Arquidiócesis de Mérida: Cercanía a los fieles en tiempos difíciles

20
Abr
2020

Mérida.- La Arquidiócesis de Mérida ha actuado como madre a lo largo de estos días de cuarentena buscando siempre acompañar, guiar y proteger a sus fieles, viéndose esto reflejado en los diferentes escritos y acciones pastorales desarrolladas durante este tiempo.

Testimonio vivido a lo largo de la Cuaresma y la Semana Santa, en la que los miembros de la Iglesia dieron vuelo a la imaginación para vivir estos tiempos tan importantes, en la vida de fe. Un elemento importante que se vivió durante este tiempo fue la realización de los recorridos como alternativa a las procesiones, en los que los fieles se quedaron en casa y solo recorría el sacerdote en carro y con un número muy reducido de acompañantes.

A pesar de las dificultades, sobre todo la falta de combustible, que en algunos lugares condicionó o no permitió la realización de lo planificado, en los recorridos realizados se vieron un sin fin de elementos que se pueden resaltar, pues cada parroquia con iniciativas diferentes donde ponían en evidencia la fe y creatividad de sus miembros a la hora de arreglar sus imágenes en medio de carros decorados de acuerdo al día, así como el esfuerzo de cada familia en hacerse presente a través de sus altares o signos en las puertas o ventanas de sus hogares.

Cada procesión fue un recorrido diseñado para atender y hacer presencia por la mayoría de los lugares de la comunidad parroquia, los cuales llegaron a durar hasta 6 horas, donde se unían la participación de Mons. Luis Enrique Rojas, Obispo auxiliar de Mérida, en los recorridos de la Parroquia Catedral, y en cada comunidad parroquial de cada sacerdote, diáconos y ministros laicos y colaboradores con la de un pueblo sediento de Dios y con diferentes expresiones de fe.

En su mayoría, los recorridos fueron realizadas en carro, aunque en algunas parroquias tuvo características particulares de acuerdo a sus propias realidades, podemos resaltar las comunidades en las que el Domingo de Ramos el sacerdote recorrió bendiciendo las palmas, montado en un burro; otras parroquias los sacerdotes hicieron su recorrido caminando solos por las calles principales de su parroquia.

La respuesta de la gente creyente o no creyente, fue de gran importancia y protagonismo, pues, aunque no lo hicieron de forma presencial desde los templos, no fue impedimento para esta experiencia inédita que marcó la vida de un pueblo sumergido en el temor, la incertidumbre y la nostalgia, pero con la experiencia puesta en Dios y reflejada en cada altar, cada signo y cada celebración realizada en este tiempo.

Unas de las procesiones con mayor impacto en la Arquidiócesis de Mérida fue la del Miércoles Santo con el Nazareno, pues en la mayoría de las parroquias y comunidades es venerada con gran fe esta imagen, la cual tiene socios, cofrades, devotos, quienes cada año acuden a su celebración y procesión, mayormente con su típica vestimenta morada. Este año se celebró con las características del momento, un recorrido presidido por Mons. Luis Enrique Rojas, obispo auxiliar, con una senda inédita a lo largo de toda la ciudad de punta a punta y con la participación de un gran número de fieles que al paso de la imagen, desde sus hogares rendían tributo con sus oraciones, cantos y alegría ante su presencia.

Los recorridos, fueron una expresión eclesiológica, una comunión del pueblo y sus ministros, fue una oportunidad para compartir la esperanza en estos tiempos tan difíciles, pues para la gente, ver pasar el santo de su devoción, sentir el rocío del agua bendita, recibir una bendición o ver pasar al obispo o sacerdote, se convirtió en un aliciente para su dolor y tristeza, en un motivo de esperanza en un Dios que nos da la vida.

Prensa CEV
Nota de prensa Arquidiócesis de Mérida
20 de abril de 2020