Categoría: Eclesial Internacional

29
Nov

Mons. Peña Parra: «El Beato José Gregorio nos abre a la esperanza de Dios»

Vaticano.- En el marco de la Misa celebrada el 28 de noviembre para recibir la primera reliquia del Beato José Gregorio en Téramo, Italia, Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, reflexionó sobre la figura de este doctor venezolano, «modelo de esperanza», que aprendió a amar a Cristo en la carne herida de los enfermos y de los pobres. «También nosotros estamos llamados a buscarlo y amarlo en los demás, especialmente en los más necesitados», dijo el prelado. El domingo 28 de noviembre de 2021, en la Iglesia de María Santísima Reina de la Familia, Téramo (en la región Abruzos), Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, presidió una misa con motivo de la recepción de la reliquia del Beato José Gregorio Hernández. Primera reliquia de José Gregorio Hernández en Italia Tras agradecer al obispo y a los sacerdotes venezolanos presentes, por su invitación a participar en la celebración eucarística, Monseñor Peña Parra pronunicó su homilía en la que destacó el inicio del Adviento acompañados por el Beato José Gregorio Hernández: «Su historia, como sabrán, es sorprendentemente similar a la de San José Moscati, también médico, también amante de Jesucristo y de los pobres. Las vidas de ambos se sitúan más o menos en el mismo periodo histórico, en el cambio de los siglos XIX y XX. Me gusta situar los lazos de afecto y amistad entre Venezuela e Italia en su similitud», dijo el prelado, indicando que en la diócesis de Téramo-Atri hay muchas familias de migrantes en Venezuela, mientras que en los Abruzos ejercen su ministerio varios sacerdotes venezolanos: «esta misma comunidad tiene como párroco a un italo-venezolano», añadió. En este contexto, Peña Parra recordó que el municipio de Bellante es el primero de Italia en recibir una reliquia del Beato José Gregorio, «en la que vemos reflejada la mejor alma del pueblo venezolano» y reflexionó sobre algunas de las cualidades más importantes del beato: “Científico, se hizo franciscano; médico, se hizo misionero; rico en talento, quiso ser hermano de los pobres; culto, dio testimonio de Jesús no sólo con palabras, sino con su vida. Nuestro Beato, que acogió al Señor con todo su ser, nos ayuda a entrar en el espíritu del Adviento: nos recuerda que a Jesús hay que buscarlo con la vida y en medio de la historia, de manera concreta, sin abstracciones” Dios nos salva asumiendo nuestra humanidad Asimismo, el Sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, hizo hincapié en que el camino del Adviento nos lleva también a buscar al Señor Jesús cada día de la historia, en la vida cotidiana, «porque Dios no ha querido salvarnos manteniéndose a distancia, sino asumiendo nuestra humanidad», haciéndose uno de nosotros, haciéndose carne: “Y así como el Beato José Gregorio aprendió a amar a Cristo en la carne herida de los enfermos y de los pobres, también nosotros estamos llamados a buscarlo y amarlo en los demás, especialmente en los más necesitados, en los que no tienen nada que darnos. El Señor nos pide que nos comprometamos de manera concreta, entrando en el latido de la vida cotidiana, para impregnarla y transformarla con la gracia que Él nos da” Por otro lado Monseñor Pena Parra manifestó que cuando nuestra esperanza se frena en medio de las dificultades de la vida, nos ayuda mirar el ejemplo del Beato José Gregorio: “Nuestro Beato pasó por varias adversidades, pero nunca se rindió. Frente a diversos problemas de salud y otras numerosas dificultades, no se rindió: lo afrontó todo con un espíritu proactivo. Su confianza no estaba en sí mismo y en las circunstancias de la vida, sino en Dios, que nunca abandona, que cumple sus promesas, que no defrauda las expectativas” No perder la esperanza, Jesús nos dice ¡levántate! Y precisamente este mensaje de esperanza -continuó explicando el prelado- es oportuno en una época de pandemia y de muchas pruebas a diversos niveles, por lo cual no debemos desanimarnos, porque el Señor está cerca y cumple sus promesas: “En nuestros exilios, en nuestra soledad, Él viene a decirnos que no estamos solos y que, permaneciendo en Él, nunca quedaremos defraudados. Sin embargo, lo que suele ser problemático es nuestra reacción ante las adversidades de la vida. En las pruebas tendemos a encerrarnos en nosotros mismos, a compadecernos, a mirar al suelo. Hoy el Señor nos pide que hagamos lo contrario: en la gran tribulación, Jesús dice en el Evangelio, «levantaos y levantad la cabeza» (Lc 21,28)” El Beato José Gregorio nos enseña a «no encerrarnos en nosotros mismos» Asimismo, el prelado indicó que el Beato José Gregorio nos enseña a no encerrarnos en nosotros mismos, sino a abrirnos a la esperanza de Dios y a los demás, «porque la caridad es la medicina del alma». «Siguiendo su ejemplo, aprendamos que un pobre, un vecino que sufre, una persona solitaria que quiere un poco de compañía, alguien molesto a quien aguantar, puede ser el camino para salir de nosotros mismos, para liberarnos de nuestras caras largas y de mirar al suelo, para levantar la cabeza y emprender el camino del amor, que es el camino del Cielo», concluyó Monseñor Peña Parra, invitando a todos a recibir al Señor, «que viene con su promesa a través de nuestra voluntad concreta y solidaria de servir y amar». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de noviembre de 2021

