Categoría: Eclesial Internacional

27
Oct

León XIV firma una carta sobre la educación: «Trazando nuevos mapas de esperanza»

Vaticano. Esta tarde, León XIV celebró la misa con estudiantes de las Universidades Pontificias y firmó la carta apostólica «Trazando nuevos mapas de esperanza», 60 años después de la declaración «Gravissimum Educationis». En su homilía, enfatizó que la Iglesia necesita una visión que rechace «toda lógica parcial» y derrote la «atrofia espiritual». Bajo la mirada de la Virgen María, representada en la antigua estatua junto al Altar de la Confesión en la Basílica de San Pedro, el Papa León XIV, antes de la Misa con los estudiantes de las Universidades Pontificias, esta tarde, 27 de octubre, firmó la carta apostólica  Trazando nuevos mapas de esperanza , a 60 años de la declaración conciliar  Gravissimum educationis  de San Pablo VI, que se publicará mañana, aniversario del documento del Concilio Vaticano II. Que el estudio le permita tener una nueva visión de conjunto Poco después, en su homilía en la celebración que inaugura el Jubileo de la Educación, el Pontífice pide al Señor que la experiencia del estudio y la investigación universitaria les brinde una perspectiva renovada, les ayude a «ser capaces de hablar, relatar, explorar y proclamar las razones de la esperanza que nos habita» y les «forme para ser hombres y mujeres nunca egocéntricos, sino siempre de pie», capaces de llevar «la alegría y el consuelo del Evangelio» a todas partes. Y recuerda a las universidades que la educación es un verdadero acto de amor y que «saciar el hambre de verdad y sentido es una tarea necesaria, porque sin verdad y sentido auténtico, se puede caer en el vacío e incluso morir». Considere el Jubileo como un nuevo comienzo para su vida El Papa enfatiza que en estos meses, al celebrar el Jubileo, la Iglesia experimenta su «estar en camino», recordándose a sí misma su constante necesidad de conversión. Y espera que cada estudiante también vea el Año Santo como una oportunidad «para que su vida pueda comenzar de nuevo». Se dirige así a quienes trabajan en instituciones universitarias y están comprometidos con el estudio, la docencia y la investigación: ¿Cuál es la gracia que puede tocar la vida de un estudiante, de un investigador, de un erudito? Me gustaría responder así a esta pregunta: la gracia de una mirada de conjunto, una mirada capaz de abarcar el horizonte, de ir más allá. La mujer curva, que no mira más allá de sí misma León XIV analiza entonces el episodio central del Evangelio de hoy: la curación de la mujer encorvada por Jesús: está encerrada en sí misma, comenta, «por lo que le resulta imposible ver más allá». Una condición similar a la ignorancia, «que a menudo se asocia con el cierre y la falta de inquietud espiritual e intelectual». Cuando el ser humano es incapaz de ver más allá de sí mismo, de su propia experiencia, de sus propias ideas y convicciones, de sus propios esquemas, entonces se mantiene prisionero, permanece esclavo, incapaz de madurar un juicio propio. esús es la verdad capaz de cambiar vidas La experiencia de la gracia, «que sana nuestros retiros», para el Pontífice, reside en acoger las cosas fundamentales de la vida «de los maestros, de los encuentros, de las experiencias vitales». Esta es una verdadera sanación, que nos permite mirar las cosas y la vida «con un horizonte más amplio». Esta mujer sanada obtiene la esperanza, porque finalmente puede alzar la mirada y ver algo diferente, ver de una manera nueva. Esto sucede especialmente cuando encontramos a Cristo en nuestra vida: nos abrimos a una verdad capaz de cambiar la vida, de distraernos de nosotros mismos, de sacarnos de nuestro encierro. La gracia de una mirada que vence la atrofia espiritual Quienes estudian, continúa el Papa León, «amplían sus horizontes» y son capaces de «mirar hacia arriba: hacia Dios, hacia los demás, hacia el misterio de la vida». Esta es la gracia «del estudiante, del investigador, del erudito»: una perspectiva amplia… Quien sabe ir lejos, que no simplifica las cuestiones, que no teme las preguntas, que vence la pereza intelectual y, así, derrota también la atrofia espiritual.  La Iglesia necesita esta visión unida El Papa aclara que esta perspectiva requiere espiritualidad, ayudada por el estudio de la teología y de la filosofía, porque hoy, lamentablemente, «nos hemos convertido en expertos en los detalles infinitesimales de la realidad, pero somos incapaces de recuperar una visión de conjunto». La experiencia cristiana, en cambio, quiere enseñarnos a mirar la vida y la realidad con una mirada integradora, capaz de abarcarlo todo rechazando cualquier lógica parcial. Los exhorto, pues —me dirijo a ustedes, estudiantes, y a todos los que se dedican a la investigación y la enseñanza— a no olvidar que la Iglesia de hoy y de mañana necesita esta mirada integradora. El trabajo intelectual no debe separarse de la vida. Siguiendo el ejemplo de Agustín, Tomás de Aquino, Teresa de Ávila, Edith Stein y muchos otros, “que supieron integrar la investigación en su vida y en su camino espiritual”, León XIV nos llama a “llevar adelante el trabajo intelectual y la búsqueda de la verdad sin separarlos de la vida”. Es importante cultivar esta unidad, para que lo que ocurre en las aulas universitarias y en los ambientes educativos de todo tipo y nivel no se quede en un ejercicio intelectual abstracto, sino que se convierta en una realidad capaz de transformar la vida, de hacernos profundizar en nuestra relación con Cristo, de hacernos comprender mejor el misterio de la Iglesia, de hacernos testigos audaces del Evangelio en la sociedad. La tarea educativa de satisfacer el hambre de verdad y de sentido El Pontífice insta entonces a las universidades a acoger el llamado a la «tarea educativa», porque quienes educan ayudan a otros, como Jesús con la mujer encorvada, a «ser ellos mismos y a desarrollar una conciencia autónoma y un pensamiento crítico». Este es un verdadero acto de amor. Saciar el hambre de verdad y de sentido es una tarea necesaria, porque sin verdad ni significados auténticos se puede caer en el vacío e incluso se puede morir. Descubriendo

24
Oct

Pastoral Juvenil de América Latina y el Caribe afianza su camino sinodal en Encuentro virtual continental

