Categoría: Eclesial Internacional

23
Nov

«Ustedes son para México, ángeles y mensajeros de buenas noticias»: Mons. Rogelio Cabrera a asambleístas

México.- «Todo México está a la escucha de América Latina y el Caribe que habla, que ama, sonríe y quiere caminar hacia adelante,» fueron las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal mexicana, Monseñor Rogelio Cabrera a los asambleístas durante su primera jornada de trabajos presenciales y virtuales. Desde su condición de anfitrión se expresó en nombre del pueblo de Dios que peregrina en México. Una intervención marcada por el agradecimiento y la certeza de las bendiciones que traerá este camino apenas iniciado por la Iglesia en el continente. Destacando la posibilidad de acoger la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, bajo el amparo de Nuestra Señora de Guadalupe, agradeció la presencia de asambleístas presenciales y virtuales que en la misma medida considera huéspedes a los que acoge como ángeles y emisarios de buenas noticias para México. En este sentido aseguró que la primera Asamblea Eclesial permitirá hacer memoria del acontecimiento de Aparecida, memoria que no puede estar anclada en el pasado, sino que está llamada a ser dinámica, creativa y dispuesta para asumir las realidades del futuro. Aparecida en la memoria, el corazón y la acción Evocando el mensaje del Papa Benedicto XVI en 2007 durante la V Conferencia, retomó un interrogante que sigue vigente y debe acompañar el desarrollo de esta Asamblea Eclesial: ¿Cómo conocer realmente a Cristo para seguirlo y vivir para encontrar vida en él y comunicar esta vida a los demás, a la sociedad y al mundo? Si bien considera que esta pregunta ha estado presente más de 14 años y la Iglesia latinoamericana ha respondido a ella de modo muy claro y preciso, durante los nueve años del pontificado del Papa Francisco; es preciso recordar que todas sus palabras, gestos de ternura, y su presencia misma ha sido continua memoria de Aparecida y una respuesta a este cuestionamiento. Al respecto el también arzobispo de Monterrey afirmó que la presencia de cada asambleísta es un signo de la unión que México tiene con el Papa Francisco, y que surge desde el corazón porque la Asamblea busca ser una expresión de comunión teológica, afectiva y pastoral, porque el deseo que deben compartir quienes acuden a la Asamblea es que «el Papa cuente con nuestro cariño, escucha y nuestro deseo de caminar con él; esta Asamblea estaría incompleta sin su presencia» Bajo el amparo de la Madre Finalmente el prelado agradeció a los obispos del mundo que siguen el desarrollo de la Asamblea Eclesial, particularmente a los que se encuentran presentes en México y que han expresado con generosidad su cariño hacia la Virgen María y a Cristo Redentor; pues está convencido de que si aman a Cristo y quieren a Santa María de Guadalupe, ese mismo sentimiento de amor alcanzará a todos los mexicanos. «Siéntanse a gusto los que pisan nuestra tierra y los que la pisan desde redes, gracias por ser tan buenos con México, por darnos esa oportunidad de hospedarlos». Concluyó Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe23 de noviembre de 2021

22
Nov

Mensaje de CLAR a la vida religiosa del continente con motivo del inicio de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe

Caracas.- La Confederación Latinoamericana de Religiosos ha compartido un mensaje a la vida religiosa del continente con motivo del inicio de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, en el que señalan que «lo más auténtico de nuestra identidad se articula en torno a tres palabras: mística, misión y profecía» y afirman que «algo está cambiando en nuestra Iglesia; en estado germinal aparecen los signos que evidencian que algo nuevo nace». Puede leer y descargar el Mensaje de la CLAR a la vida religiosa del Continente a continuación Prensa CEV22 de noviembre de 2021

22
Nov

Mensaje del Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina en la Asamblea Eclesial