29
Nov

Asamblea Eclesial: la Sinodalidad pertenece a la esencia de la Iglesia, no es una moda pasajera

Vaticano.- “Constatamos y denunciamos el dolor de los más pobres y vulnerables que sufren el flagelo de la miseria y las injusticias. Nos duele el grito de la destrucción de la casa común y la “cultura del descarte” que afecta sobre todo a las mujeres, los migrantes y refugiados, los ancianos, los pueblos originarios y afrodescendientes”, parte del mensaje final leído por el Presidente del Celam, quien además saludó en el cierre durante la jornada de clausura agradeció a asambleístas participantes En el mensaje final, leído por Mons. Miguel Cabrejos, se expresa la alegría con la que se ha vivido esta Asamblea como una verdadera experiencia de sinodalidad, en la escucha mutua y en el discernimiento comunitario de lo que el Espíritu quiere decir a su Iglesia. Todos han caminado juntos reconociendo la poliédrica diversidad, “pero sobre todo aquello que nos une, y en el diálogo nuestro corazón de discípulos se ha vuelto hacia las realidades que vive el continente, en sus dolores y esperanzas”. Dolor por las injusticias a los más débiles En el texto se constata y denuncia “dolor de los más pobres y vulnerables que sufren el flagelo de la miseria y las injusticias, el grito de la destrucción de la casa común y la “cultura del descarte” que afecta sobre todo a las mujeres, los migrantes y refugiados, los ancianos, los pueblos originarios y afrodescendientes”. A cada uno de los participantes en esta asamblea, les duele “el impacto y las consecuencias de la pandemia que incrementa más las desigualdades sociales, comprometiendo incluso la seguridad alimentaria de gran parte de nuestra población. Duele el clamor de los que sufren a causa del clericalismo y el autoritarismo en las relaciones, que lleva a la exclusión de los laicos, de manera especial a las mujeres en las instancias de discernimiento y toma de decisiones sobre la misión de la Iglesia, constituyendo un gran obstáculo para la sinodalidad”. En el texto se lee la preocupación por la “falta de profetismo y la solidaridad efectiva con los más pobres y vulnerables”. Pero también hay esperanzas, nacidas de “la presencia de los signos del Reino de Dios, que llevan por caminos nuevos a la escucha y al discernimiento”. El mensaje muestra el camino sinodal como “un significativo espacio de encuentro y apertura para la transformación de estructuras eclesiales y sociales que permitan renovar el impulso misionero y la cercanía con los más pobres y excluidos”. También es motivo de esperanza la Vida Religiosa, “mujeres y hombres que viviendo contracorriente dan testimonio de la buena nueva del Evangelio”, y la piedad popular. Asamblea vivida como un Kairos Vivida como “un Kairós, un tiempo propicio para la escucha y el discernimiento” que conecta con el Magisterio e “impulsa a abrir nuevos caminos misioneros hacia las periferias geográficas y existenciales y lugares propios de una Iglesia en salida”.  Desde ahí se pregunta por los desafíos y orientaciones pastorales a ser asumidos, diciendo que “la voz del Espíritu ha resonado en medio del diálogo y el discernimiento”, llamando a una mayor encarnación, acompañamiento y promoción de los jóvenes, atención a las víctimas de los abusos, participación activa de las mujeres en los ministerios y en los espacios de discernimiento y decisión eclesial. “La promoción de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural; la formación en la sinodalidad para erradicar el clericalismo; la promoción de la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, política, social y eclesial; la escucha y el acompañamiento del clamor de los pobres, excluidos y descartados. La renovación de los programas de formación en los seminarios para que asuman la ecología integral, el valor de los pueblos originarios, la inculturación e interculturalidad, y el pensamiento social de la Iglesia como temas necesarios, y todo aquello que contribuya a la adecuada formación en la sinodalidad”. En la larga lista de elementos a tener en cuenta, no es fácil resumir las aportaciones de tanta gente, se recordó la importancia de la experiencia de Pueblo de Dios, de vivir los sueños de Querida Amazonía, de acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, tierra y sus culturas. La sinodalidad es el camino, algo que pertenece a la esencia de la Iglesia, por lo que se insiste en que “no es una moda pasajera o un lema vacío”. Es algo que ha hecho aprender a caminar juntos, involucrando a todos. Ahora se trata de llevarlo a las comunidades, a las bases, por lo que se muestra el compromiso a seguir el camino, aprendiendo y creando, en un itinerario pastoral que busca la conversión misionera y sinodal. Podemos decir que la ruta está marcada, ahora queda la valentía para enfrentarla, sin olvidar algo que es innegociable: tiene que ser juntos. Como en Aparecida: Discípulos misioneros de su Reino El deseo de reavivar el espíritu de Aparecida y en el horizonte del Jubileo Guadalupano en 2031 y el Jubileo de la Redención en el 2033, la Asamblea Eclesial de América Latina ha emitido un mensaje donde se recoge lo vivido desde el 21 de noviembre en un evento inédito e histórico. El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), afirma  confesando que es “Jesucristo Resucitado quien nos ha convocado una vez más” para así “comunicar por desborde de alegría el gozo del encuentro con Él, para que todo tengamos en Él vida plena”, como nos dice Aparecida.  Sintiendo la compañía de Jesús en “la tarea emprendida de repensar y relanzar la misión evangelizadora”, el mensaje reconoce la necesidad de “un camino de conversión decididamente misionera”, que tiene como presupuesto la necesidad “de mayor responsabilidad pastoral”. Agradecimiento de Mons. Cabrejos a asambleístas  El presidente del Celam, en su mensaje de saludo y cierre durante la jornada de clausura de la Asamblea Eclesial  agradeció a asambleístas virtuales y presenciales, porque “cada uno de ustedes ha traído una gran riqueza de experiencia pastoral, que generosamente han donado”. Agradeció también al Episcopado Mexicano, por  la manera como “se abrieron para nosotros hace una semana para acoger a

