Categoría: Eclesial Internacional

04
Ago

León XIV: Aspiren a cosas grandes, a la santidad, no se conformen con menos

Vaticano. León XIV ante una explanada vibrante de jóvenes recordó que la fragilidad no es un “tabú” que se debe evitar, sino parte de nosotros que no hemos sido hechos para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor. En su homilía de la Santa Misa de clausura del Jubileo de los Jóvenes, el Papa aseguró que el verdadero sabor de la vida no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos, sino de lo que se acoge y se comparte con alegría, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. Una multitud de personas, más de un millón, unos 7 mil sacerdotes, más de 450 obispos, provenientes de todo el mundo, pertenecientes a diversas culturas, participaron, hoy, en la celebración eucarística presidida por el Santo Padre, en Tor Vergata, con la que se cierra una semana de encuentros, cantos, reconciliación y oración. “¡Buon giorno a tutti! ¡Buona Domenica! ¡Good morning! ¡Buenos días! ¡Bonjour, Guten Morgen!” Este fue el saludo del Papa León sobre el palco y desde allí invocó la bendición de Dios sobre todos y expresó su deseo de que “la gran celebración en la que Cristo nos ha dejado su presencia en la Eucaristía” sea “una ocasión verdaderamente memorable para cada uno de nosotros”.  “Cuando estamos juntos como Iglesia de Cristo, seguimos, caminamos juntos, vivimos a Jesucristo” La vida no es lo que poseemos Días “memorables” en los que, como dijo el Papa, los jóvenes han intercambiado conocimientos, han compartido expectativas, recibido el perdón de Dios y le han pedido su ayuda para una vida buena. Días en los que las inquietudes que llevan a muchos jóvenes a preguntarse “¿qué es realmente la felicidad? ¿Cuál es el verdadero sabor de la vida? ¿qué es lo que nos libera de los pantanos del sinsentido, del aburrimiento y de la mediocridad?”, han tenido una respuesta: “la plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos” sino de lo que “sabemos acoger y compartir con alegría”. “Comprar, acumular, consumir no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos, mirar a lo alto, a las «cosas celestiales», para darnos cuenta de que todo tiene sentido, entre las realidades del mundo, sólo en la medida en que sirve para unirnos a Dios y a los hermanos en la caridad, haciendo crecer en nosotros ‘sentimientos de profunda compasión, de benevolencia, de humildad, de dulzura, de paciencia”, de perdón y de paz, como los de Cristo” La esperanza no quedará defraudada León XIV aseguró que solo en Dios, comprendemos cada vez mejor lo que significa que “la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado”. “Queridos jóvenes, nuestra esperanza es Jesús”, afirmó el Pontífice, al invitar a todos a mantenerse unidos a Él, a permanecer en su amistad, siempre, cultivándola con la oración, la adoración, la comunión eucarística, la confesión frecuente y la caridad generosa, poniendo como ejemplo a los beatos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, que pronto serán proclamados santos. “Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Entonces verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor”. Cristo cambia nuestra existencia “Es el encuentro con Cristo Resucitado lo que cambia nuestra existencia, lo que ilumina nuestros afectos, deseos y pensamientos”, explicó el Papa, al inicio de su homilía, tomando como referencia el Libro de Qoelet, que advierte que “todo es vanidad” y que cada hombre deberá dejar lo que ha acumulado, para recordar la «finitud de las cosas que pasan». Seguidamente, el Santo Padre recordó que el Salmo 90 también “nos propone la imagen de la hierba que brota; por la mañana florece” y luego “por la tarde, es segada y se seca”. Son dos referencias fuertes, “quizá un poco impactantes”- aseguró León XIV-, pero que no deben asustarnos, “como si fueran argumentos ‘tabú’, que se deben evitar», pues “la fragilidad de la que hablan, en efecto, forma parte de la maravilla que somos”. De hecho, advierte el Pontífice, la naturaleza se regenera constantemente, de sus debilidades, sequías donde los tallos delgados se rompen y secan,  inviernos vulnerables en los que todo parece muerto, para luego en primavera renacer “en mil colores”. También nosotros, queridos amigos, somos así; hemos sido hechos para esto. No para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor. Y por eso aspiramos continuamente a un “más” que ninguna realidad creada nos puede dar; sentimos una sed tan grande y abrasadora, que ninguna bebida de este mundo puede saciar. No engañemos nuestro corazón ante esta sed, buscando satisfacerla con sucedáneos ineficaces. Más bien, escuchémosla. Abrir el alma a Dios Escuchar es para el Papa abrirnos “a la ventana del encuentro con Dios”, que “nos espera”, que “llama amablemente a la puerta de nuestra alma» y “abrirle de par en par el corazón, permitirle entrar, para después aventurarnos con Él hacia los espacios eternos del infinito”. Y recordando a San Agustín quien decía que “el objeto de nuestra esperanza no es la tierra, ni algo que proviene de ella como el oro, la plata, la cosecha, el agua, sino que hay que buscar a quien las ha hecho, “porque Él es tu esperanza”, el Papa afirmó que «la respuesta está en Cristo”, como decía su predecesor San Juan Pablo II, en la vigilia de oración de la XV Jornada Mundial de la Juventud del año 2000, porque suscita el deseo de hacer de la propia vida algo grande, para mejorar a uno mismo y a la sociedad, haciéndola más humana y más fraterna». El Papa León encomendó a María, la Virgen de la esperanza a los miles de jóvenes presentes en Tor Vergata, para que, con su ayuda, al regresar a sus

