuelva comunión”. Ese tono espiritual acompañó las reflexiones que siguieron, centradas en la misión compartida de una Iglesia que se hace cercana, dialogante y encarnada. Las intervenciones evidenciaron una vida religiosa comprometida con las comunidades indígenas, ribereñas y urbanas. Los testimonios mostraron la fuerza de una misión que evangeliza desde la sencillez y la cercanía: “vivimos la fe en las mismas canoas y caminos del pueblo”, expresó una de las participantes. Voces proféticas y desafíos comunes Desde distintas experiencias se ponderó el testimonio femenino en contextos de frontera. Sin embargo, las participantes señalaron también la necesidad de mayor reconocimiento y participación en la vida eclesial: “Estamos en lugares donde otros no llegan, pero aún falta reconocimiento a la voz femenina en la Iglesia”, afirmaron en uno de los grupos de trabajo. Los desafíos más urgentes se agruparon en cuatro grandes ejes: Escasez de sacerdotes y dificultad de acceso a los sacramentos; clericalismo que limita la participación corresponsable de las religiosas; fragilidad comunitaria, marcada por la dispersión y la reducción de vocaciones; y necesidad de una espiritualidad ecológica y sinodal, capaz de dialogar con las culturas amazónicas y cuidar la creación. Formación, sinodalidad y compromiso misionero Para la Hna. María Inés Castellaro, secretaria general de la CLAR, este proceso confirma que “el Sínodo de la Amazonía no ha terminado; continúa en cada religiosa y religioso que hace presencia entre los pueblos”. El trabajo en grupos permitió ahondar en tres líneas de acción que orientarán los próximos pasos de la vida religiosa en el territorio: la formación intercultural y ecológica, la inserción comunitaria como testimonio evangélico, y la superación del clericalismo mediante la práctica de la sinodalidad. “La Amazonía nos pide una espiritualidad encarnada. No basta con conocer su realidad: hay que sentirla, respirarla y dejarse transformar por ella”, compartió una religiosa durante el discernimiento. Otra participante subrayó que “la misión hoy requiere corazones itinerantes, abiertos al diálogo y a la escucha profunda de los pueblos”. Hacia nuevos horizontes apostólicos Los grupos coincidieron en que la Ceama debe seguir actuando como un puente de articulación entre congregaciones, comunidades y experiencias pastorales, fortaleciendo la formación en clave amazónica y no clerical, y vinculando el proceso sinodal con la vida concreta de los pueblos. El encuentro concluyó con una invitación a fortalecer la comunión entre la Ceama, la CLAR y las diversas redes misioneras de la región. En su declaración final, los participantes expresaron su deseo de seguir tejiendo esperanza y servicio en el territorio: “Soñamos con una vida religiosa que respire con los pueblos, que cuide la creación y que haga visible el Reino en los bordes de la historia”. 20 de octubre de 2025Fuente: CELAMCEV Medios