29
Nov

Los 12 desafíos pastorales de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

Los grupos de discernimiento terminaron sus trabajos este sábado, de los que surgieron 12 desafíos pastorales surgidos en el marco de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Los trabajos realizados por los grupos de discernimiento terminaron con un documento que desglosa 12 desafíos pastorales surgidos en el marco de la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Se anunció que, a partir de febrero de 2022 se realizarán Asambleas Eclesiales por países –conectadas con el proceso sinodal que ha iniciado en octubre de este año– y además el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) celebrará en mayo una Asamblea extraordinaria de obispos para incorporar a su renovación estos desafíos. Los 12 desafíos son: Reconocer y valorar el protagonismo de los jóvenes en la comunidad eclesial y en la sociedad como agentes de transformación. Acompañar a las víctimas de las injusticias sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y reparación. Impulsar la participación activa de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial. Promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural. Incrementar la formación en la sinodalidad para erradicar el clericalismo. Promover la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, político, social y eclesial. Escuchar el clamor de los pobres, excluidos y descartados. Reformar los itinerarios formativos de los seminarios incluyendo temáticas como ecología integral, pueblos originarios, inculturación e interculturalidad y pensamiento social de la Iglesia. Renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral. Reafirmar y dar prioridad a una ecología integral en nuestras comunidades, a partir de los cuatro sueños de Querida Amazonía. Propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del continente. Acompañar a los pueblos originarios y afrodescendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de noviembre de 2021