México.- El Cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, saludó a los 1.000 participantes de la Asamblea Eclesial durante el primer día de inicio de los grupos de discernimiento este 22 de noviembre de 2021. “¡Que el Espíritu del Señor presente en medio de nosotros nos ayude a discernir juntos cómo reactivar el espíritu misionero que el Papa Francisco nos transmite con su ejemplo y su magisterio! Estamos aquí reunidos algunos pocos de manera presencial, pero muchos en modalidad telemática, y tantos otros y otras en modalidad de oración, para actualizar un compromiso solemne adquirido en la Conferencia de Aparecida, desplegado en la misión continental y confirmado por la presencia del Papa Francisco en la sede de Pedro”, ha dicho el purpurado. Además ha destacado el papel de dos laicos latinoamericanos en la Pontificia Comisión para América Latina: “El Señor Rodrigo Guerra, mexicano, Secretario de la Comisión, y la Señora Emilce Cuda, argentina, jefe de oficina en la mismaComisión. Me alegro mucho de estar acompañado por ambos en esta asamblea eclesial y estoy convencido de que en los años venideros la contribución de ambos será notable y apreciada debido a sus experiencias y competencias comoacadémicos y agentes de pastoral, animadores de buenas prácticas en el campo de la doctrina social de la Iglesia”. El Cardenal Ouellet ha destacado el Documento para el discernimiento, el cual “me ha alegrado mucho al leer”, porque “se ha recuperado una de las más breves y potentes intuiciones de Aparecida: “la fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión” (DAp 156)”, y pocas líneas después, se nos recuerda: “Porque “la comunión es misionera y la misión es para la comunión” (DAp 163), la sinodalidad debe comprenderse siempre en un dinamismo en ‘salida’”. A continuación presentamos el discurso completo: SALUDO A LA ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBEMarc Card. OuelletCONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS COMISIÓN PONTIFICIA PARA AMÉRICA LATINANOVIEMBRE 2021SEÑOR PRESIDENTE DEL CELAM, ESTIMADOS MIEMBROS DE LA PRESIDENCIA DEL CELAM, OBISPOSCOORDINADORES DE LOS CENTROS PASTORALES, Y MUY QUERIDOSPARTICIPANTES EN ESTA ASAMBLEA ECLESIALLATINOAMERICANA: “Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles” (Sal 126). ¡Que el Espíritu del Señor presente en medio de nosotros nos ayude a discernir juntos cómo reactivar el espíritu misionero que el Papa Francisco nos transmite con su ejemplo y su magisterio! Estamos aquí reunidos algunos pocos de manera presencial, pero muchos en modalidad telemática, y tantos otros y otras en modalidad de oración, para actualizar un compromiso solemne adquirido en la Conferencia de Aparecida, desplegado en la misión continental y confirmado por la presencia del Papa Francisco en la sede de Pedro. Saludo muy cordialmente a todos ustedes en su nombre, pastores y fieles, familias y autoridades eclesiales y civiles de nuestros pueblos del continente y del Caribe. Considero un privilegio estar en medio de ustedes a pesar de la pandemia que nos sigue limitando pero que no ha podido frenar el dinamismo eclesial y social del continente de la esperanza. Este dinamismo se expresa en la iniciativa original de esta Asamblea continental que asume el reto de la sinodalidad y promete reactivar un compromiso misionero creativo en el espíritu de la Evangelii Gaudium. Les brindo este saludo en nombre de la Congregación para los Obispos, que tiene un interés creciente en América latina por el hecho de que el Papa Francisco confirmó la vinculación de la Comisión Pontificia para América latina con esta Congregación, fortaleciendo su composición con el nombramiento de dos nuevas figuras conocidas en muchos ambientes eclesiales, universitarios y populares de América latina: El Señor Rodrigo Guerra, mexicano, Secretario de la Comisión, y la Señora Emilce Cuda, argentina, jefe de oficina en la misma Comisión. Me alegro mucho de estar acompañado por ambos en esta asamblea eclesial y estoy convencido de que en los años venideros la contribución de ambos será notable y apreciada debido a sus experiencias y competencias como académicos y agentes de pastoral, animadores de buenas prácticas en el campo de la doctrina social de la Iglesia. La Asamblea eclesial de América Latina y el Caribe es una de las variadas formas cómo la Iglesia reaprende a escuchar y a discernir. Hace pocos días, cuando el Papa Francisco daba inicio al proceso sinodal, nos regaló algunas consideraciones que me parece también nos aplican aquí. El Santo Padre afirmaba que es preciso que nos volvamos “Iglesia de la escucha”, para así: “Tomarnos una pausa de nuestros ajetreos, para frenar nuestras ansias pastorales y detenernos a escuchar. Escuchar el Espíritu en la adoración y la oración. ¡Cuánto nos hace falta hoy la oración de adoración! Muchos han perdido no sólo la costumbre, sino también la noción de lo que significa adorar. Escuchar a los hermanos y hermanas acerca de las esperanzas y las crisis de la fe en las diversas partes del mundo, las urgencias de renovación de la vida pastoral y las señales que provienen de las realidades locales.”1 Fijémonos cómo en este breve texto, el Papa Francisco nos afina la mirada: primero y antes que nada es preciso escuchar al Espíritu en la adoración y la oración. Muchas veces nuestras propias ideas llenan nuestra mente y nuestro corazón. Aún al arrodillarnos, nuestra vida interior se llena muchas veces de nuestros propios planes y de nuestros alambicados juicios previos, es decir, de nuestros pre-juicios. Habiendo orado y adorado, podemos ahora sí, escuchar a nuestro hermano con apertura sincera de corazón. Y escuchando a Dios y a nuestros hermanos viviremos una experiencia de sorpresa y de ampliación de horizontes. Así mismo, me ha alegrado mucho al leer el documento para el discernimiento comunitario que se ha recuperado una de las más breves y potentes intuiciones de Aparecida: “la fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión” (DAp 156)”, y pocas líneas después, se nos recuerda: “Porque “la comunión es misionera y la misión es para la comunión” (DAp 163), la

