Categoría: CEV Noticias

08
Ene

Sobre la Sinodalidad Obispos venezolanos reflexionaron en retiro espiritual

Con renovada esperanza y en aras de reflexionar y discernir a la luz del Evangelio  el compromiso pastoral, los Arzobispos y Obispos de Venezuela, quienes se encuentran reunidos en la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria, realizaron en horas de la mañana de este miércoles 8 de enero de 2020, un retiro espiritual, en la Casa Monseñor Ibarra, sede de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). El Padre Alfredo Infante, Sacerdote Jesuita, fue el encargado de dirigir este encuentro espiritual el cual estuvo centrado en la “Sinodalidad como rasgo de la Iglesia Sacramento Universal de Salvación”. Recordó el Padre Infante, que la Iglesia es símbolo de esperanza en medio de la humanidad, pero también por su trabajo con los pobres y con quienes sufre es Sacramento de Jesús. Resaltó la importancia de compartir estos momentos de encuentro con el Episcopado Venezolano, pues la actual misión de la Iglesia en Venezuela es continuación de la Misión de Cristo y ante la realidad del país solo queda trabajar por acercar la verdad a la luz, buscar la belleza en el trabajo y las acciones cotidianas y vencer el mal a fuerza del bien. Prensa CEV 08 de enero de 2020

07
Ene

Instalada la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria de la CEV

Tal y como estaba previsto, este martes 07 de enero de 2020, inició la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado venezolano, con la participación de los más de 41 Obispos de las diferentes Diócesis y Arquidiócesis del país. La instalación inició con una Adoración Eucarística, presidida por Mons. Raúl Biord, Obispo de la Diócesis de la Guaira, desde los espacios de la Parroquia María Trono de la Sabiduría de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se meditó sobre la celebración de la Navidad y la Epifanía del Señor, comparándola con nuestra realidad actual, recordando que quienes ostentan el poder y quieren perpetuarse en él, cometen cualquier atropello para conseguirlo, tal como lo hizo Herodes con la matanza de los Santos Inocentes, pero también existen quienes a ejemplo de los Magos, siguen la luz y se ponen en camino para llevar sus ofrendas al Niño Dios. Culminada la adoración Eucarística, los presentes se reunieron en uno de los auditorios de la UCAB, allí Mons. José Trinidad Fernández, Obispo Auxiliar de Caracas y Secretario General de la CEV, dio la bienvenida y presentó los temas que se discutirán en esta jornada, la cual culminará el próximo domingo 12 de enero. Seguidamente Mons. Mario Moronta, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal y Primer Vicepresidente de la CEV, dirigió las palabras de apertura e instalación de la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria, las cuales fueron escritas por Monseñor José Luis Azuaje Arzobispo de Maracaibo y Presidente de la CEV, quien por razones de salud, no pudo estar presente en la jornada. El discurso estuvo dividido en dos partes fundamentales: el ámbito eclesial con “Aspectos eclesiales globales de importancia” y el ámbito socio-político del país subtitulado como  “Una realidad que golpea el alma del ser venezolano”. Ámbito eclesial Dentro de este aspecto Mons. Azuaje recordó la realización de varios eventos de importancia para la Iglesia Católica, los cuales tuvieron lugar en el último semestre del año 2019, iniciando con el Sínodo de la Amazonía, en el cual quedó claro la necesidad de un mayor compromiso con la Casa Común. También hizo referencia al mes Misionero Extraordinaria, el cual según sus palabras si bien es cierto no cumplió con los objetivos propuestos, si dejó una huella a seguir durante todo este año, en el cual además se llevará a cabo la “II Asamblea Nacional de Pastoral, cuya motivación es la renovación de nuestras parroquias para hacerlas más misioneras en el momento actual”. Asimismo, manifestó la decisión del Santo Padre de dedicar el III Domingo del tiempo ordinario a la reflexión y divulgación de la Sagrada Escritura y finalizó este ámbito reconociendo el trabajo de la Iglesia Católica en Venezuela, la cual a su modo de ver, ha seguido al pie de la letra la palabras del Señor, “denles ustedes de comer” (Lc. 9,13), haciendo referencia al trabajo realizado por Cáritas y las instituciones educativas católicas, quienes se han dedicado  a atender las necesidades de los que más sufren en las comunidades, no solo subsanando las carencias de alimentación, ropa o medicamentos, sino también lo psicológico, emocional y espiritual y por supuesto también hizo referencia al tema de la migración, destacando el trabajo pastoral realizado por los agentes pastorales en las zonas fronterizas. Ámbito Socio-político En relación al país, el Presidente de la CEV, compartió el sufrimiento indignante, masivo y profundo que padece el pueblo venezolano en todos sus estratos, fruto de una violencia institucionalizada, física, psíquica y moral, situación que aseguró ha sido denunciada en anteriores oportunidades por el episcopado, pero que a medida que ha avanzado el tiempo se ha ido deteriorando de forma inminente elevándose los índices de pobreza, de desempleo y desnutrición. Ante tal realidad invita a todos los actores sociales a atenderla, pero no con los mismos mecanismos de siempre, sino con la creatividad intelectual y estratégica que implica el juego socio-político del momento, donde hay diversidad de actores y multiplicidad de intereses. Finalmente le pidió a cada uno de los miembros de la Iglesia, a despertar la esperanza y la acción, desde lo local, desde cada comunidad eclesial, desde las comunidades de base, parroquias y diócesis, a través de un serio discernimiento, en una praxis cotidiana, fecunda, pues nuestra Nación se construye desde las raíces. Aprovechar la oportunidad histórica que tenemos para construir, sobre la base de lo mejor que hemos sido, una nueva historia basada en el bien común y la libertad. Seguidamente los presentes escucharon la salutación de Mons. Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela, quien durante su disertación manifestó un cordial y afectuoso saludo en nombre del Papa Francisco, además de señalar que “son innumerables las tensiones que experimenta el mundo de hoy”, haciendo una semblanza del acontecer político y social mundial. En el caso particular de Venezuela el Nuncio aseguró que fue testigo el domingo de una página triste y oscura que no hace honor al país, haciendo referencia a lo ocurrido en la sede de la Asamblea Nacional e invitó a los actores políticos a no buscar ocupar espacios de poder sino abrir procesos en el tiempo y a dar testimonio del amor de Jesús en medio del pueblo que sufre. Prensa CEV 07 de enero de 2020

