Diócesis de San Cristóbal: Consagración del Táchira y los Andes venezolanos al Santo Cristo de la Grita en sus 410 años

06
Ago
2020

Caracas.- El 06 de agosto de 2020, se llevó a cabo la Eucaristía en honor a los 410 años del Santo Cristo de la Grita, desde la Catedral de la Diócesis de San Cristóbal, presidida por Mons. Mario Moronta, Obispo diocesano.

En esta oportunidad, la Santa Misa que se realiza tradicionalmente y acostumbra a ser multitudinaria, solo contó con la presencia de algunos sacerdotes en atención a las medidas preventivas debido al COVID-10, y con la réplica de la imagen del Santo Cristo de la Grita en el altar principal. Los fieles participaron de la celebración a través de los medios de comunicación y las plataformas virtuales.

Durante la homilía, Mons. Moronta afirmó que «Al conmemorar al Santo Cristo de La Grita, los textos bíblicos ya reseñados nos permiten dar una luz clara sobre lo que celebramos. Podemos deducir claramente cómo el nuevo árbol de la Vida es la Cruz, desde donde brota nuestra salvación» y expresó que «Desde las alturas de Tadea en la Grita, aparece cada vez más frondoso y lleno de frutos este árbol, donde está el Santo Cristo de los Milagros».

Afirmó que “quien está allí en ese árbol se da a conocer a todos sin distinción y nos ha unido a Él, como la vid con sus sarmientos. Por ese hecho maravilloso no sólo sentimos la fuerza penetrante de su gracia, cual savia que nos alimenta, sino también la capacidad de dar fruto que permanece”. Por ello, señaló que la situación de pandemia “ha puesto al descubierto nuestras limitaciones», pero ha sido un tiempo para reconocer la presencia del Señor en medio de las dificultades.

A razón de las circunstancias actuales, el Obispo diocesano hizo de esta celebración una ocasión especial, al consagrar al Táchira y los Andes venezolanos al Santo Cristo, expresando una oración ante la imagen, con la petición solemne de brindar salud y bienestar a los venezolanos y pedir por el fin de la pandemia que azota al mundo y a Venezuela, especialmente en la zona fronteriza que comprende la Diócesis de San Cristóbal.

«Al consagrarnos completamente a Ti, confiamos en tu gracia para seguir en el camino como peregrinos hacia la plenitud del encuentro definitivo con el Padre; sentimos la acción del Espíritu que bendice y guía nuestra Iglesia con sabor a pueblo y servidora de todos sin excepción; asumimos tu mandato de ir a la misión y proclamar tu Evangelio liberador promotor de nuevos discípulos. Como te imploraron los caminantes de Emaús, “¡Quédate con nosotros!”

Al finalizar la celebración eucarística, pidió a las autoridades del país destinar los recursos necesarios «para que en nuestros hospitales, nuestros médicos tengan lo que necesitan».

Prensa CEV
06 de agosto de 2020