Vaticano.- “Orientaciones Pastorales sobre los desplazados internos”, es el nuevo documento de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, que fue presentado este martes, 5 de mayo, con la intervención del Cardenal Michael Czerny, Padre Fabio Baggio, y la Dra. Amaya Valcárcel. “Orientar el ministerio de la Iglesia con los desplazados internos en la planificación y el compromiso práctico, en la promoción y el diálogo”, es esta la finalidad que emerge de la conferencia de presentación del libro: “Pastoral Orientations on Internally Displaced People” – «Orientaciones Pastorales sobre los Desplazados Internos», que tuvo lugar la mañana de este martes, 5 de mayo, en directo streaming desde la Sala Marconi de Palazzo Pio, sede de Vatican News. En la presentación participaron: el Cardenal Michael Czerny, S.J., Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; el Padre Fabio Baggio, C.S., Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del mismo Dicasterio; y la Dra. Amaya Valcárcel, Coordinadora Internacional de advocacy del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), Oficina Internacional, de Roma. Cardenal Czerny: orientar el ministerio de la Iglesia con los desplazados internos El Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en su intervención recordó la preocupación que el Papa Francisco ha manifestado desde el inicio de su pontificado, en el “acompañar a todas las personas que de una manera u otra se ven obligadas a huir”. Por ello, el Pontífice estableció la Sección de Migrantes y Refugiados (M&R) que desde principios de 2017, tiene la misión de ayudar a los Obispos de la Iglesia y a todos aquellos que sirven a las personas vulnerables que se desplazan. “Un camino en favor de las personas vulnerables” El Cardenal Czerny hizo un recorrido de los diferentes momentos e intervenciones de la Sección de Migrantes y Refugiados en favor de las personas que se ven forzadas a huir de sus hogares. Es así que recordó que, en 2017, la M&R estableció 20 Puntos de Acción Pastoral, para instituciones católicas y organizaciones de la sociedad civil que atienden a migrantes y refugiados. Ese mismo año, la Santa Sede propuso los 20 puntos de acción como su contribución a la redacción, negociación y adopción de los Pactos Mundiales de las Naciones Unidas sobre los refugiados. En 2018, siguiendo un proceso similar, la M&R preparó las Orientaciones Pastorales sobre la Trata de Personas para proporcionar consideraciones y propuestas clave que los católicos y otros interlocutores pueden utilizar en su ministerio pastoral. El año pasado, la M&R volvió a celebrar dos consultas con líderes de la Iglesia y organizaciones asociadas, con profesionales y académicos que trabajan en el ámbito de los desplazamientos internos. Orientaciones pastorales sobre los desplazados internos El día de hoy, señaló el Cardenal Czerny, “nos complace presentar las Orientaciones pastorales sobre los desplazados internos, aprobadas por el Santo Padre y destinadas a orientar el ministerio de la Iglesia con los desplazados internos en la planificación y el compromiso práctico, en la promoción y el diálogo”. Haciendo referencia al contexto actual, el Subsecretario dijo que, en esta época de pandemia, el virus no distingue entre los que son importantes y los que son invisibles, entre los asentados y los desplazados: todos son vulnerables y cada infección es un peligro para todos. Reconocer, apoyar, promover e integrar a los desplazados Las Orientaciones Pastorales sobre los Desplazados Internos, precisó el Cardenal Czerny, pretenden que los más de 50 millones de desplazados internos actuales sean reconocidos y apoyados, promovidos y eventualmente reintegrados, para que puedan desempeñar un papel activo y constructivo en su país, incluso si causas poderosas, tanto naturales como humanas injustas, los han obligado a huir de sus hogares y a refugiarse en otro lugar. Ya que, en el mundo post-COVID-19 que está surgiendo, su contribución será muy necesaria. Pbro. Baggio: acoger, proteger, promover e integrar también a los desplazados Por su parte, el Pbro. Fabio Baggio, C.S., Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del mismo Dicasterio señaló que, las Orientaciones Pastorales sobre los Desplazados Internos adoptan la definición que figura en los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre los Desplazamientos de 1998. Asimismo, dijo que según los datos más recientes del Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC, 2020), en 2019 se registraron 33,4 millones de nuevos desplazados internos en todo el mundo. 8,5 millones se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a conflictos de diversa índole, mientras que 24,9 millones lo hicieron debido a catástrofes. Las Orientaciones se relacionan con los verbos de los migrantes A partir de esta situación, el Padre Baggio subrayó que, la enorme magnitud de esta migración forzada, junto con su frecuente invisibilidad y la vulnerabilidad que causa, han llevado a la redacción de este documento. Por ello, las Orientaciones Pastorales sobre los Desplazados Internos se nutren de la riqueza del Magisterio universal y local y de la larga tradición pastoral de las acciones que la Iglesia, en distintas partes del mundo, ha emprendido en beneficio de estos habitantes de las periferias existenciales. Además, estas Orientaciones se agrupan en torno a los cuatro verbos con los que el Santo Padre ha querido sintetizar la pastoral de los migrantes: acoger, proteger, promover e integrar. La estructura del documento destaca las respuestas y desafíos El Subsecretario de este Dicasterio explicó que la estructura de las Orientaciones destaca por un lado los desafíos y por otro las respuestas que deben ser reforzadas y/o implementadas por la Iglesia. Al primer verbo, «acoger», se asocia un primer reto constituido por la frecuente invisibilidad de los desplazados internos, lo que, junto con la falta de datos y la ausencia de su reconocimiento formal, aumenta su vulnerabilidad. Al segundo verbo, “proteger”, se le atribuye un segundo reto planteado por la falta de instrumentos internacionales de protección. Concretamente, se considera el aumento de la vulnerabilidad de las personas ya frágiles, la proliferación de la trata y las condiciones de riesgo en las zonas urbanas y los campos de refugiados. Bajo
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