01
Ago

Un 25 de julio, pero de 1955, comenzó la historia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño

Han pasado 70 años desde aquel 25 de julio cuando se realizó la primera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Río de Janeiro (Brasil), que dio origen al Celam. Desde sus orígenes, el Celam ha promovido la comunión fraterna, colegialidad y servicio entre las 22 Conferencias Episcopales del continente, prestando apoyo pastoral a la acción misionera y evangelizadora de toda la Iglesia. Surgió por petición de esta Primera Conferencia General de Río de Janeiro, como signo e instrumento del afecto colegial, en perfecta comunión con la Iglesia Universal y con su Cabeza visible, en el Romano Pontífice. Es así como el papa Pío XII, cinco meses más tarde, aprobó su constitución canónica el 2 de noviembre de 1955, estableciendo su sede en Bogotá, Colombia. El Santo Padre expresó su esperanza en esta Conferencia continental a través de la Carta Apostólica “Ad Ecclesiam Christi”, considerada la Carta Magna del Celam. En esta misiva institucionalizó la amplia y cordial colaboración entre los episcopados del continente, motivando con ello su organización a través del Celam. El Papa llamó a los Obispos a una misión audaz: incorporar más al clero, formar laicos y atender a los más vulnerables, puesto que América Latina tenía una ‘vocación apostólica privilegiada’. Es así como, inspirados en las enseñanzas de Pío XII y en el Concilio Plenario de 1899, los obispos reunidos en Río sentaron las bases de una Iglesia comprometida con la educación, los derechos sociales y la defensa de la fe. Han pasado 70 años desde aquel 25 de julio cuando se realizó la primera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Río de Janeiro (Brasil), que dio origen al Celam. Desde sus orígenes, el Celam ha promovido la comunión fraterna, colegialidad y servicio entre las 22 Conferencias Episcopales del continente, prestando apoyo pastoral a la acción misionera y evangelizadora de toda la Iglesia. Surgió por petición de esta Primera Conferencia General de Río de Janeiro, como signo e instrumento del afecto colegial, en perfecta comunión con la Iglesia Universal y con su Cabeza visible, en el Romano Pontífice. Es así como el papa Pío XII, cinco meses más tarde, aprobó su constitución canónica el 2 de noviembre de 1955, estableciendo su sede en Bogotá, Colombia. El Santo Padre expresó su esperanza en esta Conferencia continental a través de la Carta Apostólica “Ad Ecclesiam Christi”, considerada la Carta Magna del Celam. En esta misiva institucionalizó la amplia y cordial colaboración entre los episcopados del continente, motivando con ello su organización a través del Celam. El Papa llamó a los Obispos a una misión audaz: incorporar más al clero, formar laicos y atender a los más vulnerables, puesto que América Latina tenía una ‘vocación apostólica privilegiada’. Es así como, inspirados en las enseñanzas de Pío XII y en el Concilio Plenario de 1899, los obispos reunidos en Río sentaron las bases de una Iglesia comprometida con la educación, los derechos sociales y la defensa de la fe. 01 de agosto de 2025Fuente: CELAMCEV Medios

01
Ago

Contra la trata de personas: Cáritas ALC reafirma compromiso con justicia y dignidad humana

En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, Cáritas América Latina y el Caribe se unió al llamado global para erradicar este crimen atroz que despoja de dignidad y libertad a millones de personas en la región y en el mundo. Esta grave violación de derechos humanos se encierra en una máscara tras las sombras de la vulnerabilidad, la pobreza, los conflictos y la desesperación, llegando a afectar de manera significativa a mujeres, niños y migrantes. Este año, la campaña impulsada por las Naciones Unidas hace énfasis en la necesidad urgente de garantizar protección y justicia para las víctimas, recordando que “la trata de personas también es criminalidad forzada”. En atención a este fenómeno, se exige una respuesta urgente, conjunta y centrada en la persona humana. Una postura clara desde la fe Asumiendo los incansables llamados que hiciera el Papa Francisco, la posición de la Iglesia católica es clara y firme: la trata de personas constituye una «llaga vergonzosa en el cuerpo de la sociedad contemporánea, una herida profunda en el alma de la humanidad que sufre”. Por su parte, Cáritas LAC se suma a este clamor y califica este delito como una herida abierta en el cuerpo de la humanidad y un grave pecado que no puede ser ignorado. Es así como desde Cáritas América Latina y Caribe, y en articulación con las Cáritas nacionales y diocesanas del continente, se promueven acciones concretas en tres ejes: prevención, protección y promoción de la dignidad humana . Esta estructura eclesial trabaja incansablemente en el desarrollo de estrategias que contribuyan a crear conciencia a las comunidades, promover la detección oportuna de indicios de trata y brindar acompañamiento a las víctimas en su proceso de recuperación y reintegración social. “Trabajamos para ofrecer caminos de esperanza a quienes han sufrido esta atrocidad”, asegura Cáritas LAC, ratificando su ineludible compromiso con los más vulnerables y su llamado a actuar desde la compasión, la justicia y la fraternidad. 01 de agosto de 2025Fuente: CELAMCEV Medios

