Categoría: Eclesial Internacional

29
Oct

Llamamiento desde Roma: La guerra es un fracaso de la humanidad

Vaticano. Los representantes de las distintas confesiones reunidos junto al Papa León en el Coliseo para la clausura del Encuentro internacional, promovido por la Comunidad de San Egidio. Testimonios y oraciones, luego el Llamamiento conjunto para que no se permanezca inmóviles ni indiferentes ante los “millones de niños, ancianos, mujeres y hombres” que sufren conflictos y violencias. Asís será la próxima etapa del evento, a cuarenta años del primer encuentro convocado por San Juan Pablo II Unidos en Roma para hablarse, escucharse, conocerse, buscar la paz y para denunciar “las escandalosas desigualdades, la indiferencia hacia la creación y la vida de las futuras generaciones”. Los líderes religiosos presentes en el Encuentro Internacional de religiones y culturas organizado por la Comunidad de San Egidio se sientan uno al lado del otro, en el marco del Coliseo, convertido en símbolo moderno de la lucha contra la violencia y lugar de oración por la paz. El llamamiento de las religiones presentes, firmado por todos los líderes, lanza una exhortación a la acción para contrarrestar el horror denunciado en Fratelli tutti, según la cual “toda guerra deja el mundo peor de como lo encontró”; es “un fracaso de la política y de la humanidad, una rendición vergonzosa, una derrota ante las fuerzas del mal”. El testimonio de Omar desde Sudán En el escenario, el Papa León XIV y los responsables de las religiones acogen la voz de quien lleva la guerra grabada en su piel, aquel que viene “de una tierra donde antaño la paz fluía como el gran Nilo, desde el punto donde se encuentran el Nilo Azul y el Nilo Blanco”. Esa tierra es Sudán. Omer Malla Ali tiene 31 años y es médico: sus palabras conmueven profundamente al público cuando recuerda el día en que todo cambió, cuando la muerte y el miedo invadieron su país, sumido en un conflicto que dura ya dos años y medio. Su búsqueda de la paz lo alejó de todo lo que había sido su vida: fue refugiado en Etiopía, “un hombre sin patria”, y luego acogido en Italia, adonde llegó a Roma a través de los corredores humanitarios de la Comunidad de San Egidio. Allí, por primera vez volvió a dormir sin miedo, por primera vez volvió a soñar. Su llamado a los hombres de paz que lo escuchan es una súplica para que se rece por la paz en su país y en todos los lugares donde se vive la guerra. Porque “la paz no es sólo la ausencia de guerra, sino la presencia del amor, de la dignidad y de la humanidad”. Abrir caminos de paz Ya no es tiempo de esperar, indican los líderes religiosos en su llamamiento, sino el momento de tener valor, de “atreverse a abrir caminos de paz”, porque no se puede permanecer inmóviles ante “millones de niños, ancianos, mujeres y hombres que sufren las consecuencias de la guerra”. El miedo, los nacionalismos, los odios étnicos y raciales son fantasmas del pasado que la humanidad de hoy ha vuelto a experimentar, a causa de “una globalización sin alma”. La fuerza pisotea el derecho internacional – denuncian las religiones – y debilita las instituciones creadas para proteger al mundo de la guerra. Las consecuencias son la violencia, la agresividad y la justificación de los conflictos, donde se cae en la ilusión “de que el futuro mejor está contra el otro y sin el otro”. Pero las religiones saben “que nunca hay futuro sin el otro”. Cambio de paradigma Es necesaria “una paz desarmada y desarmante”, es el clamor que se eleva desde el corazón de Roma, desde un Coliseo revestido con todos los credos y sumido en la convicción de que “la paz es la petición no escuchada de pueblos enteros, de los refugiados, de los niños, de las mujeres”, y que no existe futuro “si la guerra sustituye a la diplomacia y al diálogo en la resolución de los conflictos”. El llamado a los poderosos es que se produzca “un cambio de paradigma”, que devuelva al centro la comunidad humana, que se viva juntos construyendo puentes y no muros, para detener las guerras y abrir un tiempo de reconciliación, para lograr “una seguridad basada en el diálogo y no en la escalada de la producción y la amenaza de las armas”. Atreverse a la paz significa que el futuro verá el agradecimiento de las nuevas generaciones, que recibirán de las religiones “lo que ellas mismas han recibido de Dios: el amor, la sabiduría, el valor de la vida, el perdón”. Porque “ninguna guerra es santa: ¡sólo la paz es santa!”. La oración puede cambiar la historia Las religiones repiten lo dicho por san Juan Pablo II en 1986, al final del encuentro de los líderes de todas las confesiones en Asís para la oración común por la paz. Entonces el Pontífice afirmó que “la paz es un taller abierto a todos”. Desde el escenario, la Comunidad de San Egidio recuerda el camino recorrido en estos 39 años, durante los cuales ha continuado el encuentro con la convicción constante de que “la paz siempre es posible”, de que la oración “puede cambiar la historia” y de que “Dios escucha” las “invocaciones y los gemidos de quienes sufren la guerra”. El camino recorrido hasta ahora ha ido a contracorriente, porque ante un lenguaje bélico se ha seguido hablando de paz, manteniendo “abiertos los caminos del diálogo”, ya que – como decía Francisco – “el mundo se asfixia sin diálogo”. El espíritu de Asís sigue soplando, portador de una gran responsabilidad y de “una memoria decisiva: el horror de la guerra”. El anhelo de paz debe unir a las personas, “porque los pobres y los humildes de la tierra nos miran con esperanza. ¡Porque la paz siempre es posible!”. En Asís en el 2026 El camino continúa, asegura el presidente de San Egidio, Marco Impagliazzo, siempre a contracorriente frente a “los muchos conflictos abiertos”, oponiendo al lenguaje de la violencia el lenguaje de la paz, combatiendo con el Espíritu de Asís