22
Nov

Himno de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

Previo a la Eucaristía de inicio en la Basílica de Guadalupe, que presidió Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y arzobispo de Trujillo (Perú), fue el lanzamiento de “Discípulos misioneros en salida”, el himno oficial de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, el cual está disponible en español y en portugués. En un comunicado, el Comité de Comunicación de la Asamblea Eclesial, ha explicado que “con el nombre ‘Discípulos misioneros en salida’ y al abrigo de nuestra Señora de Guadalupe con este canto queremos invitar a todo el Pueblo de Dios en el continente a caminar juntos por una Iglesia más misionera, en salida y sinodal”. Prosigue el comunicado: “Debemos ir al encuentro de los descartados y sobre todo como se lee en el primer estribillo: Venimos de Aparecida trayendo el fuego que nos impulsa/ a ser pregoneros del Evangelio vivo que es Jesucristo./ Hoy nuestros pueblos claman y la respuesta ha de ser urgente. /Por un mundo más humano, se renueva nuestra Iglesia misionera y sinodal”. Cabe recordar que este himno fue compuesto por el cantante ecuatoriano Juan Morales Montero. Licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Ecuador. Reconocido por su amplia trayectoria musical en el mundo católico, con 23 años de vida musical, 39 producciones realizadas y más de 500 canciones publicadas al servicio de la evangelización. A continuación el enlace para escuchar el himno Prensa CEVNota de prensa CELAM22 de octubre de 2021

22
Nov

Mensaje de Apertura de la Asamblea Eclesial a Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe

México.- Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y arzobispo de Trujillo (Perú), estuvo a cargo del Mensaje de apertura a la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y ha agradecido en primer lugar “una vez más al Dios de la vida y a Nuestra Madre María de Guadalupe, así como a tantas personas que han hecho posible este encuentro virtual y presencial”. Además aprovechó la ocasión para agradecer al “Papa Francisco por su cercanía y apoyo permanente, a los representantes de la Santa Sede que participan en esta Asamblea, a los invitados especiales que nos acompañan, a todas las instancias eclesiales y miembros del Pueblo de Dios que han participado en el proceso de preparación, a los representantes de otras iglesias, y en particular a la Conferencia Episcopal Mexicana por acogernos en su Sede y brindarnos su ayuda”. En este sentido, ha señalado que “el sucesor de Pedro nos indica el espíritu que debe animar la Asamblea y el itinerario a seguir. Este ‘caminar juntos’, significado literal de la sinodalidad, se acompaña de la fuerza renovadora que nos ha dado el Concilio Vaticano II, donde no sólo se pide una conversión de la Iglesia, sino que nos da las bases para lograrla. Esta Asamblea, junto con todo el magisterio Latinoamericano, es una expresión del modo en que nuestra Iglesia continúa en su compromiso por vivir a plenitud los llamados del Concilio Vaticano II”. Por otra parte, el prelado ha recordado: “Aparecida, en el 2007, como experiencia eclesial que inspira y acompaña esta Asamblea, nos llama a todos a ser discípulos misioneros, y a pasar de una “pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera” (DAp 370). Esperamos que esta Asamblea sea un instrumento significativo para este fin”. “El acontecimiento que hoy iniciamos formalmente se enmarca en el intenso proceso de discernimiento vivido por el Episcopado Latinoamericano, con algunos representantes de otras instancias eclesiales, en la Asamblea del CELAM enTegucigalpa (2019). Ahí se dieron las orientaciones para realizar una renovación y reestructuración pastoral e institucional del Celam”, acotó. A continuación presentamos el discurso completo: MENSAJE DE APERTURA A LA PRIMERA ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBECasa Lago, Ciudad de México22 de noviembre de 2021Mons. Miguel Cabrejos, OFMPresidente del CELAM Deseo comenzar este mensaje de apertura, agradeciendo una vez más al Dios de la vida y a Nuestra Madre María de Guadalupe, así como a tantas personas que han hecho posible este encuentro virtual y presencial. Un agradecimiento al Papa Francisco por su cercanía y apoyo permanente, a los representantes de la Santa Sede que participan en esta Asamblea, a los invitados especiales que nos acompañan, a todas las instancias eclesiales y miembros del Pueblo de Dios que han participado en el proceso de preparación, a los representantes de otras iglesias, y en particular a la Conferencia Episcopal Mexicana por acogernos en su Sede y brindarnos su ayuda. Retomo las palabras que Su Santidad, el Papa Francisco, nos dirigió en enero de este año a todos los que hoy somos parte de esta experiencia sinodal inédita para nuestra Iglesia en América Latina y el Caribe, en comunión con toda la Iglesia universal: “Esta Asamblea debe estar junto al pueblo, no se olviden que todos somos parte del Pueblo de Dios… Ese pueblo de Dios que es infalibile in credendo, como nos dice el Concilio Vaticano II, es el que nos da la pertenencia… la Iglesia se da al partir el pan, la Iglesia se da con todos sin exclusión y una Asamblea Eclesial es signo de esto; de una Iglesia sin exclusión”. El sucesor de Pedro nos indica el espíritu que debe animar la Asamblea y el itinerario a seguir. Este “caminar juntos”, significado literal de la sinodalidad, se acompaña de la fuerza renovadora que nos ha dado el Concilio Vaticano II, donde no sólo se pide una conversión de la Iglesia, sino que nos da las bases para lograrla. Esta Asamblea, junto con todo el magisterio Latinoamericano, es una expresión del modo en que nuestra Iglesia continúa en su compromiso por vivir a plenitud los llamados del Concilio Vaticano II. De hecho, el Decreto Conciliar Unitatis Redintegratio, (noviembre, 1964), presenta de forma clara la necesidad de reforma permanente de la Iglesia: “La Iglesia peregrina en este mundo es llamada por Cristo a una permanente reforma, de la que ella, en cuanto institución terrena y humana, necesita permanentemente” (n.6). Esto se realiza desde la concepción eclesiológica propuesta por el Concilio, que concibe a la Iglesia como sacramento universal de salvación (cf LG 1), pueblo de Dios (LG 2), sujeto histórico de la evangelización; todo el Pueblo de Dios anuncia el Evangelio (EG 111-134); por eso, cada bautizado es convocado a ser protagonista en la misión con un énfasis ministerial (LG 3). Aparecida, en el 2007, como experiencia eclesial que inspira y acompaña esta Asamblea, nos llama a todos a ser discípulos misioneros, y a pasar de una “pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera” (DAp 370). Esperamos que esta Asamblea sea un instrumento significativo para este fin. El acontecimiento que hoy iniciamos formalmente se enmarca en el intenso proceso de discernimiento vivido por el Episcopado Latinoamericano, con algunos representantes de otras instancias eclesiales, en la Asamblea del CELAM en Tegucigalpa (2019). Ahí se dieron las orientaciones para realizar una renovación y reestructuración pastoral e institucional del CELAM. Entre muchas directrices, quisiera compartir algunas que nos ayuden a comprender el camino hacia esta Primera Asamblea Eclesial: 1. Hacer un alto en el camino para realizar un análisis y discernimiento serios sobre la misión pastoral del CELAM;2. Animar a que el CELAM sea una escuela de sinodalidad;3. Reestructurarnos para responder a la realidad y ser competentes ante ella;4. Idear otra estructura pastoral más adecuada. Con este mandato, el CELAM, junto con toda la Iglesia en América Latina y el Caribe, se ha puesto en actitud de escucha, con la convicción de que en este “Kairós”, que es el tiempo propicio de Dios,

22
Nov

Mons. Miguel Cabrejos: en la Asamblea Eclesial «nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas»