06
Ene
La palabra epifanía significa revelación o manifestación. Cada 06 de enero, con la Epifanía del Señor, la Iglesia celebra revelación del mensaje salvífico

La Epifanía del Señor

La palabra epifanía significa revelación o manifestación. Cada 06 de enero, con la Epifanía del Señor, la Iglesia celebra revelación del mensaje salvífico, a los paganos en la persona de tres reyes magos, provenientes de tierras lejanas, quienes, gracias a una manifestación divina, emprendieron un viaje guiados por una estrella, para adorar a quien les fue revelado como verdadero Rey de reyes, para rendir honores a Jesús, el Mesías. El Evangelio según san Mateo relata que al llegar los tres hombres al lugar que les mostró la estrella, vieron a Jesús con María, y de inmediato cayeron de rodillas y lo adoraron, ofreciéndole tres regalos: oro, incienso y mirra, símbolos del reconocimiento en Jesús de su naturaleza de Rey, su divinidad, y su humanidad, respectivamente. La Epifanía del Señor es una de las fiestas litúrgicas más antiguas de la Iglesia, que inició en oriente en el siglo III y en occidente en el siglo IV. Es una solemnidad en la que se celebra que Jesús, el salvador que había sido anunciado, encarnado como verdadero Dios y verdadero hombre, se da a conocer a todos los pueblos y a todas las naciones. Prensa CEV06 de enero de 2020

05
Ene
CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria

Obispos Venezolanos se reúnen del 07 al 12 de enero en su CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria

El Episcopado Venezolano se reunirá del 07 al 12 de enero de 2020 en lo que será su CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria a realizarse en la Casa Mons. Ibarra, sede de la Conferencia Episcopal Venezolana. La Centésima Décima Tercera Asamblea de la CEV iniciará formalmente el martes 07 de enero a las 9:00 am con una adoración Eucarística en la parroquia “María Trono de la Sabiduría” de la Universidad Católica Andrés Bello, (UCAB). Seguidamente las palabras de instalación de la Asamblea estarán a cargo del Presidente de la CEV, Monseñor José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo, a las 9:30 am en el auditorio de la biblioteca de la UCAB, quien realizará una presentación del panorama nacional y eclesial de Venezuela. Por su parte Mons. Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela dirigirá la acostumbrada salutación al Episcopado Venezolano en nombre del Papa Francisco. Durante el desarrollo de la asamblea se profundizará sobre los desafíos que presenta la realidad del país a la Iglesia en Venezuela, su análisis y acciones pastorales concretas a considerar. Entre los temas que se tratarán en esta asamblea también se encuentra el Sínodo de la Amazonía, el protocolo de protección de abuso a menores y el camino a la II Asamblea Nacional de Pastoral a realizarse en julio de 2020. Por otra parte, en la asamblea se realizará la presentación de la nueva página web de la Conferencia Episcopal Venezolana y el preestreno a los obispos del documental «Pastor de Almas» sobre la vida y obra del Siervo de Dios Mons. Salvador Montes de Oca. La culminación de la CXIII Asamblea Plenaria Ordinaria de la CEV, está prevista para el sábado 11 de enero, mientras que el viernes 10, en horas del mediodía, los Arzobispos y Obispos presentarán la acostumbrada Exhortación Pastoral con miras a los desafíos pastorales de la Iglesia en Venezuela. Prensa CEV03 de enero de 2020

05
Ene

Cardenal Urosa: “Resolvamos nuestros graves conflictos de manera pacífica”

El Arzobispo Emérito de Caracas considera necesario cumplir el “Estatuto para la transición aprobado por la Asamblea Nacional” y ha pedido a los parlamentarios “deponer intereses personales y grupales” Los diputados venezolanos elegirán este domingo 5 de enero a las nuevas autoridades que dirigirán la Asamblea Nacional (AN) en el último de sus cinco años. Ante este panorama, el Cardenal Jorge Urosa Savino consideró pertinente llamar a sectores de la oposición democrática a la “sensatez”, y exigió “unidad verdadera” para “cumplir la ruta establecida en el Estatuto que rige la transición a la democracia para restablecer la vigencia de la Constitución” aprobado por la AN en 2019. “Esa ruta que contempla el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, es sensata y concreta; y no hay por qué estar inventando otros caminos”, expresó en una nota de prensa enviada este 3 de enero. “En ese sentido, la oposición tiene que ser muy equilibrada y mantener la unidad en torno a quien ha obtenido el respaldo de 60 países, porque ése es un capital político internacional que no se puede desperdiciar”, dijo. “Es preciso entonces que, deponiendo intereses personales y grupales, se reitere la Presidencia de la República en manos del diputado Juan Guaidó”, acotó el Cardenal Urosa Savino. “El pueblo venezolano está sufriendo cada vez más, y debilitar lo que ya se logró en el año 2019, sería prolongar la agonía a la cual está sometida, sobre todo, la población más débil de Venezuela”, indicó. “Es urgente que los dirigentes de la oposición dejen la división y unifiquen sus esfuerzos para formar un gobierno nuevo; que fortalezcan la lucha contra la corrupción y que propongan un plan de acción al país para solucionar esta pésima situación”, indicó el Purpurado caraqueño citando su mensaje de Año Nuevo 2020. En ese sentido, el arzobispo emérito de Caracas ratificó “la necesidad de la salida pacífica” de Nicolás Maduro “para propiciar un nuevo gobierno que detenga esta situación de doloroso deterioro social y económico”. Igualmente recordó el mensaje que la Conferencia Episcopal Venezolana emitió el 11 de julio de 2019, en el que los obispos ratificaron sus críticas y el desconocimiento al “gobierno ilegítimo” de Nicolás Maduro. “Como afirmamos el pasado mes de enero, ante la realidad de un gobierno ilegítimo y fallido, Venezuela clama a gritos un cambio de rumbo, una vuelta a la Constitución. Ese cambio exige la salida de quien ejerce el poder de forma ilegítima y la elección en el menor tiempo posible de un nuevo Presidente de la República”. Como pastor de la Iglesia, el arzobispo emérito plantea un camino con aspectos fundamentales para mejorar el dramático momento que se vive en Venezuela: Primero, “acercarse a Dios y hacer el propósito de vivir de acuerdo a su Palabra, que es Palabra de vida y paz”; segundo, “defender nuestros derechos y los derechos de los demás” trabajando juntos “para ayudar a nuestros hermanos, especialmente a los más pobres”; tercero, “que resolvamos nuestros graves conflictos de manera pacífica”; y cuarto, “encomendar el futuro de nuestra Patria a la maternal intercesión de María Santísima, la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela y de nuestra Arquidiócesis de Caracas”. Prensa CEVNota de prensa El Guardián Católico03 de enero de 2020