27
Nov

Asamblea Eclesial: Elegir y construir los nuevos caminos que el Señor nos indica

En los trabajos de la Asamblea Eclesial, se busca “superar relaciones desiguales, de superioridad y subordinación propias del clericalismo, y apostar por la recíproca necesidad y trabajo en conjunto”. Lo que debe prevalecer es el Pueblo de Dios, buscando “nuevas y diversas maneras de vivir la autoridad y tomar las decisiones”. Los ponentes afirmaron que “esta Asamblea Eclesial da paso a una auténtica sinodalización de toda la Iglesia”. Se busca “superar relaciones desiguales, de superioridad y subordinación propias del clericalismo, y apostar por la recíproca necesidad y trabajo en conjunto”, de tomar decisiones pastorales, que sea algo que “se traduzca efectivamente en cambios concretos que ayuden a superar el actual modelo institucional clerical”. Lo que debe prevalecer es el Pueblo de Dios, buscando “nuevas y diversas maneras de vivir la autoridad y tomar las decisiones”. Los ponentes afirmaron que “esta Asamblea Eclesial de paso a una auténtica sinodalización de toda la Iglesia”. Ser una Iglesia sinodal es sentir que somos pueblo, que estamos unidos, a aquellos con quienes caminamos en el día a día y quienes nos esperan en la Casa del Padre. Se está llegando a la meta final, mañana domingo se encierra esta semana de trabajos con la celebración eucarística en la Basílica de Guadalupe. Ha sido una semana en que la presencialidad se ha mezclado con una virtualidad que ya ha provocado más de 80 mil interacciones y 400 mil personas alcanzadas en redes sociales, con 100 mil visualizaciones de los videos y 25 mil personas siguiendo en directo en YouTube Por las víctimas de la pandemia En el resumen del día de este viernes, el hilo conductor de la oración inicial fue las víctimas de la pandemia. Todo comenzó con un silencio, símbolo de esa unidad, en un día en que los asambleístas fueron llamados a elegir, en discernimiento sinodal, los nuevos caminos que el Señor nos invita a seguir y construir. Abrió los trabajos Rodrigo Guerra, Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina, quien dijo que la fragilidad y el límite de la condición humana, no son una debilidad, y no ha de relacionarse con una percepción negativa frente a todas las iniciativas que se vienen gestando en este orden. Por eso, insistió en que el llamado de Dios a la misión acontece a partir de la humildad y no debemos negarnos a la valiente actitud de pedir perdón, porque la Asamblea Eclesial es apenas un paso del gran proceso denominado sinodalidad. Por último, invitó a  “Aprender que estamos comenzando a aprender”. La Sinodalidad de la Iglesia fue el tema de la última reflexión de la Asamblea, de esta vez a dos voces, la de Rafael Luciani y María Dolores Palencia, que afirmaron ver en América Latina “signos emergentes de un nuevo modelo eclesial en clave sinodal”, en palabras de la religiosa mexicana. Conversión y escucha aparecen como elementos que deben estar presentes buscando llegar a consensos, a “relaciones horizontales fundadas en la dignidad bautismal y en el sacerdocio común de todos los fieles”. La celebración Eucarística La parte orante del día estuvo marcada por una Lectura Orante y la celebración eucarística. En su homilía, el cardenal Mario Grech, hablando sobre los pequeños brotes, que a simple vista pueden pasar desapercibidos. El secretario del Sínodo para los Obispos comparó esta imagen con la vida eclesial hoy, llamando a saber conocer los frutos de la vida, por pequeños que sean. Recordando las palabras del Papa en la abertura del Sínodo, el 9 de octubre, decía que “este es el reto para una Iglesia diferente, abierta la novedad que Dios quiere sugerirle”, cuando llamaba a estar abierto a la novedad del Espíritu, a caminar junto con él, “creador de comunión y misión, es decir, con docilidad y valentía”. Al hablar de la Asamblea Eclesial destacó la consulta capilar al Pueblo de Dios y definía como “una nueva expresión del rostro latinoamericano y caribeño”. En la primera fase del camino sinodal, basado en la escucha mutua y profunda, recordando que Jesús nos llama a que no nos fijemos solo en las cosas grandes, a no esperar acontecimientos sensacionales, que no dialoguemos solo con lo perfecto. Del mismo modo hizo ver la necesidad de superar el siempre se he hecho así, del riesgo del inmovilismo, que lleva a buscar remiendos. El purpurado insistió en saber observar los pequeños brotes, a entender los parámetros de Jesús, a entrar en el camino de la conversión. Estamos ante algo que “nos da esperanza al inicio del camino sinodal”, llamando a que “el camino sinodal nos lleve a no privar al mundo del misterio de la esperanza”. El día se encerró con diferentes testimonios sobre sinodalidad, gente de toda clase, condición, también eclesial, y procedencia respondieron a las preguntas: ¿Qué es para ti la sinodalidad? Y ¿Con qué Iglesia sueñas en esta Asamblea Eclesial? Preguntas que después de este tiempo vivido de forma inédita pueden ayudar a construir esa Iglesia que se esfuerza en caminar juntos, todos, no solo con aquellos que uno elige. Rueda de prensa La rueda de prensa contó con la presencia del cardenal Marc Oullet, la periodista Lisandra Chaves, el padre Venancio Mwangi y la hermana Blanca Karina Farias. Fue momento para un intercambio de informaciones con los periodistas, de definir lo que está siendo esta Asamblea, considerada como “una iniciativa que quiere promover un caminar juntos a todos los niveles en la Iglesia”, en palabras del cardenal, que también la ve como  “una experiencia de fe, una experiencia de Dios”. O como “un ejemplo para la Iglesia universal, que nos implica a vivir con responsabilidad y compromiso el don y tarea de ser discípulos misioneros”, según la hermana Karina. Fueron abordadas cuestiones relacionadas con el papel de la mujer en la Iglesia, sobre lo que es la sinodalidad, los migrantes, la realidad de los pueblos afrodescendientes y su relación con la Iglesia. También el tema de los abusos y lo que se está haciendo en Costa Rica, donde Lisandra Chaves forma parte de la comisión

27
Nov

Asamblea Eclesial: Vivir con responsabilidad la tarea de ser discípulos misioneros