29
Oct

Carta apostólica del Papa León XIV: Diseñar nuevos mapas de esperanza

Vaticano. En el 60.º aniversario de la declaración conciliar Gravissimum educationis el Papa exhorta a desarmar “las palabras, levanten la mirada, custodien el corazón”, colocando en el centro de la educación a la persona, y diseñar nuevos mapas de esperanza en el mundo actual. Este martes 28 de octubre es publicada la Carta Apostólica «Diseñar nuevos mapas de esperanza» del Papa León XIV en el 60.º aniversario de la declaración conciliar Gravissimum educationis: “Con ese texto, el Concilio Vaticano II recordó a la Iglesia que la educación no es una actividad accesoria, sino que constituye la trama misma de la evangelización: es la forma concreta en que el Evangelio se convierte en gesto educativo, relación, cultura”. La carta apostólica “Diseñar nuevos mapas de esperanza”, está compuesta por un prólogo y nueve títulos que repasan la historia de la educación católica, como “la historia del Espíritu en acción”. La «tradición viva» de la fe y la razón, vivida en el conjunto: educadores, estudiantes y familia. Y con ello «la brújula de Gravissimum educationis«. “La declaración conciliar Gravissimum educationis reafirma el derecho de todos a la educación y señala a la familia como la primera escuela de humanidad. La comunidad eclesial está llamada a apoyar entornos que integren la fe y la cultura, respeten la dignidad de todos y dialoguen con la sociedad. El documento advierte contra cualquier reducción de la educación a una formación funcional o a un instrumento económico: una persona no es un ‘perfil de competencias’, no se reduce a un algoritmo predecible, sino que es un rostro, una historia, una vocación”, expresa el Papa en su carta apostólica. Y destaca además la centralidad de la persona en la educación: “La educación no es solo transmisión de contenidos, sino aprendizaje de virtudes. Se forman ciudadanos capaces de servir y creyentes capaces de dar testimonio, hombres y mujeres más libres, que ya no están solos”. “La escuela católica es un entorno en el que se entrelazan la fe, la cultura y la vida. No es simplemente una institución, sino un entorno vivo en el que la visión cristiana impregna todas las disciplinas y todas las interacciones. Los educadores están llamados a asumir una responsabilidad que va más allá del contrato de trabajo: su testimonio vale tanto como sus lecciones.” También recuerda el principio fundamental de la «Identidad y subsidiariedad»; la responsabilidad con la casa común y la «contemplación de la Creación»; y propone «la constelación educativa» ya que «el mundo educativo católico -dice el Papa León XIV- es una red viva y plural: escuelas parroquiales y colegios, universidades e institutos superiores, centros de formación profesional, movimientos, plataformas digitales, iniciativas de service-learning y pastorales escolares, universitarias y culturales”.   “Las constelaciones reflejan sus luces en un universo infinito. Como en un caleidoscopio, sus colores se entrelazan creando nuevas variaciones cromáticas. Lo mismo ocurre en el ámbito de las instituciones educativas católicas, que están abiertas al encuentro y a la escucha con la sociedad civil, con las autoridades políticas y administrativas, así como con los representantes de los sectores productivos y de las categorías laborales”, afirma el Papa. También reflexiona sobre la «navegación en los nuevos espacios», como los tecnológicos y digitales: «Las tecnologías deben estar al servicio de las personas, no sustituirlas». Recomendado además que “para habitar estos espacios se necesita creatividad pastoral: reforzar la formación de los docentes también en el ámbito digital; valorizar la didáctica activa; promover el service-learning y la ciudadanía responsable; evitar cualquier tecnofobia».   “El punto decisivo no es la tecnología, sino el uso que hacemos de ella. La inteligencia artificial y los entornos digitales deben orientarse hacia la protección de la dignidad, la justicia y el trabajo; deben regirse por criterios de ética pública y participación; deben ir acompañados de una reflexión teológica y filosófica a la altura.” Retoma también “la estrella polar del Pacto Educativo” como “herencia profética” del Papa Francisco: “Es una invitación a crear alianzas y redes para educar en la fraternidad universal. Sus siete caminos siguen siendo nuestra base: poner a la persona en el centro; escuchar a los niños y a los jóvenes; promover la dignidad y la plena participación de las mujeres; reconocer a la familia como primera educadora; abrirse a la acogida y la inclusión; renovar la economía y la política al servicio del hombre; cuidar la casa común. Estas ‘estrellas’ han inspirado a escuelas, universidades y comunidades educativas de todo el mundo, generando procesos concretos de humanización”, escribe el Papa León. Y finalmente su exhortación a trazar nuevos mapas de esperanza: “La educación católica puede ser un faro: no un refugio nostálgico, sino un laboratorio de discernimiento, innovación pedagógica y testimonio profético. Diseñar nuevos mapas de esperanza: esta es la urgencia del mandato”. “Las constelaciones educativas católicas son una imagen inspiradora de cómo la tradición y el futuro pueden entrelazarse sin contradicciones: una tradición viva que se extiende hacia nuevas formas de presencia y servicio. Las constelaciones no se reducen a concatenaciones neutras y planas de las diferentes experiencias. En lugar de cadenas, nos atrevemos a pensar en las constelaciones, en su entrelazamiento lleno de maravillas y despertares. En ellas reside esa capacidad de navegar entre los desafíos con esperanza, pero también con una revisión valiente, sin perder la fidelidad al Evangelio.” “Pido a las comunidades educativas: desarmen las palabras, levanten la mirada, custodien el corazón. Desarmen las palabras, porque la educación no avanza con la polémica, sino con la mansedumbre que escucha”, manifiesta el Papa. Concluye el Santo Padre pidiendo “a los pastores, a los consagrados, a los laicos, a los responsables de las instituciones, a los profesores y a los estudiantes: sean servidores del mundo educativo, coreógrafos de la esperanza, investigadores incansables de la sabiduría, artífices creíbles de expresiones de belleza”. 29 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