05
Ene

«Al Gobierno de Maduro le interesa mantener la pobreza para permanecer en el poder»

El obispo de Acarigua-Araure, Juan Carlos Bravo, asegura que las parroquias se han convertido en comedores sociales, roperos y farmacias para atender la emergencia humanitaria que vive el país Monseñor Juan Carlos Bravo (Sucre, 1965) abriga el mismo destino que el pueblo venezolano. A su casa no llega el agua, ni la comida, ni la electricidad. Pero esas carencias personales no es lo que más preocupa a este obispo venezolano. Su mayor dolor es el progresivo declive que vive la sociedad venezolana. «Es la estrategia utilizada por el Gobierno de Nicolás Maduro para perpetuarse en el poder», asegura el prelado a ABC durante su visita a Madrid para presentar la campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada, «Yo contigo Venezuela». ¿Cuál es la situación de la gente? Venezuela vive una crisis generalizada y en una pobreza extrema. Al Gobierno le interesa mantener la pobreza para permanecer en el poder. ¿Qué porcentaje de la población está desplazada? Alrededor del 15%. Eso trae graves consecuencias para las familias porque encontramos a los abuelos cuidando a sus nietos y niños que están al cuidado de los vecinos. Hay un aumento del alcoholismo, de la prostitución y la adicción a las drogas entre los más jóvenes, como consecuencia de unas familias cada vez más desestructuradas. ¿Cuál es el papel de la Iglesia? La Iglesia ha sido la primera que ha tenido que entrar en crisis y preguntarse cuál es su tarea fundamental. Evidentemente su misión es la evangelización, pero no se puede hacer una opción clara por Jesucristo sino estamos al lado de los pobres, de los huérfanos, de los enfermos. Por eso nuestra opción ha sido atender las necesidades de la gente y hacer pedagogía para que la propia Iglesia entienda que solo se puede ser cristiano si estamos inmersos en el destino del mismo pueblo. Por eso nuestras parroquias han dejado de ser templos convencionales donde se hace una vida sacramental y se celebra el culto y se han convertido en tiendas de campaña, en comedores sociales, en roperos y farmacias. «Es la institución que más incomoda al Gobierno porque a nosotros no nos pueden decir «cuentos»»¿Cuál es la situación de los sacerdotes? Lo más difícil para el obispo es mantener a los sacerdotes porque son sus principales colaboradores. No creo que haya una sola parroquia ni un solo sacerdote en Venezuela que pueda mantenerse por sí solo. Ni siquiera el obispo puede hacerlo. La gente gana un salario de cinco dólares al mes que no les alcanza ni para comer. ¿Cómo van a sostener a la Iglesia? Los sacerdotes también viven la tentación de salir del país como el resto de la población, pero nosotros tenemos que seguir al lado de nuestra gente, no podemos abandonar a los más pobres. Como decía san Óscar Romero: «Compartimos el destino de nuestro pueblo». Monseñor Bravo durante la visita a una parroquia de su diócesisMonseñor Bravo durante la visita a una parroquia de su diócesis – AIN¿Es incómoda la Iglesia para el régimen? Es la institución que tal vez más incomoda al Gobierno porque a nosotros no nos pueden decir «cuentos». Nosotros vivimos la misma realidad que comparten miles de personas. A mi casa tampoco llega el agua, ni la comida y la electricidad se va. Abrigo el mismo destino que la gente. Una Iglesia comprometida con la gente es una Iglesia que incomoda a todos aquellos que quieren mantenerse a cualquier precio en el poder induciendo al pueblo a la destrucción, a la angustia y a la desesperación. «A mi casa tampoco llega el agua, ni la comida y la electricidad se va. Abrigo el mismo destino que la gente»¿Reciben amenazas? ¿El régimen permite a la Iglesia hacer su trabajo? Se permite, pero también hay que decir que dentro del mismo Gobierno hay personas que se benefician de la labor que realiza la Iglesia porque también los chavistas sufren la falta de comida y de medicinas y las consiguen a través de las parroquias. La Iglesia no es un espacio de exclusión, sino de inclusión. Nosotros no tenemos una opción política, nuestra opción es auxiliar a cualquier ser humano, por el simple hecho de ser un ser humano. ¿Cuál es la situación más difícil que le ha tocado vivir como obispo? Lo más duro es ver morir a los niños por falta de antibióticos y saber que no puedes hacer nada. Ver morir también a ancianos porque están totalmente desnutridos. A veces nos sentimos atados de manos porque no tenemos cómo ayudarlos. Y en medio de esta dura realidad, escuchas al Gobierno decir que Venezuela tiene el mejor sistema de salud, el mejor sistema educativo… La mentira no es cristiana. Prensa CEVNota publicada por ABC de España30 de diciembre de 2019