Para el Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, “esta Asamblea Eclesial es una iniciativa que quiere promover un caminar juntos a todos los niveles en la Iglesia”, pero también la definía como “una experiencia de fe, una experiencia de Dios, porque se palpa una atmosfera de comunión, de fraternidad, de escucha mutua, de paciencia también, y hay perlas que nos llegan de todas las intervenciones”. “Esta Asamblea Eclesial es un paradigma, un ejemplo para la Iglesia universal, que nos implica a vivir con responsabilidad y compromiso el don y tarea de ser discípulos misioneros”, según la religiosa mexicana misionera en Vancouver (Canadá). Como ha sucedido con muchos de los participantes, estamos ante algo que ha superado expectativas, algo que ha testificado Lisandra Chaves. Construir comunión Se trata de construir comunión, algo en lo que insistía el Cardenal Ouellet, algo que se realiza “a través de la reflexión sobre la sinodalidad y sobre todo la práctica de la participación, como algo que favorece la comunión de la Iglesia y el caminar juntos, asegurando que los que están en las periferias sean integrados a la marcha común y que realmente seamos una familia de Dios”, en palabras del cardenal Ouellet. La Asamblea, afirmaba Lisandra Chaves está sirviendo para ver “cómo tenemos cosas en común, como nos vamos dando cuenta que el clericalismo nos hace tanto daño”. La primera mujer que en la Conferencia Episcopal de Costa Rica dirige una comisión nacional, ve la Asamblea Eclesial como puntapié para que “las mujeres podamos tomar esos roles”. También recordó las palabras del Papa Francisco en las que ha dice que no quiere que las mujeres sean siervas del clericalismo, pidiendo “una Iglesia sinodal”, con protagonismo femenino, pues las mujeres son “quienes llevan la fe adelante”. El clamor del pueblo negro Los afrodescendientes han tenido una presencia invisibilizada en todos los ámbitos, también en la Iglesia, hasta el punto de que San Juan Pablo II pidió perdón por ello a la población afrodescendiente, como recordaba el Padre Venancio Mwangi, un pueblo que “quiere vivir el Misterio de la Encarnación” y que también “quiere sentarse a la mesa”. Tras denunciar esclavitudes actuales, como la trata de personas, la migración, destacó que la presencia de los representantes de la población afrodescendiente en esta Asamblea «significa que la Iglesia ha escuchado ese clamor”. Aunque se preguntaba dónde están en la Iglesia los 200 millones de negros en el continente. Una realidad de exclusión que también viven los migrantes, como relataba la Hermana Karina, que participa de un trabajo de promoción de los migrantes, “algo que implica muchos retos ante la violación de sus derechos humanos y laborales”, y demanda trabajo en red con otras instituciones. La religiosa dijo estar viviendo “un tempo de gracia, de escucha y conversión para todos, que necesitamos tener una conversión pastoral y vivir en sinodalidad nuestras relaciones y estructuras”. Por ello insistió en que “si no actuamos ya, esta Asamblea Eclesial no impulsará esta renovación de la Iglesia que tanto nos pide el mundo”. Una Iglesia madre Buscan ser “una Iglesia que es madre y mueve a toda la comunidad local a ser solidaria, a acoger”. De ahí la importancia de una Iglesia que no tiene fronteras y que ayuda desde las necesidades básicas hasta la defensa de sus derechos, según la religiosa. Esa Iglesia madre se hace presente en la Comisión Nacional de Abusos para protección de menores y adultos en vulnerabilidad, que en Costa Rica ha dado pasos, como relataba Lisandra, que es miembro de la comisión, con la elaboración de guías para la prevención de abusos y código de conducta. La comunicadora insistía en continuar dando pasos y de que la mujer se involucre y participe en las comisiones nacionales. Según ella, “no es conveniente que las comisiones nacionales de prevención sean solo de clero, porque eso se presta a que se tapen las situaciones”, exigiendo la presencia de laicos, de mujeres, que dice poder entender mejor a las víctimas, dada su maternidad y ternura, su disposición a la escucha. Abrazar la sorpresa Hablando sobre la misión, el padre Venancio insistió en la necesidad de escuchar los clamores, de abrazar lo nuevo, la sorpresa, algo que da miedo, citando algunos ejemplos de esos elementos que provocan miedo: abusos, migrantes, racismo, negritud, pueblos originarios… Para el Cardenal Oullet el primer objetivo de la sinodalidad, para lo que dijo que se necesita mucha paciencia, es la escucha mutua y fomentar la comunión eclesial, “lograr que la Iglesia sea un testimonio de amor mutuo, porque si no hay el amor mutuo nadie nos va a creer”. El purpurado ve la sinodalidad como “dinámica de la comunión, dimensión organizativa de la comunión”, insistiendo en la importancia de que la Iglesia llegue a ser cada vez más sinodal, “donde todo se sienten participantes, que son respetados, que son miembros, que cada uno tiene que aportar”. Jesús vino a dignificar a la mujer El Prefecto de la Congregación para los Obispos abogó por estructuras de consulta, que “en muchas partes no existen”, donde los laicos, las mujeres, los religiosos, pueden expresarse. Por eso, dejó claro que “no existe Pueblo de Dios e Iglesia jerárquica, la jerarquía hace parte del Pueblo de Dios”. Y todavía más, “los obispos tienen que comportarse como fieles, en fraternidad con todos, en escucha de todos, pues es el mismo Espíritu que habita todos los miembros y los va llevando a un testimonio que ha dado a la humanidad y que experimente la salvación”. Las mujeres han caído en un rol de sumisión, de invisibilidad, según Lisandra Chaves, por lo que “la mujer tiene que exigir sus derechos dentro de la Iglesia, asumir nuestro papel como discípulas y entender que lo somos, que somos importantes, que Jesús vino a dignificar a la mujer y la hizo discípula”. Prensa CEVNota de Vatican News27 de noviembre de 2021

27
Nov

Cardenal Barreto: Un pueblo de Dios que camina en la historia, una Iglesia que escucha