29
Oct

León XIV: El mensaje de Nostra aetate sigue siendo tan urgente como siempre

Vaticano. El Papa León XIV preside «Caminando juntos en la esperanza», una celebración de los 60 años de «Nostra aetate», la Declaración del Concilio Vaticano II sobre el diálogo interreligioso. «Hace 60 años», con la publicación de Nostra aetate, la Declaración del Concilio Vaticano II sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, «se plantó una semilla de esperanza para el diálogo interreligioso», dijo el Papa León XIV el martes por la noche. «Hoy, su presencia atestigua que esta semilla ha crecido hasta convertirse en un árbol poderoso, cuyas ramas se extienden a lo largo y ancho, ofreciendo cobijo y dando los ricos frutos de la comprensión, la amistad, la cooperación y la paz». El Santo Padre se dirigía así a los representantes de las religiones del mundo, a los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y a los responsables vaticanos y eclesiásticos comprometidos en el diálogo interreligioso, reunidos en el Aula Pablo VI para celebrar el aniversario de la histórica Declaración del Concilio. LEE EL DISCURSO INTEGRAL EN ESPAÑOL AQUÍ El diálogo como forma de vida Nostra aetate, dijo el Papa, «nos abrió los ojos a un principio simple pero profundo: el diálogo no es una táctica o una herramienta, sino una forma de vida – un viaje del corazón que transforma a todos los implicados, al que escucha y al que habla». Refiriéndose al título de la celebración del aniversario, «Caminando juntos en la esperanza», el Papa León dijo: «Recorremos este camino» no comprometiendo nuestras creencias, sino permaneciendo fieles a nuestras convicciones. El diálogo auténtico continuó, «no comienza en el compromiso sino en la convicción – en las raíces profundas de nuestra propia creencia que nos da la fuerza para llegar a los demás en el amor». Mártires por el diálogo El Santo Padre comenzó su discurso recordando a las muchas personas de todas las creencias que han trabajado en los últimos sesenta años «para dar vida a Nostra aetate«, hasta el punto de dar su propia vida, «mártires por el diálogo, que se opusieron a la violencia y al odio». Estamos donde estamos hoy, dijo, «gracias a su valor, su sudor y su sacrificio». Nostra aetate: todavía de gran actualidad Insistiendo en que el mensaje de Nostra aetate sigue siendo «de gran actualidad», el Papa León recordó las lecciones del Concilio: que la humanidad se está uniendo cada vez más, que todos los seres humanos pertenecen a una única familia humana con un único origen y una única meta; que todas las religiones intentan responder a «la inquietud del corazón humano»; y que la Iglesia católica «no rechaza nada de lo que hay de verdadero y santo en estas religiones.» El Papa León recordó, asimismo, los orígenes de la Declaración en el deseo de un documento que describiera «una nueva relación entre la Iglesia y el judaísmo» – un deseo realizado en el capítulo cuarto de Nostra aetate, que forma «el corazón y el núcleo generador de toda la declaración». Ese capítulo continuó el Papa, conduce al capítulo final, que enseña que «no podemos invocar verdaderamente a Dios, Padre de todos, si nos negamos a tratar fraternalmente a cualquier hombre o mujer creados a imagen de Dios». Una responsabilidad sagrada En la parte final de su intervención, el Papa recordó a los líderes religiosos que «comparten una responsabilidad sagrada: ayudar a nuestros pueblos a liberarse de las cadenas de los prejuicios, la ira y el odio; ayudarles a elevarse por encima del egoísmo y el egocentrismo; ayudarles a superar la codicia que destruye tanto el espíritu humano como la tierra». «De este modo», dijo, «podemos guiar a nuestro pueblo para que se convierta en profeta de nuestro tiempo: voces que denuncien la violencia y la injusticia, sanen la división y proclamen la paz para todos nuestros hermanos y hermanas». Les recordó la «gran misión» que se les ha encomendado: «despertar en todos los hombres y mujeres su sentido de humanidad y de lo sagrado». Llevar esperanza a la humanidad «Esto, amigos míos, es precisamente por lo que nos hemos reunido en este lugar», dijo, «cargando con la gran responsabilidad, como líderes religiosos, de llevar esperanza a una humanidad que a menudo se ve tentada por la desesperación». El Papa León concluyó su intervención con las palabras del Papa San Juan Pablo II, quien, en Asís en 1986, dijo: «si el mundo va a continuar, y los hombres y mujeres van a sobrevivir en él, el mundo no puede prescindir de la oración». Y así les invitó a todos a detenerse juntos en oración silenciosa, con la invocación: «Que la paz descienda sobre nosotros y llene nuestros corazones». 29 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