01
Ago

Conferirán el título de Doctor de la Iglesia a San John Henry Newman

Vaticano. El Santo Padre conferirá próximamente el título de Doctor de la Iglesia Universal a San John Henry Newman, Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Fundador del Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra. Luego de confirmar este 31 de julio el parecer afirmativo de la Plenaria de los Cardenales y Obispos, Miembros del Dicasterio para las Causas de los Santos. La información la dio a conocer el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, indicando que “el 31 de julio de 2025, el Santo Padre León XIV recibió en audiencia a Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos». “Durante la misma audiencia -indica la Oficina de Prensa-, el Santo Padre confirmó el parecer afirmativo de la Plenaria de los Cardenales y Obispos, Miembros del Dicasterio para las Causas de los Santos, sobre el título de Doctor de la Iglesia Universal que será conferido próximamente a San John Henry Newman, Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Fundador del Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra; nacido en Londres (Reino Unido) el 21 de febrero de 1801 y fallecido en Edgbaston (Reino Unido) el 11 de agosto de 1890”. Vida y Obra John Henry Newman nació en Londres el 21 de febrero de 1801 en el seno de una familia anglicana: su madre era hugonote y su padre tenía una orientación religiosa muy tolerante. Fue el primero de los seis hijos de John, banquero, y Jemina Fourdrinier. En 1808 ingresó en la Great Ealing School, en los entonces suburbios extremos de Londres, donde recibió una educación superior y destacó por su inteligencia. En 1816, año en que terminó sus estudios en Ealing y simultáneamente presenció la quiebra del banco de su padre, maduró su adhesión a los principios más radicales del calvinismo: llegó a creer que el Papa era el anticristo. En 1817 ingresó en el Trinity College de Oxford, donde obtuvo el Baccalaureate “of Arts”. En 1822 fue elegido miembro del Oriel College, donde comenzó su amistad con Edward Bouverie Pusey. El 13 de junio de 1824 fue ordenado diácono en la Iglesia Anglicana, convirtiéndose en coadjutor de la parroquia de San Clemente en Oxford. El 29 de mayo de 1825 fue ordenado presbítero anglicano. De 1826 a 1832, John Henry Newman fue tutor en el Oriel College, donde participó en la formación cultural de muchos universitarios; aquí estuvo en estrecho contacto con Edward Bouverie Pusey, John Keble y Richard Hurrel Froude. El 14 de marzo de 1828 fue nombrado párroco de la iglesia universitaria de St. Mary, donde desarrolló una rica actividad pastoral y de predicación que le hizo muy famoso. En 1832, acompañó al sacerdote Froude en su viaje por el sur de Europa: visitó Roma, Malta, Corfú y Sicilia. En el Colegio Inglés de Roma conoció a don Nicholas Wiseman, futuro arzobispo católico de Westminster. Escribe el poema (publicado más tarde, en 1834) Lyra Apostolica y el poema Lead, Kindly, Light, en los que expresa su pleno abandono a la Providencia, que le señalará y le hará realizar su misión específica. El 14 de julio de 1833, en Oxford, escuchó el sermón de Keble National Apostasy: había nacido el Movimiento de Oxford, que tuvo a Newman como figura principal. Entre 1833 y 1841 Newman, Froude, Keble, Pusey y William Palmer publicaron Tracts for the Times; de los 90 ensayos publicados Newman fue autor de 26, entre ellos el último, Tract 90 (Remarks on certain passages in Thirty-Nine Articles) en el que intentaba interpretar los 39 artículos de la Iglesia anglicana desde una perspectiva católica. Las protestas provocaron que el obispo de Oxford suspendiera la publicación de los tratados. Condenado por el Consejo Hebdomedal de la Universidad de Oxford y repudiado por 42 obispos, renunció a su parroquia universitaria. El 9 de abril de 1842 se retiró con unos amigos a Littlemore para escribir con ellos el famoso Ensayo desarrollo de la doctrina cristiana; fue aquí donde maduró su «conversión» al catolicismo. En 1846 viajó a Roma con algunos compañeros anglicanos que se habían pasado al catolicismo, sin planes definidos. En el Memorandum de 1848 escribe que se plantea ingresar en los Redentoristas, pero luego opta por unirse al Oratorio de San Felipe Neri; frecuenta la Chiesa Nuova de Roma y a los sacerdotes de esa comunidad. Ordenado sacerdote el 30 de mayo de 1847, recibió el cálido aliento del beato Pío IX (Magna Nobis semper, 26 de noviembre de 1847). Decidido a convertirse en oratoriano, Newman pidió permiso al Papa para fundar un oratorio en Birmingham, con el fin de adaptar las constituciones del oratorio romano a las necesidades del lugar. El nuevo Oratorio comenzó en 1847, cuando él y seis compañeros iniciaron su noviciado en un ala de la Abadía de la Santa Cruz, que se había puesto a su disposición. Tras algunos traslados, la primera ubicación real fue en Edgbaston, en las afueras de Birmingham. Mientras tanto, en 1848, un grupo de oratorianos, dirigidos por el padre Frederick William Faber, se trasladó a Londres, donde nació la segunda congregación filipina inglesa. En 1854 el padre Newman fue nombrado rector de la Universidad Católica de Dublín, permaneciendo en el cargo cuatro años. En 1864 publicó la Apologia pro vita sua y en 1878 el Trinity College de Oxford le eligió su primer miembro honorario. El Papa León XIII, a sugerencia de monseñor William Bernard Ullathorne, obispo de Birmingham, creó a Newman cardenal del título de San Giorgio al Velabro el 12 de mayo de 1879; el lema elegido reza: cor ad cor loquitur (San Francisco de Sales). A partir de 1889 se produjo un creciente declive físico del cardenal de casi 90 años; el día de Navidad celebró su última misa en público y el 11 de agosto de 1890 murió en su habitación de Edgbaston. En su tumba quiso que se escribiera: Ex umbris et imaginibus in veritatem. 01 de agosto de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

