Territorio, agua y culturas en riesgo: alertas desde la IV Escuela de Derechos Humanos de la Repam

13
Ago
2025

La cuarta edición de la Escuela de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica (Repam) abrió un espacio de reflexión sobre el valor del territorio amazónico, las fuentes de agua y las comunidades que lo habitan.

Luchas con raíces culturales y espirituales

Durante la primera semana, el diálogo puso sobre la mesa experiencias de resistencia, denuncias sobre amenazas extractivas y propuestas de desarrollo desde los propios pueblos amazónicos, según información compartida por el equipo de comunicaciones de la Repam.

El inicio de la escuela se compartieron testimonios que unieron el dolor por las pérdidas con la fuerza de la esperanza: “No debemos olvidar que nuestras luchas se alimentan de nuestras raíces culturales y espirituales”, recordaron los facilitadores.

Participantes de distintos países compartieron casos de ataques al territorio y a las familias que lo habitan. El objetivo común: que este espacio de acompañamiento fortalezca la solidaridad entre los pueblos y devuelva esperanza a las comunidades amazónicas.

Minería y destrucción

Uno de los temas más urgentes abordados fue el avance de la minería en la cuenca del Orinoco y sus impactos en Brasil, Colombia y Venezuela. En la parte alta del Putumayo, en el macizo colombiano, existen títulos mineros y solicitudes de multinacionales para explotar cobre y oro, incluso en zonas estratégicas para la generación de agua dulce: “En Mocoa hay un yacimiento cuya explotación amenaza al macizo colombiano… allí nace el 70% del agua dulce del país”, advirtieron representantes de Colombia.

Actualmente hay cuatro títulos mineros rechazados por comunidades y organizaciones, pero las autoridades insisten en mantener los procesos. En las cuencas media y baja, la amenaza es la explotación petrolera.

“Se han generado títulos y concesiones mineras sin consultas previas… no podemos permitir que estas actividades se repitan donde nace el agua”, afirmó un participante colombiano. También se resaltó la iniciativa de un proyecto de ley para declarar al río Putumayo como sujeto de derechos, impulsado por pueblos indígenas, organizaciones sociales y campesinas.

Tierra y pueblos

Desde Brasil, representantes del pueblo Nawa, en el estado de Acre, denunciaron que un parque nacional fue creado sobre su territorio ancestral sin reconocimiento oficial como tierra indígena: “Llevamos más de 25 años luchando por la demarcación y no hay avances estructurales”, señalaron.

En la frontera con Perú, el pueblo Nawa o Nahua pertenece al grupo Pano, con comunidades en situación de aislamiento voluntario y contacto inicial, lo que agrava su vulnerabilidad frente a la presión externa.

En Colombia, se expuso el caso de la Reserva Campesina La Guardiana del Chiribiquete, donde conviven familias campesinas, indígenas y afrodescendientes. Allí se impulsa la transición de una producción agrícola basada en agroquímicos hacia una netamente orgánica. Sin embargo, denunciaron la indiferencia institucional: “Para el Estado colombiano, solamente somos ocupantes de las tierras”.

Equilibrio ecológico y cultural

En trabajos por grupos, se debatió cómo lograr un desarrollo que respete el equilibrio ecológico y cultural. Los participantes coincidieron en que la soberanía alimentaria, la protección del territorio y los derechos fundamentales son condiciones irrenunciables. Se insistió en la necesidad de gobiernos propios en las comunidades indígenas, con garantías estatales para salud, educación, mantenimiento de lenguas ancestrales y respeto por la espiritualidad y formas de vida.

La consulta previa fue reivindicada como derecho básico, y se reconoció el papel de las mujeres como guardianas de los bosques y las culturas. En salud, se pidió armonizar saberes ancestrales y medicina moderna sin discriminación. “Hoy estamos tejiendo una nueva red en la Panamazonía… debemos apostar por un desarrollo a escala humana”, reflexionaron.

El concepto de “selva viviente” sonó en varias intervenciones, expresando una cosmovisión donde la naturaleza es un ser con voz propia: “La selva habla, todos hablan: los árboles, los ríos, los animales… todos luchamos por el mismo objetivo: la protección y seguridad de los territorios”.

13 de agosto de 2025
Fuente: CELAM
CEV Medios