Celam y Oducal lanzan serie documental sobre “los más excluidos entre los excluidos”

14
Nov
2025

El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (Oducal) inauguraron el 13 de noviembre, en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, la presentación de la serie documental “Los más excluidos entre los excluidos”, un proyecto que recoge ocho investigaciones sobre realidades de pobreza extrema, violencia estructural y resiliencia en América Latina y el Caribe.

Alianza para encender conciencia social

El encuentro internacional, realizado en modalidad híbrida y transmitido por los canales de TV PUC y CELAM, fue presentado como un modelo de investigación sinodalen el que universidades, obispos, investigadores y comunidades vulneradas caminaron juntos para dar visibilidad a historias marcadas por la exclusión y la esperanza.

La bienvenida estuvo a cargo del equipo anfitrión. En su mensaje inicial, la organización destacó que el proyecto surge de la alianza estratégica entre Celam y Oducal para estudiar, denunciar y visibilizar la realidad de “poblaciones descartadas, invisibilizadas y silenciadas” en el continente.

En la apertura oficial, Mons. Carlos Lema, obispo auxiliar de São Paulo, declaró inaugurado el encuentro afirmando que el propósito era dar voz a quienes no la tienen y presentar “los resultados del proyecto sobre poblaciones descartadas, invisibles y silenciadas, una voz para los excluidos”.

El aporte del Celam: Ver, escuchar y encender esperanza

Guillermo Sandoval, director del Centro de Gestión del Conocimiento del Celam, agradeció a las universidades por asumir el desafío de investigar desde el compromiso pastoral: “Agradecemos a quienes aceptaron usar las herramientas de la academia para que se exprese la voz de los más pobres entre los pobres”.

Sandoval explicó que las investigaciones se organizaron en tres ejes: Infancias vulneradas en contextos migratorios, donde los estudios muestran niños expuestos a riesgos extremos, exclusión escolar y falta de protección. “Estas historias permiten ver el rostro de Cristo en los niños migrantes”, manifestó.

Estructuras que reproducen desigualdades, incluyendo niños que viven con sus madres en cárceles, racismo estructural en Brasil y violencias múltiples contra mujeres rurales en Colombia. Organización comunitaria como señal de esperanza, como familias que sobreviven en basurales de Salta o experiencias cooperativas en villas argentinas.
Allí, recordó las palabras del Papa Francisco: “La esperanza es lo que no debemos dejar robar”.

“Caminar de modo sinodal”

El presidente de Oducal, P. Anderson Pedroso, envió un mensaje desde Río de Janeiro remarcando la relevancia del trabajo conjunto entre las universidades católicas del continente. El sacerdote describió esta jornada como un espacio que “marca una alianza estratégica entre ODUCAL y Celam”, orientada a enfrentar “el desafío de la exclusión estructural y la resiliencia en América Latina”.

El padre Pedroso llamó a seguir construyendo una Iglesia y una academia que caminen juntas: “Que podamos caminar de modo sinodal, ODUCAL y Celam, para seguir construyendo un reino de justicia, fraternidad y comunión”. Y concluyó evocando el mensaje del Papa León XIV: “Pensemos en la paz, esa gran propuesta que el Papa nos ha recordado”.

Afinar una misión común al servicio de los excluidos

El profesor Carlos Frederico Coelho, representante del padre Anderson Pedroso y de la ODUCAL, hizo un llamado a reforzar la identidad sinodal de las instituciones de educación superior de la región. Coelho afirmó que la Universidad Católica es, antes que nada, “un espacio de escucha, discernimiento y servicio”, especialmente ante el grito de los pobres y de quienes sufren múltiples formas de exclusión. Recordó las palabras recientes del Papa al señalar que estas instituciones deben convertirse en “un espacio de reconciliación y creatividad, donde la fe dialoga con la cultura y el amor se hace conocimiento”.

El profesor señaló que las investigaciones y microdocumentales presentados en el encuentro muestran “el rostro de quienes sufren múltiples exclusiones”, entre ellos migrantes, mujeres rurales, personas privadas de libertad, pueblos originarios y comunidades empobrecidas. Subrayó que no se trata solo de temas académicos, sino de “rostros concretos que nos piden solidaridad y compromiso”.

En sintonía con Laudato si’ y el Pacto Global por la Educación, insistió en que no puede haber verdadera educación sin responsabilidad por el otro y por la Casa Común, y llamó a que las universidades sean “universidades en salida, comprometidas con la justicia social, el cuidado y la fraternidad universal”. Al evocar imágenes empleadas en la última asamblea de ODUCAL, Coelho recordó que las universidades católicas forman “una comunidad nacida del corazón de la Iglesia” y que, como una orquesta, solo pueden cumplir su misión si aprenden a escucharse y trabajar en armonía: “Quien da la nota es el Espíritu de Dios; nosotros solo nos afinamos y tocamos juntos”.