01
Ago

Jubileo: “Los jóvenes experimentan la alegría del perdón del Padre”

Vaticano. Desde muy tempranas horas de este viernes, 1 de agosto, cientos de miles de jóvenes peregrinos que participan en el Jubileo de los Jóvenes se pusieron en marcha hacia el Circo Massimo, la antigua arena romana, para participar en el Jornada Penitencial. A las 10.30 hora de Roma se abrieron las puertas de acceso a la explanada del Circo Massimo, donde días ante se habían instalado unos 200 confesionarios en diferentes idiomas, de los cuales 53 en lengua española, y 10 para personas con discapacidad. Los confesores: “Los jóvenes buscan ayuda y debemos dársela con amor y misericordia” Los primeros en llegar a este hipódromo romano fueron los sacerdotes y confesores, que desde las 10.30 hasta las 18.00 horas confesaron y escucharon a los jóvenes peregrinos. Fueron más de mil los ministros del perdón inscritos para este evento, listos a escuchar la confesión en italiano, español, inglés, francés, portugués y polaco durante todo el día. Mientras que, las confesiones en alemán, húngaro, eslovaco, coreano y chino, tuvieron horarios designados. Entre los confesores estuvo el padre Gabriel Meneses, de Puebla, México, quien destacó que, “hoy un joven que quiere luchar contra el pecado, se arrepienta de corazón, que quiere buscar ayuda y quiere acercarse a Dios y, sobre todo, será dócil a la gracia de Dios, esto nos tiene que dar mucha esperanza, porque en ellos hay mucho futuro. Vemos que los jóvenes se encuentran en lucha, muchas veces en una lucha interna, en una lucha contra las tentaciones, y en una lucha contra el mundo. Entonces, acercarse a la confesión, es reconocer que no puedo solo, que necesito ayuda y la gracia de Dios será esa ayuda tan importante que les permitirá triunfar en sus luchas. Los jóvenes buscan ayuda y debemos dársela con mucho amor y misericordia”. La experiencia de los jóvenes: «Dios nos perdona siempre» Entre los primeros jóvenes en acceder al sacramento de la penitencia estuvieron un grupo de chicos llegados desde Madrid, España, quienes manifestaron que, “desde hace poco no se habían confesado, ya que hace unos días habían recibido el sacramento de la confirmación y que era una gracia poder volver a experimentar la misericordia de Dios”. “La sensación después de confesarte es muy buena, te sientes verdaderamente en paz contigo misma – precisó una de las jóvenes españolas – y es de verdad especial y por eso lo vuelvo a hacer”. Otra de las representantes ibéricas en este Jubileo de los Jóvenes destacó que, “todos compartimos la misma fe y que impacta mucho que tantos chicos se acerquen a la confesión y esto nos une en la fe y nos sentimos mucha más Iglesia”. Por su parte, Renato de Guatemala dijo que, “a veces por vergüenza, a veces por sentimiento de culpa no podemos perdonarnos a nosotros mismos y creemos que Dios no nos puede perdonar y en realidad, es todo lo contrario, Dios nos perdona siempre”. Renovar la fe a través de la confesión Esta Jornada dedicada a la Penitencia, también fue ocasión para que veinte voluntarios de la Fundación Youcat distribuyeran 10.000 ejemplares del libro “Youcat sobre la confesión”. Esta edición especial, publicada con motivo del Jubileo de la Juventud, estaba disponible en cuatro idiomas: italiano, inglés, francés y alemán. El libro, publicado por primera vez en 2014 y actualizado para la ocasión, busca ofrecer a los jóvenes una aproximación accesible al sacramento de la reconciliación. La nueva edición incluye un examen de conciencia, explicaciones sobre el significado de la confesión y algunas oraciones útiles. Esta iniciativa fue posible gracias al apoyo de ACN International, organización presente en más de 140 países y dedicada especialmente a los cristianos perseguidos, las vocaciones y los proyectos catequéticos. Con este gesto, ACN y la Fundación YOUCAT quieren ofrecer a los jóvenes la oportunidad de descubrir y experimentar la belleza de la fe católica, especialmente a través del sacramento de la reconciliación, en un momento clave del Año Santo. 01 de agosto de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