29
Oct

El Papa: La Iglesia no tolera el antisemitismo y lo combate por el Evangelio

Vaticano. León XIV dedica la catequesis de la audiencia general en la plaza de San Pedro al diálogo interreligioso y al mensaje del documento conciliar Nostra Aetate. Recuerda las raíces judías del cristianismo y sugiere una serie de temas en los que todas las religiones pueden colaborar: la ecología, la lucha contra el extremismo religioso, la inteligencia artificial. Por último, hace un llamamiento para que «nada nos separe». “Todos mis predecesores han condenado el antisemitismo con palabras claras. Y así también yo confirmo que la Iglesia no tolera el antisemitismo y lo combate, por el mismo Evangelio”. Son palabras claras y directas las que pronuncia el Papa León XIV en la catequesis de la audiencia general de hoy, miércoles 29 de octubre, en la Plaza de San Pedro, reiterando la total incompatibilidad entre el Evangelio, el Magisterio de la Iglesia y el antisemitismo. La audiencia, precedida de un largo paseo en papamóvil durante el cual León XIV saludó a varios niños, matrimonios y a la multitud de fieles que llegaba hasta la plaza de Pío XII, está dedicada -como él mismo anunció- al «diálogo interreligioso». La ocasión es la celebración del 60 aniversario de la Declaración Nostra Aetate, aprobada por el Concilio Vaticano II el 28 de octubre de 1965. Como compañeros de viaje Recordando el diálogo entre Jesús y la Samaritana, nacido de la sed de Dios y superando las barreras de la cultura, el género y la religión, el Papa recuerda que este momento capta el núcleo mismo del diálogo interreligioso. En esta estela, recuerda que el documento conciliar redefinió las relaciones entre la Iglesia católica y las religiones no cristianas, en particular el judaísmo, y «abrió -subraya el Pontífice- un nuevo horizonte de encuentro, respeto y hospitalidad espiritual». Miró a los seguidores de otras religiones de un modo enriquecedor. “Como compañeros de viaje en el camino de la verdad; para honrar las diferencias afirmando nuestra común humanidad; y para discernir, en toda búsqueda religiosa sincera, un reflejo del único Misterio divino que abarca toda la creación” La Iglesia deplora el odio, la persecución y el antisemitismo Con este documento, continúa explicando el Pontífice, el Papa Juan XXIII pretendía restablecer la relación original con el mundo judío, dando forma, «por primera vez en la historia de la Iglesia», al tratado doctrinal sobre las raíces judías del cristianismo y que a nivel bíblico y teológico representaba «un punto de no retorno». Un reconocimiento, pues, del vínculo entre «el pueblo del Nuevo Testamento» y «el linaje de Abraham». “La Iglesia, consciente de la herencia que tiene en común con los judíos, e impulsada no por motivos políticos sino por la caridad religiosa evangélica, deplora los odios, las persecuciones y todas las manifestaciones de antisemitismo dirigidas contra los judíos en todo tiempo y por cualquiera” Una amistad sólida «Hoy -añadió el Papa- podemos mirar con gratitud todo lo que se ha logrado en el diálogo judeo-católico en estas seis décadas. Esto se debe no sólo al esfuerzo humano, sino a la asistencia de nuestro Dios que, según la convicción cristiana, está en sí mismo diálogo». Arraigados en el amor León XIV recuerda que el espíritu de Nostra Aetate sigue iluminando el camino de la Iglesia, reconociendo que todas las religiones pueden reflejar «un rayo de esa verdad que ilumina a todos los hombres», buscando respuestas a los misterios de la vida llevando el diálogo también al plano espiritual. De ahí la invitación a «comprometerse» reconociendo todo lo que hay de bueno, verdadero y santo en las distintas tradiciones, especialmente en el mundo de hoy «donde, a causa de la movilidad humana, nuestras diversidades y pertenencias espirituales están llamadas a encontrarse y convivir fraternalmente». “Nostra Aetate recuerda que el verdadero diálogo tiene sus raíces en el amor, único fundamento de la paz, la justicia y la reconciliación, al tiempo que rechaza firmemente toda forma de discriminación o persecución, afirmando la igual dignidad de todo ser humano” Actuar juntos contra el fanatismo religioso y el extremismo La implicación de la que habla el Papa se convierte, según sus instrucciones, en actuar juntos en un mundo que «necesita nuestra unidad, nuestra amistad y nuestra colaboración». León XIV señala los ámbitos en los que podemos trabajar juntos para aliviar el sufrimiento humano y cuidar, por ejemplo, de la casa común y más allá. “Nuestras respectivas tradiciones enseñan la verdad, la compasión, la reconciliación, la justicia y la paz. Debemos reafirmar el servicio a la humanidad, en todo momento. Juntos, debemos estar vigilantes contra el abuso del nombre de Dios, de la religión y del propio diálogo, y contra los peligros que plantean el fundamentalismo religioso y el extremismo” La inteligencia artificial y sus peligros Entre las cuestiones que hay que abordar está también la de la Inteligencia Artificial, que «si se concibe como una alternativa a lo humano, puede socavar gravemente su dignidad infinita y neutralizar sus responsabilidades fundamentales. “Nuestras tradiciones tienen una inmensa contribución que aportar a la humanización de la tecnología e inspirar así su regulación, para proteger los derechos humanos fundamentales.” Esperanza en el mundo de mañana Las religiones, prosigue el Papa, enseñan que «la paz comienza en el corazón humano» y, por tanto, pueden aportar una importante contribución para hacer posible «un mundo nuevo». «Debemos restaurar la esperanza en nuestras vidas personales, en nuestras familias, en nuestros barrios, en nuestras escuelas, en nuestros pueblos, en nuestros países y en nuestro mundo». El Pontífice recordó que Nostra Aetate, hace sesenta años, trajo esperanza al mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial. “Hoy estamos llamados a refundar esa esperanza en nuestro mundo devastado por la guerra y en nuestro entorno natural degradado. Trabajemos juntos, porque si estamos unidos todo es posible. Procuremos que nada nos divida” La base del diálogo y la oración Es en la amistad y la cooperación donde las generaciones futuras pueden mirar para continuar el diálogo. “Y ahora, detengámonos un momento en oración silenciosa: la oración tiene el poder de transformar nuestras actitudes, nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones” 29 de octubre

29
Oct

Celam invita a encuentro ecuménico virtual para seguir celebrando 1700 años del Concilio de Nicea

“Del credo a la comunión: un año de gratitud” es el nombre del encuentro virtual que el Comité de Ecumenismo del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) ha organizado como continuación del evento conmemorativo presencial celebrado en Honduras, en julio de este año. Por ello, la invitación es para este jueves, 30 de octubre de 2025, a las 18:30 horas de Colombia, a participar en este espacio virtual a través de las redes sociales del Celam tanto en Facebook como en Youtube. El objetivo de este encuentro es mantener una permanente comprensión y animar en torno al tema de la unidad de los cristianos en América Latina y el Caribe. Unidad de los cristianos Francisco “Pacho” Bermeo, del equipo animador, señaló que buscamos reunir a diversas confesiones cristianas en un espacio de oración y agradecimiento por el año de celebración del Concilio de Nicea. “Queremos fortalecer los lazos de unidad mediante la presentación de la plataforma común de colaboración y propiciando un tiempo de enriquecimiento espiritual alrededor de las Escrituras, que renueve nuestra esperanza y compromiso solidario con el testimonio cristiano en el mundo”, añadió. Entre los panelistas para esta jornada estarán la doctora bautista Jessica Lugo, directora de la Asociación para la Educación Teológica Hispana, y monseñor Juan Usma Gómez, jefe de la Oficina de la Sección Occidental del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Bermeo aseguró que será un espacio para celebrar, agradecer el año que hemos vivido de la conmemoración de los 1700 años del Concilio ecuménico de Nicea y, además, “este es un paso adelante después del encuentro de celebración que tuvimos en Guatemala, porque debemos mantenernos atentos a lo que Dios dice en este camino de unidad de los cristianos”. 29 de octubre de 2025Fuente: CELAMCEV Medios

29
Oct

Conferencia Eclesial de la Amazonía comparte su testimonio en el Jubileo de los Equipos Sinodales

