
Santa Cruz de Mara. Del 29 de julio al 3 de agosto de 2025, las parroquias de la zona de La Guajira, pertenecientes a la Arquidiócesis de Maracaibo, fueron el epicentro de una intensa semana de animación misionera. Esta iniciativa tuvo como objetivo principal acompañar de cerca los proyectos de cooperación misionera que las Obras Misionales Pontificias (OMP) llevan a cabo en este vasto territorio, así como impulsar nuevas iniciativas de animación misionera entre las comunidades.
La animación misionera, que recorrió las parroquias eclesiásticas de Guarero, Sinamaica, Paraguaipoa, La Sierrita, Tamare y Santa Cruz de Mara, fue recibida con un notable clima de receptividad por parte de los párrocos y comunidades locales. Su entusiasmo y disposición facilitaron el desarrollo de las actividades, que incluyeron encuentros con líderes comunitarios y miembros de las OMP, charlas formativas y momentos de oración compartida. La calurosa acogida es un testimonio del compromiso de la Iglesia local en La Guajira con la labor misionera y la colaboración interinstitucional.
El viernes primero de agosto comenzó la Escuela de Animadores Misioneros (ESAM) de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) que tendrá lugar hasta el martes 5 de agosto. Esta actividad formativa ofrece contenidos y herramientas que capacitan a jóvenes y adultos como animadores misioneros para el acompañamiento de niños, niñas y adolescentes de la IAM.
Situación pastoral y social en La Guajira: Un retrato de desafíos y fe viva
La zona de La Guajira presenta una realidad pastoral y social compleja y a la vez rica en desafíos. Pastoralmente, la Iglesia en este territorio se enfrenta a la dispersión geográfica de las comunidades, la escasez de vocaciones sacerdotales nativas y la necesidad de una formación constante del laicado. A pesar de estas dificultades, la fe de los habitantes de La Guajira es profunda y resiliente, manifestándose en una activa participación en las celebraciones litúrgicas y en la devoción a diversas advocaciones marianas.
Socialmente, La Guajira es una región marcada por la presencia de comunidades indígenas Wayuu, con una rica cultura ancestral que convive con los desafíos de la modernidad. La precariedad de los servicios básicos como el agua potable, la electricidad y la salud, sumado a las dificultades económicas y la alta tasa de migración, configuran un panorama que demanda la atención y el apoyo continuo de diversas instituciones. La Iglesia, a través de sus diversas instancias y en alianza con otras instituciones, busca ser un agente de transformación social, promoviendo la dignidad humana y el desarrollo integral de las comunidades.
Desafíos para la Iglesia en La Guajira: Un llamado a la acción
La semana de animación misionera ha puesto de manifiesto varios desafíos cruciales para la vida de la Iglesia en La Guajira:
- Apostar a la sinodalidad vivida entre los agentes de pastoral para un mayor acompañamiento y sostenimiento material y espiritual de todos los involucrados en la acción evangelizadora.
- Fortalecimiento de la Pastoral Indígena: Es fundamental continuar adaptando la evangelización a la cultura Wayuu, promoviendo el diálogo intercultural y la inculturación del Evangelio.
- Formación y fortalecimiento de los liderazgos laicales: Dada la vasta extensión territorial y la escasez de sacerdotes, es imperativo capacitar y consolidar el liderazgo de los laicos para que asuman un rol protagónico en la evangelización y la atención pastoral de sus comunidades.
- Impulso a proyectos sociales sostenibles: La Iglesia debe seguir siendo un actor clave en la promoción de proyectos que mejoren la calidad de vida de las comunidades, especialmente en áreas como el acceso al agua, la educación y la salud.
- Promoción de vocaciones nativas: Es un desafío constante cultivar y acompañar las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada entre los jóvenes de la propia región, asegurando así la continuidad y arraigo de la presencia eclesial.
- Sostenibilidad de los proyectos misioneros: Se requiere un esfuerzo continuo para garantizar la financiación y el apoyo a largo plazo de los proyectos de cooperación misionera, que son vitales para el desarrollo integral de la zona.
La Semana Misionera en La Guajira ha sido un claro recordatorio del compromiso de la Arquidiócesis de Maracaibo y las Obras Misionales Pontificias con este territorio. Los desafíos son grandes, pero la fe, la esperanza y la comunión fraterna impulsarán siempre a la Iglesia y a sus misioneros a ser fermento de vida y esperanza.
Los sacerdotes de la Arquidiócesis de Maracaibo presentes en La Guajira asumen con caridad pastoral los desafíos que comportan servir al pueblo de Dios en estas tierras. Su testimonio de entrega generosa es recordatorio del llamado a ser misioneros de esperanza entre los pueblos, como reza el lema del Domund 2025.
04 de agosto de 2025
Fuente: OMP Venezuela
CEV Medios
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