Este 22 de octubre, el Equipo Latinoamericano y Caribeño de Pastoral Juvenil (ELAPJ), en colaboración con el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), han celebrado un encuentro virtual continental con el que se comprometen a consolidar el camino sinodal. Bajo el nombre “Nuestra Caminata Sinodal desde la Pastoral con Jóvenes desde América Latina y el Caribe”, más de 80 participantes entre líderes jóvenes, asesores, sacerdotes, obispos compartieron en este espacio de escucha, reflexión y discernimiento pastoral. Stiven Mego, referente de comunicaciones de la Pastoral Juvenil Latinoamericana, indicó que “juntos reafirmaron su compromiso de seguir construyendo una Iglesia joven, viva y misionera, enraizada en la realidad y los sueños de sus pueblos”. “Queremos seguir caminando juntos como Iglesia joven, viva y comprometida con la realidad de nuestros pueblos. Este encuentro fue una oportunidad para encontrarnos, escucharnos y celebrar la vida que brota del trabajo pastoral con los jóvenes”, añadió. Cinco ejes de trabajo La jornada estuvo inspirada en el pasaje bíblico de Lucas 7,14, “Joven, a ti te digo, levántate”. Sus organizadores han indicado que fue un encuentro que “se convirtió en un verdadero símbolo continental de esperanza”. Los jóvenes, venidos de todas las regiones de América Latina y el Caribe, compartieron sus sueños, inquietudes y experiencias en un ambiente profundamente fraterno. Trabajaron sobre cinco ejes temáticos: Evangelización y Encuentro con Cristo. Formación Integral. Acompañamiento. Comunicación y redes.Proyectos y transformación social. Luego compartieron en “un diálogo fraterno” sus preocupaciones comunes en todo el continente: la pérdida del sentido espiritual, la fragilidad emocional, la deshumanización digital y la falta de acompañamiento constante. Frente a estas realidades, apuntó Mego, “los jóvenes reafirmaron su deseo de levantarse, redescubrir su valor y construir comunidades vivas, fraternas y solidarias”. Muro de compromisos El cierre estuvo marcado por el llamado “muro de compromisos”. Se trató de un ejercicio de diálogo y construcción conjunta, fruto del discernimiento. Entre estas tareas encomendadas se encuentran brindar mayor acompañamiento a los jóvenes con autenticidad, cercanía y coherencia de vida. Otro aspecto fue trabajar en red y en sinodalidad, uniendo esfuerzos entre comunidades y movimientos. La formación, por supuesto, resulta clave, “formarse continuamente para ofrecer un acompañamiento integral y actual”. Además de fortalecer la pastoral juvenil como espacio abierto, dinámico y esperanzador. “Escuchar, dialogar y caminar juntos con espíritu de comunión y fraternidad. Crear alianzas con la sociedad civil para impulsar proyectos transformadores. Vivir la fe con alegría y testimonio, levantándose cada día con esperanza”, acotó Mego. 24 de octubre de 2025Fuente: CELAMCEV Medios

24
Oct

El Papa: Los Movimientos populares, antídoto contra la indiferencia

Vaticano. León XIV recibe a los movimientos populares reunidos en Roma para el Quinto Encuentro Internacional y la Peregrinación Jubilar. Recordando a su predecesor Francisco, reitera que «tierra, techo y trabajo» son «derechos sagrados». A continuación, señala el aumento de la injusticia social, los «daños colaterales» causados ​​por las nuevas tecnologías, el trato inhumano a los migrantes y la proliferación de drogas. Pueblos desposeídos, robados, saqueados, llevados a la pobreza; migrantes vulnerables, víctimas de abusos y tratados como basura. A esto se suma la proliferación desenfrenada de drogas, tanto antiguas como nuevas (como el fentanilo); inundaciones, tsunamis y terremotos que exponen la crisis climática; el lucro, cada vez más idolatrado, al igual que el culto al cuerpo y al bienestar físico. Y, de nuevo, una justicia que parece estar fallando; nuevas tecnologías que incrementan el progreso tanto como la desigualdad; desempleo, marginación, explotación; una tendencia general deshumanizante de injusticias sociales, y la creciente brecha entre una pequeña minoría —el 1% de la población— de ricos y la gran mayoría de pobres. El Papa León XIV dibuja un retrato impregnado de amargo realismo de la época actual en su discurso a los Movimientos Populares, recibidos, esta tarde, en el Aula Pablo VI, con motivo del V Encuentro Internacional en Roma. Las enseñanzas de Francisco y León XIII Un largo discurso, salpicado de referencias a las enseñanzas de su predecesor, el Papa Francisco, quien promovió estos encuentros, y del Papa autor de la primera encíclica social, León XIII y la Rerum Novarum . Un discurso en el que el Pontífice combinó denuncias y llamamientos con estímulo a la acción, la profecía, la poesía y, sobre todo, la esperanza: de cambio, de un camino renovado de justicia, amor y paz, de cosas nuevas. Rerum Novarum, en efecto. Así como fue «nuevo» y también «bueno» izar la bandera en el Vaticano hace diez años con las palabras «Tierra, Techo y Trabajo». “Haciéndome eco de las peticiones de Francisco, hoy digo: Tierra, techo y trabajo son derechos sagrados, por los que vale la pena luchar, y quiero que me escuchen decir: “¡Estoy con ustedes!”, “¡Estoy con ustedes!” Importancia profética Unas dos mil personas estaban presentes en el Aula Pablo VI para escuchar al Papa León XIV. Entre ellas, representantes de las «periferias» de todos los continentes: pobres, migrantes, campesinos y cartoneros . Han llegado en procesión desde el Spin Time Lab, el edificio en el barrio de Esquilino ocupado con fines habitacionales y sociales por unas 400 personas en situaciones de emergencia, que se ha convertido en la sede de los Movimientos Populares en Roma. Mañana vivirán su peregrinación jubilar acompañados por obispos y otros representantes de sus diócesis. Este fue el «sueño» del Papa Francisco, quien deseaba que este grupo social, a menudo rechazado o marginado por las instituciones, fuera acogido en el corazón de la Iglesia. Este sueño lo está haciendo realidad León, quien, como afirmó al comienzo de su discurso, pretende continuar el camino iniciado por Jorge Mario Bergoglio, quien «en los últimos años ha dialogado a menudo con su realidad, destacando su importancia profética en el contexto de un mundo marcado por problemas de diversa índole». Abuso e inhumanidad hacia los migrantes Problemas dramáticos, empezando por el de los migrantes. «Los Estados tienen el derecho y el deber de proteger sus fronteras, pero esto debe equilibrarse con la obligación moral de brindar refugio», afirma León XIV. Condena el «abuso de migrantes vulnerables», en el que «no estamos presenciando el ejercicio legítimo de la soberanía nacional, sino graves crímenes cometidos o tolerados por el Estado». Se están tomando medidas cada vez más inhumanas –incluso políticamente celebradas– para tratar a estos “indeseables” como si fueran basura y no seres humanos. Necesidades primarias insatisfechas Con igual fuerza, León XIV señala el impacto negativo del desarrollo tecnológico en la salud, la educación, el empleo, el transporte, la urbanización, las comunicaciones, la seguridad y la defensa. En primer lugar, destaca la «paradoja» de la falta de tierra, alimento, vivienda y trabajo para millones de personas, mientras que «los teléfonos celulares, las redes sociales e incluso la inteligencia artificial están al alcance de millones». Esto incluye a los pobres. Asegurémonos de que cuando se satisfagan necesidades más sofisticadas, no se descuiden las fundamentales. Crisis climática y crisis “virtual” En resumen, el Papa habla de una «mala gestión» que «genera y acrecienta las desigualdades bajo la apariencia de progreso. Y al no situar la dignidad humana en el centro, el sistema también falla en la justicia». Uno por uno, el Pontífice enumera los «daños colaterales»; en primer lugar, la crisis climática, quizás el ejemplo más evidente con sus fenómenos meteorológicos extremos. «¿Quiénes sufren más? Siempre los más pobres». Tanto quienes ven «lo poco que tienen» arrasado por el agua; como los «campesinos, agricultores y pueblos indígenas» que pierden sus tierras, identidades y producción local debido a la «desertificación» del territorio. Luego está la crisis alimentada por las redes sociales: «¿Cómo puede un joven pobre vivir con esperanza y sin ansiedad cuando las redes sociales exaltan constantemente el consumo desenfrenado y un éxito económico totalmente inalcanzable?», pregunta el Papa. ¿Y cómo olvidar la adicción a los juegos de azar digitales, con plataformas diseñadas para crear «dependencia compulsiva» y «adicción»? La devastación causada por las drogas antiguas y nuevas El Obispo de Roma no permanece en silencio, pues, ante la “novedad” o, mejor dicho, la “ambigüedad” de la industria farmacéutica. En la cultura actual, no sin la ayuda de ciertas campañas publicitarias, se promueve una especie de culto al bienestar físico, casi una idolatría del cuerpo y, en esta visión, el misterio del dolor se interpreta de forma reductiva; esto también puede llevar a la dependencia de la ingesta de analgésicos, cuya venta obviamente aumenta los beneficios de las propias productoras. En particular, el Papa mira a su tierra natal, Estados Unidos, devastada por la adicción a los opioides: «Consideremos, por ejemplo , el fentanilo , la droga de la muerte, la segunda causa principal de muerte entre los pobres de ese país». «La proliferación de nuevas drogas sintéticas, cada vez más letales, no es