Durante el momento conclusivo del Jubileo de los Equipos Sinodales y Organismos de Participación, celebrado este sábado en el Aula Pablo VI, la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) compartió su testimonio como fruto vivo del proceso sinodal en el territorio amazónico. El encuentro, organizado por la Secretaría General del Sínodo, reunió a representantes de equipos sinodales y organismos eclesiales de todo el mundo, con el objetivo de intercambiar experiencias sobre la implementación de la sinodalidad en la vida de la Iglesia. “La Ceama es como un río que sigue fluyendo” En su intervención, Mauricio López, vicepresidente de la Ceama, describió el camino amazónico como un proceso dinámico y espiritual, “como un río que nace, crece y busca siempre nuevas formas de vida”. “La Ceama es fruto de un largo camino de Iglesia, de una Iglesia misionera implicada en la vida de las personas. Es una conferencia eclesial en comunión plena con la Iglesia universal, que integra todas las expresiones ministeriales: episcopado, vida religiosa, presbiterado, laicado y pueblos originarios”, manifestó López. El vicepresidente recordó que la Ceama constituye una estructura inédita en la historia eclesial, surgida del Sínodo para la Amazonía (2019), que respondió a una de las peticiones más claras del proceso sinodal: “crear nuevos espacios de participación donde ningún servicio de la Iglesia se sienta menos, sino potenciado”. Iglesia que encarna los sueños de Querida Amazonía “Es un signo de comunión donde los obispos, las religiosas, especialmente las mujeres que sostienen la misión en la Amazonía, los laicos y los pueblos indígenas caminan juntos, discerniendo y decidiendo en igualdad de dignidad y misión”, remarcó. López subrayó que la Ceama es expresión viva de los cuatro sueños de la exhortación apostólica Querida Amazonía del Papa Francisco: “Un sueño social, para defender la vida y la dignidad de los pueblos”; “Un sueño ecológico, para cuidar la Casa Común”; “Un sueño cultural, para valorar la diversidad y la catolicidad de la Iglesia”; “Y un sueño eclesial, que impulsa nuevos rostros para una Iglesia esperanzadora y encarnada en los territorios”. Iglesia sinodal que camina en alteridad, en reciprocidad, en diálogo con la tierra y los pueblos “El Espíritu Santo ha hecho posible una novedad que no viene de estructuras humanas, sino de la vida misma de los pueblos. Somos todos pueblo de Dios, en comunión también con nuestra hermana madre tierra”, señaló López. Durante su exposición, López recordó que el camino de la Ceama “no es solo institucional, sino profundamente espiritual y comunitario”. Su asamblea está conformada por representantes de las siete conferencias episcopales amazónicas, incluyendo en cada país un obispo, un sacerdote, una religiosa o religioso, una laica o laico, y un líder indígena, campesino o afrodescendiente, con representación ampliada en Brasil por su extensión territorial. “Lo que vivimos en la Amazonía es una novedad del Espíritu: una Iglesia sinodal que camina en alteridad, en reciprocidad, en diálogo con la tierra y los pueblos. Una Iglesia que anuncia esperanza, teje Reino y vive el kairos de Dios”, concluyó. Encuentro de la Ceama con el Dicasterio para la Cultura y la Educación En el marco de su visita institucional a los dicasterios de la Santa Sede, la delegación de la Ceama se reunió el pasado 23 de octubre con el Dicasterio para la Cultura y la Educación, presidido por el cardenal José Tolentino de Mendonça. El encuentro se desarrolló en un ambiente de escucha, colaboración y esperanza compartida, centrado en los desafíos educativos y culturales en la Amazonía. Monseñor Zenildo Lima abrió el diálogo reflexionando sobre el papel de las escuelas católicas ante la expansión de modelos educativos competitivos. “Se ha debilitado la búsqueda de valores como la solidaridad, la justicia y la vida interior”, advirtió, llamando a recuperar una educación “con alma y sentido comunitario”. El cardenal Tolentino de Mendonça, al escuchar estas realidades, formuló una pregunta que marcó el encuentro: “¿Tiene la Amazonía pensadores? ¿Tiene filósofos? ¿Posee un saber propio?” Esta interpelación abrió un diálogo sobre la sabiduría amazónica como fuente de pensamiento teológico, filosófico y pedagógico, y sobre la urgencia de una educación inculturada que brote del corazón de los pueblos. Redes que educan desde el territorio Mauricio López presentó los avances del Programa Universitario Amazónico (PUAM), fruto del proceso sinodal, subrayando que “la misión necesita la educación superior”, y que los saberes comunitarios son fuente legítima de conocimiento. El PUAM, en articulación con ODUCAL y AUSJAL, ha lanzado un programa técnico de dos años sobre Gestión Integral del Territorio Amazónico, con especializaciones en construcción de paz, gestión de proyectos y desarrollo sostenible. También se destacó la labor de REIBA (Red de Educación Intercultural Bilingüe Amazónica), integrada principalmente por congregaciones religiosas femeninas, que acompañan procesos educativos en comunidades rurales e indígenas. “No solo llevan libros y cuadernos, subrayó López, sino esperanza, identidad y encuentro”. Educación que revitaliza la cultura El prefecto expresó su disposición a fortalecer la colaboración con la Ceama: “No es solo una cuestión de la Amazonía, es un desafío de toda la humanidad. Queremos escuchar, colaborar y servir”. El encuentro concluyó con un gesto simbólico: la delegación entregó al Dicasterio una figura artesanal Tikuna, elaborada en fibra de yanchama, que representa a un hombre transformándose en jaguar. “Educar es construir la paz, el desarrollo y la cultura del encuentro”, afirmó el cardenal Tolentino, resaltando la fuerza espiritual de los pueblos amazónicos. Encuentro con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida El 24 de octubre, la delegación amazónica se reunió con el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El cardenal Pedro Barreto, presidente de la Ceama, hizo hincapié en la presencia de dos laicos casados en la presidencia como signo de sinodalidad. Durante el diálogo, Patricia Gualinga, representante laica, describió la riqueza de la familia indígena amazónica: “La familia indígena tiene una fuerte tradición de comunidad. El matrimonio es celebrado públicamente ante el pueblo, y el bautismo refuerza lazos de compadrazgo que amplían la familia espiritual”. La hermana Laura Vicuña añadió que “la vida se defiende también protegiendo la tierra. La Iglesia amazónica está comprometida en acompañar a las comunidades en su lucha por la dignidad y la justicia”. Cuidado de la Casa

27
Oct

León XIV: «No tengamos miedo de reconocer nuestros errores»