México.- En la Solemnidad de Cristo Rey, a los pies de María de Guadalupe, la Iglesia de América Latina y el Caribe se ha reunido para la apertura de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Durante la Eucaristía presidida por Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), el prelado ha afirmado que los participantes de la Asamblea, más de mil, entre los presentes en Ciudad de México y quienes participan virtualmente, estaban allí para dar “gracias a Dios por esta nueva experiencia de vivir, sentir y participar en la Iglesia”. En su homilía, el arzobispo de Trujillo, afirmó que la Asamblea Eclesial llega después de “un largo camino recorrido juntos, escuchando a todos, sintiendo lo hermoso que es ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo, protagonistas y corresponsables de la evangelización como discípulos misioneros”. Pidió a Dios “que abra nuestro corazón para dejarnos guiar en espíritu de escucha, sinodalidad y unidad eclesial, y descubrir lo que Él quiere decirnos como pueblo de Dios en camino”. En un llamado a hacer la Voluntad de Dios, dijo que “la verdadera grandeza está en dejarse iluminar por la Luz de la Verdad, en descubrir la acción de Dios en la historia, en adherirse al proyecto de Jesucristo y tener la verdad como norma suprema de comportamiento”. El prelado peruano comparó esta Asamblea con la Conferencia de Medellín, que definía como “la ‘recepción creativa’ del Concilio Vaticano II en un contexto marcado por la pobreza y la exclusión”. Del mismo modo, expresó ver esta Asamblea Eclesial como el momento “para ‘reavivar Aparecida’, que reafirmó la renovación conciliar, busca contribuir para una ‘segunda recepción’ del Vaticano II en el nuevo contexto en que vivimos”. Según Mons. Cabrejos, es una Asamblea histórica, “pues, en vez de haber realizado la VI Conferencia General de los Obispos, el Papa Francisco, propuso esta Asamblea Eclesial, integrada por representantes de todo el Pueblo de Dios”. Estamos ante “el paso de una asamblea donde participaban sólo Obispos, a una Asamblea plenamente Eclesial”, insistió el presidente del Celam. Destacando la amplia participación, Mons. Cabrejos señaló que en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, “nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas”. Junto con ello, “inaugura un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, expresión de la vinculación del Obispo con el Pueblo de Dios en su Iglesia Local, y de concepción de la Iglesia universal como una ‘Iglesia de Iglesias Locales’, presididas en la unidad por el Obispo de la Iglesia de Roma, con Pedro y bajo Pedro”. Señaló que es un nuevo Pentecostés, en el que también está presente “Nuestra Madre, María del Tepeyac, quien representa a todas las advocaciones que sostienen y sustentan la vida e identidad de nuestros pueblos Latinoamericanos y Caribeños”. A ella invocó “su fiel y potente intercesión, para que nos muestre el rostro y la mirada de Cristo en esta etapa de encuentro presencial y virtual. A María de Guadalupe también pidió “que nos señale el camino que Dios desea para su Iglesia en nuestra región”, y docilidad “para asumir un proceso de conversión permanente, en comunión con el Concilio Vaticano II y el Papa Francisco, en camino al Sínodo sobre la Sinodalidad, y lo que signifiquen las exigencias pastorales hacia el Jubileo del acontecimiento Guadalupano (2031) y el de la Redención (2033)”. A ella le ofrecía el camino recorrido desde Aparecida, de la que, recordando las palabras del Papa Francisco, “todavía tiene mucho que ofrecer”. Mostrando la voluntad de acompañarle en este Kairós, Mons. Cabrejos ha dicho querer, “en la difícil unidad en la diversidad, responder y acompañar a todo el pueblo de Dios en una hora profundamente compleja y difícil”, insistiendo en no olvidar que en los vulnerables, “¡Cristo sigue crucificado en ellos!”. A la luz del Evangelio del día, denunció la ruptura de comunión y de fraternidad, lo que se hace presente “en la inequidad; en la violencia extendida; en los falsos testimonios de líderes que abandonan el sentido de servicio de sus responsabilidades; en la crisis sin precedentes de nuestra casa común, donde los preferidos del Señor son los más afectados”. Junto con ello se sentía interpelado por el dolor de las mujeres, “quienes han sufrido abusos o exclusión sistemática”, también por los migrantes, muchas veces rechazados. Para la Asamblea, el presidente del Celam ha pedido “el don de la escucha, aquella que nos lleve a salir de nuestras reducidas posiciones particulares, y nos acerque a los hermanos y hermanas para buscar a Dios en común y en comunión”. También pidió seguir el ejemplo de San Juan Diego, “para abrir nuestros corazones a la interculturalidad, sin temores ni dudas”. Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América22 de noviembre de 2021

19
Nov

CEPROME publica comunicado con motivo del Día Internacional de la Prevención del Abuso Sexual Infantil