24
Oct

Jubileo de los equipos sinodales: convertir las relaciones para «ser uno»

Vaticano. En el Aula Pablo VI, varios discursos introductorios precedieron el encuentro con el Papa. El cardenal Grech invitó a mirar con esperanza hacia “lo que será”. El cardenal Ryś habló de superar las tensiones reveladas por la sinodalidad. De Salis Amaral recordó que nadie es “autosuficiente” en la Iglesia. Venâncio pidió denunciar las causas que perpetúan “el abismo” entre los grupos sociales. Una mirada llena de esperanza, orientada hacia “lo que será”, en el camino de la sinodalidad. Más allá de sus tensiones, entre el “yo” y el “nosotros”, entre “unidad y uniformidad”, entre “preservación y misión”. Se trata de avanzar hacia una auténtica conversión de las relaciones, que se convierta en una “profecía social” al denunciar “el abismo entre los grupos sociales”, encendiendo de nuevo la llamada de Jesús: “Que todos sean uno”. Estos fueron algunos de los temas desarrollados en las intervenciones introductorias del Jubileo de los equipos sinodales y de los organismos de participación, celebradas el 24 de octubre en el Aula Pablo VI. Entre los ponentes estuvieron el cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría del Sínodo; el cardenal Grzegorz Ryś, arzobispo de Łódź (Polonia); Miguel De Salis Amaral, profesor de Eclesiología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz; y Mariana Aparecida Venâncio, miembro de la Comisión Nacional de Animación para la fase de implementación del Sínodo en Brasil. El encuentro fue moderado por el obispo agustino Luis Marín de San Martín, subsecretario de la Secretaría General del Sínodo. Grech: esperar, arraigados en Jesús En su saludo, el cardenal Grech evocó El portal del misterio de la esperanza de Charles Péguy, recordando cómo el autor describe las tres virtudes teologales: “La fe ve lo que es, la esperanza ve lo que será y la caridad ve lo que es”. Esta visión, explicó, ofrece una brújula espiritual para “reimaginar” cómo la Iglesia escucha, discierne y camina unida. El amor, según Grech, no es solo una emoción, sino la actitud con la que “habitamos” la Iglesia. No espera la perfección, sino que elige acoger la realidad “tal como es”. Es la decisión de permanecer presentes, signo de una madurez espiritual que entiende que la unidad no significa uniformidad. El amor va unido a la fe, que es la lente a través de la cual la Iglesia “ve algo más que lo humano, algo divino”. No se trata de “optimismo ciego”, sino de una mirada realista que, en el camino sinodal, nace de escuchar el clamor de quienes viven en los márgenes. En tercer lugar, Grech habló de la esperanza. Para Péguy, ella es una certeza compartida sobre el futuro, arraigada “en la persona de Jesucristo y en la confianza en las promesas de Dios”. La esperanza, dijo el cardenal, implica “dejar ir”, trabajar “sin poseer lo que construimos”. Se mira con confianza hacia lo que vendrá, “no porque ya se vean los resultados, sino porque hemos encontrado a Aquel que tiene el futuro en sus manos”. Es una clave para entender el proceso sinodal: “Mucho se ha hecho, pero el trabajo continúa con humildad. Hemos hecho nuestra parte; el resto está en manos de Dios”. Como recordaba Péguy, “la esperanza ama aquello que aún está por venir”. Ryś: hacerse “una Iglesia pobre para los pobres” El cardenal Grzegorz Ryś centró su reflexión en las tensiones que la sinodalidad revela, identificando tres principales. La primera es la tensión entre el “yo” y el “nosotros”. La sinodalidad llama a una “conversión relacional”, pero el mundo actual teme las relaciones auténticas y duraderas. El único vínculo que parece entenderse es el competitivo: “¡Tengo lo que tú no puedes tener!”. La segunda tensión es entre unidad y uniformidad. Por un lado, la Iglesia es comunión; por otro, la tentación de la homogeneización se convierte en semilla de división, incapaz de acoger la diversidad. San Agustín y san Francisco de Sales —recordó Ryś— comparaban la Iglesia con un jardín lleno de flores diversas. No son las diferencias las que dividen, sino el orgullo y el abuso de poder. Por eso, la sinodalidad es una “medicina” que prescribe escucha y intercambio de dones espirituales. La tercera tensión es entre preservación y misión. La sinodalidad revela el rostro de una “Iglesia en salida”, abierta a “todos, todos, todos”, como repite el Papa Francisco. Para abrazar a toda la familia humana, la comunidad eclesial está llamada a una nueva identidad: despojarse de estructuras sofisticadas y hacerse verdaderamente “una Iglesia pobre para los pobres”. De Salis Amaral: el sacerdocio ministerial y el común son interdependientes El profesor Miguel De Salis Amaral profundizó en el concepto de “conversión de las relaciones”, mencionado por Ryś. Explicó que no se trata de un “simple llamado a querernos más”, lo cual reduciría el mensaje a un moralismo superficial, sino de redescubrir el sentido profundo de la sinodalidad. De Salis Amaral propuso algunos pasos concretos, fundamentados en las relaciones que nacen de los sacramentos, del vínculo “que Dios mismo ha establecido entre Él y nosotros”. En primer lugar, el Bautismo, que crea una relación filial y fraterna que “nos capacita y nos hace responsables”, convirtiéndose en la más esencial de la vida eclesial. Luego, el Orden sacerdotal, un servicio “específico” orientado a “hacer crecer a los demás como discípulos misioneros”. “La salvación —afirmó— no nace del conocimiento personal, como sostiene la gnosis antigua y moderna, sino que viene desde fuera: es un don que nos alcanza a través de la Palabra escuchada en la fe: fides ex auditu”. El sacerdocio ministerial y el sacerdocio común de los fieles se orientan recíprocamente, de modo que nadie sea “autosuficiente” dentro de la comunidad eclesial. Según el teólogo portugués, este concepto debe redescubrirse y profundizarse, porque la Iglesia no puede reducirse a una mera “organización”, sino que debe reflejar la vitalidad de esos vínculos. Ambos sacerdocios se sostienen en una interdependencia viva y operante, que participa de la unicidad de Cristo. Venâncio: la sinodalidad, antídoto a la “llaga de las polarizaciones” “Una Iglesia sinodal es como un estandarte levantado entre las naciones”. A partir

