Iglesia latinoamericana reflexiona sobre la exhortación Dilexi te desde la mirada de la movilidad humana

05
Nov
2025

La Red Clamor, junto al Centro de Generación de Conocimiento del Consejo Episcopal latinoamericano y Caribeño (Celam), el Observatorio Sociopastoral de Migración de Centroamérica y el Caribe (OCMC) y la Pontificia Comisión para América Latina, realizó un seminario virtual para presentar la exhortación apostólica Dilexi te del Papa León XIV, con especial atención a su lectura desde la pastoral migratoria.

El encuentro reunió a expertos panelistas: la teóloga argentina Dra. Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina; Cindy López, de la Misión Escalabriniana en Ecuador; Fray Luis Antonio Sotelo, franciscano del albergue “La 72” en México; y el padre Gustavo Meneses, director del Observatorio Sociopastoral de Migraciones de Centroamérica y el Caribe.

Un documento que une dos pontificados

En la apertura, Elvy Monzant, secretario ejecutivo de la Red Clamor, señaló que Dilexi te es “un documento bisagra”, nacido del corazón del Papa Francisco y asumido por León XIV al inicio de su pontificado. “A través de la Dilexi te, los pobres nos convocan una vez más a la misión evangelizadora de la Iglesia, a renovar nuestra opción preferencial por ellos”, expresó.

Monzant resaltó que la exhortación invita a construir una sociedad “donde podamos llamar a Dios Padre, con la certeza de que vivimos como hermanos y hermanas en justicia, en paz y en libertad”.

Dilexi te, es una invitación a renovar la pasión, el compromiso para defender la vida, la dignidad de los más más pequeños, de los últimos, de los pobres, de los olvidados”, manifestó.

“Ser profesionales del amor”

La Dra. Emilce Cuda presentó la estructura y el mensaje de la exhortación, hizo hincapié en que no es un texto sobre la pobreza, sino “sobre el amor a los pobres”. “Si fuese una encíclica sobre la pobreza, hablaríamos en términos económicos o sociológicos. Pero nosotros somos profesionales del amor”, dijo.

La teóloga explicó que el documento propone “un amor activo, que conmueve las entrañas, eso es la misericordia”. Recordó que Jesús “amó escuchando los sueños de los descartados de su tiempo”, y que la Iglesia está llamada a reproducir ese gesto.

“Todos somos hijos de Dios, iguales a los ojos de Dios, solo que por injusticia sociales, algunos son empobrecidos”, aclaró Cuda, y citando al Papa León XIV, reiteró: “El pobre no es casualidad, no es que por azar unos nacen ricos y otros nacen pobres, no es una casualidad, es una consecuencia de estructuras de pecado”. “No se es pobre, se vive en situación de pobreza”, indicó.

De la caridad al compromiso estructural

La Dra. Cuda señaló que el documento invita a superar el asistencialismo: “Necesita electricidad, necesita conectividad, necesita educación de calidad, necesita atención sanitaria de calidad, necesita un sistema previsional, según seguros por desempleos, trabajo digno, muchas cosas. Y cada uno de nosotros, de manera individual, ¿puede dar todo eso?”. En ese sentido, subrayó que la Iglesia debe atender las causas estructurales de la exclusión, no solo sus efectos.

En su exposición, Cuda hizo un recorrido por la historia de la caridad cristiana, resaltando que “el cristianismo nace haciendo caridad, no como una religión de culto encerrada en cuatro paredes, sino como práctica pública de ayuda comunitaria”. Agregó que la Dilexi te incorpora a los movimientos populares en la tradición de la Iglesia: “Han entrado en el canon católico como organización para defender la vida. Están ahí, son parte del magisterio”.

Explicó que la doctrina social de la Iglesia, nacida con Rerum Novarum, sigue siendo un corpus vigente: “La Iglesia hizo de las necesidades derechos, y reconoció en cada persona un sujeto jurídico capaz de discernir lo bueno y lo malo”. “La caridad que enseña la doctrina social no es asistencialismo individual. Supone la mediación del Estado, la distribución justa de la riqueza y políticas públicas que garanticen una vida buena para todos”, sostuvo Cuda.