El Arzobispo de Huancayo, Perú, cardenal Pedro Barreto en un video, explica la importancia de la Iglesia latinoamericana, “que camina en la historia, que escucha, reflexiona y que busca responder a los grandes desafíos que hoy tiene la humanidad para cuidar la vida, don sagrado de Dios para cada uno de nosotros y el cuidado de la casa común”. El también Presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) expresó el entusiasmo de los asambleístas, por los trabajos realizados en la Asamblea Eclesial que está por concluir. Sin embargo, afirmó que el proceso de discernimiento continúa en la historia de la Iglesia latinoamericana. Tiempo de gracia Asimismo, el purpurado, señaló que a pesar de las dificultades que afronta el continente, estamos viviendo un tiempo de gracia y de entusiasmo. Tenemos que escuchar, dijo, “como Jesús, el grito de los pueblos, de los pobres, de los que sufren, pero también el grito como dice el Papa Francisco de nuestra Madre Tierra”. La Iglesia está viviendo “este aire fresco” que el Papa San Juan XXIII iniciara con la propuesta del Concilio Vaticano II. Somos una Iglesia que incluye, que busca responder a los grandes desafíos que hoy tiene la humanidad para cuidar la vida y la casa común. Además, manifestó, por último, esta Asamblea Eclesial es un hito muy importante de aporte de la Iglesia latinoamericana para el proceso del sínodo del 2023 en octubre, en roma, sobre el tema de la sinodalidad. Prensa CEVNota de Vatican News27 de noviembre de 2021

27
Nov

Emilce Cuda: “La Asamblea Eclesial es un éxodo para ser samaritanos comunitarios”

La Oficial de la Pontificia Comisión para América Latina recordó que, el Papa Francisco utilizó una frase maravillosa que es: “samaritano comunitario”. Para ella, esta frase “podría describir el espíritu que genera esta Asamblea Eclesial”. Vaticano.  “La Asamblea Eclesial es una experiencia única no solamente porque la convocatoria del Papa Francisco, debido a su legitimidad en la región, ha hecho que participen gran cantidad de personas, el camino recién comienza, la necesidad es abrir esta Asamblea del Pueblo de Dios hacia toda persona humana de Latinoamerica”, lo dijo Emilce Cuda, Oficial de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) al comentar los trabajos de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, este 26 de noviembre de 2021. El espíritu de la Asamblea: “samaritano comunitario” La Oficial de la CAL recordó que, el Papa Francisco utilizó una frase maravillosa que es: “samaritano comunitario”. Para Emilce Cuda esta frase “podría describir el espíritu que genera esta Asamblea”. Según la teóloga, esta Asamblea “no comienza en esta reunión que estamos teniendo juntos en México, sino que comenzó cuando se abrió este diálogo y va a continuar en el tiempo porque es un camino, justamente, un camino donde se tienden puentes”. Tender puentes entre los hombres En este sentido, Emilce Cuda explicó que tender puentes es restablecer las relaciones entre los católicos dentro de las parroquias, es tender puentes entre los católicos y otros católicos que quizás no están aquí presentes o no han participado hasta ahora de la escucha, pero que están escuchando, que están viendo todo lo que esto produjo y ese es el camino, es el éxodo finalmente, eso es un pueblo que camina, un éxodo en el que todos deberíamos estar, no tanto para nivelar, sino para abrirnos, para ser samaritanos como una comunidad, tocar y ayudar de aquí en adelante. Prensa CEVNota de Vatican News27 de noviembre de 2021

26
Nov

Sinodalidad del Pueblo de Dios: “Involucrar a todos los sujetos eclesiales en relaciones horizontales”