El 19 de noviembre de 2021, el Centro de Protección de Menores (CEPROME) ha publicado un comunicado con motivo del Día Internacional de la Prevención del Abuso Sexual Infantil y aniversario de la firma de la Convención sobre los Derechos de los Niños. A continuación, puede leer el texto íntegro del comunicado: Hace 32 años, el 20 de Noviembre del año 1989, la Organización de las Naciones Unidas aprobó el más universal de los tratados: la Convención sobre los Derechos de los Niños, sustentada en cuatro principios de los 54 artículos que la integran: (I) la no discriminación; (II) el interés superior del niño; (III) el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo y (IV) la participación. Muchos esfuerzos se han hecho desde entonces para que la letra escrita sea realidad. Se ha avanzado normativamente en el reconocimiento de los derechos fundamentales de los niños, las niñas y los adolescentes, pero todavía queda un largo camino por recorrer para hacer efectivos sus derechos. En efecto, la trata de menores de edad, la explotación sexual, el maltrato infantil, el abuso en cualquiera de sus modalidades, son situaciones que lejos de estar superadas se han acrecentado en todo el mundo, incluso en época de pandemia. Para hacer mención solo del abuso sexual intrafamiliar, en el bienio 2020-2021 se ha incrementado alrededor de un 40%. Otra trágica y escandalosa realidad es la migración forzada de niños, niñas y adolescentes, que por causas diversas deben abandonar sus países de origen y hacerlo en casi un 80% sin compañía de sus padres o de algún adulto que los cuide y proteja. El Consejo Latinoamericano CEPROME sirve desde y hacia la sociedad y reconoce que este día es un referente para reiterar su preocupación por la situación de los niños en nuestra América Latina y para renovar su compromiso y seguir trabajando en la prevención de cualquier tipo de violencia. Con renovado ímpetu invitamos a la sociedad civil, a los Estados, a las iglesias, a las instituciones defensoras de derechos humanos para que entre todos promovamos una cultura respetuosa de la dignidad del niño, creemos entornos protectores de la infancia y promovamos en serio el derecho a una vida libre de violencia. Dr. Daniel Portillo Trevizo  Director Lic. María Inés Franck Secretaria Miembros fundadores: Dra. Ilva Myriam Hoyos Dr. Luis Ernesto Rodríguez y Rodríguez  Dra. Irma Patricia Espinosa Hernández  Miembros honorarios: Lic. Susana Inch Sainz Lic. Angelica Pilar Ramírez Rodríguez  Lic. Francisco Javier Acero Pérez Lic. Maria Clara Vieira Diniz Dra. Eliane De Carli Lic. María Angelina Luna Pastore  Prensa CEV

18
Nov

Cardenal O’Malley sobre abusos: Conocer el sistema para cambiarlo

Vaticano.- El presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores se suma a la Jornada dedicada hoy en Europa a la prevención y atención a las víctimas, animando a la Iglesia a una investigación honesta, independiente y a una acción informada, abierta a aprender de los avances de la sociedad y del mundo académico. Sólo entonces la protección de los niños será prioritaria «Las estadísticas dejan a uno sin palabras. Pero no podemos permitir que nuestra reacción a ellas oscurezca su finalidad: evaluar las medidas adoptadas por la Iglesia para tratar este flagelo y hacer todas las recomendaciones útiles para transformar un sistema que ha fracasado a nivel cuantitativo y cualitativo». Así lo escribe en un mensaje, el cardenal Seán Patrick O’Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la protección de los menores, que dirigió a los participantes en la Jornada Europea para la Protección de los Niños contra la Explotación y los Abusos Sexuales, sobre el tema: «Hacer el círculo de la confianza verdaderamente seguro para los niños».  En Roma en particular el Congreso internacional organizado por Telefono Azzurro sobre el tema «El derecho a la confianza» con la participación de expertos de todo el mundo, para desarrollar acciones concretas, directrices y protocolos para la protección de los más pequeños. (Para seguir, haga clic aquí) Transformar un sistema que falla Partir de este punto, de la trágica realidad global que las cifras describen, «transformar un sistema fallido». El cardenal cparte desde aquí, citando las cifras de la OMS. 120 millones de chicas y jóvenes menores de 20 años han sufrido algún tipo de contacto sexual forzado; una mujer de cada cinco y un varón de cada trece refieren haber sufrido un abuso sexual antes de cumplir los 18 años; y en algunas partes del mundo, uno de cada dos niños ha sufrido un abuso sexual; y debido a la vergüenza, del estigma y del miedo asociados a su experiencia, al menos el 60% de las víctimas/supervivientes de abusos sexuales infantiles nunca lo revelan. Se necesita una investigación honesta Igualmente «sombrías» son las cifras que el cardenal resume sobre el alcance de este problema en la Iglesia católica. Francia se cita con una estimación de 216.000 niños abusados desde 1950 hasta el 2020, según la encuesta de la Comisión Independiente (CIASE). Incluso en Australia, señala el cardenal, el 40% de los abusos sexuales a menores en el periodo examinado por la Royal Commission of Inquiry se produjeron en un entorno relacionado con la Iglesia católica. ¿Cómo se puede transformar el sistema? Necesitamos «una indagación honesta, una investigación independiente y una acción informada» porque, dice el cardenal O’Malley, «no podemos reparar lo que no reconocemos. No podemos restablecer la confianza rota si no llegamos al fondo del asunto». Aprender unos de otros: Iglesia, sociedad y cultura El cardenal destaca la importancia, como Iglesia, de «aprender de los avances de la sociedad civil y del mundo académico en cuanto a modelos de investigación científica», para aplicar un «enfoque más informado a nuestras estrategias de prevención y políticas de protección, sobre el terreno y online». Así, intercambiando y aprendiendo los unos de los otros, será posible – subraya – conseguir que la protección global sea una prioridad, lo que requiere «una inversión en la construcción de relaciones de confianza y apoyo interinstitucional». El papel clave de las víctimas El papel de las víctimas y de los supervivientes de los abusos es clave en el camino de la reparación: el Papa está convencido de ello y con él la Comisión. El cardenal que preside el órgano creado por Francisco en 2014, lo señala en el mensaje de hoy, recordando la carta al pueblo de Dios escrita en 2018 por Francisco en la que señala que las heridas generadas en las víctimas, cuyo » dolor» hemos conocido con el tiempo, «no desaparecen nunca». Reunión con víctimas de abusos en Baltimore Finalmente, del cardenal la referencia a la Jornada de hoy, la primera fijada por la Iglesia italiana para la oración por las víctimas y supervivientes deseada por el Papa Francisco junto con la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores como un reconocimiento público y visible de las víctimas de los abusos sexuales por parte del clero, para promover la sensibilización de todos los fieles bautizados y no bautizados, como desea el Santo Padre en su Carta al Pueblo de Dios (2018). Al mismo tiempo», señala el cardenal, «en Baltimore caminaré en comunión silenciosa de oración con representantes de quienes fueron víctimas de abusos cuando eran menores, junto con hermanos obispos, líderes religiosos y representantes de la sociedad civil. Al amanecer, en la orilla del río de la ciudad de Baltimore, nos reuniremos como colectivo global en reconocimiento de nuestro compromiso – Iglesia y sociedad civil – de caminar con ellos en un viaje de sanación para todos nosotros”.