30
Jul

No solo «followers»: El Jubileo que reconoce la misión online

Vaticano. Sean agentes de comunión, capaces de romper la lógica de la división y el individualismo. Céntrense en Cristo para superar la lógica del mundo. Con estas palabras , el 29 de julio de 2025, León XIV saludó a los participantes en la Basílica de San Pedro en el primer Jubileo de los misioneros e influencers digitales católicos, animándolos a continuar su misión en el corazón del mundo digital. Esta exhortación se basaba en el Evangelio y en la conciencia de que hoy «la cultura digital está presente en casi todo» y debe ser habitada con un espíritu evangélico. El Papa identificó tres desafíos fundamentales: cultivar una cultura de humanismo cristiano, buscar «la carne sufriente de Cristo» incluso en los rostros ocultos de internet, y reparar las redes, no solo las digitales, sino especialmente las relacionales y comunitarias. «Construyan redes de amor y de compartir, redes que salven, redes que nos ayuden a redescubrir la belleza de mirarnos a los ojos», dijo el Pontífice, invitando a los misioneros digitales a ofrecer un testimonio concreto y humilde, partiendo de sí mismos y de su propia necesidad del Evangelio. Un reconocimiento eclesial de una misión ya en marcha  Para muchos de los participantes, académicos y observadores de redes sociales, la experiencia en Roma, aunque en tan solo 48 horas, fue un momento histórico. La Iglesia reconoció explícitamente, en el marco del Jubileo, la evangelización digital como una auténtica forma de misión. Como observa Raffaele Buscemi , profesor de Comunicaciones de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, fue «un gesto de confianza y escucha», pero también un llamado a la responsabilidad. «Hoy en día, la gente también vive su fe a través de las pantallas, las transmisiones y los contenidos compartidos», explica. «Ya no basta con decir que las redes sociales son una herramienta: se han convertido en un entorno, y el Evangelio debe llevarse a ellas». Guido Mocellin , periodista del diario  Avvenire y editor de las columnas WikiChiesa y Missionari digitali , define este Jubileo temático como «la respuesta de la Iglesia a un signo de los tiempos». Tras la pandemia y las reflexiones del Sínodo, era inevitable que las figuras de los misioneros digitales también encontraran un reconocimiento explícito en el Año Santo. Una realidad joven, diversa y en crecimiento Este Jubileo, que inauguró el dedicado a los jóvenes, ha puesto de relieve la gran pluralidad de lenguajes y carismas presentes en el mundo católico digital. Así lo describen Tommaso Cardinale y Francesco D’Ugo , fundadores de la comunidad social @lacchiesa , que con ironía y pericia capta a miles de usuarios cada día: «Es maravilloso ver a Giovanni comentando el Evangelio con Lego, a Mariella evangelizando con sus ilustraciones, a los chicos de la Fraternidad con sus supereventos… Y luego estamos nosotros y Cattonerd con los memes. Es una constelación global». «Pero nos preguntamos», añaden los fundadores de la comunidad @lacchiesa con un toque de provocación, «¿qué les ofrece la Iglesia como institución?». Eleonora Commentucci , de la Comunidad de la Fraternidad, nacida de la actividad en línea del Padre Alberto Ravagnani, también afirma haber descubierto una comunidad viva y dinámica que capta las necesidades espirituales de tantos jóvenes. “Este Jubileo”, dijo, “ha sido una oportunidad para trabajar en red, para redescubrir lo esencial, para mostrar a la Iglesia y al mundo el potencial de la tecnología digital cuando se vive al servicio del Bien”. De la visibilidad a la comunión Un punto compartido por todos es la conciencia de que simplemente «hacer números» o producir contenido viral no es suficiente. La evangelización digital no puede reducirse a una estrategia de marketing espiritual. «El riesgo», advierte Buscemi, «es transformar la fe en contenido para vender». El centro, como recordó el Papa León a los participantes, debe ser siempre Cristo, no el perfil personal. Y los seguidores deben convertirse en hermanos y hermanas, unidos por relaciones auténticas. Mocellin también advierte contra una visión puramente cuantitativa del fenómeno: «En algunas zonas lingüísticas, los misioneros digitales tienen cifras astronómicas, pero lo que realmente importa es cuando logran generar comunidades reales en torno a un estilo y enfoque cristianos». Un cambio de internet «como medio» a internet «como lugar de comunión». Los desafíos: discernimiento, formación e identidad Proclamar con credibilidad que la fe es vida y aceptación, continúa Eleonora Commentucci, es un desafío crucial hoy en día, especialmente para quienes se acercan a los jóvenes más alejados de la Iglesia. «Muchos piensan que el cristianismo es crítico y cerrado de mente. Pero si podemos dar testimonio de que la fe es alegría, libertad y amor, realmente podemos abrir puertas en la distancia». Pero esto requiere formación, discernimiento y responsabilidad. «Una mala publicación», explican Cardinale y D’Ugo con sinceridad, «no le hace bien a nadie. Necesitamos aprender el oficio, pero sin copiar a los más famosos. Y no debemos replegarnos en nuestra propia ‘burbuja’ eclesiástica». «En Sudamérica y Estados Unidos, existen movimientos de creadores cristianos y católicos desde hace al menos diez años», explican Cardinale y D’Ugo. «En Italia, sin embargo, se espera mucho de los llamados ‘sacerdotes influyentes’, pero los verdaderos impulsores podrían ser los laicos, que podrían llegar a más personas con la formación adecuada». Mocellin también cree que es urgente invertir en recursos adecuados y personal de apoyo profesional, así como fomentar una mayor conciencia eclesial. «Por ejemplo», observa, «en el Sínodo se debatió mucho sobre la misión digital, pero pocos misioneros digitales hablaron del Sínodo en sus redes sociales». Finalmente, observa Buscemi, es necesario cuestionar el lenguaje en sí: el término «misionero digital» puede sonar demasiado eclesiástico para quienes no pertenecen a la Iglesia, mientras que «influencer católico» puede trivializar el mensaje. Quizás se necesite un nuevo vocabulario, capaz de transmitir con profundidad la novedad y la seriedad de esta forma de testimonio. “Redes que salvan”: una red de bienes compartidos Al concluir la celebración del Jubileo, el Papa León invitó a todos a «reparar las redes», como los primeros discípulos: a construir vínculos, cultivar relaciones y romper la lógica de la autopromoción y la polarización. «Cada historia de bien común», dijo, «será un nodo en la red