05
Ene
Conferencia Episcopal Venezolana

Mensaje del Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana Mons. José Luis Azuaje Ayala, al finalizar el año 2019

«Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado» Is. 9,6 Al finalizar el año, damos gracias a Dios por la vida y las experiencias vividas, más aún, sabiendo que estamos en tiempo de Navidad donde «el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (Jn 1,14). Esta realidad salvífica es la que más debemos agradecer; la venida del Emmanuel, el Dios con nosotros. Es una realidad de vida que nos impulsa a gastar nuestra existencia mostrando el rostro misericordioso de Dios en medio de las realidades humanas, que tantas veces se tiñen de injusticias y sufrimientos. Cuando Jesús nació, existían todos los males que hoy encontramos en nuestro país. No pudo nacer en una casa, o una posada; nació en un establo, nació en medio de la pobreza. De esta manera quiso dignificar a los más pobres, a aquellos que sienten que ya no hay futuro, que la esperanza es un mito. Pero la realidad es otra: caminar hacia el futuro asumiendo el presente con las adversidades de cada momento, ese es la propuesta de vida. No es sólo mirar hacia el futuro, sino caminar hacia él, comprometerse en él. En tiempos de Jesús, también el pueblo era empobrecido por sus gobernantes para ejercer sobre él un control social; usaban las armas de los soldados para someter a la población. Quienes vivían fuera de los muros de las ciudades, comían las migajas que dejaban los transeúntes, era el inframundo, como pasa en el interior de nuestro país, sin gasolina, sin servicios públicos, sin medicamentos y sin acceso a alimentos debido a los altos costos. Jesús conoce nuestra realidad y sabe que es finita, que ella pasará; pero él no se quedó pasivo, sobre él no tuvo efecto el control social para ejercer la profecía; Él salió a organizarse en pequeños grupos de creyentes que mantenían muy bien la memoria histórica de los sucesos de su pueblo, los formó y los preparó para convertirse en propulsores de algo nuevo: la construcción de un reino de justicia, paz y amor. Desde ese momento cambió la perspectiva de «ser pueblo», ya no subyugado por la tiranía, sino consciente de ser «sujeto», con una responsabilidad histórica: vencer la maldad desde la verdad y la libertad que vienen de Dios. Como pueblo venezolano, sabemos los sufrimientos vividos en los últimos años, pero por más que «aprieten», el pueblo con dignidad sabe que siempre hay un mañana que fortalece el espíritu de lucha en la búsqueda del bien común, la verdad y la libertad. No hay vuelta atrás. La propuesta nos la da el Dios de la vida: «he venido para que todos tengan vida, y vida en abundancia» (Jn 10,10). Pero esta vida no cae del cielo, sino que se construye desde los valores que fortalecen el ímpetu de lucha en la sociedad: la honestidad, la verdad, la paz, la justicia y la solidaridad. Quienes han sentido la tentación de declinar ante el miedo y la incertidumbre, les doy la buena noticia: «un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado y la soberanía reposará sobre sus hombros…» (Is 9,6). Recibamos el nuevo año desde nuestros propios contextos de vida, aquellos que se encuentren solos porque su familia ha emigrado vayan al pesebre, y abracen a la familia de Belén que también fue migrante; abracen a sus seres queridos con el compromiso de «ser sujetos» de esta historia para hacer de ella, una historia viva del pueblo y no dejar que otros hagan de ella una ficción. No olvidemos a los más pobres y descartados, que sepamos leer en sus sufrimientos el reclamo de Dios: «¿Dónde está tu hermano?» (Gn. 4,9). A todas las hermanas y hermanos venezolanos en nombre de mis hermanos obispos, les envío un abrazo fraterno, deseándoles un esperanzador año nuevo 2020. 31 de diciembre de 2019 +José Luis Azuaje AyalaArzobispo de MaracaiboPresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana