La hermana María Inés Castellaro, religiosa argentina, de la Congregación de las Hermanas de la Virgen Niña, asumió este año la Secretaría General de la Confederación Latinoamericana de Religiosos/as (CLAR) para el periodo 2025-2028, relevando así a su compatriota Daniela Cannavina.
En entrevista con Rostros y Voces, programa del ecosistema ADN Celam, comentó que asumir esta nueva responsabilidad ha sido “un verdadero desafío y un regalo de Dios”. Un trabajo que asume para dar continuidad “a lo que venimos haciendo desde hace varios años”.
Es que en el trienio anterior formó parte de la Presidencia de este organismo. De ahí que resulta clave para ella mirar con atención los signos de los tiempos para encontrar respuestas a los desafíos que van surgiendo.
Un trabajo – afirma – se logra en equipo y en “la CLAR tenemos equipo”, conformado por teólogos, sacerdotes, misioneros, hermanos, hermanas, laicos y laicas que acompañan el caminar de la Vida Religiosa en América Latina y el Caribe.
Horizonte inspirador
Para este nuevo trienio, el horizonte inspirador de la CLAR, es decir, su plan de trabajo se basa en el pasaje bíblico del encuentro de Nicodemos con Jesús (Juan 3), el cual es “inspirador, da continuidad a los anteriores”.
La hermana Castellaro explica que en ese pasaje bíblico se resume el plan de acción de la Vida religiosa del continente, porque “estamos llamados a nacer de nuevo”.
Además, así como Nicodemo se encontró con Jesús en la noche, “estamos llamados a ver estas noches de la realidad sociopolítica, ver la realidad eclesial en este camino de sinodal”.
Cada dificultad debe convertirse en una oportunidad, porque “Jesús nos cambia, nos transforma, nos llama a una vida nueva”. De allí, que la CLAR en función de ese texto bíblico ha trazado su misión en esta nueva etapa.
La era León XIV
La elección del Papa León XIV ha sido muy bien acogida por la CLAR. La hermana Castellaro siente que es un continuador del trabajo dejado por Francisco como el camino sinodal.
“Con la certeza de que el Papa León no es Papa Francisco”, aclara. A ello añade que seguramente surgirán nuevos desafíos y en ello el Santo Padre tendrá su propia forma para afrontarlos.
No dudó en afirmar que “la vida religiosa es sinodal”. Un estilo que ha venido aterrizando en reformas dentro de las congregaciones, institutos, “hay mucha reorganización”.
Aunque aclara que es responsabilidad exclusiva de cada religioso y religiosa, “es un camino que debemos hacer con otros”, lo cual incluye salir al encuentro de las comunidades, congregaciones.
Considera que la Vida religiosa está muy activa en las jurisdicciones participando de las asambleas parroquiales, diocesanas, apoyando en la misión pastoral a los obispos.
La clave de todo está en sacudirse los miedos y prejuicios. Tan fácil como ir las fuentes bíblicas, al modo de las primeras comunidades cristianas y, por qué no, revisar también el documento final del Sínodo. En definitiva, “estar abiertos a las sorpresas del Espíritu” con actitud de escucha y acogida aún en la diversidad de carismas.
19 de septiembre de 2025
Fuente: Vatican News
CEV Medios
Comentarios recientes