18
Nov

Cristianos perseguidos: ACN ilumina de rojo catedrales y monumentos

Vaticano.- La #RedWeek de Ayuda a la Iglesia Necesitada comenzó este 17 de noviembre y terminará el 24 de noviembre. El objetivo de la edición de este año es mantener la atención sobre la violencia que sufren las mujeres pertenecientes a minorías. Alessandro Monteduro, Director de ACN Italia: «Más de cinco mil millones de personas viven en países donde no se respeta la libertad religiosa». La «sangre» de los cristianos asesinados por su fe ilumina decenas de catedrales, iglesias, monumentos e instalaciones públicas en distintas partes del mundo. Esta es la luz roja que la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha decidido proyectar en las fachadas de estos edificios también este año -desde este 17 hasta el 24 de noviembre- para no olvidar a quienes son perseguidos por sus creencias religiosas. «El evento, que hemos llamado #RedWeek (Semana Roja), es la contribución que queremos hacer para tratar de concienciar sobre el sufrimiento de nuestros hermanos en la fe», dice Alessandro Monteduro, Director de ACN Italia. En esta edición, además, hay un objetivo adicional: mantener la atención sobre la violencia que sufren las mujeres pertenecientes a minorías. «Es una gran batalla que debemos librar todos juntos», explica Monteduro. ¿Se considera la libertad religiosa una libertad de segunda clase en el mundo? Si otras libertades, como la de género o la sexual, se consideran de segunda clase, decimos que la libertad religiosa también debería serlo. Después de todo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclama la libertad de conciencia, la libertad de pensamiento y la libertad de religión. Así pues, iluminemos con luz roja algunos lugares simbólicos, para hacer ver que la libertad religiosa debe ser considerada de primera clase. ¿Cuál es la situación actual de la violación de la libertad religiosa en el mundo? Cinco mil doscientos millones de personas viven en países donde no se respeta la libertad de culto. Aquí, las minorías religiosas son objeto de burla, discriminación o incluso opresión y persecución. En particular, 416 millones de cristianos son perseguidos. Números de los que se informa muy poco. ¿Por qué no se denuncian a menudo? En primer lugar, por miedo. Y luego porque la gente piensa que la denuncia puede alimentar el conflicto entre religiones, pero no es así. Cuando se denuncia la verdad no puede haber conflicto: se expresa, en cambio, la cercanía y la solidaridad con los que sufren la opresión. ¿La comunidad internacional esta realmente convencida de que la violación del derecho a la libertad religiosa es un problema urgente? Hemos visto algunos pequeños y tímidos signos positivos. Por ejemplo, algunos gobiernos, como el de Gran Bretaña, Alemania, Holanda y Dinamarca, han nombrado un enviado especial para la libertad religiosa. Estados Unidos y el Reino Unido elaboran informes anuales que describen la situación de las minorías religiosas. Además, podemos citar algunos fondos que los gobiernos han dado a proyectos de solidaridad para los cristianos de la llanura de Nínive, en Irak. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News18 de noviembre de 2021