24
Oct

León XIV: La familia es esperanza, no una carga

Vaticano. El Papa destacó ante el Pontificio Instituto Juan Pablo II el papel de la familia como motor de esperanza y renovación social. Pidió políticas que protejan la maternidad, promuevan el tiempo en común y fortalezcan los vínculos humanos frente a una cultura que privilegia la productividad sobre el amor. “En todo lugar y tiempo estamos llamados a sostener, defender y promover a la familia, sobre todo mediante un estilo de vida coherente con el Evangelio”. Lo afirmó con vigor el Papa León XIV al recibir en audiencia, este viernes 24 de octubre, a los docentes y alumnos del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia. “Sus fragilidades y su valor, vistos a la luz de la fe y de la razón”, dijo el Papa en su discurso, “inspiran sus estudios, orientados al bien de los novios que se preparan para el matrimonio, de los esposos que se convierten en padres, y de sus hijos, que son siempre promesa de una humanidad renovada por el amor”. El Pontífice recordó que la vocación del Instituto —nacido de la visión profética de san Juan Pablo II tras el Sínodo de 1980 sobre la familia— se manifiesta hoy “con claridad aún mayor”: constituir un solo cuerpo académico presente en los distintos continentes, para responder a las necesidades formativas lo más cerca posible de los matrimonios y las familias. “Así pueden desarrollarse con más eficacia dinámicas pastorales adaptadas a las realidades locales, inspiradas en la viva tradición de la Iglesia y en su doctrina social”. La familia, medida del bienestar social Al participar en la misión y el camino de toda la Iglesia, el Instituto contribuye, según el Papa, a la comprensión del magisterio pontificio y al diálogo permanente entre la vida familiar, el mundo del trabajo y la justicia social. Afronta cuestiones de gran actualidad como la paz, el cuidado de la vida y la salud, el desarrollo humano integral, el empleo juvenil, la sostenibilidad económica y la igualdad entre hombres y mujeres. Todos estos factores, subrayó, influyen directamente en la decisión de casarse y de tener hijos. En este sentido, León XIV explicó que la misión específica del Instituto consiste en la investigación y el testimonio compartido de la verdad. “La teología está llamada a dialogar con las distintas disciplinas que estudian el matrimonio y la familia, no conformándose con hablar sobre la verdad, sino viviéndola con la gracia del Espíritu Santo y siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos reveló al Padre con sus palabras y sus obras”. El Papa insistió en que el anuncio del Evangelio, que transforma la vida y la sociedad, compromete a todos a promover acciones coordinadas y eficaces en favor de la familia. “La calidad de la vida social y política de un país se mide, en gran parte, por la manera en que permite a las familias vivir bien, disponer de tiempo para sí mismas y fortalecer los vínculos que las unen”. En una sociedad que a menudo exalta la productividad y la velocidad a costa de las relaciones, añadió, “urge devolver tiempo y espacio al amor que se aprende en la familia, donde nacen las primeras experiencias de confianza, de don y de perdón que tejen el entramado de la vida social”. Devolver dignidad a la maternidad Recordó con emoción las palabras de su predecesor, el Papa Francisco, cuando invitó con ternura a las mujeres embarazadas a “custodiar la alegría de traer al mundo una nueva vida” (Amoris laetitia, 171). “La vida humana es un don y debe ser siempre acogida con respeto, cuidado y gratitud”, afirmó. Por ello, ante la realidad de tantas madres que viven la maternidad en soledad o marginación, el Pontífice señaló que “tanto la comunidad civil como la eclesial deben comprometerse con constancia para devolver a la maternidad su plena dignidad”. Reclamó medidas concretas: políticas que aseguren condiciones de vida y de trabajo dignas, iniciativas formativas y culturales que reconozcan la belleza de engendrar juntos, y una pastoral que acompañe con cercanía y escucha a mujeres y hombres. “La maternidad y la paternidad, así protegidas, no son una carga para la sociedad, sino una esperanza que la fortalece y la renueva”. Una Iglesia que escucha y acompaña El Papa también animó a los profesores y estudiantes a seguir contribuyendo al desarrollo de la doctrina social sobre la familia, en línea con la misión que el Papa Francisco confió al Instituto en la carta Summa familiae cura, en la que escribió: “La centralidad de la familia en los caminos de conversión pastoral de nuestras comunidades y de transformación misionera de la Iglesia exige que, también a nivel académico, en la reflexión sobre el matrimonio y la familia nunca falten la perspectiva pastoral ni la atención a las heridas de la humanidad”. León XIV destacó que el Instituto ha acogido las orientaciones de la constitución apostólica Veritatis gaudium, que invita a una teología “abierta y dialogante”, una cultura del encuentro entre todas las auténticas y vivas culturas, enriquecidas por el intercambio de sus dones bajo la luz del amor de Dios. En esta perspectiva, señaló, la sólida base filosófica y teológica se ha enriquecido con el diálogo con otras disciplinas, abriendo nuevos campos de investigación. Entre ellos, subrayó la importancia de profundizar el vínculo entre la familia y la doctrina social de la Iglesia. “Se trata —sostuvo— de integrar el estudio de la familia como capítulo esencial del patrimonio de sabiduría de la Iglesia sobre la vida social, y de enriquecer ese patrimonio con la experiencia y la dinámica propias de la vida familiar”. En el ámbito pastoral, alertó sobre las tendencias que, en muchas regiones del mundo, llevan a no valorar o incluso rechazar el matrimonio. “Los invito a ser atentos a la acción de la gracia de Dios en el corazón de cada hombre y de cada mujer. Aun cuando los jóvenes tomen caminos que no coinciden con los propuestos por la Iglesia, el Señor sigue tocando a la puerta de sus corazones,