Vaticano. A la hora del Ángelus, el Papa reflexionó sobre el Evangelio del día que presenta la parábola del fariseo y del publicano del evangelista Lucas. El primero exalta sus méritos, mientras el segundo se presenta ante Dios tal como es, pidiendo perdón. “Hagamos lo mismo” exhortó el Pontífice. “Así podrá crecer, en nosotros y a nuestro alrededor, su Reino”. No es ostentando nuestros méritos como nos salvamos, ni ocultando nuestros errores, sino presentándonos honestamente, tal como somos, ante Dios, ante nosotros mismos y ante los demás, pidiendo perdón y confiando en la gracia del Señor. Es la indicación del Papa León XIV en su alocución previa a la oración del Ángelus del domingo 26 de octubre. Reflexionando sobre el pasaje evangélico de la liturgia del día, que presenta a dos personajes, un fariseo y un publicano, el Pontífice resaltó que el primero “se jacta de una larga lista de méritos” y por eso “se siente mejor que los demás, a quienes juzga con desprecio”. Con actitud presuntuosa, “denota una observancia exacta de la Ley, sí, pero pobre en amor”, “carente de misericordia”. El publicano también está rezando, pero de manera muy diferente. “Tiene mucho por qué pedir perdón”, afirmó León XIV. Es un recaudador de impuestos al servicio del imperio romano que trabaja con un contrato público, el cual le permite especular con los ingresos en detrimento de sus propios compatriotas. Sin embargo – explicó el Obispo de Roma – al final de la parábola, Jesús nos dice que, de los dos, es precisamente él quien vuelve a casa “justificado”, es decir, perdonado y renovado por el encuentro con Dios. Y esto sucede, precisa el Papa, porque “el publicano tiene el valor y la humildad de presentarse ante Dios. No se encierra en su mundo, no se resigna al mal que ha hecho”. El Pontífice citó a continuación a san Agustín quien, al comentar este episodio, “compara al fariseo con un enfermo que, por vergüenza y orgullo, oculta sus llagas al médico”. En cambio, el publicano “con humildad y sabiduría, muestra al médico sus heridas, por muy feas que sean, y le pide ayuda”. El Santo Padre invitó entonces a imitar la actitud del publicano: Queridos hermanos y hermanas, hagamos lo mismo. No tengamos miedo de reconocer nuestros errores, de ponerlos al descubierto asumiendo nuestra responsabilidad y confiándolos a la misericordia de Dios. Así podrá crecer, en nosotros y a nuestro alrededor, su Reino, que no pertenece a los soberbios, sino a los humildes, y que se cultiva, en la oración y en la vida, a través de la honestidad, el perdón y la gratitud. Al concluir su aloción, León XIV se dirigió a María, “modelo de santidad”, para que “nos ayude a crecer en estas virtudes”. 27 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

27
Oct

El Papa: Construyamos una Iglesia humilde y acogedora al servicio del mundo

Vaticano. León XIV presidió la Misa con motivo del Jubileo de los Equipos Sinodales y Organismos de participación e instó a construir una Iglesia que no juzga como hace el fariseo con el publicano, sino que se convierte en un lugar acogedor para todos, una Iglesia “totalmente sinodal, totalmente ministerial, totalmente atraída por Cristo y dedicada al servicio del mundo”. “Redescubrir el misterio de la Iglesia, que no es una simple institución religiosa ni se identifica con las jerarquías o con sus estructuras”. Esta fue la invitación del Papa León XIV en la homilía de la misa que presidió en la Basílica de San Pedro, el domingo 26 de octubre, con motivo del Jubileo de los Equipos Sinodales y Organismos de participación. Al inicio de su homilía, el Santo Padre recordó que la Iglesia, en cambio, como nos lo recuerda el Concilio Vaticano II, “es el signo visible de la unión entre Dios y los hombres, de su proyecto de reunirnos a todos en una única familia de hermanos y hermanas” todos unidos en el único abrazo de su amor.  A continuación, invitó a mirar al “misterio de la comunión eclesial, generada y custodiada por el Espíritu Santo”, para así poder comprender el significado de los equipos sinodales y de los órganos de participación.    “Estas estructuras expresan lo que ocurre en la Iglesia, donde las relaciones no responden a las lógicas del poder sino a las del amor”, señaló. Y citando a su predecesor, el Papa Francisco, que las definía como “lógicas mundanas”,  destacó que en la comunidad cristiana “el primado atañe a la vida espiritual”. La regla suprema del amor El Pontífice instó a los participantes en la celebración eucarística a recordar que en la Iglesia la regla suprema es el “amor” y que todos estamos llamados a servir y a buscar la verdad juntos: Nadie está llamado a mandar, todos lo son a servir; nadie debe imponer las propias ideas, todos deben escucharse recíprocamente; sin excluir a nadie, todos estamos llamados a participar; ninguno posee la verdad toda entera, todos la debemos buscar con humildad, y juntos. Caminar juntos para ser artesanos de unidad Precisamente la palabra “juntos” expresa la llamada a la comunión en la Iglesia, recalcó el Papa. Y citando nuevamente al Papa Francisco en su último Mensaje de Cuaresma, recordó que “caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios”. Basándose en el Evangelio del día, el Papa León meditó sobre la parábola del fariseo y el publicano. Aunque suben los dos al templo a orar, observó, “están divididos y entre ellos no hay ninguna comunicación”. “Ambos recorren el mismo camino, pero su caminar no es un caminar juntos; ambos rezan al Padre, pero sin ser hermanos y sin compartir nada”. León XIV explicó que esto depende sobre todo de la actitud del fariseo, que sintiéndose mejor que el otro, lo juzga con desprecio y lo mira con desdén. Hermanos y hermanas, esto puede suceder también en la comunidad cristiana. Sucede cuando el yo prevalece sobre el nosotros, generando personalismos que impiden relaciones auténticas y fraternas; cuando la pretensión de ser mejor que los demás, como hace el fariseo con el publicano, crea división y transforma la comunidad en un lugar crítico y excluyente; cuando se aprovecha del propio cargo para ejercitar el poder y ocupar espacios. Por el contrario, el publicano, enseña humildad y necesidad de Dios. “Con su misma humildad, también en la Iglesia nos debemos reconocer todos necesitados de Dios y necesitados los unos de los otros, ejercitándonos en el amor mutuo, en la escucha recíproca, en la alegría de caminar juntos”, exhortó León XIV, y citando a San Clemente de Roma, añadió: “Cristo está con los que son humildes de corazón y no con los que se exaltan a sí mismos por encima de la grey”. Una Iglesia colegial y acogedora Los equipos sinodales y los organismos de participación son imagen de esa Iglesia que vive en la comunión”, indicó el Papa. De ahí su invitación a que “nos ayuden a comprender que, en la Iglesia, antes de cualquier diferencia estamos llamados a caminar juntos en busca de Dios, para revestirnos de los sentimientos de Cristo; ayúdennos a ensanchar el espacio eclesial para que este sea colegial y acogedor”. Esto – precisó el Papa – nos ayudará a afrontar con confianza y con espíritu renovado las tensiones que atraviesan la vida de la Iglesia – entre unidad y diversidad, tradición y novedad, autoridad y participación – dejando que el Espíritu las transforme, para que no se conviertan en contraposiciones ideológicas y polarizaciones dañinas. Y añadió: Ser Iglesia sinodal significa reconocer que la verdad no se posee, sino que se busca juntos, dejándonos guiar por un corazón inquieto y enamorado del Amor. Construir una Iglesia humilde y sinodal León XIV concluyó su homilía con un apremiante llamamiento: Queridos hermanos y hermanas, debemos soñar y construir una Iglesia humilde. Un Iglesia que no se mantiene erguida como el fariseo, triunfante y llena de sí misma, sino que se abaja para lavar los pies de la humanidad; una Iglesia que no juzga como hace el fariseo con el publicano, sino que se convierte en un lugar acogedor para todos y para cada uno; una Iglesia que no se cierra en sí misma, sino que permanece a la escucha de Dios para poder, al mismo tiempo, escuchar a todos. Comprometámonos a construir una Iglesia totalmente sinodal, totalmente ministerial, totalmente atraída por Cristo y por lo tanto dedicada al servicio del mundo. Y citando las palabras del siervo de Dios don Tonino Bello (obispo de Molfetta, fallecido en 1993) el Santo Padre invocó sobre toda la Iglesia la intercesión de la Virgen María para que la ayude “a superar las divisiones internas” y a reconciliar “las disputas mutuas”. Que el Señor nos conceda la gracia de permanecer enraizados en el amor de Dios para vivir en comunión entre nosotros. De ser, como Iglesia, testigos de unidad y de