México. Citando al Papa Francisco, allí donde dice que «el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio«. Así comenzaba su intervención en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe Rafael Luciani, quien junto con María Dolores Palencia reflexionaban sobre “La Sinodalidad del Pueblo de Dios”. Discernir un nuevo modelo eclesial Las palabras del Papa son, según el teólogo venezolano, una convocatoria “a toda la Iglesia a discernir un nuevo modelo eclesial que sea fruto de esta nueva fase en la recepción del Vaticano II”. Por tanto, la sinodalidad no es algo nuevo, ya Pablo VI, decía Luciani, pedía en una de las sesiones del Concilio “una más completa definición de la Iglesia”. América Latina tiene “signos emergentes de un nuevo modelo eclesial en clave sinodal”, recordaba la religiosa mexicana, citando la reestructuración del CELAM, la creación de la CEAMA, la celebración de Sínodos diocesanos y Concilios Plenarios, y también esta nueva Asamblea Eclesial. El primer paso en ese camino, señalaba Luciani, es “la conversión de toda la Iglesia por medio de la escucha, la toma de consejos y la construcción de consensos”. El teólogo insistía en la escucha, que para ser auténtica “debe involucrar a todos los sujetos eclesiales, en relaciones horizontales fundadas en la dignidad bautismal y en el sacerdocio común de todos los fieles”. Es un camino este de la sinodalidad que nos compromete, afirmó María Dolores Palencia, a revisar cómo escucho y a quiénes escucho. También lo que los clamores de los que siempre fueron acallados representan: pueblos originarios y afrodescendientes, mujeres, personas y comunidades LGBTT. Superar relaciones desiguales Para ello la actitud es “superar relaciones desiguales, de superioridad y subordinación propias del clericalismo, y apostar por la recíproca necesidad y trabajo en conjunto. Participación no como concesión y si como derecho de todos, siendo un deber tomar consejos a partir de la escucha para quien ejerce la autoridad, según Luciani. Algo que ya dijo San Oscar Romero, en palabras de María Dolores Palencia, y que tiene que llevarnos a entender que “”la escucha no es genérica ni abstracta”, añadía el teólogo venezolano, que citó el Sínodo de la Amazonía como ejemplo, tanto en el proceso de escucha como en los documentos postsinodales. El desafío es abrir las mentes y corazones a la Ruah, que surge en la diversidad, en las periferias, entre los vulnerables y silenciados, recordaba nuevamente la religiosa. Una escucha que “no es un fin en sí misma”, para Luciani. Que se lleva a cabo para poder trabajar en conjunto «para que se tomen las decisiones pastorales», algo que define el sentido y la meta de un proceso eclesial sinodal. Y hacerlo sabiendo que se lleva a cabo en pasos “pequeños y sencillos, insignificantes quizá…”, como hacía ver la Hna. María Dolores, pero que se tienen que dar. Necesidad de cambios concretos Estamos ante algo que es más que “una mera práctica afectiva y ambiental, sin que se traduzca efectivamente en cambios concretos que ayuden a superar el actual modelo institucional clerical”, insistió Luciani. Por eso, llamaba a aprovechar esta Asamblea Eclesial para avanzar en sinodalidad. Esto porque “nos estamos jugando el futuro de la Misión”, dijo María Dolores Palencia, que hizo ver la necesidad de dejar atrás “el modelo clerical, anquilosado y sus privilegios”, y haga fortalecer la idea de que “es todo el pueblo de Dios responsable de acciones transformadoras, flexibles, atentas a las necesidades de las nuevas generaciones y junto con ellas, quien puede recrear una comunidad eclesial participativa, de consenso, con nuevas y diversas maneras de vivir la autoridad y tomar las decisiones”. Hay signos de esperanza, como es esta Asamblea Eclesial, vista por Rafael Luciani como “un ejercicio de la eclesialidad de todo el Pueblo de Dios”, que implante un modelo en el que “ya no deben ser los obispos quienes toman las decisiones para todo el Pueblo de Dios”. Algo que se ha ido construyendo en la Iglesia del continente “en medio de la persecución, del descrédito, la duda y la muerte”, recordaba la religiosa mexicana. Por eso insistía en que no “deteneros y reconocer lo nuevo que va surgiendo para abrir los espacios”. Crear mediaciones Luciani llamaba, teniendo como base la Episcopialis Communio a que “esta Asamblea Eclesial de paso a una auténtica sinodalización de toda la Iglesia del Continente y América Latina continúe a ser una Iglesia fuente para la Iglesia universal”. Para ello abogaba por “la creación de mediaciones y procedimientos para el involucramiento de todos los fieles y el establecimiento de las modalidades de participación permanentes, que consideren al laicado como sujeto pleno en la Iglesia”. Para ello, María Dolores Palencia llamaba “recrear las redes de comunicación y participación para que este reto de un laicado reconocido plenamente llegue realmente a todos”, una dificultad, inclusive allí donde el obispo es favorable a una mayor participación de personas laicas y una mayor consulta antes de las decisiones, algo asumido en la Iglesia del continente por obispos que ella citaba. De ahí surgen preguntas, que el teólogo venezolano lanzaba al aire, que cuestionan sobre la concreción de esa sinodalidad en la vida de la Iglesia. Por ello, respondiendo, la religiosa resaltaba la necesidad de aprender con realidades sociales y eclesiales largamente silenciadas, preguntándose también como vamos a ayudarnos, cómo vamos a generar nuevos caminos. Ello en la perspectiva y reto de “crear una nueva cultura del consenso eclesial”, afirmaba Luciani, poniendo a San Cipriano como ejemplo de ese caminar sinodal y desafiando a la Asamblea a ser “un primer signo emergente de este nuevo modo eclesial de proceder sinodal”. Para ello, oración y escucha mutua “con el fin de dar los primeros pasos, con temor y temblor, pero sin detenernos”, resaltó la Hna. Dolores Palencia. Según la religiosa, “más vale una iglesia con errores y equivocaciones, dispuesta a volver a levantarse y recomenzar el camino, a la parálisis, el pánico, que detiene el paso del Espíritu y anquilosa”. Un buen principio y una provocación a la que quienes estaban