17
Oct

El Papa a Pueblos Originarios: Difundan la alegría del encuentro con Jesús

Vaticano. En un mensaje a las Redes de Pueblos Originarios y a la Red de Teólogos de Teología India, el Santo Padre León XIV animó a redescubrir el Año Jubilar como tiempo de gracia, perdón y esperanza compartida. Invitó a releer la historia con gratitud y a vivir con audacia evangélica la fe que une a todos los pueblos en Cristo. «Esa misma universalidad, que no uniforma, sino que acoge, dialoga y se enriquece con la diversidad de los pueblos, incluye de modo especial a ustedes, los Pueblos Originarios, cuya historia, espiritualidad y esperanza constituyen una voz irremplazable dentro de la comunión eclesial». Con estas palabras, el Papa León XIV se dirige en su mensaje a las Redes de Pueblos Originarios y a la Red de Teólogos de Teología India con motivo del Año Jubilar. En el texto, publicado este jueves 16 de octubre, el Pontífice evoca el deseo de su predecesor, el Papa Francisco, quien, al programar los momentos jubilares, «ha querido poner de relieve la universalidad de la Iglesia, que se manifiesta en tantas vocaciones, edades y situaciones de vida: familias, niños, adolescentes, jóvenes, adultos mayores, ministros ordenados y laicos, servidores en la Iglesia y en la sociedad». En esta línea, explica que «cuando atravesamos la Puerta Santa, más que la realización de un gesto simbólico ingresando en un hermoso templo, lo que queremos es introducirnos, por medio de la fe, en la fuente misma del amor divino, el costado abierto del Crucificado» (cf. Jn 20,27-29). “Es en esa fe que somos un Pueblo de hermanos, uno en el Uno (cf. S. Agustín, Comentario al Salmo 127,4). Es desde esa Verdad que debemos releer nuestra historia y nuestra realidad, para afrontar el futuro con la esperanza a la que nos convoca el Año Santo a pesar de los trabajos y la tribulación (ibíd., 5.10).” Reconciliación con la historia Asimismo, reconoce que “la larga historia de evangelización que han conocido nuestros Pueblos Originarios va cargada de luces y sombras”. Retomando a san Agustín, señaló que aun cuando los servidores del Evangelio no siempre hayan sido coherentes, “Dios obra por sí mismo la gracia”. Por ello, el Jubileo es un tiempo propicio “para perdonar de corazón a nuestros hermanos” (cf. Mt 18,35), reconciliarse con la propia historia y agradecer la misericordia de Dios. León XIV insiste en que sólo desde el abandono confiado en el poder divino los pueblos podrán ser verdaderamente “Pueblo de Dios”. Recordó que el Señor “ha insertado en todas las culturas las semillas del Verbo” y las hace florecer de modo nuevo. En esta línea, cita a san Juan Pablo II: «La fuerza del Evangelio es en todas partes transformadora y regeneradora. Cuando penetra una cultura, no habría catequesis si fuese el Evangelio el que hubiera de cambiar en contacto con las culturas» (Catechesi tradendae, 53). Un diálogo que enriquece El Sucesor de Pedro afirmó que el diálogo y el encuentro permiten descubrir “la vida abundante que Cristo ofrece a todos los pueblos”. Esa vida —sostiene— se manifiesta en la fragilidad humana, “marcada por el pecado original”, y en la gracia de Cristo, “que por todos derramó hasta la última gota de su Sangre para que tuviéramos vida en abundancia” (cf. Jn 10,10). León XIV agradece el aporte de las comunidades originarias y de la Teología India a la reflexión eclesial, destacando que en su cosmovisión “resuena el anhelo profundo de comunión con el Creador y con la creación”, un mensaje que la Iglesia debe acoger y acompañar con discernimiento. Audacia evangélica y misión Antes de concluir, el Papa evoca un término querido por su predecesor Francisco: la parresía, esa audacia evangélica que impulsa a “salir de uno mismo para anunciar el Evangelio sin miedo y con libertad de corazón”. En el concierto de las naciones —dice— los pueblos originarios “han de presentar con valentía y libertad su propia riqueza humana, cultural y cristiana”. La Iglesia, añade, “se enriquece con sus voces singulares, que tienen un lugar insustituible en el coro magnífico donde todos proclamamos: Señor Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza”. María, estrella de la evangelización Finalmente, León XIV encomienda los trabajos de las redes a la Virgen de Guadalupe, “Estrella de la Evangelización”, que “mostró cómo Jesucristo hizo de dos pueblos uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba” (cf. Ef 2,14). El mensaje termina con una invitación a renovar el mandato misionero: «Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos» (cf. Mt 28,19-20), difundiendo “la alegría que brota de haberse encontrado con su Divino Corazón”. 17 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

17
Oct

León XIV pide erradicar el hambre y denuncia las desigualdades en su visita a la FAO