27
Oct

Inicia el Jubileo del Mundo Educativo: “La Escuela es Vida”

Vaticano. En el Auditorio de la Conciliazione de Roma, estudiantes y docentes de todo el mundo se reunieron para la inauguración del Año Jubilar de la Educación. El cardenal Tolentino de Mendonça recordó que «no envejecemos junto a los jóvenes». El ministro Valditars instó a revitalizar los compromisos del Pacto Mundial por la Educación. «No envejecemos cuando estamos con jóvenes: es como mantener nuestros motores en marcha y mirar el mundo con nuevos ojos». Este fue el mensaje del cardenal José Tolentino de Mendonça , Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el lunes 27 de octubre, a cientos de estudiantes y docentes de todo el mundo que llenaron el Auditorio della Conciliazione en el corazón de Roma. La ocasión fue la ceremonia de apertura del Jubileo de la Educación, el evento principal del Año Santo dedicado a las escuelas y universidades de todos los continentes. El Jubileo temático, promovido por el propio Dicasterio en colaboración con el Ministerio de Educación y Mérito de Italia, se celebra desde hoy hasta el 1 de noviembre y reúne a más de siete mil estudiantes de más de trescientas instituciones de los cinco continentes bajo el lema «La escuela es vida». Participarán en talleres temáticos, encuentros y sesiones de oración, reafirmando que la educación es un acto de esperanza. Los momentos culminantes serán el paso por la Puerta Santa y la Misa conclusiva con la proclamación por el Papa León XIV de San Juan Enrique Newman como «Doctor de la Iglesia». Una mañana de voces, música y esperanza. La mañana , iniciada con una impactante actuación del coro internacional estudiantil Choeur des Colibris , una iniciativa que supera las barreras de la discapacidad uniendo a niños sordos y oyentes, contó con los discursos del alcalde de Roma , Roberto Gualtieri , el cardenal de Mendonça y el ministro Giuseppe Valditara , quienes destacaron el valor de la educación como base de la fraternidad y la paz. Tras una impactante actuación de danza y video mapping, la astronauta Samantha Cristoforetti, de la Agencia Espacial Europea, inauguró el evento. “Sean estrellas de la verdad, la bondad y la belleza” «Hablar de educación y escuelas es fundamental en un Jubileo dedicado a la Esperanza», observó Gualtieri, enfatizando que las escuelas construyen comunidad y requieren un pacto territorial y global, porque la educación es responsabilidad de todos. En representación de la Santa Sede, el Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el Cardenal Tolentino de Mendonça, presentó el evento y saludó a los jóvenes presentes como «los alcaldes y ministros del futuro». «Cuando se celebre el próximo Año Santo, serán adultos», añadió el cardenal. «Es maravilloso comenzar este jubileo temático con ustedes, que son la razón de ser de las escuelas». El cardenal hizo un llamamiento a los jóvenes: «Miren siempre hacia arriba, hacia las estrellas… no se dejen aprisionar por la grisura de las pantallas». Y añadió: «Cada generación tiene sus estrellas, pero recuerden que ustedes también son estrellas y su luz permanecerá encendida para siempre si permanecen conectados con la verdad, la bondad y la belleza». “Educar es caminar juntos hacia el bien” El ministro italiano Giuseppe Valditara, en su discurso, hizo un llamado a redescubrir la esperanza jubilar como una peregrinación hacia la bondad, acompañada, en una visión agustiniana, por la valentía y la fraternidad, entendidas como unidad en la caridad. Valditara enfatizó el propósito de este Jubileo de revitalizar los siete compromisos del Pacto Mundial para la Educación y la Cultura promovido por el Papa Francisco. El ministro destacó, en particular, la centralidad de la persona, un principio consagrado en la Constitución italiana gracias también al católico Giorgio La Pira, la necesidad de escuchar a las jóvenes generaciones y la valorización de la mujer para eliminar toda discriminación. Familia, hospitalidad y solidaridad global Invertir en las familias, renovar el pacto educativo que une a familias y escuelas, e involucrar a las familias vulnerables en la educación de sus hijos fue un punto clave del discurso del ministro. Otro tema clave fue la educar para la acogida. Sobre este tema, Valditara —quien asistió recientemente a la Cumbre de Educación del G20 en Sudáfrica— propuso recaudar donaciones en Europa para garantizar el derecho a la educación en África, donde, según él, «hay un déficit de diecisiete millones de docentes» “No dejes que te roben la atención y la felicidad” La ingeniera Samantha Cristoforetti , la primera italiana en volar al espacio y la primera europea en comandar la Estación Espacial Internacional, abrió los ojos a los jóvenes del público sobre un riesgo educativo: «Están creciendo en una sociedad de distracciones masivas, teléfonos móviles y aplicaciones que les roban la atención y la felicidad». «Salgan, den largos paseos, observen el mundo que los rodea», instó, invitando a los jóvenes a asumir riesgos y redescubrir el valor del esfuerzo. Citando a Jonathan Swift, añadió: «Pensar por uno mismo es difícil si no se tienen suficientes ideas en las que pensar». Testimonios de arte, deporte y fe Durante la mañana, el Hermano Sidival Fila compartió su trayectoria como artista y líder religioso, animando a los jóvenes a transformar la belleza en servicio. La Hermana Zeph y Nhial Deng, ganadoras de los Premios Internacionales Maestro y Estudiante Global , hablaron sobre el poder de la educación como medio de redención personal y comunitaria. Un encuentro con el atleta Andy Díaz y la actuación de la cantante Annalisa Minetti unieron la música y el deporte en un mensaje compartido de fe en el futuro. Talleres, encuentros y Misa con el Papa Por la tarde, los estudiantes participarán en los cuatro talleres principales del Jubileo —Caminos, Diálogos, Horizontes y Elementos—, que se celebrarán en LUMSA, el Augustinianum y el Palazzo Cesi. Durante los días siguientes, el programa continuará hasta el encuentro con el Santo Padre el 30 de octubre, dedicado a estudiantes de todo el mundo, y culminará el 1 de noviembre en la Plaza de San Pedro con la Misa de clausura. 27 de octubre de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