26
Nov

Sinodalidad: un itinerario de encuentro y conversión

Está por terminar la Asamblea Eclesial. Es el momento para pensar en concreto, lo que va a pasar a partir del domingo, cuando todos regresen a sus casas, a sus diócesis, es el momento de definir cómo lograr que los párrocos se motiven con la Asamblea y el camino sinodal que propone Francisco. Vaticano. Ser uno, a imagen de Jesús y el Padre, ese es siempre un desafío en la vida de la Iglesia, todavía más en una Iglesia en la que se quiere caminar juntos, en sinodalidad. Para eso, la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe invitaba este 25 de noviembre a depurar las invitaciones que nos hace el Señor para nuestra misión como Iglesia en el continente. Podemos decir que la sinodalidad se va afianzando, es una apuesta decidida de la Asamblea Eclesial, fundamentada en la escucha, que “no tiene la finalidad de un marketing religioso”, sino que “implica entrar con los pies descalzos en los corazones que se abren y se expresan”, como aseguró Monseñor Jorge Eduardo Lozano, secretario General del Celam en su saludo a los participantes de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe al inicio de los trabajos. El sueño de una Iglesia sinodal nace del hecho de que “el Papa cree en el Espíritu Santo y quiere que aprendamos a escucharlo mejor en todos los niveles de la Iglesia”, afirmó el cardenal Ouellet, que señalaba que “una Iglesia sinodal es una Iglesia caminante en la fe”. Una sinodalidad que es “un proceso, un itinerario de encuentro y conversión”, en el que es necesario “ubicarnos en el lugar de la humildad, reconocer nuestro pecado”, en palabras de la hermana Liliana Franco. No podemos olvidar que “la sinodalidad es inherente al ser de la Iglesia”, en palabras de Mauricio López, algo que “no depende de nosotros, es una experiencia de gracia”. Una vez más, la rueda de prensa, en la que este jueves participaban el cardenal Mario Grech, Emilce Cuda, la hermana Birgit Weiler y el padre Juan Luis Negrón, con la presencia de decenas de periodistas, la mayoría en modo virtual, ayudó a reflexionar sobre la realidad, en este día marcada por la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una temática ya presenté desde la oración de la mañana. Prensa CEVNota de Vatican News26 de noviembre de 2021

26
Nov

Cardenal Parolin: «Los que ayudan a víctimas de la trata son voces proféticas de la Iglesia»

En la presentación de «Call to action», la iniciativa de la red mundial contra la trata de personas «Talitha Kum», el Secretario de Estado del Vaticano instó a no mirar hacia otro lado en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Vaticano. José, hijo del Profeta Jacob vendido como esclavo y María de Magdalena, dos rostros de la misericordia, dos experiencias de Resurrección posibles gracias a la mirada de Jesús. El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, ve en ellos las experiencias vividas también por las mujeres que cayeron en la trampa de la trata y que luego fueron liberadas gracias a los esfuerzos de Talitha Kum, la red de religiosas comprometidas en frenar este cruel fenómeno.El 25 de noviembre, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el organismo mundial de religiosas ha lanzado la iniciativa global «Call to Action»: una llamada a la acción destinada a «transformar la economía de la trata de personas en una economía del cuidado que capacite a todos, especialmente a las mujeres, para promover comunidades seguras y prósperas». Los rostros de la Resurrección El cardenal Parolin recuerda que el documento es «una llamada para todos, para las personas de buena voluntad y también de diferentes tradiciones». La historia de José es más actual que nunca: vendido, traicionado, pero -explica el cardenal- el Señor no le abandonó y tampoco «José abandonó al Señor». Es un emblema de la confianza total en Dios, pero también de la misericordia, porque perdona a sus hermanos. «La mirada de Jesús sobre María de Magdala, que no es cierto que fuera una prostituta -subrayó Parolin- le devolvió la dignidad». María «no estuvo sola en el momento del arrepentimiento, los hombres que habían abusado de ella se arrepintieron a su vez y se convirtió en apóstol de los apóstoles». Mujeres y niños que no son mercancías Aún hoy, estas historias se repiten, pero Talitha Kum ha dado a muchas mujeres y a sus hijos una oportunidad de volver a vivir. «Con Talitha Kum lo imposible se hace posible» son «una voz profética de la Iglesia». De ahí el llamamiento del cardenal Parolin a «sanar, a devolver la dignidad a quienes la han perdido, en una relación entre iguales, como hermanas que caminan juntas, siendo conscientes de los profundos valores que portan». Pero el llamamiento es también a «enfrentarse a las formas de esclavitud moderna» porque muchos no quieren verlas, ya sea porque están implicados o porque se benefician de ella. Frente a «mujeres y niños que son considerados mercancía y esclavos, no podemos apartar la mirada», dice Parolin, «no podemos ser hipócritas». «La llamada a la acción puede y debe sacudir las conciencias», la mirada de Cristo puede redimir en cualquier momento. Mayor compromiso El secretario de Estado del Vaticano también se refirió a la violencia contra las mujeres, recordando que «es necesario un mayor compromiso para erradicar el fenómeno, que va en aumento». Creo que lo principal», explicó, «es educar a los jóvenes para que respeten y valoren a las mujeres». Sobre la emergencia sanitaria, reiteró que «la posición de la Iglesia es clara»: «Vacunarse -ha dicho el Papa- es un acto de amor, y yo lo traduciría en un acto de responsabilidad». A continuación, se refirió a los cuidados paliativos y a la cercanía al enfermo, «las únicas vías que pueden salvar la dignidad de la persona y su humanidad», porque «la vida debe ser respetada desde la concepción hasta la muerte natural». Por último, el cardenal hizo alusión a la elección del próximo presidente de la República Italiana con «la esperanza de que el bien del país se ponga en el centro». Prensa CEVNota de Vatican News26 de noviembre de 2021