“Actuar contra la injusticia es inherente al cristianismo”

“Actuar contra la injusticia es inherente al cristianismo”, dijo el rector de la PUC-SP, Dr. Vidal Serrano Nunes Júnior, quién habló sobre el honor que representa para la institución recibir un encuentro que simboliza “una comunión entre las universidades católicas, el Celam y ODUCAL”. Para Serrano, este trabajo conjunto expresa la convicción de que los cristianos deben caminar “en la dirección de un mundo mejor y más justo”.

Al hablar de exclusión, el rector insistió en que se trata de un fenómeno más profundo que la falta de alimentos, vivienda o servicios públicos. Recordó, citando al autor John Hart Ely, que existen personas “tan excluidas que pierden la capacidad de organización”, aquellas que no poseen “capacidad política de autoprotección”. Serrano advirtió que estas poblaciones sufren las consecuencias de la marginalidad sin poder defenderse ni exigir derechos, lo que agrava su vulnerabilidad.

Frente a esta realidad, señaló que es tarea del Estado, la Iglesia y la universidad “colocarse en la defensa de estos segmentos”. Afirmó que el encuentro convocado por ODUCAL “comulga con los valores cristianos de nuestras universidades” y expresó el deseo de que sea “el primero de muchos otros” que impulsen acciones concretas para quienes permanecen invisibles en las estructuras sociales.

Visibilizar lo invisible

En su intervención, Mons. Carlos Lema comenzó compartiendo una escena cotidiana que lo marcó: un repartidor que llevaba en su bicicleta una caja con la frase “Hombre invisible”. Para el obispo, esa imagen revela la sensación extendida de muchas personas que “nadie mira y nadie repara”. Señaló que este tipo de exclusión silenciosa atraviesa las calles, periferias y espacios públicos de América Latina. Por eso, señaló, este encuentro busca “despertar en la sociedad la capacidad de ver a quienes están a nuestro alrededor”.

Mons. Lema recordó la reciente audiencia del Papa León con ODUCAL, donde el pontífice reafirmó que la educación superior católica debe fomentar “el desarrollo integral de la persona humana”. Esto incluye no solo formación académica, sino “formación humana, carácter, conciencia social y responsabilidad con los miembros de la sociedad”. Resumió esa misión con tres dimensiones: “formar inteligencias con sentido crítico, corazones creyentes y ciudadanos comprometidos con el bien común”.

El obispo insistió en la necesidad de movilizar a las universidades hacia acciones. Más allá de identificar problemas, dijo, se debe promover que la comunidad académica “llegue a los gobernantes y empresarios” para generar conciencia y responsabilidad social. “Necesitamos crear conciencia para que nuestro mundo tenga un poco más de paz y de justicia social”, expresó, llamando a unir reflexión, espiritualidad y compromiso práctico a favor de los más vulnerables.

Investigar como acto de conversión pastoral

El sociólogo Agustín Salvia, coordinador de la red de observatorios sociales, describió el proyecto como una experiencia transformadora: “No solo fue producción de conocimiento, fue una experiencia de vida”.

Salvia remarcó que la iniciativa buscó un cambio de mentalidad, poniendo el foco no en la producción académica indexada, sino en el compromiso social: “Lo importante no es cuántos papers se publican, sino cuánto nos comprometemos con el tiempo histórico que nos toca vivir”.

Detalló que se seleccionaron 8 investigaciones entre 50 propuestas, atendiendo criterios de relevancia social, rigor metodológico y capacidad de articulación pastoral. Los estudios abordan: Niños migrantes en Costa Rica y México; Poblaciones afrodescendientes discriminadas en São Paulo; Niños que viven con sus madres en cárceles de Perú; Violencias múltiples contra mujeres rurales en Medellín; Firmantes del acuerdo de paz estigmatizados en Colombia; Familias que sobreviven en basurales de Salta; Cooperativas populares en Buenos Aires. Para Salvia, estos casos “no abarcan toda la magnitud de la injusticia, pero son un modelo para seguir”.

Hacia una conversión epistemológica

La coordinadora del Observatorio Socioantropológico Pastoral, Jeanette Rincón, compartió una reflexión profundamente personal y teológica. Recordó que descubrió la pobreza a los 12 años, al atravesar los matorrales que separaban su urbanización venezolana de un barrio misérrimo: “Eran personas invisibles… creíamos que el país era otro”.

Rincón llamó a una “conversión epistemológica”, que implique métodos más encarnados y dialógicos: “La investigación en la Iglesia no es para escalar en la universidad, es una investigación comprometida que debe seguir el modo de Jesús”.

Insistió en que la sinodalidad exige caminar, escuchar, grabar y devolver la voz a las comunidades: “El proceso también es transformador, no solo los resultados”.

En esta primera parte de la jornada se presentó un adelanto de los documentales, disponibles en línea. Son historias que, como expresó Rincón, permiten “abrir una ventana para ver sufrimiento, pero también resiliencia”.

14 de noviembre de 2025
Fuente: CELAM
CEV Medios