“La gloria de Dios es que el migrante viva”

El padre Gustavo Meneses, desde Costa Rica, propuso leer la exhortación desde la categoría teológica del migrante: “La gloria de Dios es que el migrante viva”. Citó a San Óscar Romero: “La gloria de Dios es que el pobre viva”, y la amplió afirmando que “el migrante se ha convertido en un verdadero signo de los tiempos”.

Meneses explicó que Dilexi te recoge la tradición latinoamericana de la opción preferencial por los pobres, “una opción que no es ideológica, sino evangélica, porque Dios mismo optó por encarnarse en un pobre”. “El misterio de Cristo en la Iglesia es siempre el misterio de Cristo en los pobres”, señaló, recordando que los numerales 73 al 75 de la exhortación abordan la migración como una realidad encarnada.

La migración que vivimos hoy es forzada. En el rostro herido de los migrantes encontramos impreso el sufrimiento de Cristo”, dijo. Y añadió: “El documento nos pide no maquillar esa realidad con una hermenéutica contraria al Evangelio. En los pobres, Cristo sigue teniendo algo que decirnos”.

Ser migrantes con los migrantes

Desde Ecuador, Cindy López, de la Misión Escalabriniana, presentó el trabajo pastoral con migrantes y refugiados. Explicó que su misión “acompaña, sirve y defiende a las personas migrantes reconociendo en ellas el rostro de Cristo que camina y busca acogida”.

“Nuestro trabajo integra acogida, protección, promoción e integración”, detalló. La organización trabaja en varias provincias del país y desarrolla programas en cinco áreas: niñez y juventud, promoción humana, mujeres, medios de vida e incidencia.

“Con los niños y jóvenes formamos gestores de convivencia y juventudes escalabrinianas. Con las mujeres promovemos su empoderamiento, liderazgo y autonomía económica”, relató López, remarcando que el objetivo es “construir procesos sostenibles de integración donde cada persona migrante pueda reconstruir su proyecto de vida”. “Ser migrante con los migrantes significa no solo abrir una puerta, sino abrir el corazón. Acompañarlos es hacer un mundo más humano, más justo y más fraterno”, aseguró.

“No es solo dar, sino compartir”

Por su parte, Fray Luis Antonio Sotelo, franciscano mexicano, compartió la experiencia del albergue La 72, Hogar Refugio para Personas Migrantes, en la frontera sur de México.

Es un espacio de acogida que como una madre alberga y nutre”, describió. “No se trata solo de dar, sino de compartir lo que tenemos, de convivir con los que sufren”.

El religioso resaltó que acompañar al migrante “no es ser agentes externos, sino sumarnos a su caminar”. Recordó el gesto de San Francisco con el leproso: “Francisco abraza al leproso, pero es el leproso quien abraza a Francisco. Ese encuentro mutuo es el corazón de nuestra fe”.

Iglesia samaritana que se inclina sobre las heridas del mundo

Durante el diálogo final, los panelistas respondieron preguntas del público sobre la opción preferencial por los pobres y los desafíos pastorales. En la oportunidad, la Dra. Cuda afirmó que la opción preferencial “ya es parte del magisterio social de la Iglesia, no solo como opción por los pobres, sino con los pobres”.

El padre Meneses recordó que toda pastoral migratoria debe sustentarse en los cuatro verbos del Papa Francisco: “acoger, proteger, promover e integrar”. También, Cindy López insistió en que “la acogida al migrante implica también un compromiso estructural y político”, mientras que Fray Luis Antonio invitó a “reconocernos en los rostros de quienes buscan refugio”.

Dilexi te convoca a toda la Iglesia a ser samaritana, a “inclinarse sobre las heridas del mundo” y a reconocer en los migrantes, desplazados y empobrecidos el rostro vivo de Cristo, esta fue la conclusión común de los panelistas.

05 de noviembre de 2025
Fuente: CELAM
CEV Medios