24
Oct

León XIV: Promover la ética en el mundo digital desafiando a los dioses del consumismo

Vaticano. El Papa recibe en audiencia a los superiores mayores de la Compañía de Jesús y les anima a estar presentes en las «fronteras geográficas, culturales, intelectuales o espirituales»: en un mundo desgarrado «debemos convertirnos en expertos en reconciliación», es necesario «encontrar y hablar» el lenguaje de los jóvenes y defender a los pobres de las numerosas violaciones de su dignidad. Fronteras y preferencias. Territorios reales y virtuales para vivir como apóstoles del Evangelio y herramientas para ser eficaces. El discurso de León XIV a los superiores mayores jesuitas —más de cien recibidos en el Aula del Sínodo, presididos por el Superior General, Padre Arturo Sosa— es amplio y detallado, dirigido a una orden religiosa que, como reconoce el Papa, ha estado presente desde hace mucho tiempo allí donde las necesidades de la humanidad se encuentran con el amor salvador de Dios. Males que hay que curar La apertura es un examen de la «era del cambio» que afecta a todos los sectores: cultura, economía, tecnología, política; en particular, subraya inmediatamente León XIV, el campo de la inteligencia artificial y otras innovaciones que «están redefiniendo nuestra comprensión del trabajo y las relaciones e, incluso, planteando preguntas sobre la identidad humana», pero no sólo eso. La degradación ecológica amenaza nuestro hogar común. Los sistemas políticos a menudo no responden al clamor de los pobres. El populismo y la polarización ideológica profundizan las divisiones dentro y entre las naciones. Muchos se ven afectados por el consumismo, el individualismo y la indiferencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos deben ser cautelosos. La Iglesia debe contribuir a guiar estos avances éticamente, defendiendo la dignidad humana y promoviendo el bien común. Debemos discernir cómo utilizar las plataformas digitales para evangelizar, construir comunidades y desafiar a los falsos dioses del consumismo, el poder y la autosuficiencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos deben ser cautelosos. La Iglesia debe contribuir a guiar estos avances éticamente, defendiendo la dignidad humana y promoviendo el bien común. Debemos discernir cómo utilizar las plataformas digitales para evangelizar, construir comunidades y desafiar a los falsos dioses del consumismo, el poder y la autosuficiencia. Iglesia, estructuras ágiles y transparentes Recordando la estima de los Papas recientes por la Compañía de Jesús, León XIV destaca una serie de fronteras, «ya sean», dice, «geográficas, culturales, intelectuales o espirituales», que define como «lugares de riesgo, donde los mapas conocidos ya no son suficientes». Invita a los jesuitas a seguir el ejemplo de San Ignacio de Loyola, discerniendo e innovando en estas fronteras. Partiendo, argumenta, de la «gran frontera» que «hoy es el camino de la sinodalidad en la Iglesia», para que sus estructuras y ministerios «sean más ágiles, más transparentes y más receptivos al Evangelio». Otra «frontera esencial», para el Papa, es la de la «reconciliación y la justicia, especialmente en un mundo desgarrado por el conflicto, la desigualdad y el abuso». Hoy muchos sufren exclusión y quedan abiertas muchas heridas entre generaciones y pueblos (…) A la “globalización de la impotencia” debemos oponer una cultura de la reconciliación: del encuentro en la verdad, del perdón y de la sanación; debemos volvernos expertos en reconciliación”. IA, potencial y riesgos León XIV retoma entonces el tema de la inteligencia artificial, una «frontera importante», dice, que, si bien «encierra un gran potencial para el bien de la humanidad», por otro lado, «también conlleva riesgos de aislamiento, pérdida de empleo y nuevas formas de manipulación». Por lo tanto, los cristianos

24
Oct

El Papa: Mujeres en la Iglesia y sociedad, superar prejuicios y obstáculos culturales