30
Jul

El grito del Papa y los jóvenes: ¡Queremos la paz en el mundo!

Vaticano. El Papa León XIV dio la bienvenida a los jóvenes que han peregrinado a Roma para participar del Jubileo de los jóvenes. Luego de la misa de bienvenida en la Plaza de San Pedro, que celebró monseñor Rino Fisichella, pro prefecto del Dicasterio para la Evangelización, el Pontífice hizo un recorrido en el papamóvil para saludar a los presentes. El saludo del Papa fue acompañado al final por un grito por la paz: «¡Queremos la paz en el mundo!», que hizo eco en los jóvenes a quienes el Santo Padre también recordó que son: “la sal de la tierra, luz del mundo” “¡Vosotros sois la sal de la tierra, luz del mundo! Y hoy sus voces, su entusiasmo, sus gritos, que todos son por Jesucristo, y ¡los van a escuchar hasta el fin del mundo!”, les dijo León XIV. “Hoy están empezando unos días, un camino, el jubileo de la esperanza, y el mundo necesita mensajes de esperanza, ustedes son este mensaje, y tienen que seguir dando esperanza a todos”, reiteró el Papa. La emoción de los jóvenes se unía al sentido llamamiento del Papa por la paz: “Esperamos que todos vosotros seáis siempre signos de esperanza en el mundo. Hoy estamos empezando. En los próximos días tendréis la oportunidad de ser una fuerza que pueda llevar la gracia de Dios, un mensaje de esperanza, una luz a la ciudad de Roma, a Italia y al mundo entero. Caminemos juntos con nuestra fe en Jesucristo. Y nuestro grito debe ser también por la paz en el mundo. Digamos todos: ¡Queremos la paz en el mundo! Recemos por la paz”. “Oremos por la paz -invitó el Papa- y seamos testimonios de la paz de Jesucristo, de la reconciliación, esta luz del mundo que todos estamos buscando”. Y luego de la bendición, el Pontífice les deseó una buena semana de permanencia en Roma, y la invitación encontrarse de nuevo el próximo 2 y 3 de agosto para la vigilia y misa del Jubileo de los jóvenes: “Nos vemos en Tor Vergata”. Mons. Fisichella: ser testigos de Cristo resucitado En la misa que presidió monseñor Rino Fisichella, antes de la llegada del Papa, reflexionó en su homilía sobre el evangelio del día: “El Evangelista nos la muestra de manera muy clara: nos dice, ante todo, que la fe es un encuentro. Un encuentro, sin embargo, que no establecemos nosotros”.   “No tengan -exhortó Fisichella- nunca miedo de ser testigos de Cristo resucitado, porque esto es lo que nos hace creyentes, cristianos. Cristo ha resucitado y nosotros lo hemos visto, nosotros creemos en Él. Pero este testimonio se convierte también en acción”. Al concluir la reflexión, el pro prefecto del Dicasterio para la Evangelización, recordó las palabras del Papa del domingo pasado: “Encontrar a Cristo, para eso los espero. Encontrar a Cristo y ser por Él reforzados en la fe y en el compromiso de seguirlo con coherencia”.   