27
Oct

Publicado el programa del viaje apostólico del Papa a Turquía y Líbano

Vaticano. A un mes de su viaje hacia Ankara, se ha publicado el programa oficial del primer viaje apostólico de León XIV a los dos países de Oriente Medio, con una parada en İznik, nombre actual de la antigua Nicea, para la celebración ecuménica del Concilio del 1700 Nueve discursos, cinco saludos, dos homilías. Encuentros institucionales, celebraciones ecuménicas, oraciones en las tumbas de los santos o en las excavaciones arqueológicas de Nicea, visitas a la Mezquita Azul, a centros para pobres y enfermos o al lugar símbolo de una enorme tragedia como es el puerto de Beirut. Es un viaje lleno de contenido y citas que el Papa León XIV se dispone a realizar a Turquía y Líbano del 27 de noviembre al 2 de diciembre. El viaje -el primero del pontificado- incluirá una peregrinación a İznik, nombre actual de la antigua Nicea, con motivo del 1700 aniversario del primer Concilio de la historia. Esta mañana, 27 de octubre, exactamente un mes antes de la partida del Papa, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha hecho público el programa oficial. Citas significativas Ankara, Estambul, İznik, luego Beirut, Annaya, Harissa, Bkerké, los lugares que acogerán al Papa León, que -como él mismo ha explicado- volará a los dos países de Oriente Medio para cumplir un deseo de su predecesor Francisco y difundir un mensaje de paz en esta latitud del mundo herida por guerras y dramas de diversa índole. Del programa hecho público destacan varios actos, empezando por el encuentro ecuménico de oración cerca de las excavaciones de la antigua basílica de San Neófito en İznik, que será el punto culminante de las celebraciones por los 1700 años de Nicea. Pero también, en Turquía, la firma de una Declaración Conjunta con el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, en el Palacio Patriarcal de Estambul y la visita a la Sultan Ahmet Camii, más conocida como la Mezquita Azul, una de las más importantes de Estambul, que ya había visto Benedicto XVI y Francisco bajo sus bóvedas y sus llamativos mosaicos. Luego, en el Líbano, la ya mencionada parada en el puerto de Beirut, teatro de la devastadora explosión de agosto de 2020; la oración ante la tumba de san Charbel Maklūf, el monje sanador considerado el patrón del Líbano, en el monasterio de Annaya; el encuentro con los operadores y pacientes del hospital libanés de Jal ed Dib, el primer hospital para discapacitados mentales nacido como obra de misericordia corporal. Entre Ankara, Estambul y İznik Más en detalle, el viaje apostólico de León XIV comenzará el jueves 27 de noviembre a las 7.40 horas con su salida de Roma-Fiumicino con destino a la capital turca, Ankara. Está previsto que el Papa llegue a las 12.30 horas al aeropuerto internacional de Ankara/ Esenboğa, donde tendrá lugar la bienvenida oficial. Al cabo de una hora, el Papa se trasladará al Mausoleo de Atatürk, el majestuoso Anıtkabir dedicado al fundador del Estado laico moderno que abolió el Califato otomano con la Constitución de 1937. En el Palacio Presidencial tendrá lugar la ceremonia de bienvenida a las 14:10, seguida de una visita al Presidente de la República, Recep Tayyip Erdoğan, y, tras más de una hora, un encuentro a las 15:30 con autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático. En esa ocasión, el Pontífice pronunciará su primer discurso. A última hora de la tarde, hacia las 17.20 horas, se despedirá de la capital para volar a Estambul, adonde está previsto que llegue al cabo de hora y media. En la metrópoli dividida por el Bósforo, cruce entre Europa y Asia, León XIV pasará gran parte de la segunda jornada del viaje, antes de trasladarse a İznik. A las 9.30 presidirá un encuentro de oración con obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y agentes pastorales en la catedral del Espíritu Santo. El Pontífice les dirigirá un discurso. A continuación, se trasladará a la Casa de las Hermanitas de los Pobres, desde hace más de 120 años testimonio vivo de caridad y servicio a los ancianos necesitados. A las 14.15 horas, se trasladará en helicóptero a İznik, a 30 km al sureste de Estambul, centro del distrito del mismo nombre en la provincia de Bursa, donde tendrá lugar la mencionada celebración ecuménica entre las antiguas ruinas de la basílica de San Neófito. En esta ocasión se espera otro discurso del Papa León. Ya por la tarde, a las 18.30 horas, regresará a Estambul -pero esta vez en helicóptero-, donde se reunirá en privado con los obispos en la Delegación Apostólica. Igualmente intensa será la jornada del sábado 29 de noviembre, que se abrirá con una visita a la Mezquita Azul y continuará con un encuentro privado con los jefes de las Iglesias y comunidades cristianas en la Iglesia sirio-ortodoxa de Mor Ephrem y la Doxología (breve fórmula ritual) en la Iglesia patriarcal de San Jorge, durante la cual el Papa pronunciará un saludo. Ese mismo día, a las 15.50 horas, León verá a Bartolomé en el Palacio Patriarcal. Ambos, que ya se habían visto el pasado mes de mayo, firmarán una Declaración Conjunta. Inmediatamente después de este momento, el Pontífice se trasladará al «Volkswagen Arena» para la misa de las 17 horas. El traslado a Beirut El domingo 30 de noviembre será el día del traslado al Líbano. En Turquía, sin embargo, tendrá sus últimas citas matinales con una visita de oración a la Catedral Apostólica Armenia (está previsto un saludo) y la Divina Liturgia en la Iglesia Patriarcal de San Jorge, a la que seguirá una bendición ecuménica con un discurso de León XIV. Tras el almuerzo con Bartolomé en el Fanar, sede del Patriarcado Ecuménico, abandonará el país y viajará a Beirut. Primero la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Estambul/Atatürk, después la salida a las 14h45 y la llegada a las 15h45 al aeropuerto internacional de la capital libanesa y la ceremonia de bienvenida. El Pontífice mantendrá inmediatamente sus primeros encuentros institucionales: la visita de cortesía al Presidente de la República, Joseph Aoun, al