Vaticano. En el Aula Pablo VI, León XIV mantuvo una conversación improvisada con los participantes del Jubileo de los equipos sinodales y los órganos de participación, respondiendo a siete preguntas de delegados de todos los continentes. Elogió la vocación misionera de la Iglesia, que debe «escuchar el clamor de la tierra» y trabajar para garantizar que se respeten los carismas de todos. Pero también debe ser un «puente entre culturas y religiones» y construir la paz y la comunión. Aprender. Esta es una de las palabras más recurrentes en las respuestas que León XIV dio esta tarde, 24 de octubre, a los representantes de los Equipos Sinodales y los órganos de participación, que celebran su Jubileo estos días. Actúan como portavoces de siete regiones geográficas, que presentaron al Papa su trabajo para implementar la sinodalidad en sus respectivos contextos eclesiales. Moderando este momento de diálogo entre los delegados y el Obispo de Roma en el Aula Pablo VI, se encontraba la hermana Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de los Obispos, organismo que celebró su sexagésimo aniversario este año. Recordando la afirmación anterior de Pablo VI que la primacía y la colegialidad no pueden vivirse sin la sinodalidad con todos los bautizados, la religiosa inició el encuentro presentando una síntesis de los frutos del proceso sinodal a nivel continental (que tuvo lugar de octubre de 2021 a octubre de 2024). Junto al Papa están el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, y monseñor Luis Marín De San Martín, O.S.A., subsecretario de la Secretaría General del Sínodo. La Iglesia en África tiene mucho que ofrecer a todos El padre Rafael Simbine Junior, sacerdote de la diócesis de Xai-Xai en Mozambique y secretario general del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SCEAM-SECAM), ofreció una visión general del camino sinodal en África. Un camino que ha avanzado a pasos agigantados, afirmó, y ​​que se ha abierto en todas las parroquias porque «la sinodalidad no es una campaña con fecha límite, sino una forma de ser Iglesia que debe aprenderse, practicarse y transmitirse». Los espacios de encuentro con otros movimientos religiosos, e incluso en el ámbito público, se han multiplicado, porque el contacto con la sociedad, junto con la escucha y la formación, es el principio rector: «Es el movimiento de una Iglesia que escucha. Discernimos juntos y luego caminamos con la sociedad por el bien común». Enfatizó ante el Papa que «el don de África al camino sinodal es un vivo sentido de familia, resiliencia y esperanza». La pregunta que se le planteó al Pontífice es cómo las Iglesias locales, especialmente en África, pueden discernir sin verse condicionadas por la imposición de «modelos uniformes» que podrían debilitar su iniciativa. El Papa reiteró el enfoque en la palabra «misión» desde el principio, inspirado en su propia experiencia como misionero. Recuerda al Papa Francisco y cómo este enfatizó la importancia, en el proceso sinodal, de llevar el Evangelio a todas partes del mundo, incluso hasta los confines de la tierra. «Creo que la Iglesia en África tiene mucho que ofrecernos a todos», afirmó el Papa, especialmente porque «la Iglesia puede ser un puente». Continúa destacando cómo, gracias a los jóvenes y las familias, puede ser «un instrumento para construir la paz y ofrecer modelos tanto dentro de África, entre los países africanos, como entre los diferentes países y continentes del mundo». A continuación, invita a ser claros: «No buscamos un modelo uniforme, ni presentaremos un modelo estándar que todos en todos los países digan: ‘Así se hace’». Se trata más bien de una conversión al Espíritu de ser Iglesia y misioneros y de construir, en este sentido, la familia de Dios. Y una aclaración más: “Especialmente en culturas donde los cristianos no somos mayoría, a menudo con miembros de otras religiones, tanto regionales como globales, como el islam, los desafíos existentes también representan grandes oportunidades. Y creo que lo que la mayoría de nosotros hemos experimentado en los últimos años, en preparación para el Sínodo y al inicio de este nuevo proceso de implementación, es precisamente que la sinodalidad, por usar sus palabras, no es una campaña. Es una forma de ser y una forma de ser Iglesia. Es una forma de fomentar una actitud que comienza con aprender a escucharnos unos a otros. Y el don de escuchar es algo que creo que todos reconocemos, pero que a menudo se ha perdido en algunos sectores de la Iglesia, y algo cuyo valor creo que debemos seguir descubriendo, empezando por escuchar la Palabra de Dios, escuchándonos unos a otros, escuchando la sabiduría que encontramos en los hombres y mujeres, en los miembros de la Iglesia y en aquellos que buscan, pero que quizás aún no son y quizás nunca serán miembros de la Iglesia, pero que realmente buscan la verdad”. Escuchar el clamor de quienes sufren, no podemos permanecer pasivos Pasando a las islas Fiyi, Susan Sela, representante de la Federación de Conferencias Episcopales Católicas de Oceanía (FCBCO) y directora del Instituto Técnico y de Educación Superior del Pacífico del archipiélago, informó sobre la labor de la Iglesia en el continente, que, según explicó, avanza a diferentes velocidades, en un contexto de fragilidad ecológica y riqueza cultural. Aquí, el camino sinodal se entiende principalmente como «conversión espiritual». Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón, naciones del Pacífico e Iglesias católicas orientales, forman una red en la que la sinodalidad también abarca la aceptación de la cultura indígena, la inclusión de las personas con discapacidad y la integración cultural. Dos experiencias notables: en Fiyi, un equipo de 57 miembros representa a la Iglesia como una «tienda extendida», asegurando que las voces periféricas sean centrales; en Australia, el impulso posterior al Concilio Plenario ha dado lugar a sínodos diocesanos desde febrero de 2023, con el apoyo de la coordinación nacional. En este caso, la pregunta al Papa se refiere a la organización eclesial y al posible crecimiento futuro del papel de las agrupaciones (a nivel de Conferencias