30
Jul

El Papa: Aprendamos a comunicarnos con honestidad y prudencia

Vaticano. Tras la pausa de las últimas semanas, el Papa retoma la audiencia general de los miércoles con la última catequesis dedicada a «la vida pública de Jesús, hecha de encuentros, parábolas y curaciones». Y antes de detenerse en la curación del «hombre que no habla ni oye» presentada en el Evangelio de Marcos y en la forma de comunicarse de cada uno, a veces errónea, destaca que el hombre contemporáneo necesita ser curado. También este tiempo que estamos viviendo necesita curación. Nuestro mundo está atravesado por un clima de violencia y odio que mortifica la dignidad humana. Vivimos en una sociedad que se está enfermando a causa de una «bulimia» de conexiones en las redes sociales: estamos hiperconectados, bombardeados por imágenes, a veces incluso falsas o distorsionadas. Somos arrollados por múltiples mensajes que suscitan en nosotros una tormenta de emociones contradictorias. El riesgo de encerrarse en el silencio En una realidad así puede surgir «en nosotros el deseo de apagar todo», observa el Papa, «podemos llegar a preferir no sentir nada», y dado que «también nuestras palabras corren el riesgo de ser malinterpretadas», puede surgir la tentación de encerrarse «en el silencio, en una incomunicación en la que, por muy cercanos que estemos, ya no somos capaces de decirnos las cosas más simples y profundas». Y reflexionando sobre el hombre que no habla ni oye descrito por el evangelista Marcos, el Pontífice considera que, «como nos podría pasar a nosotros hoy», este hombre «quizás decidió no hablar más porque no se sentía comprendido, y apagar toda voz porque se sintió decepcionado y herido por lo que había escuchado». Y, de hecho, «no es él quien acude a Jesús para ser sanado, sino que lo llevan otras personas. Se podría pensar que quienes lo conducen al Maestro son los que están preocupados por su aislamiento». El Papa explica que «la comunidad cristiana vio, sin embargo, en estas personas también la imagen de la Iglesia, que acompaña a cada hombre a Jesús para que escuche su palabra», y esto también porque el hecho ocurre en un ambiente «pagano», es decir, en «un contexto en el que otras voces tienden a cubrir la de Dios». La cercanía de Jesús Jesús, que «toma a esa persona y la lleva aparte», nos hace comprender la «necesidad de intimidad y cercanía» que se esconde «detrás del silencio y la cerrazón de este hombre», al que ofrece ante todo «una cercanía silenciosa, a través de gestos que hablan de un encuentro profundo». El Maestro «toca los oídos y la lengua» de este hombre «que ha dejado de escuchar y de hablar» y le dice effatà, ábrete, invitándole a abrirse al mundo que le «asusta»: ¡Ábrete a las relaciones que te han decepcionado! ¡Ábrete a la vida que has renunciado a afrontar!». Cerrarse, de hecho, nunca es una solución. Sanar nuestra forma de comunicarnos Hay, además, un detalle más que el Pontífice nos invita a considerar, y es el hecho de que el evangelista Marcos especifica que aquel hombre «no solo vuelve a hablar, sino que lo hace «normalmente», como revelando que tal vez había «dejado de hablar porque le parecía que decía las cosas mal, quizás no se sentía adecuado». Todos experimentamos que se nos malinterpreta y que no nos sentimos comprendidos. Todos necesitamos pedirle al Señor que sane nuestra forma de comunicarnos, no solo para ser más eficaces, sino también para evitar herir a los demás con nuestras palabras. Para convertirse en discípulos de Jesús no hay atajos Sin embargo, no basta con «hablar normalmemte», subraya León XIV, señalando que Jesús recomienda al hombre que no cuente nada de lo que le ha sucedido, como si quisiera hacerle comprender que debe emprender un camino. Para conocer verdaderamente a Jesús hay que recorrer un camino, hay que estar con Él y atravesar también su Pasión. Cuando lo hayamos visto humillado y sufriendo, cuando experimentemos el poder salvífico de su Cruz, entonces podremos decir que lo hemos conocido verdaderamente. No hay atajos para convertirse en discípulos de Jesús. Aprender a comunicar de manera honesta y prudente De ahí la invitación del Pontífice a pedir al Señor que nos enseñe a comunicarnos con «honestidad y prudencia», a rezar por aquellos «que han sido heridos por las palabras de los demás».   Oremos por la Iglesia, para que nunca falte en su tarea de llevar a las personas a Jesús, para que puedan escuchar su Palabra, ser sanadas por ella y convertirse, a su vez, en portadoras de su anuncio de salvación. 30 de julio de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