Vaticano. Con motivo del Día Mundial de la Alimentación y del 80º aniversario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Papa León XIV visitó este jueves la sede central del organismo en Roma, donde pronunció un discurso en el que exhortó a la comunidad internacional a “movilizar toda energía disponible para que en el mundo no haya nadie que carezca del alimento necesario”. En su visita a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), León XIV recordó que la lucha contra el hambre es “una responsabilidad compartida” que interpela a gobiernos, instituciones, empresas y ciudadanos. “Quien padece hambre no es un extraño. Es mi hermano y he de ayudarlo sin dilación alguna”, afirmó ante representantes diplomáticos y autoridades internacionales. “El corazón del Papa, que no se pertenece a sí mismo sino a la Iglesia y, en cierto modo, a toda la humanidad, mantiene viva la confianza de que, si se derrota el hambre, la paz será el terreno fértil del que nazca el bien común de todas las naciones.” LEE EL DISCURSO COMPLETO DEL PAPA LEÓN XIV EN LA FAO  Una llamada global a la acción y a la solidaridad En su mensaje, León XIV subrayó que, a pesar de los avances tecnológicos y científicos, 673 millones de personas aún se acuestan sin comer cada noche, y 2.300 millones no pueden acceder a una alimentación adecuada. “No son cifras, son vidas truncadas”, dijo, calificando la situación de “fracaso colectivo, extravío ético y culpa histórica”. “Quizá el dato más conmovedor sea el de los niños que sufren la malnutrición, con las consecuentes enfermedades y el retraso en el crecimiento motor y cognitivo. Esto no es casualidad, sino la señal evidente de una insensibilidad imperante, de una economía sin alma, de un cuestionable modelo de desarrollo y de un sistema de distribución de recursos injusto e insostenible.” El Papa insistió en que la erradicación del hambre no puede limitarse a declaraciones solemnes, sino que requiere una “voluntad real y sostenida”. En este contexto, recordó el compromiso de la Agenda 2030 y el objetivo de “Hambre Cero”, que consideró aún lejano si no se refuerza la cooperación internacional. “… a cinco años del cumplimiento de la Agenda 2030, hemos de recordar con vehemencia que alcanzar el Hambre Cero sólo será posible si existe una voluntad real para ello, y no únicamente solemnes declaraciones. Por esto mismo, con renovado apremio, hoy estamos llamados a responder a una pregunta fundamental: ¿dónde estamos en la acción contra la plaga del hambre que continúa flagelando atrozmente a una parte significativa de la humanidad?” El hambre como arma de guerra Uno de los pasajes más contundentes del discurso del Santo Padre  fue su denuncia del uso del hambre como herramienta de conflicto, práctica que calificó como “un crimen de guerra”. “El silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos”, advirtió, recordando que el derecho internacional humanitario prohíbe atacar bienes esenciales para la supervivencia de la población. “con dolor, somos testigos del uso continuo de esa estrategia cruel, que condena a hombres, mujeres y niños al hambre, negándoles el derecho más elemental: el derecho a la vida. Sin embargo, el silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos, aunque a menudo sea ignorado, acallado o tergiversado.” El Papa lamentó que los consensos alcanzados por la comunidad internacional hayan sido “olvidados” en numerosos conflictos actuales, y llamó a “fortalecer el entusiasmo para remediar este escándalo” que atenta contra la dignidad humana:  “Mano a mano por unos alimentos y un futuro mejores” El Papa elogió el lema del Día Mundial de la Alimentación de este año —“Mano a mano por unos alimentos y un futuro mejores”— como una oportunidad para promover la cooperación y la acción conjunta. Subrayó el papel esencial de la mujer en la lucha contra el hambre, a quien describió como “arquitecta silenciosa de la supervivencia y custodia metódica de la creación”. Asimismo, León XIV defendió el multilateralismo como vía para enfrentar los desafíos globales, alertando contra las “tentaciones autocráticas” y las decisiones impuestas desde centros de poder ajenos a la realidad de los países más pobres. “Lo que los más necesitados esperan es que se les escuche sin filtros y se les dé una oportunidad real”, sostuvo. “Ha llegado el tiempo de asumir un renovado compromiso, que incida positivamente en la vida de aquellos que tienen el estómago vacío y esperan de nosotros gestos concretos que los arranquen de su postración. Tal objetivo sólo puede alcanzarse mediante la convergencia de políticas eficaces y una implementación coordinada y sinérgica de las intervenciones.” Un llamado universal a la empatía y la esperanza En la parte final de su discurso, León XIV amplió su mirada hacia las crisis humanitarias en Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Mali, la República Centroafricana, Yemen y Sudán del Sur, recordando que “la comunidad internacional no puede mirar hacia otro lado”. “Por nuestra omisión, nos volvemos cómplices de la injusticia”, advirtió el Pontífice, quien exhortó a replantear los estilos de vida y prioridades globales para construir una sociedad más justa y solidaria. “No podemos aspirar a una vida social más justa si no estamos dispuestos a deshacernos de la apatía que justifica el hambre como si fuera música de fondo a la que nos hemos acostumbrado, un problema sin solución o, simplemente, responsabilidad de otros. No podemos exigir a los demás que actúen si nosotros mismos no cumplimos nuestros propios compromisos.Con nuestra omisión, nos convertimos en cómplices de la promoción de la injusticia. No podemos esperar un mundo mejor, un futuro brillante y pacífico, si no estamos dispuestos a compartir lo que nosotros mismos hemos recibido. Solo entonces podremos afirmar, con verdad y valentía, que nadie se ha quedado atrás.” Finalmente, invocó la bendición de Dios sobre los responsables y trabajadores de la FAO, animándolos a continuar su labor “con esperanza y coraje”. “Hambre tiene muchos nombres y pesa sobre toda la humanidad”, concluyó,