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Oct

Jubileo en Roma: 2 mil miembros de los equipos sinodales de todo el mundo

Vaticano. Del 24 al 26 de octubre, los grupos sinodales y los organismos de participación se reunirán para un evento que marca un momento significativo en la fase de implementación de las orientaciones que surgieron en el Documento Final de la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. El viernes por la tarde está prevista una reunión-diálogo con el Papa, que presidirá la misa en la Basílica Vaticana el domingo. El sábado, talleres y seminarios y la vigilia vespertina en la Plaza de San Pedro. Un tiempo de oración, intercambio y discernimiento. Eso es lo que se disponen a vivir los equipos sinodales y los organismos de participación durante su Jubileo, que tendrá lugar del 24 al 26 de octubre. Un evento que, según destaca un comunicado, marca un momento significativo en la fase de implementación de las orientaciones surgidas en el Documento Final de la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. El viernes por la tarde tendrá lugar el encuentro con el Papa, seguido de profundizaciones lingüísticas sobre los temas sinodales y una vigilia conclusiva en la plaza de San Pedro. El domingo a las 10:00 horas, misa con León XIV en la Basílica Vaticana. Traducir las orientaciones del Documento Final en decisiones pastorales Se prevé la participación de unos 2000 miembros de los equipos sinodales y de los organismos de participación (consejo presbiteral, consejo pastoral, consejo de asuntos económicos, etc.) a nivel diocesano/eparquial, nacional y/o a nivel de las agrupaciones de la Iglesia de todo el mundo. Es la ocasión que constituye el primer momento colectivo de la fase de implementación, llamada a traducir las indicaciones del Documento Final en decisiones pastorales y estructurales coherentes con la naturaleza sinodal de la Iglesia. «Al mismo tiempo —continúa la nota— el evento pretende reconocer el valioso servicio prestado por estos organismos y por las personas que trabajan en ellos, inscribiendo la edificación de una Iglesia cada vez más sinodal en el horizonte de la esperanza jubilar». La sesión inaugural La sesión inaugural está prevista para las 15:00 horas del viernes (se garantiza la transmisión en directo en streaming a través de Vatican News y los canales de la Secretaría General del Sínodo). El programa incluye las intervenciones del cardenal Grzegorz Ryś, arzobispo de Łódź (Polonia), sobre La sinodalidad frente a las tensiones en la Iglesia; del profesor Miguel De Salis Amaral, docente de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, que hablará sobre el tema La conversión de las relaciones; y, por último, Mariana Aparecida Venâncio, miembro del equipo sinodal de la Conferencia Episcopal de Brasil, que abordará la sinodalidad como profecía social. Con el Papa, el encuentro-diálogo del viernes y la misa del domingo en la basílica A las 17:00 horas del viernes está previsto un momento de encuentro-diálogo con León XIV. Representantes de siete áreas geográficas presentarán un informe sobre los retos y los cambios introducidos para desarrollar la sinodalidad en sus territorios, y luego formularán una pregunta al Sucesor de Pedro. La sesión contará también con la contribución musical del jesuita Cristóbal Fones, director de la Red Mundial de Oración del Papa. El mismo Pontífice presidirá la misa jubilar el domingo a las 10:00 en la basílica de San Pedro. Talleres, seminarios temáticos y vigilia final en la plaza de San Pedro El sábado, a partir de las 8 de la mañana, se dedicará a la peregrinación propiamente dicha y al paso por la Puerta Santa. Más de un centenar de pequeños grupos lingüísticos compartirán sus experiencias a través del método de la Conversación en el Espíritu y, al final de la mañana y durante la primera parte de la tarde, se celebrarán talleres y seminarios de profundización, 25 lingüísticos y 6 seminarios temáticos sobre la conversión misionera y sinodal de la Iglesia. También para la sesión final, de 17:00 a 18:30, se garantiza la transmisión en vivo por los mismos canales, con el intercambio de experiencias y buenas prácticas sinodales. El momento será conducido por Enrico Selleri (TV2000) y Paola Arriaza (EWTN) con algunas actuaciones del grupo ScalaMusic. Como colofón a la experiencia jubilar, la Vigilia de oración mariana en la plaza de San Pedro, a partir de las 21:00 horas, abierta a todos los peregrinos presentes en Roma. Desde la tarde del domingo 26 hasta el lunes 27 de octubre, se reunirá el Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo. 22 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

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Oct

Jubileo del Mundo Educativo: La educación es esperanza y paz

Vaticano. El programa del Jubileo se presentó en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El 28 de octubre se celebrará el 60.º aniversario de la Declaración Conciliar Gravissimum Educationis y se publicará un documento del Papa León XIV. El 1 de noviembre, San John Henry Newman será proclamado Doctor de la Iglesia. Cardenal José Tolentino de Mendonça: Serán días de oración y reflexión. Un tiempo de gracia, un tiempo de renovación. Una invitación a redescubrir la belleza y la responsabilidad de la educación, que siempre es un acto de esperanza. Las celebraciones presididas por el Papa León XIV inaugurarán y clausurarán el Jubileo de la Educación Mundial , que culminará con la proclamación de San John Henry Newman como Doctor de la Iglesia. Una brújula para los días del Jubileo No solo transmitir conocimiento, sino realizar un acto de acompañamiento y amor, porque quien educa siembra semillas en los corazones. Esto es lo que educadores y estudiantes experimentarán en los espacios de la Villa Educativa. El Cardenal José Tolentino de Mendonça , Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, en su presentación del Jubileo, enfatizó tres puntos clave. El primero es que la declaración del Concilio Vaticano II, Gravissimum Educationis , cuyo 60 aniversario se celebra el 28 de octubre, servirá de telón de fondo para estos días de oración y reflexión. Y precisamente para este aniversario, señaló el cardenal, se espera un documento del Papa León XIV que reflexionará sobre la relevancia de la Declaración Conciliar promulgada por el Papa Pablo VI el 28 de octubre de 1965.    El Pacto Educativo Global Este Jubileo, como enfatizó el Prefecto, también será una oportunidad para relanzar y enriquecer el Pacto Global por la Educación, iniciativa impulsada por el Papa Francisco. Durante la conferencia, el representante del Pacto, el Padre Ezio Lorenzo Bono , habló sobre este tema, destacando que se añadirán tres objetivos más a los siete ya establecidos: inteligencia artificial, desarmar y desarmar la paz, y educación para la vida interior.  San Juan Newman Doctor de la Iglesia «El Santo Padre», declaró entonces el Cardenal de Mendonça, «ha decidido asociar el Jubileo de la Educación a la figura de un educador extraordinario y gran inspiración para la filosofía de la educación: San John Henry Newman. Será declarado Doctor de la Iglesia durante la celebración del 1 de noviembre». El santo también será nombrado copatrono de la misión educativa de la Iglesia, junto con Santo Tomás de Aquino. A partir de estos días jubilares, el objetivo es «inaugurar una nueva era que involucre las constelaciones educativas con un nuevo espíritu y visión, invitándolas a convertirse en verdaderos mapas de esperanza en el mundo actual», explicó el prefecto. Concluyó: «La educación es el nuevo nombre de la paz y pone esperanza en el mapa del presente y del futuro». El programa Entre los numerosos eventos planificados —y detallados por el arzobispo Carlo Maria Polvani , secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación— también habrá algunas actividades presentadas por el cardenal Peter Turkson , canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias y de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, quien habló sobre el Jubileo del Conocimiento. Este evento se celebrará en el marco del Jubileo de la Educación y hará hincapié en el tema de la ecología. El Jubileo de la Educación se inaugurará con una Santa Misa presidida por el Papa León XIV el 27 de octubre. Al día siguiente, se celebrará el aniversario del Gravissimum Educationis. El 29, se inaugurará la exposición »  Vivir, creer, mirar este cielo» de Tommaso Spazzini Villa. El jueves 30 de octubre, el Papa se reunirá con estudiantes en el Aula Pablo VI, mientras que la conferencia internacional titulada «Constelaciones Educativas: Un Pacto con el Futuro» se celebrará en el Auditorio de la Conciliazione  . Y de nuevo, los días 30 y 31,  La Escuela del Corazón , en la Iglesia de San Lorenzo in Piscibus, y las Constelaciones de Redes Educativas en el Aula de San Pío X. El día 31 el Pontífice se encontrará con los educadores.  La educación católica en el mundo Un informe detallado sobre el estado de la educación católica a nivel mundial.  Elena Beccalli , rectora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón y presidenta de la Federación de Universidades Católicas Europeas (FUCE), lo presentó durante la conferencia. Hay muchos aspectos destacables, incluyendo un punto de partida: el sistema educativo católico es el más grande del mundo. Según datos de la Oficina Central de Estadística de la Iglesia Católica en la Santa Sede, esta red incluye más de 231.000 escuelas y universidades, activas en 171 países. La profesora destacó que 72 millones de estudiantes asisten a escuelas y universidades católicas. Entre los continentes, África es el corazón palpitante de la oferta educativa, con el mayor número de matriculados. «En una era marcada por una profunda polarización y una creciente desigualdad», observó Beccalli, «la educación puede y debe ser una de las palancas más eficaces y transformadoras para fomentar el desarrollo humano integral global». Sin embargo, también hay estadísticas alarmantes en el ámbito general: 61 millones de niños en todo el mundo nunca han entrado a una escuela y 160 millones de jóvenes no completan la educación secundaria. La rectora enfatizó que la exhortación apostólica Dilexi te  enfatiza el papel de la educación, haciéndose eco de las palabras del Papa Francisco, quien insistió en considerarla una de las máximas expresiones de la caridad cristiana. «El Papa León XIV», dijo, «recordó, a través de una reinterpretación histórica, el papel central que desempeña la Iglesia en la educación». Y citó las palabras del Pontífice: «La educación de los pobres, para la fe cristiana, no es un favor, sino un deber». Finalmente, la profesora destacó otra cifra impactante: según la UNESCO, para alcanzar los objetivos nacionales en los países de ingresos bajos y medios, el déficit de financiación anual es de aproximadamente 97 000 millones de dólares hasta 2030. En 2024, el gasto militar mundial alcanzó los 2 718 millones de dólares. Estas cifras deberían hacernos reflexionar. 22 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