30
Jul

Papa León XIV: Rezo por los cristianos perseguidos

Vaticano. Por un lado, un profundo pesar por el brutal atentado terrorista contra una iglesia en la República Democrática del Congo, que resultó en la masacre de más de 40 cristianos. Por otro, la esperanza de que, incluso en estos tiempos de conflicto, resurja el «Espíritu de Helsinki», el espíritu que inspiró a los 35 países firmantes del Acta Final —cuyo 50.º aniversario se celebrará el 1 de agosto— para poner fin a la guerra (entonces conocida como Guerra Fría) y crear una nueva arquitectura geopolítica. Ante las miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro (muchas de ellas jóvenes que participaban en el Jubileo dedicado a ellos), que acudieron tras la primera audiencia general del miércoles tras las vacaciones de verano, el Papa León XIV compartió sus sentimientos, expectativas y perspectivas ante esta situación actual tan profundamente afectada por la violencia. Dolor por el ataque a una iglesia en la República Democrática del Congo En primer lugar, el Papa recuerda la masacre ocurrida la noche del 26 al 27 de julio en la parroquia de Bienheureuse-Anuarite, en la aldea de Komanda, al este de la República Democrática del Congo. Un ataque brutal que se cobró más de 40 vidas a manos de las Fuerzas de Defensa de Congo (ADF), asesinadas en la iglesia y en sus hogares. Mientras encomiendo a las víctimas a la misericordia amorosa de Dios, rezo por los heridos y por los cristianos de todo el mundo que siguen sufriendo violencia y persecución, instando a cuantos tienen responsabilidades a nivel local e internacional a colaborar para prevenir tragedias similares. El «Espíritu de Helsinki» León XIV centra entonces su atención en un aniversario histórico: el 50.º aniversario, el 1 de agosto, de la firma del Acta Final de Helsinki, el documento final de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) de 1975, a la que asistieron 35 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y la Unión Soviética, así como casi todos los Estados europeos. Este fue un momento crucial en el proceso de distensión entre los bloques oriental y occidental durante la Guerra Fría, que codificó principios fundamentales sobre el deber de respetar las fronteras estatales y resolver las disputas mediante la diplomacia y el diálogo. El papa Francisco —y, como él, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin— han invocado repetidamente este mismo «Espíritu» ante la escalada de conflictos y tensiones internacionales. El papa León XIV hizo lo mismo hoy, recordando al final de la audiencia este «deseo de garantizar la seguridad en el contexto de la Guerra Fría» por parte de 35 países que, con la firma del importante documento, «inauguraron una nueva era geopolítica, favoreciendo un acercamiento entre Oriente y Occidente». Perseverar en el diálogo, fortalecer la cooperación Helsinki, añadió el Pontífice, «también marcó un renovado interés por los derechos humanos, con especial atención a la libertad religiosa, considerada uno de los pilares de la emergente arquitectura de cooperación desde Vancouver hasta Vladivostok». Y la «participación activa» de la Santa Sede en la Conferencia, representada por el arzobispo Agostino Casaroli, «contribuyó a fomentar el compromiso político y moral con la paz». Hoy más que nunca es esencial preservar el “Espíritu de Helsinki”, perseverar en el diálogo, fortalecer la cooperación y hacer de la diplomacia la vía privilegiada para prevenir y resolver los conflictos. 30 de julio de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios

28
Jul

Ángelus del Papa: El Señor nos escucha siempre, no dejemos de rezar con confianza

Vaticano. “Cuanto más rezamos con confianza al Padre de los cielos, más nos descubrimos hijos amados y más conocemos la grandeza de su amor”: lo afirmó el Papa León XIV en su alocución previa a la oración del Ángelus del último domingo de julio. Asomado desde la ventana del Palacio Apostólico, el Pontífice reflexiona sobre la liturgia del Evangelio del día, que presenta a Jesús que enseña a sus discípulos el Padrenuestro, “la oración que une a todos los cristianos” y explica que “en ella”, el Señor nos invita a dirigirnos a Dios llamándolo “abbá”, “papá”, como niños, con «simplicidad, conciencia filial, audacia humilde, certeza de ser amados». El Obispo de Roma cita, a continuación, el Catecismo de la Iglesia Católica para evidenciar los rasgos de la paternidad de Dios, señalando que «por la Oración del Señor, hemos sido revelados a nosotros mismos al mismo tiempo que nos ha sido revelado el Padre». Dios nunca nos vuelve la espalda León XIV recuerda cuánto se fortalece, precisamente recurriendo con confianza al Padre, el reconocimiento de ser «hijos amados» por un amor grande. Y reafirma, entonces, una certeza: Dios nunca nos vuelve la espalda cuando acudimos a Él, ni siquiera cuando llegamos tarde a llamar a su puerta, quizá después de haber cometido errores, omisiones, fracasos; ni siquiera cuando, para acogernos, debe “despertar” a sus hijos que duermen en la casa. Es más, en la gran familia de la Iglesia, el Padre no duda en hacernos a todos partícipes de cada uno de sus gestos de amor. El Señor nos escucha siempre cuando rezamos El Papa León asegura que no hay falta de respuestas a las súplicas de quienes piden ayuda, sino que hay un misterio que supera el límite humano: El Señor nos escucha siempre cuando rezamos, y si a veces nos responde con tiempos y modos difíciles de comprender, es porque obra con una sabiduría y una providencia mayores, que van más allá de nuestra comprensión. Por eso, aun en esos momentos, no dejemos de rezar con confianza, en Él encontraremos siempre luz y fortaleza. Reflejar la dulzura del rostro del Padre Remitiéndose a los Padres de la Iglesia, en particular a San Cipriano de Cartago y a San Juan Crisóstomo, habla de la necesidad de una coherencia interior: percibirse como hijos de Dios significa mostrarse amorosos, no inhumanos, con los demás. No se puede rezar a Dios como “Padre” y después ser duros e insensibles con los demás, sino que es importante dejarse transformar por su bondad, por su paciencia, por su misericordia, para reflejar como en un espejo su rostro en el nuestro. “Amar como Dios nos ama: con disponibilidad, discreción, cuidado mutuo, sin hacer cálculos”, es la exhortación del Papa a la luz del Evangelio de hoy. Y finalmente, invita a orar a María, para que “sepamos responder a la llamada, para manifestar la dulzura del rostro del Padre”. 28 de julio de 2025Fuente: Vatican NewsCEV Medios