18
Nov

Documento para el Discernimiento de la Asamblea Eclesial: dejarse interpelar por los signos de los tiempos

El Documento para el Discernimiento de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, fruto de una escucha en la que de diferentes modos han sido oídas unas 70 mil personas, es un instrumento que ayuda a descubrir los signos de nuestro tiempo, de una realidad que posibilita descubrir la presencia de Dios en la historia. Escuchar para hallar la voz de Dios Se trata, a través de la escucha, de hallar la voluntad de Dios, de discernir los signos de los tiempos y atender los gritos y esperanzas de los pobres, de nuestra hermana madre tierra, y de todo el Pueblo de Dios, sin excluir a nadie. Así, la Iglesia latinoamericana y caribeña ha ido evidenciando “muchos signos de consecuencias diversas’, de los que algunos se analizan en el Documento, afirmando que “exigen de nosotros una mirada atenta y orante que movilice a la Iglesia hacia un camino de renovada conversión y misión”. La pandemia del Covid-19 es vista como un hito del cambio de época, provocando “un aumento en los niveles de pobreza sin precedentes en las últimas décadas e impacta fuertemente en la desigualdad y el empleo”, en especial en América Latina. Eso se tradujo en muertes evitables por la precariedad del sistema de salud, aumento de la violencia doméstica, incremento de autoritarismo a nivel político, incremento del aislamiento, también en la vida eclesial, aumento de la comunicación digital, algo no al alcance de todos. Mayor compromiso Pero la pandemia también ha aumentado el compromiso de muchas comunidades con los más pobres y con los familiares de las víctimas. En la Síntesis Narrativa se recoge que “hemos aprendido a valorar más la familia, los amigos y a distinguir lo que es realmente esencial y necesario en nuestras vidas”. También ha sido momento para reflexionar sobre el cuidado de la casa común, especialmente en una región con una de las mayores biodiversidades del planeta. Son muchas las amenazas, como proyectos mineros, hidroeléctricas, y otras realidades, realizadas sin consultas previas. Por eso, se pide que la Iglesia acompañe a las comunidades, que sea una Iglesia profética que denuncie las injusticias, las violaciones de los derechos humanos y las prácticas ecológicamente irresponsables y violentas hacia la madre tierra. Una realidad especialmente presente en la Amazonía donde se hace necesario acompañar a los pueblos originarios. Motivos de esperança Pero también hay motivos de esperanza, que nacen del compromiso personal para el cuidado, pero también de comunidades eclesiales, inclusive en el ámbito ecuménico. Por ello se insiste en la conversión ecológica, en la ecología integral, en reflexionar sobre el consumo desenfrenado y un estilo de vida sin mayor responsabilidad ecológica. La sociedad de América Latina y el Caribe vive marcada por la violencia contra las mujeres, por el aumento de la pobreza, que aumenta la criminalidad, narcotráfico y muerte, siendo criticado “que a nuestra Iglesia le cueste acercarse al otro…”, así como otras actitudes eclesiales que deben ser superadas. Pero al mismo tiempo, en el proceso de escucha, se reconoce la presencia eclesial en realidades marginales. Por todo ello se pide promover la cultura de la paz. Promoción de la democracia y de los derechos humanos Desde un llamado a servir a la humanidad, la Iglesia tiene que ser promotora de la democracia, todavía más en “esta lamentable crisis ética de las instituciones políticas y de gobierno”, que pide hacer realidad la rehabilitación de la política a la que nos ha convocado el Papa Francisco. Lo mismo en relación con los derechos humanos. De ahí la importancia de las formas de articulación y redes que van apareciendo para fomentar las reivindicaciones sociales y el derecho a la participación. En el campo de la educación se insiste en su valor como factor de pensamiento crítico y de transformación social. Ante la brecha educativa, la Iglesia es desafiada al compromiso por una educación de calidad, sobre todo con los más pobres. Eso se concreta en el Pacto Educativo Global, un empeño del Papa Francisco, que busca una educación pensada más allá de la escuela. Para ello, una propuesta es la educación popular, basada en la reflexión y el diálogo. Prensa CEVNota de prensa de CELAM18 de noviembre de 2021