22
Oct

La Santa Sede: la sacralidad de la vida

Vaticano. Monseñor Daniel Pacho, Subsecretario del Vaticano para el Sector Multilateral de la Sección de Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, intervino en la 16.ª Conferencia Ministerial de la UNCTAD. «Es necesario apoyar la dignidad de quienes viven en la pobreza y la extrema necesidad». «En la actual crisis que enfrenta el sistema multilateral, es fundamental encontrar una respuesta esperanzadora, caracterizada por la valentía moral y la determinación de emprender un rumbo diferente», afirmó Monseñor Daniel Pacho, Subsecretario del Vaticano para el Sector Multilateral de la Sección para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, en su intervención ayer, 21 de octubre, en Ginebra, durante la 16.ª Conferencia Ministerial de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), titulada «Forjando el futuro: Impulsando la transformación económica para un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible».  Futuro, transformación y desarrollo El Subsecretario enfatiza que la primera palabra que emerge es futuro y recuerda que «la comunidad internacional se ha reunido en esta Conferencia con el objetivo de lograr un resultado tangible y ambicioso, como una declaración de confianza en lo que nos espera. El futuro», explica, «no es solo algo que esperar; es algo que construir ahora con visión y perseverancia decidida». La segunda palabra es transformación . «Debemos hacer todos los esfuerzos posibles para superar las desigualdades globales que crean profundas fracturas entre continentes, países y sociedades. Estas disparidades ponen en peligro el futuro». Por lo tanto, se necesita «acción decisiva, guiada por la justicia y fortalecida por la solidaridad». Finalmente, desarrollo . Si bien existe una preocupación general sobre el rumbo que está tomando el mundo, «es esencial mantener la esperanza y seguir luchando por una auténtica prosperidad humana y un desarrollo que no sea solo económico, sino verdaderamente integral». Esto, añade, «significa un desarrollo que sitúa a la persona humana en el centro, respetando su dignidad divina y promoviendo el bien común integrando las dimensiones económica, social, cultural, moral y espiritual del bienestar. Desde esta perspectiva, la labor de la UNCTAD, a través de sus tres pilares, se erige como un faro de esperanza: la esperanza de que la solidaridad y la responsabilidad pueden transformar el futuro y de que todas las personas, especialmente las más pobres, pueden participar en un desarrollo justo, integral y verdaderamente humano». Más atención a los pobres y necesitados Con este espíritu de esperanza, recuerda el Arzobispo Pacho, la Santa Sede desea llamar la atención sobre áreas clave que requieren un compromiso compartido para promover un auténtico desarrollo integral. El desarrollo no puede reducirse a simples cifras e indicadores. Concierne sobre todo a las personas, a quienes viven en pobreza y extrema necesidad. Su dignidad debe ser defendida, «y la extrema pobreza de quienes se ven privados de esta dignidad debe pesar constantemente en nuestras conciencias». Respeto a la vida Según el prelado, «uno de los aspectos más impactantes del desarrollo actual es la importante cuestión del respeto a la vida, que no puede desvincularse en modo alguno de las cuestiones relativas al desarrollo de los pueblos. La apertura a la vida y el respeto a su sacralidad son la base del verdadero desarrollo». Por último, para el subsecretario vaticano, «el rápido auge de la Inteligencia Artificial (IA) revela otra frontera de la actual crisis de desarrollo. Si bien la IA tiene el potencial de promover el desarrollo sostenible, requiere responsabilidad, discernimiento, gestión ética y marcos regulatorios centrados en la persona humana». Es crucial, concluye, «que su uso no comprometa la dignidad de la persona humana». 22 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios